PDV. Isabel.
Iría pasar el fin de semana con mis amigos, pero, antes le envié un W******p a Pilar.
Isabel¿Tienes que trabajar el fin de semana?
Esperé unos minutos para recibir su respuesta.Pilar
No, no tengo, te vienes ¿o qué?
Ella y sus respuestas, pensé. Decidí llegarle de sorpresa así que solo respondí.Isabel.Lo pensaré y revisaré si puedo.
PilarOK, su señoría, tendré Fé.
Respondió con un emoticón sacándome la lengua.La semana siguió con el trajín normal, pararme a las seis y media de la mañana, de siete a ocho ir al gimnasio que está en el mismo edificio que mi piso; a las nueve de la mañana me marcho al trabajo hasta las nueve o diez de la noche que regreso a mi apartamento.
Ser socia de una firma de abogados es una ardua labor, pero por fortuna mis socios son tan afanados al trabajo como yo. Cosa que siempre me hace preguntarme ¿cómo es que siguen casados?
Fernando de las casas y Mario Castillas, son mis socios, de hecho son mis amigos de toda la universidad, Mario, Fernando, Pilar y yo entramos en el top cinco de las notas sobresalientes de la escuela de derecho en la universidad Carlos III de Madrid, lástima que mi mejor amiga se fue a Alemania tras su amor cuando a Luis le ofrecieron un buen puesto como gerente de proyectos en una empresa reconocida.
Desde el martes, mi madre me está pidiendo que vaya a casa a cenar con ellos, pero no he podido, lo que me hace pensar sobre las ironías de la vida, ahora son ellos quienes esperan por mí para verme.
El juicio del miércoles se extendió a la semana siguiente debido a falta de unas pruebas de mi contra parte, por lo que estaba libre, así que el jueves sí fui a ver a mis padres, al salir del trabajo le compré flores a mi mamá y unas botellas de vino para la cena.
– Hola, mamá – entré saludando a casa, dejando de lado la cosas que traía a excepción de las rosas blancas y amarillas que le llevaba.– Oh cariño, están bellísimas, gracias – las recibió con una gran sonrisa.
– Estás hermosa, mamá – la elogié, aun cuando hacía catorce años que dejó de ejercer su carrera se mantenía en casa siempre regia, vestida y maquillada.
– Tu también estás hermosa, ¿cómo está la princesa exitosa de papá? – entró mi padre al salón abrazándonos a ambas.
– Gracias, papi – le respondí con mi mejor sonrisa.
– Ese conjunto te queda lindo hija, solo que estás como muy flaca, ¿estás comiendo bien? – interrogó –¿Por qué no te vienes a almorzar para acá como antes?
– Estoy igual, mamá, solo tenemos una semana sin vernos, yo creo que es que aún no te acostumbras a verme así. Y tengo mucho trabajo para venirme hasta acá a mediodía, pero cuando pueda, lo haré. – algo satisfecha con mi respuesta me tomó de la mano y nos dispusimos a ir al comedor.
– ¿Así que están llevando el caso de los ríos? – preguntó mi padre interesado.
– Así es – respondí orgullosa. Era nuestro caso más importante como firma de abogados jóvenes.
– ¿Va todo bien? Es un pez gordo, si todo sale exitoso se van a ir a las grandes ligas.
– Todo va muy bien, papá – respondí, tomándole la mano.
– Seguro que sí, estoy tan orgulloso de ti, hija. Ya sabes que este viejo zorro está aquí por si me necesitas. – le guiñe el ojo mientras le lanzaba un beso.
– Me alegro que estés brillando por tus propios medios, hija – comentó mi mamá con una sonrisa. – hablando de otra buena noticia, la Pilar se nos casa, por fin ese muchacho le pidió matrimonio, después de tantos años juntos.
– Si, Luis se tardó algo – dijo mi padre.
– Ay hija, ¿y tu? ¿cuándo nos lo presentas un novio? ya ha pasado algún tiempo desde el último.
– Bueno madre, tu sabes de buena fuente el tiempo que se invierte en hacerse un nombre entre tantos abogados, la verdad me queda muy poco tiempo para socializar y los de mi círculo ya están casados, así que ya veremos.
– Sin apuros, hija, porque los abogados se divorcian bastante. – acotó mi padre.
