Después de tanto revisar el refrigerador, termino por sacar un refresco en lata y me giro hacia Henry, que me observa con los ojos abiertos de par en par, sorprendido por mi respuesta. La forma en cómo me mira me da bastante risa, pero decido no reírme, al menos no por fuera.
—Mira Henry— Pronuncio con total serenidad.
Tomo asiento sobre uno de los bancos que están ahí, quedando de frente a él, le miro con seriedad, ahora mismo vamos a tener una conversación seria e importante y como tal, debo comportarme a la altura, no quiero que papi piense que no soy capaz de pensar como una persona madura cuando me lo propongo.
—Has sacrificado mucho por mi mamá, te has adaptado a todo lo que ella quiere, sé que tu querías tener hijos propios, pero mi mamá dijo que no, que conmigo debería bastarte y lo aceptaste, mi madre dijo que no quería quedarse en la casa todo el día y que contrataras una mujer de servicio ya que ella estaría trabajando, pese a que no lo necesita y nunca lo hizo, lo aceptaste— He dejado de lado el sarcasmo.
—No quiero forzarla a nada, quiero que sea feliz porque la amo— Responde con cierta tristeza y melancolía.
—Tu siempre das tu brazo a torcer y ella nunca lo hace, sé que la amas, pero eres un ser humano con necesidades, sé que el sexo es importante en una relación y obviamente te vas a frustrar si mi mamá no abre las piernas y la verdad no me impresionaría que tengas una amante que te satisfaga en ese aspecto y no te juzgo, mi madre está tan acostumbrada a que siempre cedas a sus exigencias, que no quiere hacer el mínimo esfuerzo por la relación.
Tomo un sorbo de mi bebida, Henry no deja de contemplarme con asombro, nos miramos directo a los ojos, su mirada es tan intensa y severa, pero también es comprensible.... a veces creo que Henry es extraño, es el dueño de una gran empresa, pero se doblega a las exigencias de mi madre con mucha facilidad.
—No voy a hacerme la idiota ni a decirte nada políticamente correcto, las cosas como son— Curvo los labios con desagrado, odio que la gente tenga miedo de decir las cosas. —Quieres follar, mi mamá se inventa miles de pretextos pendejos para no hacerlo, entonces busca una prostituta y listo, si ella lo descubre, pues también es parte de su culpa, porque si las cosas fueran al revés, entonces la gente te diría que ERES TU quien no atiende a tu mujer como se debe en la cama, pero si tú la engañas, eres un mal hombre, desgraciado de lo peor.
—Hannah ¿Quién te enseñó a ser así? — Su voz es ligeramente titubeante, parece ser que nunca pensó que fuera a decirle algo como esto.
—Nadie, así es como veo las cosas—
Me levanto de mi asiento y camino hacia él, con mi lata de refresco en mano.
—Si mi madre no quiere sentarse a hablar o ir a terapia de pareja, te recomiendo que te divorcies de ella y no te pido que te hagas cargo de mí, ya que no tienes ningún deber conmigo una vez que te separes de ella, pero debo decir que sería una lástima que nos distanciemos por esto, te he agarrado mucho cariño... papi.
Empiezo a encaminarme hacia mi cuarto, pero Henry me toma del brazo, haciendo que detenga mi paso, volteo a verlo y lentamente va tirando de mí hasta que vuelve a sentarse sobre el banco, ninguno de los dos ha roto el contacto visual. No puedo evitar sentirme mareada y en cierta forma, excitada... desde los catorce años siento una atracción sexual hacia él y es algo que no puedo evitar.
—Hannah... eres demasiado joven como para pensar de esa forma y me sorprende que seas madura en ese aspecto.
—Solo digo la verdad, la verdad que nadie quiere escuchar ni decir.
Al ver que se niega a dejarme ir, me giro por completo hacia él sin romper el contacto visual; pese a que papi está sentado, él todavía se ve mucho más alto que yo ¿Cuánto medirá Henry? ¿Un metro noventa? Es bastante alto, pero es parte de su encanto de hombre empresario, de eso no hay duda alguna.
