Cap.5 Un fin de semana desesperante
Emily esta lista para salir a su fin de semana de descanso, después del bochornoso encuentro con Bruno, lo único que quiere es salir de allí y ver a su bebe.
Ángel ya iba a cumplir 3 meses de nacido, pero prácticamente pasaba la mayoría de tiempo con Sam y su esposa, ella solo lo podía disfrutar el fin de semana.
Ya casi esta lista para salir, pero Frank la detiene.
-Emily, necesito que me ayudes con Dean este fin de semana, tengo un evento exclusivo, y no puedo llevarle, te pagare los días extras-él ni siquiera le consulta si ella está disponible.
-Señor, disculpe, pero usted sabe que tengo un pequeño bebe al que no puedo descuidar, y estos dos días son para pasarla con él.
- ¿No leíste la letra pequeña de tu contrato? ¿verdad? -él la mira con seriedad y apatía.
-No, ¿a qué se refiere?
-Que, siendo niñera de Dean, cuando yo lo requiera debes estar disponible las 24 horas para su cuidado- en ese momento ella palideció, efectivamente no había leído la letra pequeña de su contrato.
-No, lo siento, pero no puedo señor Frank- ella decidida toma su abrigo y su cartera, y dispuesta a salir sin importar las consecuencias, se queda quieta al escuchar las palabras de su señor.
-No tengo problema en que tu bebe pase el fin de semana contigo, tráelo por favor- ella se detiene por un momento a pensarlo, pero también le agobiaba la idea de quedarse sola en la mansión con el hermano de Frank.
- ¡Ay, señor! ¿tengo opción de decir que no? - ella le frunce el ceño.
- ¡Claro que no Emily! debes estar el fin de semana aquí, ve por tu hijo, te espero en dos horas que tengo que partir- Frank simplemente se va dejándola sola y sin poder decir media palabra, Emily apenas patalea como si fuera una niña pequeña y resignada va por Ángel y llega con él a la mansión.
Cuando vuelve, se encuentra con el peor de los berrinches, Dean estaba prensado a la pierna de su padre, quien tenia una maleta en la mano.
- ¡Papi, no me dejes con ella! Prometiste que iríamos al soccer- Dean se aferra más a la pierna de su padre, sus gritos se escuchaban por todo el lugar.
-Hijo, ya te dije que Emily y Ángel te acompañaran este fin de semana, si logro regresar el domingo antes de las dos, te llevare- él trata de zafarse, pero no puede.
- ¡No, no! ¡no quiero! Llévame contigo por favor- el llanto de Dean era desesperante.
-Ven mi amor, vamos a jugar- Emily le extiende una mano, pues en su otro brazo tenía a su hijo alzado, pero Dean la rechaza de inmediato.
- ¡no quiero jugar contigo! Ya no es hora del juego, lárgate con tu bebe de aquí- Dean se desprende de su padre y se acerca a ella, simplemente para darle un puntapié.
- ¡Dean! ¡mi Dios! - Emily solamente puede sentir como el dolor en su pierna es inmenso, un nudo le atraviesa la garganta y siente ganas de llorar; para acabar de rematar el momento, su bebe comienza a llorar, ahora Dean y Ángel, estaban desesperando a Frank, y él tenía que irse.
-Mira, no sé cómo vas a hacerlo Emily, pero debo irme- él mira a su pequeño con algo de rabia- contigo hablare después, pequeño bribón.
Frank abandona la mansión sin ni siquiera decir adiós, mientras que Emily mira a su alrededor.
Sabe que no será para nada bueno ese fin de semana, trata de calmar a su bebe, pero quien no quería que ni siquiera lo mirase era Dean, antes él le había hecho algunos berrinches, pero ninguno como el que estaba por presenciar.
-Dean, mi amor ven, vamos para el cuarto, vamos a ponernos la pijama y a comer la deliciosa cena de Greis.
- ¡No quiero! - se cruza de brazos y aprieta sus labios.
-Si, si quieres, ven- Ángel nuevamente cae en sueño y ella aprovecha para dejarlo en su cochecito, tenía que convencer a Dean.
-¡¡Que no quiero tonta!!- Dean sale corriendo escaleras arriba.
Emily suspira y asume que se fue para su cuarto, aprovecha para estar un momento con su bebe a solas, quería amamantarlo, y descansar un poco, ya se tomaría un poco más de tiempo para ir por Dean.
Emily estaba embelesada con su pequeño, no podía dejar de mirarlo y sentirse feliz por tenerlo a su lado, mientras estaba con él.