– Hablando de Pilar, la extraño mucho, tengo ganas de ir a visitarla este fin de semana, hace cuatros años que no tomo una vacación y me carga azul con que no he cumplido lo de nuestro pacto de turnarnos las visitas, una vez ella y una vez yo.
– Hija, me parece excelente idea que cambies un poco de aire – me anima mi madre.
– A mí también me parece muy buena idea hija, luego te das cuenta que las amistades valen más que los títulos.
Al llegar a mi piso abrí mi laptop y compré los boletos Madrid – Frankfurt – Madrid, saliendo en el último vuelo el viernes y regresando en el último del domingo.
Por un momento volvieron a mí, las palabras de mi madre "para cuando un novio" aunque le respondí que el trabajo me absorbía, lo cierto es que luego de mi novio de la universidad solo he tenido par de amantes
“Claro por esa tonta lista” me recordó mi CP
“No es tonta, el último nos dejo porque no entrabamos en el estándar, así que si eso es lo que funciona, debemos buscar al mejor” aseguró mi CI.
Y recordé a Julián mi ex novio, que aun cuando había dejado la universidad por dedicarse al canto, en el cual no era muy bueno, yo estaba ciega de amor por el y un buen día mi dijo que se harto de acostarse con la gorda que lo único bueno que tenia era mi inteligencia y dinero, pero no era suficiente.
Lo que me llevó a una depresión y luego a pasar por varias operaciones en la cual casi pierdo la vida, pero aquí estoy delgada exitosa y con una lista que ahora los hombres deben pasar para estar conmigo, no dejaré que otro perdedor se acerque a mí.
Mi reloj marcaba las siete y media de la noche cuando aterricé en Frankfurt, como solo llevaba una maleta de mano, salí rápidamente del aeropuerto, tomé un taxi y le di la dirección del piso de mis amigos, en el camino llamé a Luis.
– Hola, prometido. – saludé sonreída.
– Silencio que no te escuchen mis fans. – dijo, siguiéndome la broma.
– Jolines, no – y solté la carcajada – ¿estás con Pilar? – pregunté.
– No, voy camino a buscarla, vamos a un antro nuevo súper exclusivo.
– Dicen que es mejor llegar a tiempo que ser invitada – respondí aguantando la risa.
– ¡No me digas que viniste! ¿Pilar sabe?
– Aún no, quiero darle la sorpresa en unos veinte minutos debo de llegar a su piso, me esperas abajo para subir juntos.
– Se va a infartar, me alegra mucho que hayas venido.
– Yo también me alegro y ahora que me dices que van de salida, si puedo ir, ¿verdad? – pregunté, cayendo en cuenta que mencionó la palabra exclusivo.
– Por supuesto cuñada, fui el arquitecto que diseñó el antro, así que la dueña me dio unos pases.
– Perfecto, nos vemos abajo en unos minutos y ni se te ocurra abrir la boca y decirle a Pilar que llegué.
– Tu secreto lo llevaré a la tumba.
Reímos y colgamos.
Al llegar, Luis me recibió con un gran abrazo. Tenía más de dos años que no lo veía, porque debido a lo cotizado que estaba en su trabajo no siempre podía acompañar a Pilar a Madrid.
Subimos poniéndonos al día con sus proyectos, siempre le ha ido muy bien en la empresa que desde hace años confió en él y lo contrató siendo un recién graduado. Llegamos a la entrada y me hace una seña que espere en el pasillo, abre la puerta y llama.
– Muñeca, ya estoy aquí, ¿estás lista?
Escucho la voz lejana de mi amiga / hermana y en seguida me emociono.
– Joder que llegaste temprano, me estoy vistiendo.
– OK, vengo con una amiga que nos va a acompañar.
Sé que viene cuando sus pasos retumban rápido sobre el piso de madera y su voz más cerca.
– Ah sí, ¿quién? – escucho y su voz está entre intrigada y celosa calmada.
– ¡Sorpresaaa! – grito y salgo detrás de Luis.
– ¡Ahhhh! – grita, brinca y la toalla que llevaba se le cayó.
Todos soltamos la risa. Espero que la recoja y nos abrazamos dando vueltas brincando.
– ¡No puedo creerlo, viniste! – dice con lágrimas en los ojos.
