Laura apareció al día siguiente en su casa, una perfecta capa de maquillaje disimuló la mayoría de los moretones en su cara, sin embargo, la inflamación en su nariz y debajo de los ojos era imposible de ocultar.
Encontró a David y a Noah en la sala de entretenimiento, mirando caricaturas en la pantalla gigante. El niño se levantó de su silla al verla, caminó despacio y tras tomar la mano de la pelirroja, saludó con un muy educado ‘hola, mamá’.
Ella le respondió de la misma forma, sonriéndole de manera forzada. David observó la interacción; mientras el pequeño procuraba mantenerse calmado, era evidente que deseaba darle la bienvenida a su madre de una forma más efusiva. En cambio, Laura, daba a entender que le daba igual si Noah la saludaba o no.
―¿Qué hiciste anoche? ―preguntó ella, procurando sonar despreocupada
Detestaba esos trabajos.El asesino miró la pantalla del móvil donde los mensajes se apilaban, su nueva cliente lo urgía a obtener resultados lo más pronto posible, sin embargo, a él nadie lo apuraba, porque el arte de asesinar requería planeación, meticulosidad y tiempo.Silver era uno de los mejores asesinos del mundo por una razón, y todo el que lo contrataba sabía que siempre cumplía su objetivo, de una manera eficaz y eficiente. Por eso, sus principales clientes eran magnates, políticos, mafiosos, poderosos empresarios, incluso terroristas o fuerzas oficiales. Sus presas eran gente poderosa, lo que hacía de la cacería algo excitante.No obstante, por cortesía con un cliente con el que llevaba casi dos décadas trabajando, aceptó una comisión ridícula.Los asuntos domésticos eran aburridos.Y para más colmo,
―Gracias por tu ayuda ―dijo Silver. Había visto cómo se movían sus manos, todo el proceso fue preciso y bien ejecutado, era posible que no le quedase una cicatriz notoria.―No hay de qué ―descartó ella, terminando de vendarlo―. Solo ten cuidado con tu salud y aliméntate bien, para que te recuperes pronto. Toma. ―Le tendió unos blísteres que sacó del maletín―. Son antibióticos de amplio espectro, analgésicos y antiinflamatorios. Los primeros tómalos por cinco días, uno cada doce horas. Los demás, uno de cada uno cada ocho horas por una semana.―Esto no es necesario… puedo conseguir mis propios medicamentos…―La sutura va a ser absorbida por tu cuerpo, va a tardar un tiempo, pero así evitas ir al hospital ―lo ignoró, estaba recogiendo lo utilizado, en una bolsa fue metiendo las gasas llenas de sangre y todo lo desechable. Inclusive t
El día miércoles, después de revisar las instalaciones de gas del café y el resto del edificio, descubrieron que la fuga que uno de los chefs de Leo olió, se debía a varias fisuras en la tubería que viajaba por las paredes hasta la toma de la compañía en la calle.―Hay que romper la pared, y reemplazar ―explicó el técnico―. Las del resto del edificio están bien, porque los pisos superiores fueron construidos hace pocos años, sin embargo, la planta baja tiene tuberías muy viejas, que debieron reemplazarse cuando el propietario anterior decidió construir hacia arriba, pero no lo hizo…―Entiendo, pero la pregunta es: ¿Cuánto tiempo tomará la reparación? ―preguntó Leo, no pudo disimular su frustración.―Romper y cambiar se hace en dos días, cuando mucho, la reconstrucción de la pared, es el verdadero
