Cap. 1 sola y abandonada
《Tu marido estuvo con una mujer anoche.》
Emily estaba esperando a que su marido saliera del trabajo cuando recibió en su teléfono este mensaje de un desconocido.
Estaba sorprendida y atónita.
Leyó el contenido unas cuantas veces más, reprimiendo el dolor que sentía en su interior.
Llamó a la persona del otro lado y no pudo comunicarse.
¡Estaba apagado.!
Esto tenía que ser una broma.
Tienen tres años de matrimonio y ella está embarazada.
De repente se abrió la puerta.
- ¿Por qué has llegado tan tarde?, no me gusta que siempre me dejes sola, y más cuando nuestro bebe está por nacer.
-Emily, ya te he dicho que ese bebe no me interesa, no tienes idea de cuánto desearía que no lo estuvieras esperando- José sale derecho hacia la habitación, ignorando por completo a su esposa.
-José, espera, la cena ya está lista, te espere para comer, siéntate por favor.
Emily sale detrás de él, pero su esposo es demasiado indiferente.
Ella siente como se quiebra su corazón, se sienta sola en el comedor y solamente decide hablarle a su vientre.
La esperanza de tener su hijo era lo único que la mantenía en pie, ella no tenía familia, su único pariente era su esposo José.
Pero después de que se enteró de que estaba embarazada había cambiado completamente con ella.
Un sonido hace que ella de un sobresalto, eran las ruedas de una maleta, cuando voltea a ver, su esposo estaba saliendo de la habitación con sus pertenencias.
- ¿Vas a irte de viaje? - le pregunta sorprendida.
- ¡No me voy de viaje!, simplemente no te soporto más, me voy de tu lado para nunca volver.- José la mira con desprecio, automáticamente Emily comienza a llorar desconsolada.
- ¡no mi amor por favor!, no me dejes, yo no tengo a nadie más en el mundo y nuestro hijo está por nacer.
-Justamente por eso me quiero largar, ¡eres una inútil!- ella se prensa a su brazo, sus lágrimas no paraban de caer, su respiración se acelera , pero él bruscamente la empuja, haciendo que ella caiga de espaldas sobre el sofá
-No José, te lo pido por lo que más quieras, ¿Por qué me estás haciendo esto?
Ella era completamente dependiente de él, aunque no trabajaba, era una esposa abnegada, que siempre lo esperaba con su comida lista y su ropa lavada.
Nunca ponía ningún pretexto y a José, lo tenía en un pedestal.
- ¡Suéltame!, me voy con una mujer que, si me da la talla, adiós- José sale golpeando la puerta a sus espaldas, en ese momento el mundo de Emily se desmoronó.
¿Quién cuidaría de ella y su bebe?
Los días fueron pasando, el parto de Emily se acercaba, y con él, toda la angustia que una madre soltera podía tener.
Solamente tenía lo básico para ir al hospital y volver, en ese momento se había dado cuenta lo sola que estaba.
No tenía amigos, y mucho menos una familia que la apoyara, la vida de su pequeño Ángel dependía única y exclusivamente de ella.
Se había llenado tanto de valor, que había prometido que haría lo que fuera por él.
Un mes después…
-Calma mi amor, calma, mamá está adolorida todavía.
Emily había agotado todos sus recursos, se estaba haciendo cargo ella misma de todo desde que nació su hijo y aún estaba maltratada por sus labores de parto tenía que enfrentar todo lo que con ello venía, pero la escasez de comida, y utensilios para él bebe, se estaban convirtiendo en una real pesadilla.
Al final decidió salir a buscar trabajo, necesitaba dinero, pero pasaban los días y nadie quería a una empleada que acababa de dar a luz y tenía un bebé con ella.
Llevaba días sin comer, ni siquiera tenía leche suficiente, el bebé en brazos no paraba de llorar y necesitaba un cambio de pañal, uno limpio.
