Gracias gracias gracias queridos lectores, espero que hayan disfrutado de esta historia. Me queda algo mas que darles. me encantaría leer su opinón. Aprovecho y les invito a que lean El Socio Árabe, mi otra novela en la plataforma.
PDV Isabel – En tres meses – había respondido mi ahora prometido cuando le preguntaron cuando nos casaríamos. – ¿Tres meses? Amor es muy poco – no me imaginaba preparando una boda en tan corto tiempo. – Como voy a organizarla tan pronto. – No te preocupes cielo, estoy seguro que doña María y Pilar te ayudaran y todo estará listo. – Por su puesto que si – respondieron las mencionadas muy emocionadas. – Y yo también voy a apoyar – agregó Christine. – ¿Ves? Ahora sobran manos – me dio un corto beso y ni modo, en tres meses sería la señora de Quant. Ese fin nos fuimos a Madrid, pero Luka vino con nosotros solo a recorger mi ropa y una que otra cosa que me encantaba, al fin y al cabo ese apartamento lo mantendría para estar cuando viniera al bufete y para darle la vuelta a Liberty, del cual quería hacerme una parte, mientras hacíamos maletas luego de una candente sesión de se** le consulté a Luka. –Quiero ser tu socia – él me miró extrañado. –Serás mas que mi socia, serás mi esposa
PDV. Isabel.Estaba saliendo del juzgado con mi mejor sonrisa tras ganar otro caso. En mi mente estaba mi porrista moviendo el trasero cantando “¡You won, You won!” Cuando mi teléfono repicó, observé la pantalla y era un número internacional, podía ser cualquier cliente que estuviera fuera, así que contesté. – ¡Buenos días! – respondí, usando mi tono profesional. – ¡Me casoooo! – escuché el grito al otro lado de la línea. – Por Diooos, casi me dejas sorda – le respondí a mi amiga Pilar. – felicidades me alegro por ustedes, hasta que Luis Alberto por fin te dio el anillo. – Ay sí, mi alma, tienes que venir a mi despedida de soltera. – Por supuesto, no me la perdería por nada del mundo, pásame el día que tienes pensado hacerla y reviso mi agenda a ver qué tal. – Nada de a ver qué tal, eres mi dama de honor / madrina / ayudante, así que no puedes perderte nada. Tienes que venirte – chilló, con su acento cantado. De nada han servido los seis años que tie
PDV. Isabel. Iría pasar el fin de semana con mis amigos, pero, antes le envié un W******p a Pilar. Isabel ¿Tienes que trabajar el fin de semana? Esperé unos minutos para recibir su respuesta. Pilar No, no tengo, te vienes ¿o qué? Ella y sus respuestas, pensé. Decidí llegarle de sorpresa así que solo respondí. Isabel. Lo pensaré y revisaré si puedo. Pilar OK, su señoría, tendré Fé. Respondió con un emoticón sacándome la lengua. La semana siguió con el trajín normal, pararme a las seis y media de la mañana, de siete a ocho ir al gimnasio que está en el mismo edificio que mi piso; a las nueve de la mañana me marcho al trabajo hasta las nueve o diez de la noche que regreso a mi apartamento. Ser socia de una firma de abogados es una ardua labor, pero por fortuna mis socios son tan afanados al trabajo como yo. Cosa que siempre me hace preguntarme ¿cómo es que siguen casados? Fernando de las casas y Mario Castillas, son mis socios, de hecho son
PDV Isabel. – De haber sabido que me ibas a recibir en pelotas te aviso para encontrarte decente, por lo menos.Comente a forma de broma mientras me tapaba la cara de forma fingida – Boba – me dice sacándome la lengua – Esto no es estar en pelotas – abrió su toalla frente a mí y su prometido enseñando su ropa interior roja, todos reímos ante la locura de Pilar – y llegaste justo a tiempo, cámbiate esa ropa de abogada gallarda y ponte ropa para matar.“Ella es de las mías” habló mi porrista en mi mente mientras mi consciencia negaba con la cabeza. – Vaya cuñada, que en esta apertura va a estar la alta sociedad de Frankfurt, quizá consigas a tu príncipe. – Ya no empiecen de cupidos, solo vine a pasármela bien con mis amigos. – crucé mis brazos en el pecho, eran tal para cual cuando confabulaban contra a mi. – Relaja amor, que a un hombre común y corriente una anoche no le va a bastar para que pase las pruebas exclusivas de Isabel. – dice riendo mientras le guiña