Se queda dormida perdiendo completamente la noción del tiempo, y había olvidado al pequeño Dean, hasta que Greis sale con la cena en la mano.
-Señorita Emily, ya se ha pasado la hora de la cena del niño, ¿en dónde está? - Emily cae en cuenta de lo que ella le estaba diciendo y de un sobresalto se levanta de la silla aun entredormida.
-Tienes razón Greis, imagino que está en su cuarto, dejare mi bebe aquí, ¿puedo recomendártelo un momento?
-Si, vaya rápido, espero que este todo bien, al niño Dean no se le puede dejar solo un solo instante.
-Lo siento, eso lo sé- Emily sale corriendo por las escaleras directo al cuarto de Dean y comienza a llamarle, pensó que se había dormido, pero para su sorpresa, su cama estaba vacía.
-Dean, ¿Dónde estás pequeño? ¡Dean!
Ella lo busca por todo su cuarto, en el armario, y en todos los espacios, pero el niño no estaba.
Emily comenzó a sentir una enorme preocupación, por desgracia para ella la mansión era demasiado grande, y habían demasiados cuartos.
Sin embargo comenzó a buscar uno por uno, pero no tenía resultado.
Emily sale corriendo por las escaleras hasta donde estaba Greis.
- ¿Qué paso señorita? ¿en dónde está el niño? - Greis palidece al ver la cara de Emily.
-Es…es que no lo encuentro.
¡Esto debe ser una pesadilla!
Emily comienza a sudar frio, se acerca a su pequeño Ángel y aun yace dormido, solamente se coge la cabeza y los nervios por el desespero le juegan una mala pasada.
-Cálmate, debe estar por ahí- Greis sale hacia la cocina a buscarlo, Emily hace lo mismo, el mayor de sus miedos era que le hubiera pasado algo gracias a su descuido, se sentía fatal.
Ella y Greis lo buscaron por todos los espacios de la casa, ambas ya estaban imaginando lo peor.
Emily quería que se abriera un hueco en la tierra y se la tragara, sentía un vacío en su estómago desesperante, no sabía qué hacer y había perdido por completo el control.
¿Y ahora que iba a pasar?
Se sienta en una de las sillas de la gran sala, no dejaba de temblar y de pensar lo peor, sabía que además de perder su trabajo, sería catastrófico que algo le hubiera pasado al niño.
-Emily, debemos llamar a la policía, y al señor Evans, estamos en graves problemas- Greis la mira con cara de terror, sabia lo que les esperaba, y aunque el descuido hubiera sido de la niñera, ella también pagaría las consecuencias.
Emily no paraba de llorar y de lamentarse, pero después de haberlo buscado hasta debajo de las plantas no tuvo más opción que aceptar que Greis le llamase a Frank.
Cuando está a punto de hacerlo, las puertas de la mansión se abren, para sorpresa de Emily, Bruno venia con el niño de la mano.
- ¿Pero que mi…? -Emily sale corriendo hacia Dean y se pone a su altura, lo revisa por todos lados y mira con furia a su tío.
- ¿Qué pasa pequeña? ¿desconfías de su propio tío? - ella no puede dejar de verlo con repulsión, Greis también siente como el alma le regresa al cuerpo, el pequeño va hacia ella y le da un saludo, mientras que Emily desafía a Bruno con la mirada
- ¿Por qué se ha llevado el niño sin permiso?
-Porque es mi sobrino y tú eres una descuidada, asi que lo lleve conmigo a comer un helado, mientras que tú te quedaste dormida con tu hijo, por cierto, que hermosos pechos tienes, se veían deliciosos mientras lo alimentabas- ella aprieta sus puños, y consumida por la ira levanta su mano para darle una bofetada, pero él fue más rápido y le coge bruscamente la mano, causándole algo de dolor
-Mucho cuidado con lo que haces estúpida, porque ya mismo puedo hacerte echar y más si mi hermano se entera de tu gran descuido, ¿entendiste? Y te iras de patitas a la calle y no tendrás con que alimentar a ese bebe, asi que no te pongas de graciosa.
El rostro de Emily estaba rojo, no solo por haber llorado, sino porque quería irse encima de él y llenarlo de golpes.
Bruno se estaba convirtiendo en una verdadera pesadilla pero sabía que las cuentas atrasadas, y una hipoteca vencida que su esposo le dejo, la tendrían allí por un buen tiempo.
-No te metas conmigo, porque también puedo hablar con Frank.
-Ya te dije que nadie va a darte crédito, ahora ve y cuida a mi sobrino, para eso te pagan, no para que te quedes durmiendo en la silla, agradece que no le digo a mi hermano.
