—¿Cómo no iba a ser mi responsabilidad? Es la hija de mi esposa, no iba a desahuciarla ni a separarla de su madre, además... cuando la vi por primera vez, me enamoré de ella, su mirada tan tierna e inocente, era una niña muy encantadora y cuando supe que Isabella tenía problemas con su marido, quería que Hannah fuera mi hija.
Aprieto con fuerza mi tabique y cierro los ojos, por mi mente pasan todos los hermosos momentos que pasamos como familia, de cuando Hannah era una niña y le gustaba salir a pasear con su perro, de cuando íbamos al parque y pedía miles de dulces, pero su madre decía que no, yo me moría por consentirla, la pobrecita había tenido una infancia bastante difícil, pero no me gustaba llevarle la contraria a mi esposa en cuanto a la educación de la niña, pero eso no me impedía consentirla a sus espaldas, más aun cuando Isabella me dijo que no quería tener más hijos... deposité todos mis sueños y esperanzas en Hannah... ella es mi mundo.
Bloqueo mi teléfono y lo dejo sobre mi cama, luego me levanto y tomo el plato junto con el vaso que me ha traído Hannah. Camino hacia las escaleras y desde arriba puedo ver que sus amigos se están retirando, ella cierra la puerta y resopla con fuerza, se le nota bastante agobiada. Me acerqué a ella y le dije que sus amigos tenían una hora más para quedarse, pero me dijo que le daría mucha vergüenza que nos escuchen pelear, en especial porque ninguno de ellos sabe que es mi hijastra. ¿A caso le da vergüenza que sepan esto? espero que no, a mí no me da pena ni vergüenza que las personas conozcan la verdad, ya que estoy muy orgulloso de Hannah.
Muy entrada la noche, escucho como la puerta principal se cierra, enseguida apago la televisión y salgo de mi habitación, desde arriba veo a mi esposa dejar sus cosas en su lugar, colgando su bolsa sobre el perchero que estaba por ahí cerca; debo mantener la calma, Hannah debe estar durmiendo y no quiero que siga escuchando nuestras peleas.
Veo que camina hacia la cocina con mucho cuidado, como si fuera una ladrona. Suspiro con suavidad y me voy al cuarto que compartíamos antes; es ridículo que haya llegado a esta situación, es mi esposa y se supone que deberíamos compartir lecho, llevar una vida tranquila, no digo que perfecta, pero si como la de antes, tranquila, serena, con nuestras peleas ocasionales, pero no estar peleando todo el tiempo, la casa parece un campo de guerra.
Me siento en la orilla de la cama, me froto la cara con fuerza y dejo escapar un resoplo de irritación. Sé que, si me separo de Isabella, se llevará a Hannah y no estoy dispuesto a perder a mi hija, debo encontrar la manera de solucionar las cosas con ella antes de que sea demasiado tarde.
La puerta de la habitación se abre, la luz se enciende y mi esposa suelta un jadeo de sorpresa al verme sentado en la cama, volteo a verla y noto como pone los ojos en blanco ¿Qué fue lo que ocurrió entre nosotros? Me levanto de la cama y camino hacia ella, preguntándole donde estuvo y porque no contestaba mis preguntas, ella me dijo que estaba pasando un rato con sus amigos y que no quería que la molestara, que quería estar libre de mí y de la niña por un rato, nada más.
—No te estoy pidiendo que me des una cronología de lo que haces, solo pido que me avises a dónde vas a salir, es todo.
—¿Vas a empezar a joderme, Henry?
—Isabella, son las tres de la mañana, la niña y yo estábamos preocupados por ti, no contestabas las llamadas ni mensajes, si algo te ocurre ¿Cómo voy a poder auxiliarte si no sé dónde estás?
—Estas exagerando las cosas, solo quieres tenerme controlada, como todo en tu vida— Me empuja con brusquedad mientras se acerca a su tocador y se sienta en la banquita, quitándose los pendientes y el collar. —No soy una de tus putas a las que puedas manipular ni controlar, ya lo sabes.
