—¡Se te ha escapado de nuevo! Su hermano le palmea el hombro con un tono un tanto burlón.
—Se comporta como una niña. Éste medio sonríe.
—Parece inocente, pero recuerda es una stripper…
—¡Lo sé! Responde aun viendo el camino por donde ella se había ido.
—Me gusta su amiga, es muy mona.
—¡Olvídalo! No quiero que te folles a su amiga para luego dejarla tirada, solo aumentarás las ganas de esa chica de alejarse de mí.
—¡Descuida! Yo sé hacer mis cosas.
—Adrien…
—Ven vamos a comer. Sonríe el rubio.
(...)
—¡Date prisa Zoé! Vamos a llegar tarde al trabajo.
—Ya, ya…
Esa mañana Zoé hacia limpieza en el apartamento, Maya había salido a gastarse sus propinas en comida. Y ella… bueno ella aún seguía con la suya entera y pensando cómo regresarla a ese tipo.Prendió la pequeña vieja radio, si iba a limpiar a profundidad lo haría con música. La joven ya iba a mitad de camino cuando tocan la puerta de su apartamento. La música estaba alta, Zoé llegó hasta la vieja puerta abriéndola Completamente. Asumiendo que era Maya, solo tenían un juego de llaves.Pero al abrirla lo primero que vieron sus ojos fue un par de ojos esmeralda que la detallaba de pies a cabeza. Zoé juro que se había puesto colorada ante la presencia de Jean… ¡Mierda! ¿Qué estaba haciendo en su casa? ¿Cómo supo donde vivía?—Hola hermosa.&md
Al cerrar la puerta, Zoé suspira recostando la frente sobre la puerta… ¡Maldición! Exclama para sí, ¿Que estaba haciendo? Se preguntó.—¿Y bien? Arruine el momento, o logro llegar a su cometido y al fin dejas de ser una stripper virgen.Zoé voltea y mira de mala gana a su amiga que aún seguía con las bolsas en las manos.—¡No digas babosadas!—¡Oh! Ya veo… parece que no logro llegar a ninguna base. ¡Que lastima! Dice dejando las bolsas en la mesa. —Demasiado mojigata amiga.—Maya, ¡Dios! Ese hombre me está acosando, nos siguió hasta aquí. Por eso sabe dónde vivo. ¿Sabes lo que significa?—Si… que le gustas, y quiere acostarse contigo. Deberías dejarlo, está muy mono seguro que es un amante estupendo en la
Charlie se acercó a ella con la correa de cuero en la mano… Zoé lo miraba muerta del pánico, nunca le había pegado pero al parecer eso iba a cambiar esa tarde. Y entonces, de la nada el hombre se abalanzo sobre ella violentamente para golpearla con fuerza.—Noooooo… gritaba la castaña llorando e intentado quitarse de encima a ese energúmeno. —¡Aprenderás hablarme como se debe perra! La chica forcejeaba cuando notó que Charlie comenzaba aflojarse el pantalón, y aquello la llevo a comprender que no solo pensaba pegarle, sino que pretendía violarla. Su corazón dio un respingo cuando se bajó los vaqueros dejando al descubierto su pito, la chica sintió asco y repulsión al ver su desnudez… por instinto cuando sinti&o
Jean conducía el coche hasta su apartamento con una radiante sonrisa en los labios, cuando su móvil comienza a sonar.—¿Qué pasa?—Ven a la casa de papá.—¡Joder!Le da la vuelta al coche rechinando los cauchos… algunos minutos después Jean se bajaba del automóvil en la entrada de la casa de su padre. Al entrar lo recibe la señora del servicio informándole que el viejo se encontraba en su habitación.Éste subió las escaleras de dos en dos, al entrar en la habitación se encontró con su hermano de pie ante la cama donde se encontraba su padre.—¡Jean! Le dice el viejo.—Padre… ¿Qué pasa?&mdash
Mientras que en la habitación se desataba una batalla con una pareja bastante dispareja. Jean tiro a Zoé en la cama saltando encima de ella. Llevo ambas manos por encima de su cabeza y con las piernas la sometía a su antojo.—Te enseñaré buenos modales. Sonríe en forma de juego.Pero aquellas palabras atravesaron el corazón a Zoé… le recordó cuando Charlie intento abusar de ella y nuevamente ese sudor frío volvió a recorrerle todo el cuerpo… ¿Jean pensaba hacerle lo mismo? Se preguntó ella asustada.Sin poder evitarlo sus ojos se aguaron, mientras una lágrima se deslizaba por su rostro acunándose en la oreja. Ya no estaba enojaba, ahora tenía miedo… miedo de que la lastimaran. No lo había superado, pensó que s&iac
Jean permanecía sentado en la mesa apretando la mandíbula… sentía las ganas de pararse y arrancarle la cabeza al imbécil ese que se creyó con derechos sobre Zoé. Aunque él tampoco debía hablar mucho, ya que tampoco tenía ningún derecho sobre la castaña.Otro show había comenzado, y unos minutos más tarde Zoé salía de los vestidores con ese traje que enseñaba casi todo. ¿Porque le molestaba ese hecho? Así la conoció. La chica salió, y de una empezó a trabajar, como sabía que esa área eran sus mesas camino en dirección a ellos dos. Eran los únicos alejados de la manada de idiota que parecían adolescentes, Jean se sintió aliviado de verla acercarse a ellos.—¡Es
Su amiga se cruza de brazos mirándola con expresión divertida. Nuevamente el corazón de Zoé da un respingo, latía tan fuerte que pensó que su amiga podría escuchar como retumbaba su pecho.—¡No digas tonterías! Se da vuelta para entrar en la habitación.—¿Te incomoda? ¿No es así? Por eso te has puesto como un papel cuando se largó y no quiso llevarte a casa.—Su hermano fue quien se ofreció, no él.Zoé se quita la ropa quedando en ropa interior ante su amiga.—Pero a que si te hizo sentir mal por los que hizo. Pensabas que él te llevaría.—¡No! Dijo seca.Se quitó la ropa interior para envolver su cuerpo en
Ya no tenía control de su cuerpo, Jean marcaba el ritmo y ella solo quería dejarse llevar por él. La sensación era indescriptible. Poco a poco el hábil francés fue subiendo el camisón, hasta sentir la piel desnuda de su vientre. Solo las bragas eran lo único que le impedía sentirla completamente. Deslizo una mano por debajo de la tela de las pantys sintiendo la piel de su vagina.Zoé se tensó bajo sus labios, estaba a la expectativa de ser tocada. Éste bajo un poco más los dedos hasta sentir el pequeño botón que se escondía entre los pliegues de su vagina. Ya estaba húmeda, el dedo se deslizaba con facilidad dándole la facilidad de masturbarla mejor.Ella separó los labios de su boca para poder gemir y respirar al mismo