PDV. Isabel. Yo me quedo observando la decoración la cual consiste principalmente en tonos negro y plateado, la pista de baile son cubos con luces de colores que van cambiando, lo que da la ilusión que estás sobre esas máquinas de pasos de baile. El techo es tipo bóveda con luces de diferentes formas que van iluminando toda el área de dos niveles, la zona del dj pareciera estar en el aire, todo súper moderno y galáctico. Tomo a Luis del brazo nuevamente para decirle – ¡Te quedó súper! Me encanta, Luis. – ¿A que sí? Por eso los dueños me aman y hoy tomaremos gratis. – ¡Uuuy! – ahora soy yo la que grito. Pasaron un par de horas de bailes, gritos y bebidas cuando Luis nos dice: – Bueno chicas, no todo es diversión, las dejo un rato. Voy a aprovechar la ocasión y veré si consigo uno o varios clientes nuevos. - me dio en la frente un beso y luego uno húmedo a su prometida para caminar hacia el primer piso. No pasaron diez minutos de estar solas
PDV Isabel. – Pareces inofensiva ahí dormida – me despertó Pilar, quitándome el cabello de la cara. – Oh, no supe cuando me quedé dormida – Dije, terminando de abrir mis ojos – ¿y Luis? – Tuvo que salir a resolver algo en una obra. – respondió con la boca torcida.– Vente, vamos a comer hice una tortilla de vegetales, para que veas que cuido de ti – dijo sacándome la lengua. – Huele delicioso y muero de hambre – dije a mi amiga. – Oye Pilar, ¿puedo tomar esta novela prestada? está muy interesante. – Si la ves a leer si, es de mis novelas preciadas, me encanta. Bueno tómala, se que no pararás de leerla. Comimos hablando de cualquier cosa mientras bebíamos un vino Shiraz, luego nos sentamos frente a la tv buscando alguna película interesante, cuando recordé nuestra conversación pendiente. – Cuéntame sobre esa locura del pase libre a Luis – le pedí a Pilar, quién estaba concentrada leyendo la sinopsis de una película de terror. – Nada bueno que
PDV Isabel. – ¿Hablas alemán? – preguntó con sus ojos de color azul eléctrico fijos en los míos, los cuales por una fracción de segundo se mostraron apenados. – Al parecer sí, sobre todo para reconocer el lenguaje de un patán – dije con mis ojos achicados. Volvió a sonreír, esta vez mostrando sus dientes perfectos en su mandíbula triangular, debo admitir que está tomándome mucho esfuerzo en no quedármele viendo y seguir ensanchando su ego. – Opps – dijo subiendo un hombro. – la verdad deberías de tener más cuidado cuando camines – miró su vaso vacío moviéndolo frente a mi – me debes una bebida pequeña. Respiré profundo, cerré los ojos un par de veces para asimilar su descaro y pensé: Muy bello pero patán. "No gracias" pegue mi post it mental. Me giré para volver al baño a secarme, dejándolo ahí parado con su sonrisa de lado. No sin antes ofrecerle una mirada que podía calentar el desierto. Llegué al baño de mujeres para observar los daños, por suerte t
PDV Luka. – Por Dios, aún duermes – escuché un tono demasiado grueso para una mujer y supe que era ella, la única persona que tenía la llave de mi apartamento. – Levántate Luka, necesito un favor tuyo. Abrí un ojo. – ¿Cuál es la urgencia para que me despiertas tan temprano? ¿Qué tal si hubiese estado con una chica? – recriminé. Giró los ojos y se sentó en la esquina de mi cama. – Hoy es martes, además tú no traes chicas al apartamento y son las tres de la tarde, eres el único hombre que está durmiendo a esta hora a mitad de semana. Resignado me paré de la cama y caminé hacia el baño, levantándole el dedo medio. A los minutos salí duchado con la toalla sujeta a mi cintura. – ¿Te vas a quedar ahí mientras me visto? – pregunté parándome delante de ella. – Por favor, Luka desde antes de que te desarrollarás te he visto desnudo y aunque has crecido mucho – me miró de arriba abajo con la cabeza de lado – no eres mi tipo – sentenció con media sonrisa y