Entró apresuradamente en el supermercado, cogió su pañal y estaba a punto de salir cuando se topó con una mujer alta.
-Señor Sam, ¡aquí!, ¡aquí! Venga por favor, esta mujer está robando- la mujer señala a Emily como si fuera la peor de las delincuentes.
Su rostro palideció, y su brazos lo único que hicieron fue abrazar a su pequeño.
Olvidó que ya no tenía marido que le pagara.
- ¿Pero ¿qué está pasando? ¿Por qué gritas mujer? - el viejo Sam, era el dueño de aquel super en donde Emily había tomado la decisión de robar.
-Esta mujer, mírala, saca a su hijo para hacer sus fechorías, te está robando Sam, llama a la policía, debe ir presa.
- ¿Es eso cierto muchacha? - La voz de Sam era suave y bondadosa.
-No, no…no he robado nada, le juro que yo iba a pagarle después-sobre las mejillas de Emily comenzaron a rodar un montón de lágrimas, su desespero era tan grande.
- ¡Estás robando! Llámale a la policía, aquí se viene a comprar con dinero, no a robar…- Sam toma a Emily de la mano, ignorando las crueles palabras de esa mujer por completo y la lleva hasta el mostrador, con simplemente verla sabía que en ella no había maldad.
-Cuéntame muchacha, ¿dónde está su padre? -Sam la mira compasivo.
-Simplemente nos abandonó- la voz de Emily se quiebra por completo.
-Bueno, tienes que ser fuerte, pero robar no es la solución- Sam alistaba en una bolsa una cantidad de comida, leche y pañales para su bebe, ella no comprendía que pasaba, pero por lo menos no pasaría hambre.
-Lo sé señor, realmente no quería robar nada. Te pagaré en cuanto encuentre trabajo. Es que llevo una semana buscando sin suerte.
-Pues bueno, con esto solucionaras un par de semanas, déjame tu número de telefono, te ayudaré a conseguir empleo, ¿Qué haces?, me refiero ¿a cuál es tu profesión?
-Señor, no tengo profesión, pero trabajo en lo que sea, mire este es mi número- ella toma el bolígrafo de encima del mostrador y le anota su teléfono- por favor llámame si sabe de algo.
- ¡Definitivamente! Que suerte tienes, no le puedo creer señor Sam, que, en lugar de querer enviarle a la cárcel, simplemente quiera ayudarle, hay que robar para recibir ayudas- la mujer que la descubrió estaba ardiendo de la ira
-Margarita, que tu tengas buenas oportunidades, no quiere decir que todos las tengan por igual, mira esta pobre muchacha, tal vez lo único que necesite es una mano amiga- Emily se sonroja con las palabras de aquel amable señor, de repente la puerta del súper se abrió.
Ante los ojos de Emily se estaba presentando un ángel, el hombre más guapo que sus ojos habían visto en su vida, él era alto, elegante, su rostro parecía tallado por los mismos ángeles, pero su voz la saca del sueño.
- ¡Margarita! ¿Cuánto más tengo que esperar por el café? Vamos tarde para la reunión – él hombre dirige la mirada hacia la mujer.
