ALGO QUE QUEMA

19 DE FEBRERO 2015, RUSIA

El verde jardín de aquella casa en Moscú estaba cubierto de la espesa nieve que caía sobre las tierras de Rusia. El fuego ardía peligrosamente en aquella chimenea que admiraban tres niñas con el cabello negro como el ébano, abrazadas y con una sonrisa en sus rostros esperan que llegara mama, papa y el hermano mayor para hacer la dichosa reunión que tenían como tradición cada viernes en familia.

La oscura y penetrante noche se apodero de la hermosa y fría ciudad de Moscú justo a tiempo para la reunión familiar, misma donde a nadie le gustaba faltar.

El jefe de la familia fue el último en sentarse aquella noche entre sus tres hijas mientras que su esposa abrazaba para brindarle calor a su primogénito de ojos y cabello oscuro como el de sus hermanas. El sonido del reloj se escuchaba de fondo, las tazas con chocolate humeante yacían sobre una pequeña mesa frente a los Lazarev.

–Papi ya empieza con la historia – le dijo una de sus hijas suplicando –