—No quiero tenerte controlada, me preocupas, te amo y no quiero que nada malo te pase ¿Tan difícil es entender eso? Bastaba con que me enviaras un mensaje diciéndome que irías al bar a tomar con tus amigos y listo, es todo lo que pido.
Isabella a aporreado las manos contra la mesita y ha empezado a gritar, le dije que baje la voz porque Hannah estaba durmiendo, pero grito que le valía un coño y que iba a gritar si ella quería porque estaba en su casa. Las cosas empiezan a calentarse demasiado rápido, al final he terminado por irme de la habitación, azotando la puerta. Enseguida me arrepiento de haberlo hecho, le prometí a Hannah que evitaría gritar.
Frustrado y cansado, decido ir a la cocina, necesito tomar un poco de té para relajarme, mañana voy a compensar a Hannah por lo ocurrido. Mientras bajo las escaleras, me encuentro con el perro de mi hija brincando y moviendo la cola, este se me tira encima y me pide caricias, pero me limito a decirle que se haga a un lado mientras sigo caminando hasta llegar a mi destino.
Para mi enorme sorpresa, me encuentro con Hannah, que trae un pijama algo... reveladora ¿¡Quién le compra su ropa a esta niña?! Yo no recuerdo haberle comprado eso ni el bikini de hoy en la tarde. Su camisón es de color negro con encajes en el abdomen y se ajusta a su cuerpo.
—Hannah— Chillo con sorpresa al verla. —Lamento que hayas tenido que escuchar nuestra discusión.
—Descuida, papi— Musita alegremente mientras me entrega una taza, de ella emana un vapor bastante reconfortante. —De igual forma no podía dormir, estoy algo estresada por los próximos exámenes.
Acerco la taza a mi nariz y dejo que el aroma a hierva buena inunde mis sentidos, también puedo sentir un ligero aroma a miel y naranja, escucho como algo se desliza en mi dirección haciendo que abra los ojos y baje la mirada hacia la meseta. Es una pequeña jarrita de porcelana, dentro tiene leche.
—Gracias, cariño— Pongo la taza sobre el portavaso y le sirvo la leche. —Eres muy amable.
—No tienes nada que agradecer papi— Se acerca a mí y deposita un beso en mi mejilla, una de sus manos se desliza por mi pierna derecha, apretándola suavemente. —Trata de descansar, que mañana tienes mucho trabajo.
Teniéndola cerca, puedo sentir un ligero aroma a chocolate, como si se hubiera puesto perfume, incluso me atrevería a decir que ahora mismo trae puesto su perfume favorito, pero eso sería absurdo ¿Por qué se lo pondría a estas horas? ¿A caso... se habrá colado alguien a su cuarto? No, no creo, mi Hannah no haría eso.
Se aleja de mí y veo como empieza a irse de la cocina, viéndola de espaldas, puedo notar que trae puesto un hilo dental, enseguida desvío la mirada y carraspeo la garganta, haciendo que ella se detenga y gire levemente su cuerpo en mi dirección.
—¿Sucede algo, papi?
—No cariño, descansa.
Me dedica una amplia sonrisa y se va escaleras arriba, cuando escucho que la puerta de su habitación se cierra, recargo mis codos sobre la meseta, preguntándome a donde ha ido esa nenita pequeña y tranquila, llena de curiosidad por el mundo. levanto la mirada, contemplando el techo por varios minutos.
—Es verdad, Hannah ya no es una niña, se está convirtiendo en una mujer.... — Resoplo varias veces, recuerdo con claridad las veces que ella me pedía que la llevara sobre mi espalda. —El tiempo pasa volando.