—Desconozco las razones por las cuales mi mamá se comporta de esa forma, pero de lo que, si estoy consciente, es que es suficiente Henry, has sacrificado mucho por la felicidad y el bienestar de mi mamá, ya estoy harta de que siempre seas tú quien tenga que ceder ante todas las situaciones e incluso te ha encargado por completo mi educación, apenas habla conmigo ya que se la pasa metida en un trabajo pendejo que no le da nada, solo estrés y problemas, además de que sale constantemente de viaje.
—Volviendo a la pregunta inicial ¿Qué crees que deba hacer?
—Separate de ella, sé que te va a doler al inicio, pero creeme.... es mejor eso a que sigan peleando todo el tiempo y diciéndose cosas hirientes— Hago una breve pausa y me acerco más a él de forma ligeramente sugestiva. —Amo a mi madre, pero sé que se ha pasado de la raya y que está actuando como una chiquilla de mi edad, diciéndote que la engañas cuando no es verdad.
—¿Cómo sabes que no es así? Si fuera verdad ¿Dejarías de hablarme?
—En lo absoluto y sé que no es verdad porque sigues teniendo la misma rutina después de ocho años, nada ha cambiado.
Le dedico una genuina sonrisa mientras me voy alejando de él, Henry se ha quedado tan aturdido por mi forma de pensar, que me ha soltado lentamente, haciendo que me de media vuelta y camine hacia mi cuarto, tarareando una canción que tengo marcada en mi cabeza. Apenas llego a mi cuarto, dejo mi lata sobre mi escritorio y me dejo caer sobre mi silla con ruedas, enciendo el pc y me pongo a vagar por internet, esperando encontrar algo interesante.
Los días posteriores a esa discusión han sido peor, ahora se la pasan gritando por toda la mansión, incluso en la noche no dejan de discutir, la situación es tan delicada que Henry termino por salirse de la habitación que comparte con mi mamá. Hoy es fin de semana, pero como ninguno de los dos se quiere ver, se han ido a trabajar, dejándome sola en casa.... como siempre.Miro mi teléfono con aburrimiento, lo tiro a un lado de mi cama al no encontrar nada interesante para hacer con él, pero este rebota y cae al suelo, resoplo con fuerza y decido dejarlo ahí, o al menos esa era la idea principal, pero ha empezado a sonar. Termino por arrastrarme por mi cama hasta llegar a la orilla y tomarlo del suelo, es un mensaje de mi mejor amiga, Renata, diciéndome que irán a la playa a pasar el rato y me ha preguntado si quiero ir, me dijo que irá Preston, el chico popular y sexy del instituto. Sin dudarlo, le dije que iría.De un salto bastante animado me he levantado de mi cama, busqué una mochi
Cuando mis amigos llegan, pasamos a la piscina y he traído mi parlante para poner música, el momento es bastante agradable y ameno, nos la estamos pasando de maravilla, al menos hasta que Henry ha bajado a la cocina, nos vigila desde su posición, es una pena que queden tan cerca una de la otra. Mi amiga me ha dicho que mi padrastro es bastante atractivo y no se lo he negado, le dije que, en efecto, Henry es muy atractivo para la edad que tiene. Ella se ha reído de mi comentario y me dijo que estaba loca, pero me susurro de forma muy disimulada que tenía suerte de que fuera mi padrastro.Preston se acerca a la orilla donde estoy sentada y recarga sus brazos sobre el borde, me dedica una sonrisa coqueta y yo se la regreso, miro de reojo a mi amiga y ella dice que se irá con las otras chicas a ver que tanto chismean. Él me dice que se la está pasando de maravilla, una de sus manos acaricia con delicadeza mi pierna izquierda, teniendo cuidado de que mi padrastro no nos vea. Preston y yo n