Cap. 2. Las necesidades no terminan-Si señor Evans, es que aquí está pasando un deshonroso suceso, pero vámonos, disculpe usted- ella no deja de mirar despectiva a Emily, quien estaba sonrojada de la vergüenza ante aquel hombre.Frank Evans, el gran presidente de industrias Evans.Todos los días pasaba por el super de Sam a comprar un café, su mirada era fría y carente de sentimiento alguno.Frank inconscientemente se queda viendo a Emily, de momento y a simple vista le pareció una frágil mujer.Le enterneció verla con su bebe en brazos, además de que le parecía muy bella, eso lo conmovió, y aunque no sabía qué era lo que realmente estaba pasando, simplemente apresuro su paso.-Sam, buenas tardes, disculpa a mi secretaria, ella siempre se entromete en todo.- ¡Está bien muchacho! - Sam lo mira y sonríe, mientras que Margarita seguía mostrando disgusto- vete tranquila Margarita, yo me encargo de ella.Margarita y Frank salen del super, ya iban tarde para la reunión, sin embargo, Frank
Cap. 3 una propuesta poco acertada-Margarita, necesito que me ayude a conseguir una niñera, la empleada no puede seguir haciéndose cargo de las labores de la mansión y de él al mismo tiempo, y ya se viene el gran contrato con los Ferragamo, mi tiempo será más limitado.-Señor Evans, ya le dije, usted es muy exigente con el perfil de las niñeras, no se ya a quien más decirle, además en las agencias ya no quieren saber de Dean, todas las niñeras se han abstenido por su comportamiento.-Pero debe haber alguien en el mundo que lo cuide, publique la oferta laboral y si es necesario duplique el sueldo, no comprendo por qué nadie cuida a mi hijo.-Margarita apenas tuerce los ojos.-Señor, ya se lo dije, Dean necesita ayuda psicológica.-Él la tiene, su trauma por la pérdida de su madre ha sido difícil de superar, necesito alguien que lo quiera, que vea más allá de su cuidado personal.-Señor, eso es muy difícil, le aconsejo que busque a alguien menos profesional y más maternal, eso de pronto
Cap. 4 No va a ser fácil.Emily comienza a trabajar en la mansión Evans, allí solamente vivían el padre y su pequeño hijo.Aunque Dean, seguía con sus aires caprichosos y su actitud de niño mal criado, ella se llenaba de paciencia para poder conservar el trabajo, trataba de manejar sus desplantes, y su falta de aceptación.Quería darle el amor que por el día no podía brindarle a su propio pequeño, pues todo el día debía dejarlo en casa de Sam, al cuidado de otras personas.Ya había pasado una semana desde que su rutina comenzó, y aunque sentía que se iba a volver loca en poco, sólo había algo que la motivaba, llegar a ver los ojos de su amado Ángel.- ¿Cómo te fue hoy querida? - Sam le entrega a su pequeño.-Hola Sam, bien muchas gracias- ella recibe a su hijo, y lo llena de besos- no se cuánto lo resista, pero creo que tratare de que sea un buen tiempo.-Hija, debes entender que Dean y Frank tuvieron una pérdida muy grande, es algo aun relativamente reciente, quédate allí, con el tie
Cap.5 Un fin de semana desesperante Emily esta lista para salir a su fin de semana de descanso, después del bochornoso encuentro con Bruno, lo único que quiere es salir de allí y ver a su bebe.Ángel ya iba a cumplir 3 meses de nacido, pero prácticamente pasaba la mayoría de tiempo con Sam y su esposa, ella solo lo podía disfrutar el fin de semana. Ya casi esta lista para salir, pero Frank la detiene. -Emily, necesito que me ayudes con Dean este fin de semana, tengo un evento exclusivo, y no puedo llevarle, te pagare los días extras-él ni siquiera le consulta si ella está disponible. -Señor, disculpe, pero usted sabe que tengo un pequeño bebe al que no puedo descuidar, y estos dos días son para pasarla con él. - ¿No leíste la letra pequeña de tu contrato? ¿verdad? -él la mira con seriedad y apatía. -No, ¿a qué se refiere? -Que, siendo niñera de Dean, cuando yo lo requiera debes estar disponible las 24 horas para su cuidado- en ese momento ella palideció, efectivamente no había
