Siempre que un arcoírisaparece a través de mi ventana,deseo disfrutarlocómo la mayoría de la gente lo hace.
Pero no puedo...no podía hacerlo.
Desde que el rojo me recordabaa tus labios,El amarillo a tu opaco cabello,el verde a tu suéter de rayas,y el rosa a tus mejillas.
---
Ella nunca había amado, ella
no sabía cómo el amor se sentía.Para ella amar y ser amada,era algo que en los libros pasaba.Èl hizo que ella pensará que
estaba en un cuento de hadas.Se amaron.
Él amó cada parte de ella.
Ella se espantó, era algo nuevo
que nunca pensó sentir.Él le mostró un mundo maravilloso,
en dónde todo se podía cumplir,con propósitos.Él se encargó de que no sintiera más la soledad.
Hasta que todo era una verdadera mentira.
Cuando estamos en primaria nos preguntan: ¿En dónde nos vemos dentro de 20 años? Algunos responden que siendo bomberos, otros policías, las niñas soñadoras hadas, los estudiosos doctores, mientras que los insensatos, un simple y delicado no sé. Desde que tengo memoria recuerdo que era soñadora. Deseaba estar dentro en una pista, cantando, saltando y gozando de mi público, componiendo canciones, mis emociones. Me gusta cantar, pero al mismo tiempo mi tono de voz es un espanto, es casi un hecho que si intento hacer un altibajo muchos quedarian sordos. Pero ahora pienso ¿Qué seré dentro de 20 años? ¿Una mucama? O ¿Un cuerpo putrefacto? Desde hace días, tenía esa incógnita en mi cabeza cada vez que me levantaba para servirle la comida a mi padre y a sus antiestresantes, así les llamaba a las mujeres que papá tenía como costumbre traer cada semana. Podría llamarlas zorras, putas, pero era algo poco cortez de mi parte nombrarlas de esa manera, tal vez solo e
Todos soñamos con tener un mundo de colores, sueños que creemos que son imposible hacerlos realidad, tener amigos con los que contar. Todo era fácil en aquel tiempo; en donde los dulces no eran medicinas, en donde los juguetes llegaban sin ninguna responsabilidad, en donde tus padres te protegían y no te dañaban. No había preocupación por el ¿Qué pasará mañana? ¿Habrá comida? ¿Como me irá en la entrevista? Nos cantaban o nos leian un cuento antes de dormir y cuando ya estabas rendido tus padre acomodaban tus sabanas. Las risas y las sonrisas te caracterizaban, no importaban las caídas y humillaciones, esa radiante sonrisa siempre acompañaba. El tiempo fue un arma fugaz, pasó tan rápido, que puedo aún sentir las caricias y los besos de mi madre antes de ir a la escuela, el aroma dulce que inundaban mis fosas nasales antes de dejarla, los juegos de palabras con Alice. Pero ahora ya no hay más que platos rotos y olor a pesadumbre, el sentimiento de felicidad era algo ya
Hice la fila para recoger mi merienda y luego buscar un asiento. Me detuve en seco mientras buscaba un lugar cómodo donde sentarme, no sabía si era yo o realmente estaba delirando. El cabello rubio fue lo primero que vi, aquella misma cabellera que me topé esa noche en las vías del tren. Un escalofrío recorre mi cuerpo lentamente, puedo aún sentir el enojo que me causaron sus palabras sarcásticas. Estaba placidamente sentado hablando con un grupo de chicos a su lado habia una pelirroja que está en mi clase; recuerdo haberla visto en mi clase una que otra vez, se llama Cristine y otros dos chicos a los que no puedo llegar a identificar muy bien, pero uno es de tez morena y a su lado hay una chica con un largo lacio cabello negro. Y para mi mala suerte a unos cuantos pasos está una mesa completamente sola, tal y como me gusta. Tomo aire y camino a paso a rápido, estando a tan solo unos centimetos cerca de ellos aumento el paso hasta llegar a la mesa
Sabes que estás enamorado, cuando ya no sientes un toque frio, sino un toque cálido. Cuando ya no crees que el destino juega en tu contra, sólo te premia. Hace que pienses mucho en esa persona; Todo lo que hace es lo único que gira a tu alrededor, te gusta sentir el cosquilleo en tu estomago cada vez que sus miradas tropiezan, anhelas detener el tiempo cada vez que están junto a esa persona. Cuando te hablan ya no escuchas el eco y las frías palabras, sólo escuchas una hermosa y memorable melodía. Y yo, me había enamorado de una chica. Me enamoré de su linda sonrisa y blancos dientes, de sus hoyuelos en las mejillas cuando algo le causaba mucha gracia, de su sedoso y largo cabello castaño. Me enamoré de su cara sonrojada o su cara de confusión, su amabilidad y gentileza que denotaba cuando caminaba por los pasillos. A tan solo dos metros de distancia, solo utulizando mi imaginación puedo sentir sus labios rosados atravesando los míos, o mi cuerpo hundiéndose en sus delgados