Bruno sale de allí, ni siquiera puede acabar de defenderse.
Rápidamente sale hacia donde esta Dean, quien viene cansado por la salida con su tío, le da la cena, y sube a su cuarto para acostarlo a dormir.
Ella nunca había dormido allí, era la primera noche en la mansión.
Sintió frio, sintió angustia, ni siquiera le habían dicho en que cuarto iba a dormir.
Su bebe durmió parte de la noche en sus brazos y la otra en su cochecito.
No podía conciliar el sueño, no solo porque no tenía en donde descansar, sino porque le daba miedo hacerlo, no sabía que represalias tomaría Bruno en su contra.
Esa fue una noche demasiado larga.
Sin embargo, no pudo resistir el peso de sus ojos y se quedó dormida, en el frio de la madrugada siente como está siendo observada, y no estaba equivocada, de repente da un sobresalto, y siente como un frio y nauseabundo aliento estaba frente a ella. Cuando sus ojos se abrieron, intento gritar, pero una mano le tapo bruscamente su boca. -Shh, pequeña, no grites porque vas a despertar a los niños, y no los necesito despiertos para lo que queremos hacer.- ella solamente mueve su cabeza, y sus ojos en señal de negación. Bruno la toma por el brazo y la saca de la habitación, ella intenta zafarse, pero siente como algo le está apuntando en su estómago. Él sin pensarlo dos veces la mete a su habitación, que estaba solo a unos cuantos pasos de donde estaban los niños. -¿Qué…que es eso Bruno? -Hoy vas a ser mía, quieras o no quieras- ella lo mira despavorida, no solo por el arma, sino por lo que él tenía pensado hacerle, la sola idea de un abuso, y más con los niños en casa, le provocab
Frank llega directo a la habitación de Bruno, ni siquiera toca su puerta, sino que sigue derecho, él estaba durmiendo, pero el sonido lo despertó. - ¡Buenos días hermanito! - Bruno aún estaba somnoliento. - ¿Qué tienen de buenos? ¿me puedes explicar por qué razón te llevaste a mi hijo ayer sin mi permiso? -Porque soy su tío, pensé que podía hacerlo, además estaba algo solo, la niñera estaba durmiendo mientras le daba de comer a su bebe, no le vi nada de malo en llevarme el niño - Bruno lo mira como si se tratara de algo completamente normal. - ¿O sea que Emily no tenía idea de que el niño estaba contigo? - eso hizo que Frank ardiera más en ira. -No, pero no nos demoramos, fue mi culpa, no fue culpa de la niñera, te conozco no vayas a tomar represalias con ella. -Ya mismo la voy a despedir, y a ti te sugiero, más bien te exijo, que con mi hijo no vayas ni a la esquina, ¿entendiste? - ¿Cuál es tu desconfianza hermanito? -Que se perfectamente la clase de hombre que eres, y no con
Sam habia decidido irse de viaje a donde uno de sus hijos, no soportaba la ausencia de su esposa, dejando a Emily completamente sola, él se habia convertido en su apoyo, pero no soportaba la ausencia de su mujer. Los días pasaban, Emily tocaba todas las puertas que podía para conseguir un empleo, pero nadie la aceptaba con su pequeño, resignada a que no conseguiría nada, simplemente decide hacer lo que una mujer con su fuera haría. -A ver pequeñito, debemos ir a trabajar, ¿sabes cuál era el sueño de tu abuela? Ella quería tener una gran floristería, pues bien, vamos a cumplir ese sueño- Ángel solamente le sonríe, el pequeño no tenía ni idea de que era lo que hablaba su madre, sin embargo, ella lo abriga bien contra el frio, habia comprado una pequeña carreta, y un arsenal de flores sencillas para la venta, habia puesto su ultimo capital, esperanzada en que haría dinero con que comer. En algun momento de su vida, cuando su esposo estaba presente, salir a vender a las calles sería al
Mientras tanto Frank-Papi, quiero que te quedes, no quiero estar mas con Greis- Dean esa mañana no quería despegarse de su padre, ya habia pasado casi un mes desde que Emily se habia ido de la mansión, y para Frank, conseguir una niñera para su pequeño, se habia vuelto casi que un reto.-Dean, hijo, ya te lo he dicho, papi tiene que ir a trabajar, porque tiene muchos compromisos, pero buscaremos una niñera que te cuide.-Es que quiero jugar papi, desde que se fue Mily no he podido jugar- Dean cabizbajo recuerda los momentos que pasaba con su antigua niñera.- ¿Mily? ¿quién es Mily?-Papi, ¡Emily!, le decía Mily de cariño, ella me dejaba decirle asi.Frank se queda pensativo, Dean jamás recordaba los nombres de las niñeras que lo habían cuidado, comprendía en ese momento que no solamente él extrañaba la presencia de Emily en su casa, sino que también posiblemente su hijo.-Bueno pequeño, no te preocupes, que ya encontraremos una niñera que también juegue contigo como lo hacia ella- él
