BAJO LA LUNA DE PARIS
ALESSIA
Llevo cinco años sola sin compromisos con nadie, la última vez que estuve en una relación termine muy mal y sin embargo sigo aquí creyendo que el amor verdadero si existe, sigo aquí esperando por mi cliché perfecto y por un final feliz como en los cuentos de hadas, y es que, no sé cómo sacarme de la cabeza el ¿cómo dejar de creer en algo que realmente existe? o peor aún ¿cómo dejar de esperar algo que llevas soñando toda tu vida?, porque sí, soy muy original al querer un amor bonito y una familia, no sé si algún día llegue a tener lo que deseo pero espero con todas mis fuerzas que si se cumpla ese sueño loco que tengo.
Isabel me ayuda con el vestido que elegí para la cena de hoy, Nicolás me mando la ubicación del lugar donde ya me está esperando, busque por internet el famoso lugar para saber que vestido ponerme y quede sorprendida al ver el lugar tan pulcro y reluciente, el restaurante es muy bonito y tiene ese toque clásico que grita "elegancia".
Me decidí por un vestido de gala en color negro de manga larga, escote en v y una abertura en el muslo derecho con un cinto plateado a la altura del abdomen, el vestido se me pega perfectamente al cuerpo resaltando mi figura y el tono de mi piel. Mi amiga me ayuda con el cabello recogiéndolo en un moño griego mientras yo me hago un maquillaje ligero resaltando mis labios en color carmesí. Me coloco los tacones negros y una cadenita de plata a juego con mis pendientes, Isabel me coloca perfume y reparo mi reflejo en el espejo, "Estoy Hermosa".
-Ahora si — habla mi amiga — va a caer rendido a tus pies.
-No quiero que pase eso — le digo, reparando mi reflejo por última vez.
Nicolás es el tipo de hombre que te atrae por su actitud y carisma claro que es lindo pero yo solo lo veo como un amigo, no puedo verlo como algo más porque desde que llegue al MP a trabajar el me ofreció apoyo y vi en él un hermano mayor.
-Hay por favor — Isabel rueda los ojos y me entrega mi bolso pequeño — como demonios no va a caer si mírate, estas hecha un manjar.
-Es solo una cena de amigo y ya — salgo de mi habitación encaminándome a la salida.
-Llevas condones — me dice y me detengo de golpe volteándome para encararla.
-¿Qué? — Le pregunto — ¡¿por qué demonios tendría que llevar condones yo?! — me altero.
-Porque la mayoría de citas terminan en una buena follada de media noche — se ríe y yo solo quiero darle con la silla.
"No puedo creer que esté pensando que yo lleve condones" ¿en serio?
-¿Sabes qué? — Le digo — ya no te quiero escuchar, me largo — me volteo lista para irme, pongo la mano en la perilla, abro la puerta y...
-Espero que te dé una buena cogida — se ríe y se va corriendo a la habitación encerrándose en ella.
Muy sabio lo que hizo, un poco más y la mando a Japón. Respiro hondo y niego con la cabeza lidiando con mi paciencia para no devolverme y asesinarla, salgo y tomo el ascensor que no tarda más de un minuto en bajar, saludo a Elmer el guardia y abordo el primer taxi que pasa por la avenida.
La suave melodía de la radio me relaja lo suficiente que me olvido de lo nerviosa que estaba. "Solo es un cena" me repito. Puede ser solo eso, pero la verdad creo que para él no lo es, he visto como Nicolás me mira y me dedica sonrisas con aire coqueto, ha insinuado el querer algo más conmigo y al ver el comportamiento salgo corriendo porque de verdad que solo lo veo como un hermano, amigo y compañero de trabajo. Sinceramente es lindo y se me hizo inevitable decirle que no, pero el que aceptara no quiere decir que le voy a dar pie para que crea que yo también quiero algo con él.
El taxista se para frente al lugar acordado, le pago y salgo del auto quedándome quieta en el asfalto observando el letrero grande frente a mí con letras doradas que resalta el nombre del lugar "Alcyone", uno de los restaurantes más lujosos y elegantes de París.
Camino a la entrada con el mentón en alto admirando el lugar tan lujoso y pulcro, observo a las personas que yacen dentro compitiendo por quien lleva el atuendo más caro.
