Los días posteriores a esa discusión han sido peor, ahora se la pasan gritando por toda la mansión, incluso en la noche no dejan de discutir, la situación es tan delicada que Henry termino por salirse de la habitación que comparte con mi mamá. Hoy es fin de semana, pero como ninguno de los dos se quiere ver, se han ido a trabajar, dejándome sola en casa.... como siempre.
Miro mi teléfono con aburrimiento, lo tiro a un lado de mi cama al no encontrar nada interesante para hacer con él, pero este rebota y cae al suelo, resoplo con fuerza y decido dejarlo ahí, o al menos esa era la idea principal, pero ha empezado a sonar. Termino por arrastrarme por mi cama hasta llegar a la orilla y tomarlo del suelo, es un mensaje de mi mejor amiga, Renata, diciéndome que irán a la playa a pasar el rato y me ha preguntado si quiero ir, me dijo que irá Preston, el chico popular y sexy del instituto. Sin dudarlo, le dije que iría.
De un salto bastante animado me he levantado de mi cama, busqué una mochila y empecé a guardar mis cosas, cuando voy a buscar mi traje de baño, no me decido por cual usar, el de dos piezas que el calzón es casi hilo dental o el entero que es más discreto; en realidad me gustaría usar el de dos piezas porque es nuevo, perooo. Decido usar el de una pieza, no quiero ni necesito que él me vea.
Una vez que tengo todo listo, me cuelgo la mochila en la espalda y bajo corriendo las escaleras, detrás de mi viene pastelito, pensando que voy a jugar con él, tomo las llaves de mi auto y abro la puerta principal de un tirón, pero para mí mala suerte, me encuentro con Henry, que estaba a punto de abrir la puerta.
—Wow— Reacciona con sorpresa mientras da un paso atrás. —¿A dónde crees que vas, jovencita?
Al verlo en la entrada, no pude evitar sisear un “Shit” en voz baja mientras sonreía enseñándole mis dientes, esperando a que mi falsa sonrisa lo haga olvidarse de que estoy aquí en la entrada como normalmente lo hace, ya que cuando regresa del trabajo esta tan cansado, que le importa una m****a lo que haga, ahí es cuando aprovecho para escaparme e irme a pasear con mis amigas.
—A la playa— Respondo con obviedad. —Me acaban de invitar mis amigos y pienso ir ¿Por qué?
—¿A quién le pediste permiso? ¿Le avisaste a tu madre?
—¿De verdad tengo que pedir permiso? Por todos los cielos, tengo quince años.
—Aja ¿Y? — Arquea una ceja y camina hacia el interior de la casa, empujándome con su cuerpo para que regrese adentro. —Eres menor de edad y no te mandas sola, vives bajo nuestro techo y debes decirnos a dónde vas, con quien vas y a qué hora regresas.
—Voy con mis amigas a la playa, debo volver como a las tres de la tarde ¿Ya puedo ir?
Él suelta una leve risa y niega con la cabeza, luego extiende su mano en mi dirección, pidiéndome las llaves de mi auto, enojada, se las entrego y suelto un gruñido de enojo al tiempo que golpeo el suelo con el pie. Henry me dice que, si le hubiera pedido permiso, me dejaba ir, pero como quería salir de casa a espaldas de los dos, me ha castigado. Molesta y frustrada, regreso a mi cuarto, en donde tiro mi mochila contra la pared, ahora mismo me encuentro haciendo una rabieta.
Tomo una gran bocanada de aire y la dejo salir con suavidad, tranquilizándome lo mejor que puedo. Saco las cosas de mi mochila y decido estrenar mi bikini. Una vez que estoy cambiada, enrollo mi toalla alrededor de mi cintura y me dirijo a la piscina, en el camino no he visto a Henry, debe estar en su cuarto lamentándose de que su mujer no quiere coger.
Estando en la orilla de la piscina, dejo caer la toalla al suelo y me siento, pongo mi teléfono enfrente de mí y le marco a mi amiga, avisándole que no voy a poder ir porque mi maldito padrastro amargado no me ha dejado ir, ella refunfuña entre dientes y escucho que les avisa a los otros que no voy a poder ir, a lo lejos escucho la voz de Preston diciendo que es una lástima que no vaya, mi corazón da un vuelvo al escucharlo y una pequeña sonrisa se dibuja en mis labios.
—En fin.... quizás me den permiso de salir, solo avisame con algo más de tiempo ¿ok?
Cuelgo la llamada y me meto a la piscina, un gemido de placer se me escapa, está fresca y con el calor que hace, viene de maravilla. Me quedo nadando un rato hasta que mi teléfono vuelve a sonar, me seco las manos y contesto la llamada.
