Cap. 2. Las necesidades no terminan
-Si señor Evans, es que aquí está pasando un deshonroso suceso, pero vámonos, disculpe usted- ella no deja de mirar despectiva a Emily, quien estaba sonrojada de la vergüenza ante aquel hombre.
Frank Evans, el gran presidente de industrias Evans.
Todos los días pasaba por el super de Sam a comprar un café, su mirada era fría y carente de sentimiento alguno.
Frank inconscientemente se queda viendo a Emily, de momento y a simple vista le pareció una frágil mujer.
Le enterneció verla con su bebe en brazos, además de que le parecía muy bella, eso lo conmovió, y aunque no sabía qué era lo que realmente estaba pasando, simplemente apresuro su paso.
-Sam, buenas tardes, disculpa a mi secretaria, ella siempre se entromete en todo.
- ¡Está bien muchacho! - Sam lo mira y sonríe, mientras que Margarita seguía mostrando disgusto- vete tranquila Margarita, yo me encargo de ella.
Margarita y Frank salen del super, ya iban tarde para la reunión, sin embargo, Frank no aguanto las ganas de preguntar por lo sucedido en el super, quería distraer un poco su mente.
- ¿Qué fue lo que pasó en ese super? ¿Por qué tardaste tanto? -él le pregunta sin quitar la vista del volante.
-No lo va a creer jefe, esa mujer que estaba ahí con su niñito en brazos estaba robando en el super y yo la descubrí, pero la muy solapada se puso a llorar, eso conmovió a Sam, y no quiso llamar a la policía, así que yo intervine, pero lo contrario, él decidió ayudarle con comida, ¿y qué cree?
- ¿Qué? Dígame de una vez- aunque para él no era muy relevante lo que su secretaria le contaba; pues estaba pensando en que la niñera de su hijo había renunciado hace poco, y el pequeño era insoportable como para contratar una nueva pronto.
-Él se ofreció a ayudarle a buscar trabajo, pero ¿quién puede darle trabajo a una ladrona?, no sería completamente confiable.
-Si, tienes razón- Frank siguió conduciendo sin darle mayor importancia, además seguía pensando en que hacer para el cuidado de su hijo, pues no confiaba en absolutamente nadie.
Para Frank la tarea de conseguir una niñera para su pequeño rebelde le estaba costando demasiado.
El pequeño Dean, aún no se adapta a la pérdida de su madre, y esto lo reflejaba en actos de rebeldía.
Aunque era muy pequeño, con seis años, hacía que las niñeras que su padre contrataba salieran despavoridas a los dos días, ninguna soportaba su forma de ser.
Frank, luego de la muerte inesperada de su esposa, se había dedicado a su empresa y a su pequeño hijo, siendo así un padre abnegado, pero no disponía de todo el tiempo para estar con su hijo, había logrado ubicar una niñera, pero como las otras, había sido vencida por Dean.
- ¡Lárgate de aquí! No te quiero, quiero a mi mami-él pequeño Dean se cruza de brazos.
-Pero tienes que comer pequeño, o vas a enfermarte- Teresa, la nueva niñera insistía.
-No, no quiero comer, no quiero comer- Dean le lanza el plato de la comida sobre sus vestidos, la pobre mujer se sentía derrotada, mientras que el niño comenzó a tirarle encima cuanta cosa encontraba.
- ¡No más Dean! por favor- los gritos de Teresa se escucharon hasta el primer piso, Frank subió de inmediato.
-Pero ¿Qué está pasando aquí?-el desastre hecho por su hijo, realmente no era una sorpresa para él.
-Que no quiero a esta niñera papi, yo quiero a mi mami.
-Ya lo hemos hablado pequeño, tu mami está en el cielo, es difícil que vuelva- Frank lo abraza, aunque sabía que el comportamiento de su hijo no era el mejor, comprendía que al igual que él, el amor de la mujer que se había ido les hacía falta.
-Su hijo es un niño malcriado señor, ¡renuncio! - Teresa sale corriendo de allí, era la tercera niñera que desistía en estar con él en la última semana.
Aunque Frank, era un millonario que tenía todo el dinero para pagarle a quien quisiera por la crianza y el cuidado de su hijo, no había encontrado a la persona idónea, que además de hacer eso, le diera el amor que un niño pequeño necesitaba.