Sin embargo, no pudo resistir el peso de sus ojos y se quedó dormida, en el frio de la madrugada siente como está siendo observada, y no estaba equivocada, de repente da un sobresalto, y siente como un frio y nauseabundo aliento estaba frente a ella. Cuando sus ojos se abrieron, intento gritar, pero una mano le tapo bruscamente su boca. -Shh, pequeña, no grites porque vas a despertar a los niños, y no los necesito despiertos para lo que queremos hacer.- ella solamente mueve su cabeza, y sus ojos en señal de negación. Bruno la toma por el brazo y la saca de la habitación, ella intenta zafarse, pero siente como algo le está apuntando en su estómago. Él sin pensarlo dos veces la mete a su habitación, que estaba solo a unos cuantos pasos de donde estaban los niños. -¿Qué…que es eso Bruno? -Hoy vas a ser mía, quieras o no quieras- ella lo mira despavorida, no solo por el arma, sino por lo que él tenía pensado hacerle, la sola idea de un abuso, y más con los niños en casa, le provocab
Frank llega directo a la habitación de Bruno, ni siquiera toca su puerta, sino que sigue derecho, él estaba durmiendo, pero el sonido lo despertó. - ¡Buenos días hermanito! - Bruno aún estaba somnoliento. - ¿Qué tienen de buenos? ¿me puedes explicar por qué razón te llevaste a mi hijo ayer sin mi permiso? -Porque soy su tío, pensé que podía hacerlo, además estaba algo solo, la niñera estaba durmiendo mientras le daba de comer a su bebe, no le vi nada de malo en llevarme el niño - Bruno lo mira como si se tratara de algo completamente normal. - ¿O sea que Emily no tenía idea de que el niño estaba contigo? - eso hizo que Frank ardiera más en ira. -No, pero no nos demoramos, fue mi culpa, no fue culpa de la niñera, te conozco no vayas a tomar represalias con ella. -Ya mismo la voy a despedir, y a ti te sugiero, más bien te exijo, que con mi hijo no vayas ni a la esquina, ¿entendiste? - ¿Cuál es tu desconfianza hermanito? -Que se perfectamente la clase de hombre que eres, y no con
Sam habia decidido irse de viaje a donde uno de sus hijos, no soportaba la ausencia de su esposa, dejando a Emily completamente sola, él se habia convertido en su apoyo, pero no soportaba la ausencia de su mujer. Los días pasaban, Emily tocaba todas las puertas que podía para conseguir un empleo, pero nadie la aceptaba con su pequeño, resignada a que no conseguiría nada, simplemente decide hacer lo que una mujer con su fuera haría. -A ver pequeñito, debemos ir a trabajar, ¿sabes cuál era el sueño de tu abuela? Ella quería tener una gran floristería, pues bien, vamos a cumplir ese sueño- Ángel solamente le sonríe, el pequeño no tenía ni idea de que era lo que hablaba su madre, sin embargo, ella lo abriga bien contra el frio, habia comprado una pequeña carreta, y un arsenal de flores sencillas para la venta, habia puesto su ultimo capital, esperanzada en que haría dinero con que comer. En algun momento de su vida, cuando su esposo estaba presente, salir a vender a las calles sería al
Mientras tanto Frank-Papi, quiero que te quedes, no quiero estar mas con Greis- Dean esa mañana no quería despegarse de su padre, ya habia pasado casi un mes desde que Emily se habia ido de la mansión, y para Frank, conseguir una niñera para su pequeño, se habia vuelto casi que un reto.-Dean, hijo, ya te lo he dicho, papi tiene que ir a trabajar, porque tiene muchos compromisos, pero buscaremos una niñera que te cuide.-Es que quiero jugar papi, desde que se fue Mily no he podido jugar- Dean cabizbajo recuerda los momentos que pasaba con su antigua niñera.- ¿Mily? ¿quién es Mily?-Papi, ¡Emily!, le decía Mily de cariño, ella me dejaba decirle asi.Frank se queda pensativo, Dean jamás recordaba los nombres de las niñeras que lo habían cuidado, comprendía en ese momento que no solamente él extrañaba la presencia de Emily en su casa, sino que también posiblemente su hijo.-Bueno pequeño, no te preocupes, que ya encontraremos una niñera que también juegue contigo como lo hacia ella- él