-Buenas noches señora, bienvenida al restaurante Alcyone — me habla el recepcionista en la entrada.
-Buenas noches — saludo — El señor Nicolás Dumont me espera — le sonrió.
-Permítame un momento — me dice y busca en la lista el número de mesa.
-Es la mesa 14 ubicada en la terraza — me sonríe — Si gusta sígame yo la guio.
Asiento y el sale de su puesto.
-Por favor — me hace una seña para que lo siga.
Camino entre todas las mesas y subo las escaleras que me llevan a la terraza donde esta Nicolás esperándome. Si quedé maravillada con la planta baja, con la terraza me quedo sin palabras, tiene una vista increíble donde se aprecia la iluminación de los edificios y casas de la ciudad, la luna está en su máximo esplendor dando un espectáculo maravilloso y un toque de romanticismo a la ocasión “que cursilería”.
-Por aquí — me guía el recepcionista a una mesa alejada de las demás y veo al hombre que está de pie esperándome con una rosa en la mano.
Trae un traje negro a su medida que resalta las facciones de su cara, la camisa blanca deja ver el tatuaje del cuello y el que no traiga una m*****a corbata me hace babear por un minuto.
Es mi debilidad ver a los hombres así, no sé porque pero se ven tan calientes, guapos y follables, “No está mal” calla conciencia, no ayudas. Veo una leve sonrisa cargada de ilusión escapándose de sus labios cuando me voy acercando más a él.
-Señor — le habla el chico — su cita llego, en un momento vendrá el mesero que los atenderá esta noche.
-Gracias — le contesta Nicolás.
¿Cita?, El chico se va y vuelve a poner su atención en mí.
-Hola — me dice sin quitarme los ojos de encima — estas bastante hermosa.
-Gracias — le sonrió — tú también te ves bien — me sonríe y se me acerca sin apartar la vista de mi escote y un escalofrío me eriza la piel.
-Es para ti — me entrega la rosa y roza sus labios en mi mejilla — pero creo que es poco para lo que te mereces — susurra y se aparta cuando llega el mesero.
Como todo un caballero me ofrece la silla para que me siente y el rodea la mesa sentándose frente a mí.
-Buenas noches, soy Denis y seré su mesero esta noche — habla el chico.
-Gracias — le digo.
-Les entrego la carta y vendré en cinco minutos para tomar su orden.
Se va y yo clavo la vista en la carta observando el menú y los precios que claramente lo dejan pobre a uno en este lugar, ignoro la mirada llena de deseo que me da Nicolás y me concentro en ver el menú.
-Pide lo que gustes — me dice con un leve tono de diversión en su voz — no te preocupes por el precio yo pago.
-Está bien, Gracias — le digo y observo el menú antes de hacer la elección.
-¿Puedo tomar su orden? — llega el mesero de nuevo.
-Sí, deseo un Filete Wellington en salsa de frutos rojos — le pido al mesero.
-Y yo deseo un Filete de res con salsa cremosa de mostaza — le pide Nicolás.
-¿vino?— pregunta el mesero antes de irse.
-Tinto por favor — le dice Nicolás.
-Muy bien, en seguida le traigo su orden — el mesero se va y respiro hondo.
El silencio no es muy incómodo pero me gustaría que fuera más relajado y no se sintiera tan pesado el ambiente, llevo años ocultando mis sentimientos, años en los que no he tenido citas, solo me he podido refugiar en el trabajo de las ocho horas diarias olvidándome de mi vida personal y de lo que era salir con un hombre.
-¿Qué tal están tus padres? – me pregunta el ser infernal y caliente que tengo enfrente y que me tiene nerviosa.
-Oh, ellos están bien – sonrío un poco más calmada – vendrán en un mes de visitas y ¿los tuyos que tal? – devuelvo la pregunta, la verdad no soy muy buena sacando conversaciones.
-Ellos están bien – me dice – se fueron a Japón hace dos semanas a visitar a mi hermana.
-Eso es bueno – le vuelvo a sonreír y el asiente, no decimos nada más.