– Me entraron ganas darles un abrazo de felicidades, así que tomé un avión.
Luis se nos une y nos abrazamos entre los tres.
– Eres de lo último, te hubiese ido a buscar al aeropuerto – me reclama Pilar.
PDV Isabel. – De haber sabido que me ibas a recibir en pelotas te aviso para encontrarte decente, por lo menos.Comente a forma de broma mientras me tapaba la cara de forma fingida – Boba – me dice sacándome la lengua – Esto no es estar en pelotas – abrió su toalla frente a mí y su prometido enseñando su ropa interior roja, todos reímos ante la locura de Pilar – y llegaste justo a tiempo, cámbiate esa ropa de abogada gallarda y ponte ropa para matar.“Ella es de las mías” habló mi porrista en mi mente mientras mi consciencia negaba con la cabeza. – Vaya cuñada, que en esta apertura va a estar la alta sociedad de Frankfurt, quizá consigas a tu príncipe. – Ya no empiecen de cupidos, solo vine a pasármela bien con mis amigos. – crucé mis brazos en el pecho, eran tal para cual cuando confabulaban contra a mi. – Relaja amor, que a un hombre común y corriente una anoche no le va a bastar para que pase las pruebas exclusivas de Isabel. – dice riendo mientras le guiña
PDV. Isabel. Yo me quedo observando la decoración la cual consiste principalmente en tonos negro y plateado, la pista de baile son cubos con luces de colores que van cambiando, lo que da la ilusión que estás sobre esas máquinas de pasos de baile. El techo es tipo bóveda con luces de diferentes formas que van iluminando toda el área de dos niveles, la zona del dj pareciera estar en el aire, todo súper moderno y galáctico. Tomo a Luis del brazo nuevamente para decirle – ¡Te quedó súper! Me encanta, Luis. – ¿A que sí? Por eso los dueños me aman y hoy tomaremos gratis. – ¡Uuuy! – ahora soy yo la que grito. Pasaron un par de horas de bailes, gritos y bebidas cuando Luis nos dice: – Bueno chicas, no todo es diversión, las dejo un rato. Voy a aprovechar la ocasión y veré si consigo uno o varios clientes nuevos. - me dio en la frente un beso y luego uno húmedo a su prometida para caminar hacia el primer piso. No pasaron diez minutos de estar solas
PDV Isabel. – Pareces inofensiva ahí dormida – me despertó Pilar, quitándome el cabello de la cara. – Oh, no supe cuando me quedé dormida – Dije, terminando de abrir mis ojos – ¿y Luis? – Tuvo que salir a resolver algo en una obra. – respondió con la boca torcida.– Vente, vamos a comer hice una tortilla de vegetales, para que veas que cuido de ti – dijo sacándome la lengua. – Huele delicioso y muero de hambre – dije a mi amiga. – Oye Pilar, ¿puedo tomar esta novela prestada? está muy interesante. – Si la ves a leer si, es de mis novelas preciadas, me encanta. Bueno tómala, se que no pararás de leerla. Comimos hablando de cualquier cosa mientras bebíamos un vino Shiraz, luego nos sentamos frente a la tv buscando alguna película interesante, cuando recordé nuestra conversación pendiente. – Cuéntame sobre esa locura del pase libre a Luis – le pedí a Pilar, quién estaba concentrada leyendo la sinopsis de una película de terror. – Nada bueno que
PDV Isabel. – ¿Hablas alemán? – preguntó con sus ojos de color azul eléctrico fijos en los míos, los cuales por una fracción de segundo se mostraron apenados. – Al parecer sí, sobre todo para reconocer el lenguaje de un patán – dije con mis ojos achicados. Volvió a sonreír, esta vez mostrando sus dientes perfectos en su mandíbula triangular, debo admitir que está tomándome mucho esfuerzo en no quedármele viendo y seguir ensanchando su ego. – Opps – dijo subiendo un hombro. – la verdad deberías de tener más cuidado cuando camines – miró su vaso vacío moviéndolo frente a mi – me debes una bebida pequeña. Respiré profundo, cerré los ojos un par de veces para asimilar su descaro y pensé: Muy bello pero patán. "No gracias" pegue mi post it mental. Me giré para volver al baño a secarme, dejándolo ahí parado con su sonrisa de lado. No sin antes ofrecerle una mirada que podía calentar el desierto. Llegué al baño de mujeres para observar los daños, por suerte t