Me termino de tomar mi té y regreso a mi habitación, paso a lado del cuarto de Hannah y escucho unos pequeños ruiditos, bastante bajos, incluso se podría decir que son producto de mi imaginación, pero para estar seguro, he tocado a la puerta, recibiendo una respuesta de Hannah, que ha abierto un poco su puerta, dejándome ver solo su rostro.—¿Qué escondes? — Arqueo una ceja y me cruzo de brazos, esperando a que no esté haciendo nada malo.—Nada, papi.Abre la puerta de par en par, dejándome ver su habitación, incluso ha encendido la luz para que pueda ver mejor, un suspiro de alivio se me escapa al darme cuenta de que solo era mi imaginación, menos mal. Le he dado un beso en la frente para después irme a mi cuarto a descansar.Los próximos días las cosas con mi esposa han empeorado y para aliviar la tensión, le dije a Isabella que se vaya de viaje, que se tome unas vacaciones. Al inicio me empezó a insultar y a decirme que solo quería sacarla de la casa para verme con mi amante, pero
Estando más tranquila, me levanto con mucha dificultad del suelo y me empiezo a bañar, dejando caer el agua por todo mi cuerpo, estoy bastante relajada y con muchas ganas de pasar tiempo con Henry. Una vez que he terminado de lavar mi cuerpo, cierro la llave y me encamino a mi cuarto con mi toalla enrollada sobre mi cuerpo.Estando lista, me voy escaleras abajo, en el camino me encuentro con pastelito, que da un salto bastante alto y lo tomo entre mis brazos, hundo mi nariz en su cabeza y empiezo a llenarlo de besos y caricias, él no para de mover la colita con entusiasmo; como adoro a mi perrito, me ha traído mucha alegría y compañía, en especial después de escuchar las constantes peleas y discusiones de Henry y mi mamá. Dejo a mi perrito en el suelo y él sigue moviendo la colita, soltando chillidos sordos para que le siga haciendo caso.Con todo el alboroto creado por pastelito, Henry sabe que ya he bajado, puedo escuchar sus pasos provenientes de la sala para después aparecer en la
Antes de que termine la hora del almuerzo, nos vamos al teatro de la escuela, mi amiga no para de decirme lo emocionada que está de pertenecer al grupo de teatro, que está muy feliz que la dejará escoger lo que ella quisiera. No pude evitar reírme de su comentario, la tomé del brazo con fuerza y apoyé mi cabeza sobre su hombro.—Eres mi mejor amiga y como te dije antes, no siempre vamos a hacer lo que yo quiero.Atravesamos la enorme puerta que da al teatro y veos a varias personas en el escenario que caminan de un lugar a otro, entre las butacas se encuentra el profesor, que observa con atención a los actores. Renata me toma con fuerza del brazo, diciéndome que hemos llegado en un mal momento, le dije que no nos va a matar solo por acercarnos.Nos sentamos a su lado y esperamos en silencio a que terminé la horrible y espantosa obra de teatro, espero que el profesor no planee en presentar ese desastre en la siguiente feria, que sería una burla y el hazme reír de todos. Una vez que han
Cuando la maldita me voltea a ver, me dedica una sonrisa tan falsa como sus tetas de plástico, yo me limito a mantenerme seria, Henry me ha regañado por ser grosera y no contestar los saludos o las preguntas que me hace, le dije que no tenía ganas de hablar con ella y que, si me sigue molestando, le voy a decir hasta de lo que se va a morir. Como era de esperar, papi me ha vuelto a regañar, diciendo que no crio a una grosera... me limite a bufar, muy molesta por esa maldita vieja y que Henry no paraba de corregirme.Al final, he optado por acostarme en el sillón que tiene en su oficina y me he dormitado, estoy cansada y fastidiada, le dije si podía irme a casa, pero respondió con un rotundo “No”. Mientras trato de dormir un poco, escucho las horribles y molestas risitas de esa mujer, así que me girado un poco la cabeza en su dirección sin levantarme del sillón. Veo como esa zorra se acerca a papi con las claras intenciones de tener sexo con él y Henry se ve tan inmerso en la “interesa