Las clases ya habían terminado por el día de hoy, gracias al cielo, los salones eran tan pequeños que hacia muchisimo calor pero con respecto a las clases habian sido igual que las anteriores, al parecer era la unica que no le gustaba la monotonia lo unico que diferencia este dia con el resto era la tarde ya no se veía igual, hoy estaba brillante, el sol ya no parecía una hoguera apesar que allá adentro hiciese un calor horriblemente espantoso, sus radiantes viajes de luz eran como el manto de una madre. Acomodé mi mochila en mis hombros y mi búsqueda por Ruby empezó. Desafortunadamente no compartia clases con ella, solo de vez en cuenta pero era casi nunca. La tarde pasó más rápida de lo que pensé. Todos salían atraves de la puerta de la escuela, conocia a cada uno de ellos, no me comunicaba con ellos, pero extrañamente los disferenciaba. Busqué a todas horas los chillidos de las amigas de Ruby, realmente eran risas pero parecian chillidos. De tanto buscar no las hallé por
Las suaves manos de Ruby trenzaban mi lacio cabello. Había pasado la mayoría del descanso conmigo. Fue extraño, dejó prácticamente a sus amigas para estar conmigo, yo podía considerarme una desconocida, tan solo habíamos pasado unos días juntas, hablando de nuestros gustos, caminando y conociéndonos. Nunca pasó por mi mente estar en estas circunstancias y menos con ella, una chica a la que todos veían como unahumano imposiblede conquistar y claro que lo era, pero no quitaba lo agradable que era entablar una conversación con ella, podías hablar cualquier tipo de tema, desde el más perturbador hasta el más normal.─ ¿Qué te parece? ─ Puso un espejo que tenía en su bolso para poder ver lo que había hecho en mí.─ Son lindas, ¿Quién te enseñó? ─ Respondí mientras miraba mi trenzado cabello desde varias perspectivas.─ Mi abuela me las hacía cuando iba a clases de gimnasia. Pero falleció y me tocó aprender.La miré buscando en mí u
Los días pasaron, no quería ir a la escuela, sería un infierno estar ahí estaba muy segura de eso, recibiendo de todo tipo de insultos y no quería eso para mí. Tal y como lo dije no fui al colegio por varios días, me sentía sucia por dentro, así que tomé el descanso de unos días más. A unos cuantos pasos de la escuela me preparé mentalmente. Al tener un pie en la entrada todas las miradas se dirigieron a mí. Caminé sin importar qué. Todos aquí eran una b****a al igual que sus máscaras. Todo usamos una, pero este mundo nos obliga hacerlo, las usamos para sentirnos a salvo. No puedo dejar de pensar qué pasaría el día que dejaran de existir las horribles máscaras que hemos creado, y por las que no podemos mostrar lo que realmente somos, como Ruby por ejemplo; hace unos pocos días se encontraba llorando y ahora estaba en los brazos de su novio, como si nada hubiera pasado. Este mundo estaba tan acabado, que necesitamos aceptación para así aceptarnos a nosotros mismos. Es
Sentada en el puf de mi habitación, en un pequeño rincón, al lado de la ventana. Mirando a los niños jugar en un día soleado. Mi mente deambulaba ensimismada mientras veía la hermosa nube negra que se acercaba. Perdiéndome y hundiéndome ante tal oscuridad. Mis pupilas estaban hipnotizadas por su devoción. Los pensamientos aparecen. Siempre veía a las personas disfrutar la vida, como yo lo hacía. Veía a la gente llena de felicidad y con incontrolables emociones, como yo lo hacía. Y ahora, estoy aquí, envuelta en un mar rojo de lágrimas saladas. Varios recuerdos vuelven a reproducirse como una película. La risa de mi madre, el sonido que más miedo me dió olvidar o la voz de mi hermana hablando sin parar. No tardé mucho tiempo en hundirme. El teléfono sonó por toda la casa haciendo que saltara del susto. Me levanté de mi asiento para ir a atender. ─ Buenas tardes, ¿Qué necesita? ─ Pregunté al teléfono mientras me sentaba en un banco que había cerca.