Por otro lado, Emily volvió al super de Sam para encontrar un empleo.
-Buenas tardes, señor. ¿me recuerda?
-Claro que te recuerdo, ¿Cómo estás? Veo que ya está más recuperada y el pequeñito ¿Cómo está?
-Muy bien, creciendo mucho, pero también su apetito, quería preguntarle, ¿ha sabido sobre algún empleo?, la verdad necesito conseguir algo muy pronto ¿tal vez usted aquí en su super pudiera? - él la interrumpe.
-Bueno muchacha, no he sabido nada, y aquí por desgracia solamente vendemos para mi esposa y para mí, es algo pequeño es suficiente con nosotros, pero lléname tu currículo, posiblemente será más acertado si se lo entregó a los vecinos de por aquí, he escuchado que buscan empleadas de servicio.
-Muchas gracias señor, claro que si- ella se dispone a llenar su hija de vida, pero nuevamente como una casualidad del destino, la puerta del super se abre, era la hora del café de Frank, esta vez venía solo.
-Buenas Tardes Sam, lo mismo de siempre- él entra sin ni siquiera percatarse de la presencia de Emily,
-Hola señor Evans, claro que si- Sam sale directo a la máquina de expreso para traer su orden, Frank está al lado de Emily, pero le es completamente indiferente, mientras que ella sí lo había reconocido por su olor, y sobre todo por su presencia, ¿quién podría olvidarse de un hombre tan llamativo como él?
Frank siente como ella lo está mirando y aunque su rostro no demuestra una sola expresión, se incomoda, sin embargo, no le presta atención, saca un billete y se lo entrega a Sam.
-Aquí tiene- Frank no podía disimular su cara de estrés, sentía como le hervía la sangre por no haber encontrado quien se hiciera cargo de su hijo y eso para Sam no fue indiferente
-Frank, ¿estás bien? -él le pregunta.
-No Sam, ¿sabes de alguna mujer preparada para cuidar a Dean? No he podido encontrar a alguien que sea su niñera, y no tengo tiempo para estar con él cien por ciento.
-Es muy complicado recomendar a alguien para una responsabilidad así señor, pero si se de alguien que esté preparado para su hijo, inmediatamente le comunico.
Emily al escuchar una oferta de empleo, no escatimo en interrumpir la conversación de los dos hombres, tal vez las casualidades existen y si el destino los había puesto allí, era por algo.
-Yo señor, yo podría ser la niñera de su hijo- cuando él escucha su voz, mira hacia su lado y ahí estaba la menuda mujer, aunque no la reconoció de inmediato, por él bebe y su rostro sabía que se trataba de la mujer de la otra vez.
- ¿Tú? - se queda viéndola de arriba abajo.
-Si, yo señor, no estoy preparada profesionalmente, pero puedo garantizar que se mucho de las labores del hogar y sobre todo de la crianza de un hijo- en eso ella estaba mintiendo, pues era madre solo de su pequeño y hasta ahora comenzaba con él.
En ese momento Frank recordó las palabras de su secretaria.
¿Quién podría confiar en una ladrona?
Sin embargo, por prudencia no la llamó así en ese momento, simplemente decidió omitirla.
-No señorita, gracias por su ofrecimiento, pero estoy buscando alguien más calificado. -la mirada de Frank era hiriente
Ella agacha su cabeza, se siente mal por sus palabras, pero por lo menos lo había intentado.
Frank sale nuevamente del lugar, y aunque ella nuevamente lo había cautivado, no era una opción, ni siquiera sabía de quién se trataba.
-Qué tipo tan arrogante- ella le dice a Sam.
-No hija, él no es asi, solo que su pequeño tiene problemas comportamentales, además es viudo, está en tu misma situación, son padres solteros, así que confiar se le hace difícil, además su secretaria es quien te descubrió robándome el otro día, así que no creo que piense en qué puedes ser una persona de fiar.
-Si, lo sé- ella suspira decepcionada, hubiese podido ser una buena oportunidad.