La llegada a la clínica fue expedita, Ángela no comprendió por qué Robin exigió ser llevaba al lugar más caro de la ciudad cuando el Hospital Nacional estaba más cerca y poseían buenas instalaciones de traumatología. Luego se recordó que él no era médico, y probablemente no poseía esa información. Cuando la bajaron de la ambulancia y el personal de la clínica la recibió, fue enviada a una habitación privada y de lujo. Un doctor, ataviado con una bata tan blanca que cegaba a la vista, empezó a auscultarla de nuevo, mientras una enfermera se apersonó a tomarle una muestra de sangre. Las preguntas de rigor para determinar si tenía una contusión la bombardearon, alguien cortó su pantalón antes de que ella pudiera decirle a las enfermeras que podía moverse por su cuenta y no era necesario llegar a esos extremos. Gracias a los primeros auxilios de los paramédicos, el dolor agonizante de su pierna se redujo lo suficiente como para poder moverse sin sentir que se par
Debido a los medicamentos, Ángela se quedó dormida casi al final de la tarde. Robin se hizo el sordo ante sus repetitivos recordatorios de que estaba bien y que podía marcharse.El rubio la miró dormir y suspiró con alivio, aquella mujer no entendía las dimensiones de lo que había sucedido. Desde la perspectiva de la morena, todo fue un fatídico accidente; sin embargo, para él, cuando vio venir ese auto hacia ella, fue como revivir la muerte de su padre, una vez más.Pero eso tampoco fue lo más horrible, porque en efecto, el suicidio de su padre no fue tan vistoso y el viejo tuvo la decencia de no hacer un desastre de ello. Lo verdaderamente pasmoso fue la mirada del conductor.Cualquiera pensaría que en esas circunstancias las personas no se fijarían en esas cosas, no obstante, eran los detalles los que terminaban tan impregnados en las retinas que se repetían una
Robin: Ángela tuvo un accidente, un auto se estrelló contra el café, ella está fuera de peligro, solo un par de golpes.Robin: Lamentablemente no tengo detalles en este momento, pero sí sé algo nuevo te aviso.David miró el mensaje en su móvil y se paralizó por completo, de tal forma que incluso ignoró a su hijo.¿Qué le había pasado a Ángela?A pesar de que las palabras ‘fuera de peligro’ estaban frente a él en la pantalla de su móvil, David solo se enfocó en las primeras. El miedo corrió rampante por su torrente sanguíneo y en fracciones de segundos, su corazón comenzó a latir de prisa.Su primera reacción fue intentar llamarla, aunque para él era de noche, para ella apenas comenzar&iacut
Laura estaba exultante.Después de una semana del humillante incidente con Ángela Lee, su rostro había recuperado su belleza natural; una vez que la inflamación de su nariz y mejillas cedió, pudo comprobar que no había nada deformando sus delicadas facciones, por eso, un día antes de viajar de vuelta, se fue a un spa y se hizo cuanto tratamiento facial pudo hacerse.Dos noches antes de eso encontró a David en un estado deplorable, apenas la vio, su mirada lanzó dagas ponzoñosas contra ella, y aunque eso le dolió, también le dio a entender que algo malo había sucedido.Esa noche, el vino que estuvo tomando en el bar del hotel le supo más dulce y se fue a dormir con una sonrisa en el rostro.También hizo que se esforzara más por complacerlo. Se mantuvo alejada de él, llevando sus interacciones al mínimo.Tal vez Laura pod&iacu
Silver encontraba a Laura cada vez más aburrida y desagradable; el hecho de que él se dedicara al negocio de la muerte no significaba que era inmune a las cosas feas de la vida, como todo el mundo, encontraba desagradable la estupidez humana, a diferencia de otros, él simplemente podía deshacerse de esta y considerarlo un servicio social.Laura se puso pálida ante el tono amenazante, la tormenta blanca y roja que representó en un principio se desinfló hasta volver algo mustio y sin fuerzas.―¿Cómo es posible que no se puedan deshacer de una simple mujercita? ―preguntó ella con sus últimos rastros de valor. Sin importar qué, ella continuaba siendo una de las mujeres más importantes de ese país y él era un criminal que no vivía a la luz del día.―Señora Hansen ―cada vez que empleaba ese apellido lo decía con un deje de burla―, usted