Diez minutos después el mesero se acerca con la comida y el vino que ordenamos. Comemos bajo la luz y la imagen de la luna llena sobre parís, esto es algo nuevo para mí, en mi antigua relación no pasaba de estar encerrada en casa pidiendo pizza a domicilio y de vez en cuando mi supuesto “novio” me sacaba a pasear y terminábamos comiendo un helado en una calle poco concurrida y eso era todo. Vuelvo a mi plato ignorando ese triste recuerdo y me fijo en Nicolás, lo noto pensativo y nervioso como si quisiera decirme algo pero no se atreve.
-Escucha – respira hondo y empiezo a ponerme nerviosa otra vez – solo quería hablarte de lo que paso a noche, ya recordé todo y…
-No, no te disculpes si es lo que piensas hacer – me sincero – la verdad es que tomamos mucho y no fue solo tu culpa también fue la mía – rio – no sabíamos lo que hacíamos.
-Sí, pero sin embargo lo correcto era dejarlas en su casa y yo irme a la mía – asiento.
-Cambiemos de tema – pido, él sonríe y me parece bastante lindo pero falta algo.
-Te tendré una pequeña sorpresa mañana – me fijo en él y ladeo la cabeza con una sonrisa en el rostro – si el decirte que tendré una sorpresa para ti hace que sonrías así, ten por seguro que lo are más seguido.
Me rio y siento el calor subir hasta mis mejillas.
Terminamos de cenar y el mesero se acerca a recoger todo mientras Nicolás deja el dinero en la mesa y una propina para el chico.
Salimos del restaurante y abordamos el auto que el valet parking deja frente a la salida. No hablamos mucho durante el camino y dejo que Nicolás conduzca directo a mi casa. Se estaciona frente al edificio donde vivo y se baja rodeando el auto para abrirme la puerta, me ofrece la mano y bajo del auto.
-Muchas Gracias por la cena — le digo — todo estuvo muy bonito y delicioso.
Se me acerca despacio y yo trato de contener la respiración que se me acelera con los nervios que me estremecen todo el cuerpo, nuestros ojos se encuentran durante unos segundos y...
-Alessia — susurra mi nombre y da un paso frente a mi acercándose más — dime, ¿cómo hago para evitar esto? – paso saliva y mi vista baja a sus labios.
-¿Evitar...? — no termino de preguntar, cuando se me viene encima besándome con desespero.
Sus manos se posan en mi cintura estrechándome contra su pecho mientras su lengua se abre paso dentro de mi boca, sube una de sus manos al centro de mi espalda y con la otra me toma del cuello pegándome más a él, alargando el momento haciéndome entender que él tiene el dominio de esto. Su respiración se torna más pesada y yo intento apartarlo pero su fuerza me lo impide y termino dejando mis manos sobre sus hombros, retrocede conmigo y me pega al auto refregando su miembro endurecido sobre mi abdomen.
Se aparta y nuestras respiraciones aceleradas se mezclan en una sola, levanto la vista y encuentro sus ojos observando sus pupilas dilatadas...
-Perdona — susurra — no quise…
-Olvídalo — lo interrumpo para que no siga alargando esto — debo irme, gracias por la cena otra vez.
Asiente sin decir nada y yo empiezo a caminar al interior del edificio, abordo el ascensor que me lleva hasta mi piso dejando la frente pegada a la fría pared de metal con todo el cuerpo acalorado. Entro a mi apartamento encaminándome a mi habitación pero el que Isabel venga a mi encuentro solo me hace pensar una cosa.
-¿Qué mierdas fue eso? — me pregunta — una cena de amigos ¿verdad? — me dice y se me atraviesa para que no entre a mi habitación.
-No empieces — la aparto — déjame sola no estoy de humor, hablamos mañana
-Pero...— la dejo con la palabra en la boca y cierro la puerta con un estrellón.
Recuesto mi espalda en la madera de la puerta y hecho la cabeza hacia atrás cerrando los ojos y negando.
-¿En serio, me beso? — me hago la pregunta en voz alta.
Respiro hondo, paso las manos por mi rostro y me acerco a la mesita de noche donde dejo mi bolso pequeño, me quito el vestido, los tacones y el poco maquillaje que tengo, me suelto el cabello y me pongo un pijama antes de meterme bajo mis sabanas haciéndome un sin fin de preguntas ¿y ahora qué sigue?, ¿me besará otra vez?, ¿por qué lo hizo?, la cabeza me empieza a doler y cierro los ojos dejando de pensar en tonterías, lo cierto es que no quiero pensar en nada que tenga que ver con lo que acaba de pasar entre mi amigo y yo, me obligo a apagar mis pensamientos y el sueño me vence hasta quedarme dormida.