Cap. 3 una propuesta poco acertada-Margarita, necesito que me ayude a conseguir una niñera, la empleada no puede seguir haciéndose cargo de las labores de la mansión y de él al mismo tiempo, y ya se viene el gran contrato con los Ferragamo, mi tiempo será más limitado.-Señor Evans, ya le dije, usted es muy exigente con el perfil de las niñeras, no se ya a quien más decirle, además en las agencias ya no quieren saber de Dean, todas las niñeras se han abstenido por su comportamiento.-Pero debe haber alguien en el mundo que lo cuide, publique la oferta laboral y si es necesario duplique el sueldo, no comprendo por qué nadie cuida a mi hijo.-Margarita apenas tuerce los ojos.-Señor, ya se lo dije, Dean necesita ayuda psicológica.-Él la tiene, su trauma por la pérdida de su madre ha sido difícil de superar, necesito alguien que lo quiera, que vea más allá de su cuidado personal.-Señor, eso es muy difícil, le aconsejo que busque a alguien menos profesional y más maternal, eso de pronto
Cap. 4 No va a ser fácil.Emily comienza a trabajar en la mansión Evans, allí solamente vivían el padre y su pequeño hijo.Aunque Dean, seguía con sus aires caprichosos y su actitud de niño mal criado, ella se llenaba de paciencia para poder conservar el trabajo, trataba de manejar sus desplantes, y su falta de aceptación.Quería darle el amor que por el día no podía brindarle a su propio pequeño, pues todo el día debía dejarlo en casa de Sam, al cuidado de otras personas.Ya había pasado una semana desde que su rutina comenzó, y aunque sentía que se iba a volver loca en poco, sólo había algo que la motivaba, llegar a ver los ojos de su amado Ángel.- ¿Cómo te fue hoy querida? - Sam le entrega a su pequeño.-Hola Sam, bien muchas gracias- ella recibe a su hijo, y lo llena de besos- no se cuánto lo resista, pero creo que tratare de que sea un buen tiempo.-Hija, debes entender que Dean y Frank tuvieron una pérdida muy grande, es algo aun relativamente reciente, quédate allí, con el tie
Cap.5 Un fin de semana desesperante Emily esta lista para salir a su fin de semana de descanso, después del bochornoso encuentro con Bruno, lo único que quiere es salir de allí y ver a su bebe.Ángel ya iba a cumplir 3 meses de nacido, pero prácticamente pasaba la mayoría de tiempo con Sam y su esposa, ella solo lo podía disfrutar el fin de semana. Ya casi esta lista para salir, pero Frank la detiene. -Emily, necesito que me ayudes con Dean este fin de semana, tengo un evento exclusivo, y no puedo llevarle, te pagare los días extras-él ni siquiera le consulta si ella está disponible. -Señor, disculpe, pero usted sabe que tengo un pequeño bebe al que no puedo descuidar, y estos dos días son para pasarla con él. - ¿No leíste la letra pequeña de tu contrato? ¿verdad? -él la mira con seriedad y apatía. -No, ¿a qué se refiere? -Que, siendo niñera de Dean, cuando yo lo requiera debes estar disponible las 24 horas para su cuidado- en ese momento ella palideció, efectivamente no había
Sin embargo, no pudo resistir el peso de sus ojos y se quedó dormida, en el frio de la madrugada siente como está siendo observada, y no estaba equivocada, de repente da un sobresalto, y siente como un frio y nauseabundo aliento estaba frente a ella. Cuando sus ojos se abrieron, intento gritar, pero una mano le tapo bruscamente su boca. -Shh, pequeña, no grites porque vas a despertar a los niños, y no los necesito despiertos para lo que queremos hacer.- ella solamente mueve su cabeza, y sus ojos en señal de negación. Bruno la toma por el brazo y la saca de la habitación, ella intenta zafarse, pero siente como algo le está apuntando en su estómago. Él sin pensarlo dos veces la mete a su habitación, que estaba solo a unos cuantos pasos de donde estaban los niños. -¿Qué…que es eso Bruno? -Hoy vas a ser mía, quieras o no quieras- ella lo mira despavorida, no solo por el arma, sino por lo que él tenía pensado hacerle, la sola idea de un abuso, y más con los niños en casa, le provocab
