Esa mañana, luego del desayuno, Nina fue a reunirse con el doctor Smith, estaba tan ansiosa como aterrada de lo que fuera a descubrir. Aunque tenía una sospecha de que nada lindo la esperaba tras sus recuerdos. Y eso se lo debía a las visiones que Ella le había regalado de forma tan arbitraria. Pero el doctor tenía un buen punto. Necesitaba deshacerse de Ella, no podía permitir que lastimara a aquellos a quienes amaba. Su mano temblaba cuando golpeó la puerta de su despacho, pero al ver a Paul se tranquilizó un poco, su sonrisa cálida y su suave voz la calmaron. Volvió a acomodarse en el gran sofá, él se sentó frente a ella, llevaba una corbata marrón con rombos, Nina se centró en la forma de los dibujos.
—¿Cómo estuvo tu semana, Nina? —Quiso saber Paul de inmediato.
—Tranquila, he comenzado a pintar, eso me ayuda, m
Esa mañana, cuando Nina llegó al consultorio de Paul, se veía bastante tranquila, se acomodó en su sitio y, luego de hablar sobre su semana en la clínica y sus avances con sus compañeros, Paul comenzó la terapia.Cuando notó que Nina estaba completamente sumergida en la hipnosis, comenzó a guiarla por sus recuerdos ocultos.—Bien, Nina, quiero que te concentres en una noche en especial, la noche del incendio, cuando tus padres murieron —indicó él.—Se ve muy borroso… casi no puedo verlo… —declaró Nina, su cuerpo comenzó a retorcerse sobre el sofá, como si estuviera luchando contra su propia mente.—Vamos desde el principio. ¿Cómo fue ese día? ¿qué hiciste?—Estoy al pie de las escaleras, escondida detrás de la pared. Puedo escuchar a mis padres hablando. Me
Esa mañana, cuando Nina entró al consultorio del doctor Smith, él no podía creer lo que veía. No era Nina quien cruzaba la puerta, era un fantasma. Los enfermeros de la clínica lo habían alertado acerca del deterioro que ella había sufrido esta última semana. Una de las encargadas del comedor, le informó que Nina no estaba comiendo. Llevaba su bandeja al rincón que había reclamado como propio, pero no tocaba la comida, solo jugaba con ella, paseándola de un lado al otro del plato. No hablaba con nadie y no participaba en ninguna actividad. Simplemente estaba como ida.No dijo nada, se acercó a la ventana, se abrazó a sí misma y perdió su mirada en algún punto del exterior. Paul la contempló en silencio. La ropa, le quedaba claramente grande, había perdido mucho peso y muy rápidamente. Estaba visiblemente en los huesos, su piel gris
Pasaron tres largas semanas desde la última vez que Paul tuvo su sesión personal con Nina. Estaba al tanto de su condición, de lo mal que estaban las cosas, pero no había mucho que pudiera hacer. Era la propia Nina la que necesitaba tomar la iniciativa, Paul confiaba en que tenía la fuerza para hacerlo.Pero ella había cancelado sus sesiones. No asistía a ninguna sesión individual, y en las grupales, no participaba. Tampoco tenía contacto con nadie. Había prohibido las visitas de Jasper y Marc. Y estaba en su derecho. Después de todo, era una mujer adulta.Desesperado, Marc acudió con el doctor Smith. Estaba dispuesto a obligar a Nina a tratarse, sugirió que la declaren incompetente y que él mismo sea el encargado de tomar sus decisiones. Pero Paul no estaba dispuesto a hacerle eso. Él sabía muy bien que era su decisión, y la respetaba. Trató de