La vida para unos, no es la misma que para otros Más tarde, esta Frank parqueado frente a la casa de Emily, siente como un frio le invade su pecho al ver su humildad, aunque no era un lugar feo, era una casa pequeña, de color azul claro y sin una fachada llamativa, por un momento pensó que era imposible que ella viviera allí.Se quedo sentado en su auto por mas de diez minutos, no sabia que era lo que estaba esperando, lo piensa una y otra vez para bajarse e ir a golpear a su puerta. Pero, después de meditarlo varias veces, decide irse, sin embargo, su opinión cambia, cuando ve que ella sale sola de su casa, tenía una pequeña maleta, se le notaba por la expresión de su rostro que no la estaba pasando nada bien, en un descontrolado impulso, se baja rápidamente del auto y se acerca a ella.-Señorita Emily- cuando ella escucho la voz de su adonis, no era creyente, y siguió derecho, pensó que el cansancio le estaba jugando una mala pasada.-Emily, por favor espere- Frank cruza la calle
Continuos sufrimientosPor fortuna para Emily, la salud de Ángel habia mejorado, y aunque insistió muchas veces para que le dieran información acerca de esa generosa persona que habia pagado todos sus gastos en el hospital, se negaron en decirle de quien se trataba.Aunque habia sido una casualidad el encuentro repentino con Frank, lejos estaba de creer que era él quien habia tenido ese acto tan generoso con ella, pues un hombre tan gélido y frio como lo era Frank Evans, no tendría ninguna razón para ayudarle.-Que fortuna que estas bien mi pequeño, pero tendremos que buscar un lugar para que te cuiden, no puedo seguir vendiendo flores en la calle contigo-Emily esta embelesada con su bebe, cuando de repente tocan a su puerta. Ella se asoma por la ventana para ver quien es, se trataba de un hombre en traje y corbata, tenia un portafolio y unos documentos en sus manos, ella le abre enseguida.-Si dígame ¿en que puedo ayudarle?- ¿Es usted Emily Willys?-Si, soy yo, ¿quién es usted? - el
Regresando a la mansiónEmily aceptó finalmente la propuesta de Frank, y en dos días regreso a la mansión, nerviosa por no saber a lo que se enfrentaría de nuevo, el sueldo que recibiría le ayudaría a mejorar su vida, así que ya no lo pensaría dos veces.-Bueno Emily, muchas gracias por volver, de ahora en adelante yo regresare mas tarde a la mansión, tengo demasiado trabajo pendiente, no he podido concentrarme lo suficiente- No se preocupe señor, lo entiendo, tratare de hacer hasta lo imposible porque Dean este bien.-Gracias Emily, posiblemente llegare tarde esta noche, tengo una importante reunión, pero apenas acueste a Dean, se puede ir para su casa, mi conductor la puede llevar- ella ya prácticamente se habia pasado a vivir en la fundación por caridad, y le daba vergüenza de que él que se enterara.-No se preocupe, yo tomare un taxi.-No tiene que exponerse, el conductor la llevara, simplemente eso de las 8 de la noche se puede ir, pagare sus horas extras-Frank quería que ella s
Emily, fuerte y de carácterDespués de la reunión con el abogado, los hermanos Evans llegaron a la mansión, cuando Emily vio a Bruno, sintió un escalofrió, de su mente no se habían borrado los malos momentos que él la habia hecho pasar.- ¡Has vuelto Emily! Espero que esta vez no cometas los mismos errores que antes con mi sobrino- Bruno no puede dejar de mirarla de arriba hacia abajo, pero en sus ojos seguía existiendo aquel sentimiento de obsesión por ella- ¿Ya conocías a la niñera? - Elizabeth interviene-Si, ya la conocía, lo que no comprendo es como mi hermanito el perfecto la volvió a contratar, si es que la habia despedido por un descuido- Bruno no deja de ser sarcástico- ¡Bueno, se callan los dos! - Frank interviene- ella está aquí para cuidar única y exclusivamente a mi hijo, Emily se hará cargo de Dean, no tiene ninguna otra función en esta casa, además esta también con su pequeño hijo, asi que les exijo que con ella no se metan para nada.Cuando Frank pronuncio esas pala