El ruido incesante del teléfono me despierta sobresaltado. A ciegas, busco la mesa de luz y atiendo.
—¿Diga? —saludo adormilado.
—Doctor Smith, soy Louis, Natacha Sloan reaccionó.
—¿Cuándo? ¿cómo?
—Hace unos minutos, despertó gritando, está muy asustada y alterada. El doctor Brand le suministró un calmante, en este momento, duerme.
—No le den nada más. Voy para allá.
—Muy bien, doctor. Adiós.
Salto de la cama sin mucho cuidado, con lo que despierto a Kate, que se gira y me busca a su lado.
—¿Qué haces? ¿qué hora es? —pregunta refregando su rostro aún dormido.
—Tarde, sigue durmiendo, debo ir al hospital.
—De acuerdo, te amo.
—Yo más.
Me doy una rápida ducha, me visto con lo primero que encuen
Me recuesto en la cama dura del hospital y trato de calmar mi mente, aún tengo fragmentos de recuerdos. Nada es claro, todo se ve como a través de una niebla espesa que no consigo disipar. Pero, muy dentro mío, sé que lo que Ella me mostró es real, pasó, incluso cuando yo no lo recuerdo. ¿Cómo es posible vivir una vida a medias? O, mejor dicho, vivir dos vidas en una…Hablar con el doctor Smith me tranquiliza un poco, me brinda cierta paz, parece creerme, no piensa que estoy loca, quizás él pueda ayudarme. Sí, lo mejor será quedarme aquí, aunque eso implique no poder trabajar por un tiempo.—Después de todo, nadie te extrañará. —Escucho muy cerca de mí. Temo abrir los ojos y verla allí, pero lo hago de todos modos.Rebusco en la habitación, pero no encuentro a nadie, ni siquiera una sombra fuera de lugar
Cuando el doctor Smith llegó esa mañana a la clínica, supo de inmediato que iba a ser un día complicado, las enfermeras le informaron que hubo un pequeño conflicto que involucraba a Nina y a otras de las pacientes que residían en el lugar.Todo comenzó en el almuerzo del día anterior, cuando Nina se fue a sentar con su bandeja al rincón que había adoptado como propio, un grupo de mujeres jóvenes, que estaban lidiando con problemas de adicción hacía un tiempo, la reconocieron y comenzaron a molestarla. Pero ella no parecía prestarles atención, hasta que, de la nada, tomó la bandeja y vacío el contenido de su comida sobre la cabeza de una de ellas, a lo que las mujeres respondieron a gritos y dando golpetazos. Por suerte, todo terminó rápidamente, cuando el personal de la clínica intercedió.Paul hizo llamar a Nina a su despac
Esa mañana, luego del desayuno, Nina fue a reunirse con el doctor Smith, estaba tan ansiosa como aterrada de lo que fuera a descubrir. Aunque tenía una sospecha de que nada lindo la esperaba tras sus recuerdos. Y eso se lo debía a las visiones que Ella le había regalado de forma tan arbitraria. Pero el doctor tenía un buen punto. Necesitaba deshacerse de Ella, no podía permitir que lastimara a aquellos a quienes amaba. Su mano temblaba cuando golpeó la puerta de su despacho, pero al ver a Paul se tranquilizó un poco, su sonrisa cálida y su suave voz la calmaron. Volvió a acomodarse en el gran sofá, él se sentó frente a ella, llevaba una corbata marrón con rombos, Nina se centró en la forma de los dibujos.—¿Cómo estuvo tu semana, Nina? —Quiso saber Paul de inmediato.—Tranquila, he comenzado a pintar, eso me ayuda, m
Esa mañana, cuando Nina llegó al consultorio de Paul, se veía bastante tranquila, se acomodó en su sitio y, luego de hablar sobre su semana en la clínica y sus avances con sus compañeros, Paul comenzó la terapia.Cuando notó que Nina estaba completamente sumergida en la hipnosis, comenzó a guiarla por sus recuerdos ocultos.—Bien, Nina, quiero que te concentres en una noche en especial, la noche del incendio, cuando tus padres murieron —indicó él.—Se ve muy borroso… casi no puedo verlo… —declaró Nina, su cuerpo comenzó a retorcerse sobre el sofá, como si estuviera luchando contra su propia mente.—Vamos desde el principio. ¿Cómo fue ese día? ¿qué hiciste?—Estoy al pie de las escaleras, escondida detrás de la pared. Puedo escuchar a mis padres hablando. Me