PDV Luka. – Por Dios, aún duermes – escuché un tono demasiado grueso para una mujer y supe que era ella, la única persona que tenía la llave de mi apartamento. – Levántate Luka, necesito un favor tuyo. Abrí un ojo. – ¿Cuál es la urgencia para que me despiertas tan temprano? ¿Qué tal si hubiese estado con una chica? – recriminé. Giró los ojos y se sentó en la esquina de mi cama. – Hoy es martes, además tú no traes chicas al apartamento y son las tres de la tarde, eres el único hombre que está durmiendo a esta hora a mitad de semana. Resignado me paré de la cama y caminé hacia el baño, levantándole el dedo medio. A los minutos salí duchado con la toalla sujeta a mi cintura. – ¿Te vas a quedar ahí mientras me visto? – pregunté parándome delante de ella. – Por favor, Luka desde antes de que te desarrollarás te he visto desnudo y aunque has crecido mucho – me miró de arriba abajo con la cabeza de lado – no eres mi tipo – sentenció con media sonrisa y
PDV Luka. Di media vuelta para regresar a la ciudad, nos dirigimos en silencio a uno de nuestros restaurantes favoritos de comida española. Comimos, hablamos de negocios, aun con todo lo que he dejado atrás sigo siendo algo como el asesor de inversiones de mi amiga. No volvió a tocar el tema del matrimonio, lo que agradecí mentalmente. Entrada las seis, el teléfono de Christine comenzó a vibrar sobre la mesa, mientras ella estaba en el tocador, miré que era su madre así y contesté. – Hola, señora Aida, es Luka ¿cómo está? – Hola, Luka, que grato escucharte hijo, estoy muy bien ¿y tú? – Muy bien gracias, Chris está en el tocador y dejó el teléfono en la mesa, estamos comiendo en Ponte. – Oh qué rico, hace tiempo que no lo visitamos, luego me dices como estuvo. Yo amo la paella de ahí. – Si gusta le puedo pedir una para llevar, la paella está genial. – Oh querido no te molestes, a ver si nos vienes a visitar, hace días que no te vemos. – Pasa
PDV Isabel. Volví a mi Madrid y a mi rutina, solo que ahora soñaba con unos ojos azul eléctrico que me desvestían con su mirada profunda, esos días me despertaba tan excitada que solo podía tocarme yo misma para bajar la tensión en mi parte íntima. Dos meses después de haber ido a visitar a mis amigos, una tarde me llama mi madre invitándome a su casa para una cena de bienvenida en honor a unos amigos italianos que habían llegado a la ciudad hoy, le confirmé y al salir de la oficina compré par de botellas de vino y me dirigí allá. Al llegar me encontré con la pareja de amigos de mis padres, eran colegas y contemporáneos en edad, pasamos a la sala mientras comíamos unos tentempiés, me contaron que vinieron como estudiantes de intercambio a estudiar derecho acá en Madrid, pero al graduarse volvieron a su tierra, vivían en Torino, pero siempre quisieron jubilarse aquí por lo que decidieron mudarse. Cuando estábamos relajados se escuchó el timbre de la casa, con mi car
PDV. Isabel. Tres semanas después. – Oye Isabel creo que tenemos que replantearnos otras alternativas con respecto a este caso, debido a la bajada repentina de la empresa en la bolsa. – empezó diciendo uno de mis socios al salir de una reunión de conciliación ante la separación de una multinacional a la cual representábamos. – Estoy de acuerdo, sin embargo, tengo algunos otros pendientes para esta tarde, ¿te parece si nos reunimos a las siete? – propuse. Esta semana había sido de largas horas de trabajo, por lo que agradecí mentalmente que Leone estuviera en Torino. Estaba planeado que regresara el miércoles para irnos a Frankfurt, hasta entonces esperaba estar más desocupada. Este fin de semana sería la despedida de solteros tanto de Pilar como de Luis, tiempo que aprovecharía para presentarlos. Pasada la medianoche llegué a casa extenuada, me quité el traje y el cuerpo me dio solo para darme una ducha con agua caliente y acostarme en la cama solo con un