VACACIONES ALESSIALa mañana llega rápido y la luz del sol pega en mi rostro provocando que me mueva bajo las sábanas blancas, golpean la puerta varias veces y en lo único que pienso es en darme la vuelta y seguir durmiendo. No descanse bien ya que me la pase pensando cada cinco minutos en lo sucedido a noche y en cómo me sentí cuando me acorralo frente a su auto y en plena calle, vuelven a golpear y me apresuro a levantarme cuando hago uso de mi memoria al recordar que no tengo una empleada que haga estas cosas por mi "necesito una", salgo de mi habitación con los ojos cerrados todavía, sintiendo como me voy al suelo por no despertarme bien, me levanto y vuelvo a caminar hacia la puerta, tomo la perilla, abro la puerta y...-Buenos días – entra Isabel alzando las bolsas que trae en sus manos – traje cosas para hacer el desayuno.-Hola – respondo cerrando la puerta para luego encararla – no, aún tengo sueño y no tengo hambre.-Pues me vale – se cruza de brazo – ve, báñate y vienes yo
REENCUENTRO INESPERADOALESSIAEl calor se cala por cada uno de los poros de mi piel, el sol se intensifica con el paso de las horas y deseo con ansias estar desnuda en este lugar. Me arreglo mi larga falda blanca frente al espejo de cuerpo completo, la falda me gusta demasiado hace que me vea muy bien con esa abertura en el muslo derecho, me coloco un top de tirantes del mismo color y unas sandalias a juego. Me vuelvo a reparar de arriba hacia abajo, Isabel aparece en mi campo de visión, trae una falda igual a la mía y un top amarillo. Esta más relajada gracias a las seis horas de descanso que obtuvimos.-¿Iremos al mar o nos quedaremos frente a la piscina? – me pregunta mientras me hago un moño alto.-Iremos al mar – le digo – a eso vine y después vamos a comer algo, no hemos probado nada desde ayer después del postre en el avión – asiente.-Vale – dice y agarramos nuestros bolsos y salimos de la habitación buscando el ascensor.Bajamos a la recepción y salimos del lugar que tiene u
INESPERADO ALESSIA La vista desde el hotel al mar es increíble, el calor disminuyo un poco gracias a que es más de medio día, me siento más relajada, sigo apenada, pase una vergüenza por la forma en la que salí del restaurante, tenía que quedarme y no huir como una cobarde pero simplemente no pude dejar de pensar en lo que sentí cuando tome la mano del hombre que parece un príncipe del inframundo, la sensación de calor que recorrió todo mi cuerpo hizo que mi piel se erizara y su mirada cargada de deseo sobre mi todo el tiempo no ayudaba mucho. Regrese después de media hora en las que me sentí atormentada y confundida, no quiero darle paso a algo que es imposible para mí. Le di gracias al cielo cuando cruce la puerta de la habitación porque Isabel no me siguiera hasta aquí e hiciera preguntas tontas que no quiero responder ahora, por el simple hecho de que no sé qué diablos me paso como para que tomara dicha decisión y... -Aquí estas – dicen desde la puerta, ruedo mis ojos dejando c
LA CENA ERICK Frente al espejo de cuerpo completo me arreglo el nudo de la corbata mientras mi hermano me mira sentado desde la cama con una sonrisa en sus labios y una mirada cargada de ilusión la cual le apareció desde que se dio cuenta que invitaría a Alessia a una cena “como si fuera cosa de otro mundo”, por lo normal yo no invito a nadie a cenar, sí, tengo sumisas por montones pero a ninguna he invitado a una cena y peor aun tratándose de un mafioso como yo que tengo que mantener la apariencia de hombre malo y peligroso, aunque si lo sea.Lo veo de reojo y puedo ver la cara de tonto que tiene al verme como si no fuera normal en mí, bueno, a decir verdad no lo es, no es para nada normal, siempre he sido como un lobo solitario de hecho muchos de los que me conocen así es como me llaman, pero tengo la seguridad de que ni los lobos son tan solitarios como dicen.Su actitud me incomoda hasta cierto punto que me hace fruncir el ceño, volteo a verlo, enarco una ceja y el me dedica la
