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CAPÍTULO III. ¿QUÉ HICISTE DEREK?

Nadie podía con el genio que Derek se manejaba desde la muerte de su madre hacía ya unos meses, Paola estaba destrozada cuando su madre murió de un ataque al corazón, pero poco apoco supo reponerse en cambio Derek estaba como endemoniado o encerrado en sí mismo por momentos, nada ni nadie podía calmarlo, se negaba a recibir terapias de rehabilitación para la parálisis que presentaba de la cintura para abajo, al único que lograba y no con la regularidad requerida dependiendo de su estado de humor, era al psicólogo que indico que el proceso de duelo que Derek sentía lo hacía odiar al mundo y, luego a sí mismo, luego culpa o remordimiento, luego resignación todas esas etapas en el caso de Derek serian un tratamiento largo y de mucha paciencia. Paola ya no sabía, que más hacer y recurrió a la única persona en la que podía confiar que el socio y mejor amigo de Derek, Duncan Johnson, aunque ese hombre era el terror de las mujeres, es que metro ochenta, ojos color azul cielo y ese porte de modelo de ropa interior podía derretir a cualquier y eso sabía aprovechar muy bien con las mujeres a su alrededor, pero con Paola era como un cachorrito tierno en quien jamás podía poner las garras no solo por los lasos de amistad que lo unía a Derek también estaba la diferencia de edad diez años lo separaban de la pequeña que había casi casi visto crecer.

Hola pequeño Duncan.  Entrando a la oficina de vicepresidencia de De la guerra Company especialista en exportación e importación alrededor del mundo.

Hola pequeña Paola, te he dicho que dejes de decirme pequeño que no le hace bien a mi reputación.  Levantándose e su asiento para recibir con un fuerte abrazo a Paola y así poder aspirar su aroma un placer culposo que tenía hacía meses.

El día que dejes de decirme pequeña, tengo casi veinte dos años así que deja ese apelativo para tus amiguitas.  Mientras lo abrazaba es que sus abrazos por más dardos que se lanzaran la reconfortaban.

¿Y cómo está el monstruo de tu hermano? Restándole importancia a la cara de enojo  infantil en Paola.

Suena horrible dicho de esa manera, solo está amargado y encerrado en sí mismo, le han pasado muchas cosas en menos de un año, tiene un arranque de violencia, casi lo meten preso, luego sufre un accidente que lo deja casi sin esperanzas de poder caminar, le piden el divorcio, su hijo no le habla, le quitan el apellido a la que el crío como hija suya aunque él sabía que lo era cosa yo desconocía totalmente, luego muere mamá llevándose a la tumba muchos secretos cualquiera en su estado no sabría cómo reaccionar, yo nunca viví lo que Derek vivió a manos de nuestro padre, siempre fui la consentida, pero tengo vagos recuerdos y es difícil de aceptar la verdad.

Duncan no pudo verla llorar nada lo conmovía podía ser frío como un tempano de hielo, pero ver llorar a Paola era algo que su corazón no soportaba, se acercó a ella y la rodeo con sus brazos.

Tranquila princesa, todo saldrá bien tu hermano mejorará y será el mismo ogro de siempre  Cuando las palabras princesa salieron de su boca algo dentro de Paola cambio, como si un interruptor hubiera sido encendido, se alejó de el mientras sus lágrimas aún caían.

Eres demasiado hermosa como para verte triste, Paola no llores aquí para ser tu hombro, tu amigo, nunca estarás sola te acompañaré para ayudar a mi amigo a volver ser el mismo, siempre me tendrás Paola siempre.”

Paola no pudo dejar de pensar que como esas palabras había provocado algo en ella que estaba naciendo, se negaba a pensar en aquello era imposible que le empezara a gustar y mucho menos sentir algo por Duncan, lo conocía muy bien, las mañanas de conquistador que tenía, la fama de semental aquella que se había visto forzada a oír cuando se escondía en el baño a llorar por los recuerdos y las mujeres comentaban como había sido pasar una noche entre sus sabanas. Definitivamente Duncan era un hombre en quien no debía poner los ojos.

Mientras la menor de De La Guerra no dejaba de inventar mil excusas para justificar a su acelerado corazón, entraba en la lujosa y enorme casa que tenían en una zona exclusiva de un barrio de clase alta rodeada de muros que la hacían ver por fuera como una gran fortaleza sumada a la gran seguridad impuesta por su hermano desde guardias de seguridad hasta cámara de vigilancia. No podía dar ningún paso sin ser vista por su hermano y los guardias, su llegada era avisada por radio.

El pájaro llego al nido. Repito el pájaro llego a nido  Paola rodó los ojos era lo mismo de siempre.

Ya te dije Marcelo que dejes eso de pájaro me haces sentir como un animal enjaulado.

Lo siento señorita son órdenes de su hermano.

“Repito el pajo llego al nido, repito el pájaro llego al nido”

Voy a tener que hablar con mi hermano seriamente así sea detrás de la puerta como es su costumbre.

Mientras tanto Derek veía desde el gran ventanal con vista al jardín y piscina como su hermana intercambiaba palabras con los miembros de seguridad al parecer está molesta y ya sabía o suponía el porqué.

Lo siento Paola, pero es lo mejor nunca más dejaré que alguien atente contra mi familia o las personas que quiero, aún siento escalofríos y las pesadillas no me dejan en paz ¡Maldita Vanessa maldijiste mi vida, no sabes cuánto te odio, por tu culpa estoy postrado en esta silla siendo un estorbo e inútil hombre!  Lanzando al suelo lo primero que vio que era un jarrón, la rabia lo consumía cada vez que recordaba sumándole que estaba completamente seguro que jamás volvería a ser un hombre completo

.

MINUTOS DESPUÉS

Vas a abrir la puerta o llamo al equipo de seguridad para que me ayuden a tumbarla  De manera brusca y gruñendo Derek abrió la puerta al hacerlo Paola no podía creer lo que veía.

ꟷDerek ¡¿Qué carajo es esto? !

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