Frank llega directo a la habitación de Bruno, ni siquiera toca su puerta, sino que sigue derecho, él estaba durmiendo, pero el sonido lo despertó. - ¡Buenos días hermanito! - Bruno aún estaba somnoliento. - ¿Qué tienen de buenos? ¿me puedes explicar por qué razón te llevaste a mi hijo ayer sin mi permiso? -Porque soy su tío, pensé que podía hacerlo, además estaba algo solo, la niñera estaba durmiendo mientras le daba de comer a su bebe, no le vi nada de malo en llevarme el niño - Bruno lo mira como si se tratara de algo completamente normal. - ¿O sea que Emily no tenía idea de que el niño estaba contigo? - eso hizo que Frank ardiera más en ira. -No, pero no nos demoramos, fue mi culpa, no fue culpa de la niñera, te conozco no vayas a tomar represalias con ella. -Ya mismo la voy a despedir, y a ti te sugiero, más bien te exijo, que con mi hijo no vayas ni a la esquina, ¿entendiste? - ¿Cuál es tu desconfianza hermanito? -Que se perfectamente la clase de hombre que eres, y no con
Sam habia decidido irse de viaje a donde uno de sus hijos, no soportaba la ausencia de su esposa, dejando a Emily completamente sola, él se habia convertido en su apoyo, pero no soportaba la ausencia de su mujer. Los días pasaban, Emily tocaba todas las puertas que podía para conseguir un empleo, pero nadie la aceptaba con su pequeño, resignada a que no conseguiría nada, simplemente decide hacer lo que una mujer con su fuera haría. -A ver pequeñito, debemos ir a trabajar, ¿sabes cuál era el sueño de tu abuela? Ella quería tener una gran floristería, pues bien, vamos a cumplir ese sueño- Ángel solamente le sonríe, el pequeño no tenía ni idea de que era lo que hablaba su madre, sin embargo, ella lo abriga bien contra el frio, habia comprado una pequeña carreta, y un arsenal de flores sencillas para la venta, habia puesto su ultimo capital, esperanzada en que haría dinero con que comer. En algun momento de su vida, cuando su esposo estaba presente, salir a vender a las calles sería al
Mientras tanto Frank-Papi, quiero que te quedes, no quiero estar mas con Greis- Dean esa mañana no quería despegarse de su padre, ya habia pasado casi un mes desde que Emily se habia ido de la mansión, y para Frank, conseguir una niñera para su pequeño, se habia vuelto casi que un reto.-Dean, hijo, ya te lo he dicho, papi tiene que ir a trabajar, porque tiene muchos compromisos, pero buscaremos una niñera que te cuide.-Es que quiero jugar papi, desde que se fue Mily no he podido jugar- Dean cabizbajo recuerda los momentos que pasaba con su antigua niñera.- ¿Mily? ¿quién es Mily?-Papi, ¡Emily!, le decía Mily de cariño, ella me dejaba decirle asi.Frank se queda pensativo, Dean jamás recordaba los nombres de las niñeras que lo habían cuidado, comprendía en ese momento que no solamente él extrañaba la presencia de Emily en su casa, sino que también posiblemente su hijo.-Bueno pequeño, no te preocupes, que ya encontraremos una niñera que también juegue contigo como lo hacia ella- él
La vida para unos, no es la misma que para otros Más tarde, esta Frank parqueado frente a la casa de Emily, siente como un frio le invade su pecho al ver su humildad, aunque no era un lugar feo, era una casa pequeña, de color azul claro y sin una fachada llamativa, por un momento pensó que era imposible que ella viviera allí.Se quedo sentado en su auto por mas de diez minutos, no sabia que era lo que estaba esperando, lo piensa una y otra vez para bajarse e ir a golpear a su puerta. Pero, después de meditarlo varias veces, decide irse, sin embargo, su opinión cambia, cuando ve que ella sale sola de su casa, tenía una pequeña maleta, se le notaba por la expresión de su rostro que no la estaba pasando nada bien, en un descontrolado impulso, se baja rápidamente del auto y se acerca a ella.-Señorita Emily- cuando ella escucho la voz de su adonis, no era creyente, y siguió derecho, pensó que el cansancio le estaba jugando una mala pasada.-Emily, por favor espere- Frank cruza la calle