SEGUNDAS OPORTUNIDADESERICKMe levanto de golpe cuando siento como cae el agua fría en mi cuerpo, me quedo sentado sobre la tumbona pasándome la mano por el rostro y volteo a ver qué diablos pasa, encuentro a mi hermano riendo con un balde en la mano, enarco una ceja en su dirección aguantando las ganas de lanzármele encima y golpearlo por ser un desgraciado, suelta una carcajada y se encoje de hombros con la cara roja de tanto reír.Me levando y veo mi celular, dormí demasiado que no me di cuenta que ya es casi medio día.-¿che diavolo c'è di sbagliato con te? – le digo enojado y suelta otra carcajada.-Mi dispiace fratellino, pensavo avessi avuto un incubo – se me acerca y me da un abrazo – perdonami.“Si no lo quisiera y no fuera mi hermano lo mataría en este instante, me pregunto si aún hay tiempo de abortarlo”Alexander ha sido siempre el más juguetón y menos serio de los dos pese a que yo le llevo solo un año es algo inmaduro, él es mi polo opuesto en la mayoría de cosas, pero
JUEGO EN LA PLAYAALESSIA-Prepara ese cuerpecito rico que tienes – me dice Isabel rondando por toda la habitación – nos vamos a disfrutar de un rico juego de voleibol con nuestros amiguitos y de paso le hago una bromita a Katrina porque todavía me las debe.Si, Katrina, Nelson y Nicolás están aquí en Rio de Janeiro. Llegaron hace dos días y me tomo desprevenida que vinieran sin avisar, de hecho casi me desmayo cuando me lo encontré en el restaurante del hotel y me dijo que los tres estaban aquí para pasar las vacaciones con nosotras para que no nos sintiéramos “solas”, casi me arma una escena de celos cuando me vio del brazo de mi amigo que tuve que mandarlo a la mierda porque no es nada mío y no tiene derecho sobre mí.Me levanto de mala gana ya que tengo un sueño terrible por no dormir bien pensando en lo idiota que soy a veces, aceptando cosas que ni siquiera quiero y solo porque el hombre está hecho un manjar, mi madre ha de estar orgullosa de mi por las decisiones que tomo pens
MALA JUGADAALESSIAHay ocasiones en las que tienes toda tu vida planeada, planeas ejercer una profesión, contar con viajar a otros lugares, hacer esas cosas que tanto te gustan, sola sin nadie a tu alrededor, saber que puedes salir, divertirte, estar con chicos y un sin fin de cosas que tienes en mente por realizar, pero esas ocasiones se ven interrumpidas cuando el destino te hace una mala jugada y terminas haciendo cosas que todos o la mayoría te señalan como malo.Erick llego a mi vida como una bala, impactando de repente en todo mi sistema cambiando todos los planes que tenía hasta ahora en mente, porque si, tenía unas vacaciones bien planeadas con mi amiga, solas las dos en otro país liberando el estrés, disfrutando de un descanso bajo un hermoso sol radiante, sin contar que terminaría metida en un plan con uno de los empresarios más ricos e importantes del mundo, y como negarme, si solo con verlo a los ojos no te puedes negar a ninguna petición por su parte.Acepte su propuesta
SICILIA – ITALIA ALESSIA Hay momentos en la vida en las que solo piensas en morir, deseas paz, deseas desaparecer de la faz de la tierra y no sufrir más, incluso pretendes ir por ahí y quitarte la vida como si eso no fuera un regalo maravilloso, todo cambia cuando personas realmente enfermas de la cabeza llegan a tu vida disfrazados de angelitos, ofreciéndote la mano y en cualquier maldito momento te apuñalan con la otra y te dejan una herida que incluso a veces tarda bastante en cicatrizar. Estoy segura de que existen dos tipos de personas, las buenas y las malas. Las personas buenas son aquellas que están hechas de acero inolvidable y las personas malas son aquellas que están llenas de desechos putrefactos. Los recuerdos están latentes en mi mente, casi fui brutalmente violada, por él, por la escoria que se hizo llamar “amigo”, fui tocada por aquella persona que yo misma consideraba como un hermano. Este tipo de cosas solo te demuestran que a veces confías en las personas equiv