Durante la semana, Paul se había reunido con el equipo completo de terapeutas de la clínica para discutir el avance de los casos. Les explicó a todos lo que estaba sucediendo con Nina y se emocionó al mostrar sus avances a través de las sesiones. Estaba absolutamente seguro de que Nina estaba en el camino correcto y la recuperación parecía más posible que nunca. Sobre todo, después de lo que habían discutido la sesión anterior.Si bien, el caso de Sloan, era el más difícil que le había tocado tratar a lo largo de su carrera, también era el que más cerca estaba de su corazón. Sabía que no debía encariñarse con ningún paciente, pero le resultó imposible no sentirse cerca de ella, o incluso afectado por todo su pasado. Lo había charlado con Kate cada noche, y ella también empatizó con Nina y deseaba conocer
Durante la semana, Paul había decidió que era hora de poner a Marc y Jasper al corriente sobre lo que pasaba con Nina, quería incluirlos en una sesión familiar, y para eso necesitaban conocer qué era lo que estaba pasando con ella.El doctor Smith le advirtió a Nina que debía comunicar su afección a sus seres queridos, que era parte del tratamiento. Al principio, ella se mostró renuente a mostrar cada parte de su mente, pero con paciencia, Paul finalmente la convenció.Esa semana, citó a Jasper y Marc para hablar a solas con ellos. Ambos llegaron juntos, la tensión se sentía en el aire. Pero el doctor estaba tan tranquilo y seguro como de costumbre. Cuando todos estuvieron sentados, comenzó lentamente a explicarles.—Gracias a los dos por venir. Es muy importante para el tratamiento y la recuperación de Nina que ambos se comprometan en esto y esté
Al día siguiente de la reunión que Paul tuvo con Marc y Jasper, fue el turno de Nina. Necesitaban seguir con la retrospección.Cuando Nina entró en la habitación, Paul se sintió aliviado al ver lo arreglada que estaba, el estar cuidando de su imagen, era un claro síntoma de que le importaba. Ella lo saludó con una sonrisa, y esta vez, sus ojos también sonrieron.—Me alegra verte tan bien, Nina —admitió un emocionado Paul mientras se acomodaba en su sitio.—Me siento bien —respondió ella al tiempo que tomaba asiento.—¿Qué tal tu semana?—Estuve pintando, cada vez se me da mejor y es un buen pasatiempo. Me relaja.—Me encantaría ver alguno de tus trabajos, si quieres, claro.—Seguro, ¿la próxima sesión?—Perfecto. ¿Qué tal tus compañeros?
Esa semana Paul, había decidido que estaban listos para una sesión familiar. Así que citó a Marc y Jasper. Nina se les unió. Cuando cada uno tomó asiento, el doctor sugirió que Nina se sentara sola, en un sillón individual al lado suyo, y ambos hombres en el sofá grande.—Antes que nada, quiero agradecerles que hayan venido, es muy importante para Nina que ustedes estén aquí, con ella, acompañándola y demostrándole cuanto la quieren —dijo Paul con su serena y reconfortante voz.—Te amo, Nina, siempre estaré a tu lado —aseveró Jasper mientras tomaba la mano de ella.—Tu camino es el mío, pequeña —agregó Marc con sentida emoción.Los ojos de Nina se llenaron de lágrimas, podía ver con total claridad el cariño que ambos hombres sentían por ella. Por primera
En la semana, Paul y el equipo médico de la clínica se reunieron como cada mes para ver el avance de sus pacientes y comentar sus casos.El doctor Smith les comunicó de los grandes avances de Nina y su camino a la recuperación. El asombro fue evidente en cada uno de sus colegas, que mostraban el mismo entusiasmo que él. Entre todos, decidieron que era momento de que Nina dejara la internación y siguiera con su terapia, pero de forma ambulatoria con el doctor Paul.Solo le quedaba una sesión de por medio, y Smith estaba dispuesto a considerar el alta, si ella estaba de acuerdo.Cuando Nina llegó a su despacho, se veía como una joven de veintitrés años, con toda la vida por delante. Paul no pudo evitar sonreír de oreja a oreja. Estaba asombrado de los grandes avances de su paciente y de su compromiso para recuperarse. No quedaba rastro de la muchacha que ingresó al hospital