Es mi amiga, que me pregunta si pueden venir a mi casa a pasar el rato, le he dicho que tengo que preguntarle a mi padrastro, le dije que en un rato le llamaba, antes de colgar dijo que me apure. Le contesté que no me apresure y que no me hable de forma altanera, se ha disculpado y me dijo que tiene algo importante que decirme, emocionada, me levanté rápido de mi lugar y me apresuré al cuarto de Henry.
Estando en la entrada, toco a la puerta y escucho que me da permiso de entrar, asomo un poco la cabeza y veo a mi padrastro acostado en su cama, está viendo la tele. Le dedico una enorme sonrisa, tomando una actitud ligeramente infantil y tierna, él arquea una ceja y me pide acercarme.
Camino hacia él como si fuera la niña de sus ojos, al ver que estoy en traje de baño, se soba la frente, pero no me regaña, me siento a su lado y le pido permiso para que mis amigos puedan venir a casa, observa su reloj de pulsera y me dice que tienen hasta las cinco de la tarde para irse. Entusiasmada y feliz, lo abrazo con fuerza y le doy varios besos en la mejilla, él se ríe un poco, dándome suaves palmaditas en el brazo.
Sin decirle nada más, me doy media vuelta y salgo corriendo de su cuarto, cerrando la puerta de un fuerte portazo, de regreso en la piscina, le llamo a mi amiga y le aviso que me dieron permiso, ella les avisa a los otros y me dice que en un rato están aquí. Emocionada, entro a la cocina y le aviso a la criada que me ayude a preparar botanas para mis amigos. Hacía mucho que no recibía visita, más que nada por las discusiones de Henry y mi mamá.
Cuando mis amigos llegan, pasamos a la piscina y he traído mi parlante para poner música, el momento es bastante agradable y ameno, nos la estamos pasando de maravilla, al menos hasta que Henry ha bajado a la cocina, nos vigila desde su posición, es una pena que queden tan cerca una de la otra. Mi amiga me ha dicho que mi padrastro es bastante atractivo y no se lo he negado, le dije que, en efecto, Henry es muy atractivo para la edad que tiene. Ella se ha reído de mi comentario y me dijo que estaba loca, pero me susurro de forma muy disimulada que tenía suerte de que fuera mi padrastro.Preston se acerca a la orilla donde estoy sentada y recarga sus brazos sobre el borde, me dedica una sonrisa coqueta y yo se la regreso, miro de reojo a mi amiga y ella dice que se irá con las otras chicas a ver que tanto chismean. Él me dice que se la está pasando de maravilla, una de sus manos acaricia con delicadeza mi pierna izquierda, teniendo cuidado de que mi padrastro no nos vea. Preston y yo n
Toco a la puerta y me invita a pasar, entro con mucha dificultad y veo que él sigue tumbado en su cama... mirando tele; nunca le ha gustado estar tanto tiempo viendo la televisión y me sorprende bastante que siga viéndola. Me acerco a él y pongo sobre su mesita de noche lo que le traje, él me agradece el gesto y regresa la vista a la pantalla.—¿Qué ocurre? Tu odias ver ese aparato por varias horas.—Tu madre no contesta ¿Podrías marcarle? Por favor.Me giro sobre mis talones y bajo las escaleras, camino hacia la sala y tomo mi teléfono para después marcarle a mi madre. La llamada entra, pero nadie contesta, así que opto por colgar y volver a marcar, repito esto varias veces hasta que por fin me contesta.Le he preguntado a mi mamá donde está, que Henry está preocupado por ella ya que su hora de salida fue hace mucho, ella suelta pequeñas risitas y me dice que en un momento llega a la casa, de fondo escucho la voz de un hombre. Trago saliva con dificultad, mi piel se eriza y un sudor
—¿Cómo no iba a ser mi responsabilidad? Es la hija de mi esposa, no iba a desahuciarla ni a separarla de su madre, además... cuando la vi por primera vez, me enamoré de ella, su mirada tan tierna e inocente, era una niña muy encantadora y cuando supe que Isabella tenía problemas con su marido, quería que Hannah fuera mi hija.Aprieto con fuerza mi tabique y cierro los ojos, por mi mente pasan todos los hermosos momentos que pasamos como familia, de cuando Hannah era una niña y le gustaba salir a pasear con su perro, de cuando íbamos al parque y pedía miles de dulces, pero su madre decía que no, yo me moría por consentirla, la pobrecita había tenido una infancia bastante difícil, pero no me gustaba llevarle la contraria a mi esposa en cuanto a la educación de la niña, pero eso no me impedía consentirla a sus espaldas, más aun cuando Isabella me dijo que no quería tener más hijos... deposité todos mis sueños y esperanzas en Hannah... ella es mi mundo.Bloqueo mi teléfono y lo dejo sobr