Esa mañana, cuando Nina entró al consultorio del doctor Smith, él no podía creer lo que veía. No era Nina quien cruzaba la puerta, era un fantasma. Los enfermeros de la clínica lo habían alertado acerca del deterioro que ella había sufrido esta última semana. Una de las encargadas del comedor, le informó que Nina no estaba comiendo. Llevaba su bandeja al rincón que había reclamado como propio, pero no tocaba la comida, solo jugaba con ella, paseándola de un lado al otro del plato. No hablaba con nadie y no participaba en ninguna actividad. Simplemente estaba como ida.No dijo nada, se acercó a la ventana, se abrazó a sí misma y perdió su mirada en algún punto del exterior. Paul la contempló en silencio. La ropa, le quedaba claramente grande, había perdido mucho peso y muy rápidamente. Estaba visiblemente en los huesos, su piel gris
Pasaron tres largas semanas desde la última vez que Paul tuvo su sesión personal con Nina. Estaba al tanto de su condición, de lo mal que estaban las cosas, pero no había mucho que pudiera hacer. Era la propia Nina la que necesitaba tomar la iniciativa, Paul confiaba en que tenía la fuerza para hacerlo.Pero ella había cancelado sus sesiones. No asistía a ninguna sesión individual, y en las grupales, no participaba. Tampoco tenía contacto con nadie. Había prohibido las visitas de Jasper y Marc. Y estaba en su derecho. Después de todo, era una mujer adulta.Desesperado, Marc acudió con el doctor Smith. Estaba dispuesto a obligar a Nina a tratarse, sugirió que la declaren incompetente y que él mismo sea el encargado de tomar sus decisiones. Pero Paul no estaba dispuesto a hacerle eso. Él sabía muy bien que era su decisión, y la respetaba. Trató de
Durante la semana, Paul se había reunido con el equipo completo de terapeutas de la clínica para discutir el avance de los casos. Les explicó a todos lo que estaba sucediendo con Nina y se emocionó al mostrar sus avances a través de las sesiones. Estaba absolutamente seguro de que Nina estaba en el camino correcto y la recuperación parecía más posible que nunca. Sobre todo, después de lo que habían discutido la sesión anterior.Si bien, el caso de Sloan, era el más difícil que le había tocado tratar a lo largo de su carrera, también era el que más cerca estaba de su corazón. Sabía que no debía encariñarse con ningún paciente, pero le resultó imposible no sentirse cerca de ella, o incluso afectado por todo su pasado. Lo había charlado con Kate cada noche, y ella también empatizó con Nina y deseaba conocer
Durante la semana, Paul había decidió que era hora de poner a Marc y Jasper al corriente sobre lo que pasaba con Nina, quería incluirlos en una sesión familiar, y para eso necesitaban conocer qué era lo que estaba pasando con ella.El doctor Smith le advirtió a Nina que debía comunicar su afección a sus seres queridos, que era parte del tratamiento. Al principio, ella se mostró renuente a mostrar cada parte de su mente, pero con paciencia, Paul finalmente la convenció.Esa semana, citó a Jasper y Marc para hablar a solas con ellos. Ambos llegaron juntos, la tensión se sentía en el aire. Pero el doctor estaba tan tranquilo y seguro como de costumbre. Cuando todos estuvieron sentados, comenzó lentamente a explicarles.—Gracias a los dos por venir. Es muy importante para el tratamiento y la recuperación de Nina que ambos se comprometan en esto y esté