Escuchar las preguntas de mi papá hace que pierda la paciencia, pero trato, TRATO con todas mis fuerzas no ser grosera, al final es mi padre y no es su culpa que apenas nos tratemos, ya que mi madre tampoco le deja las cosas fáciles. No tengo pruebas, pero tampoco dudas, porque en más de una ocasión me ha dicho que, no va a dejar que mi papá me quiera presentar a su ridícula familia y que no va a permitir que los hijos de su nueva esposa me quieran desplazar.... aunque... ¿desplazar de qué? poco me importa si me quiere o no, con Henry soy más que feliz.—Me alegra saber que estas bien, cariño.—Gracias por tu genuina y cariñosa preocupación, papá.—Cielo, entiendo que estés enojada, pero entiéndeme, no es fácil para mí dividirme en tres.—Aja— Contesto con mucho desinterés, mi vista se pasea por el comedor hasta que veo la cara de Henry, que tiene el ceño levemente fruncido. —No te digo que me vengas a ver o que me saques a pasear como un perro, pero creo que mínimo un mensaje de vez
Para no darle más vueltas al asunto, me levanté de mi cama y me fui a arreglar, ya que antes de acostarme a dormir, mi papá me mandó un mensaje diciéndome que quería pasar el día conmigo... bueno, mejor dicho, con nosotros. Sé que este es un estúpido intento por querer que todos nos llevemos bien, sé que forzar las cosas no es lo mejor, pero ¿Qué otra cosa puede hacer? No tengo nada en común con ellos ni ellos conmigo y en navidad, ellos se van a la casa de la madre de su esposa y se quedan ahí hasta año nuevo.Estando arreglada, bajé rápido las escaleras, tomé mis llaves que estaban colgadas en su lugar y cuando estoy por dirigirme al garaje para sacar mi auto, chocó de frente con Henry, dándome un susto de muerte. Observo con detenimiento su rostro y veo que está muy cansado, parece ser que estuvo discutiendo con mi mamá por un rato más, pero en un tono un poco más bajo ya que no escuché nada después de irme a quejar.—Hola cariño— Murmura con suavidad después de soltar un fuerte bo
—No me mal interpretes— Trato de sonar lo más tranquila posible. —No me molesta pasar tiempo contigo, al final eres mi papá, me guste o no— Miro por encima de su hombro y veo a sus hijos caminar en nuestra dirección. —Pero dime tu ¿Te gustaría que te esté viendo todo el tiempo así? — Pongo la expresión que tenía Brandon mientras comíamos.Él dice que no, que es bastante incómodo y molesto, puse los ojos en blanco, obviando sus palabras y le dije que, si a él le parecía incómodo, que se imagine como me siento yo, que no estoy acostumbrada a que me miren así por tiempo prolongado. Padre se giró hacia sus muchachos y les pidió de la forma más.... ¿amable? Que dejen de hacer pendejadas y que traten de llevar la fiesta en paz, que yo no he hecho nada, que simplemente me estoy defendiendo.—Bien, lo haremos por ti, viejo.Que ganas tengo de contestarle, pero no me conviene involucrarme en esta estúpida guerra de tres, es mejor que quede bien ante mi papá y que vea que me “esfuerzo” por llev
Me aburre ver a varios tipos golpeando una pelota con un bate, pero mi papá se emociona cada vez que su hijo asesta un golpe, esto me hace reflexionar sobre mi decisión de unirme al club de teatro y decirle a mi amiga que nos unamos al elenco como actrices, me encantaría ver a mi papá sentado en una butaca felicitándome por mi trabajo. Me giro un poco hacia él, es la primera vez en mi vida que busco de esta forma su atención, así que estoy bastante nerviosa, tomo un poco de aire y justo cuando reúno el valor mi teléfono suena, interrumpiendo mi momento.Reviso la notificación y veo que es un mensaje de papi, preguntándome como me está yendo, enseguida le contesto que me la paso.... bien, sin nada fuera de lo normal, me dice que, si me aburro y ya me quiero ir, puedo ir a su oficina y nos vamos a pasar un rato juntos, mi sonrisa no hace más que crecer, me muero por ganas de pasar tiempo con él y estar a su lado, pero como dijo mi papá que quiere reconectar conmigo, no quiero tirar a la