Me termino de tomar mi té y regreso a mi habitación, paso a lado del cuarto de Hannah y escucho unos pequeños ruiditos, bastante bajos, incluso se podría decir que son producto de mi imaginación, pero para estar seguro, he tocado a la puerta, recibiendo una respuesta de Hannah, que ha abierto un poco su puerta, dejándome ver solo su rostro.—¿Qué escondes? — Arqueo una ceja y me cruzo de brazos, esperando a que no esté haciendo nada malo.—Nada, papi.Abre la puerta de par en par, dejándome ver su habitación, incluso ha encendido la luz para que pueda ver mejor, un suspiro de alivio se me escapa al darme cuenta de que solo era mi imaginación, menos mal. Le he dado un beso en la frente para después irme a mi cuarto a descansar.Los próximos días las cosas con mi esposa han empeorado y para aliviar la tensión, le dije a Isabella que se vaya de viaje, que se tome unas vacaciones. Al inicio me empezó a insultar y a decirme que solo quería sacarla de la casa para verme con mi amante, pero
Estando más tranquila, me levanto con mucha dificultad del suelo y me empiezo a bañar, dejando caer el agua por todo mi cuerpo, estoy bastante relajada y con muchas ganas de pasar tiempo con Henry. Una vez que he terminado de lavar mi cuerpo, cierro la llave y me encamino a mi cuarto con mi toalla enrollada sobre mi cuerpo.Estando lista, me voy escaleras abajo, en el camino me encuentro con pastelito, que da un salto bastante alto y lo tomo entre mis brazos, hundo mi nariz en su cabeza y empiezo a llenarlo de besos y caricias, él no para de mover la colita con entusiasmo; como adoro a mi perrito, me ha traído mucha alegría y compañía, en especial después de escuchar las constantes peleas y discusiones de Henry y mi mamá. Dejo a mi perrito en el suelo y él sigue moviendo la colita, soltando chillidos sordos para que le siga haciendo caso.Con todo el alboroto creado por pastelito, Henry sabe que ya he bajado, puedo escuchar sus pasos provenientes de la sala para después aparecer en la
Antes de que termine la hora del almuerzo, nos vamos al teatro de la escuela, mi amiga no para de decirme lo emocionada que está de pertenecer al grupo de teatro, que está muy feliz que la dejará escoger lo que ella quisiera. No pude evitar reírme de su comentario, la tomé del brazo con fuerza y apoyé mi cabeza sobre su hombro.—Eres mi mejor amiga y como te dije antes, no siempre vamos a hacer lo que yo quiero.Atravesamos la enorme puerta que da al teatro y veos a varias personas en el escenario que caminan de un lugar a otro, entre las butacas se encuentra el profesor, que observa con atención a los actores. Renata me toma con fuerza del brazo, diciéndome que hemos llegado en un mal momento, le dije que no nos va a matar solo por acercarnos.Nos sentamos a su lado y esperamos en silencio a que terminé la horrible y espantosa obra de teatro, espero que el profesor no planee en presentar ese desastre en la siguiente feria, que sería una burla y el hazme reír de todos. Una vez que han
Cuando la maldita me voltea a ver, me dedica una sonrisa tan falsa como sus tetas de plástico, yo me limito a mantenerme seria, Henry me ha regañado por ser grosera y no contestar los saludos o las preguntas que me hace, le dije que no tenía ganas de hablar con ella y que, si me sigue molestando, le voy a decir hasta de lo que se va a morir. Como era de esperar, papi me ha vuelto a regañar, diciendo que no crio a una grosera... me limite a bufar, muy molesta por esa maldita vieja y que Henry no paraba de corregirme.Al final, he optado por acostarme en el sillón que tiene en su oficina y me he dormitado, estoy cansada y fastidiada, le dije si podía irme a casa, pero respondió con un rotundo “No”. Mientras trato de dormir un poco, escucho las horribles y molestas risitas de esa mujer, así que me girado un poco la cabeza en su dirección sin levantarme del sillón. Veo como esa zorra se acerca a papi con las claras intenciones de tener sexo con él y Henry se ve tan inmerso en la “interesa
Escuchar las preguntas de mi papá hace que pierda la paciencia, pero trato, TRATO con todas mis fuerzas no ser grosera, al final es mi padre y no es su culpa que apenas nos tratemos, ya que mi madre tampoco le deja las cosas fáciles. No tengo pruebas, pero tampoco dudas, porque en más de una ocasión me ha dicho que, no va a dejar que mi papá me quiera presentar a su ridícula familia y que no va a permitir que los hijos de su nueva esposa me quieran desplazar.... aunque... ¿desplazar de qué? poco me importa si me quiere o no, con Henry soy más que feliz.—Me alegra saber que estas bien, cariño.—Gracias por tu genuina y cariñosa preocupación, papá.—Cielo, entiendo que estés enojada, pero entiéndeme, no es fácil para mí dividirme en tres.—Aja— Contesto con mucho desinterés, mi vista se pasea por el comedor hasta que veo la cara de Henry, que tiene el ceño levemente fruncido. —No te digo que me vengas a ver o que me saques a pasear como un perro, pero creo que mínimo un mensaje de vez