Toco a la puerta y me invita a pasar, entro con mucha dificultad y veo que él sigue tumbado en su cama... mirando tele; nunca le ha gustado estar tanto tiempo viendo la televisión y me sorprende bastante que siga viéndola. Me acerco a él y pongo sobre su mesita de noche lo que le traje, él me agradece el gesto y regresa la vista a la pantalla.—¿Qué ocurre? Tu odias ver ese aparato por varias horas.—Tu madre no contesta ¿Podrías marcarle? Por favor.Me giro sobre mis talones y bajo las escaleras, camino hacia la sala y tomo mi teléfono para después marcarle a mi madre. La llamada entra, pero nadie contesta, así que opto por colgar y volver a marcar, repito esto varias veces hasta que por fin me contesta.Le he preguntado a mi mamá donde está, que Henry está preocupado por ella ya que su hora de salida fue hace mucho, ella suelta pequeñas risitas y me dice que en un momento llega a la casa, de fondo escucho la voz de un hombre. Trago saliva con dificultad, mi piel se eriza y un sudor
—¿Cómo no iba a ser mi responsabilidad? Es la hija de mi esposa, no iba a desahuciarla ni a separarla de su madre, además... cuando la vi por primera vez, me enamoré de ella, su mirada tan tierna e inocente, era una niña muy encantadora y cuando supe que Isabella tenía problemas con su marido, quería que Hannah fuera mi hija.Aprieto con fuerza mi tabique y cierro los ojos, por mi mente pasan todos los hermosos momentos que pasamos como familia, de cuando Hannah era una niña y le gustaba salir a pasear con su perro, de cuando íbamos al parque y pedía miles de dulces, pero su madre decía que no, yo me moría por consentirla, la pobrecita había tenido una infancia bastante difícil, pero no me gustaba llevarle la contraria a mi esposa en cuanto a la educación de la niña, pero eso no me impedía consentirla a sus espaldas, más aun cuando Isabella me dijo que no quería tener más hijos... deposité todos mis sueños y esperanzas en Hannah... ella es mi mundo.Bloqueo mi teléfono y lo dejo sobr
Me termino de tomar mi té y regreso a mi habitación, paso a lado del cuarto de Hannah y escucho unos pequeños ruiditos, bastante bajos, incluso se podría decir que son producto de mi imaginación, pero para estar seguro, he tocado a la puerta, recibiendo una respuesta de Hannah, que ha abierto un poco su puerta, dejándome ver solo su rostro.—¿Qué escondes? — Arqueo una ceja y me cruzo de brazos, esperando a que no esté haciendo nada malo.—Nada, papi.Abre la puerta de par en par, dejándome ver su habitación, incluso ha encendido la luz para que pueda ver mejor, un suspiro de alivio se me escapa al darme cuenta de que solo era mi imaginación, menos mal. Le he dado un beso en la frente para después irme a mi cuarto a descansar.Los próximos días las cosas con mi esposa han empeorado y para aliviar la tensión, le dije a Isabella que se vaya de viaje, que se tome unas vacaciones. Al inicio me empezó a insultar y a decirme que solo quería sacarla de la casa para verme con mi amante, pero
Estando más tranquila, me levanto con mucha dificultad del suelo y me empiezo a bañar, dejando caer el agua por todo mi cuerpo, estoy bastante relajada y con muchas ganas de pasar tiempo con Henry. Una vez que he terminado de lavar mi cuerpo, cierro la llave y me encamino a mi cuarto con mi toalla enrollada sobre mi cuerpo.Estando lista, me voy escaleras abajo, en el camino me encuentro con pastelito, que da un salto bastante alto y lo tomo entre mis brazos, hundo mi nariz en su cabeza y empiezo a llenarlo de besos y caricias, él no para de mover la colita con entusiasmo; como adoro a mi perrito, me ha traído mucha alegría y compañía, en especial después de escuchar las constantes peleas y discusiones de Henry y mi mamá. Dejo a mi perrito en el suelo y él sigue moviendo la colita, soltando chillidos sordos para que le siga haciendo caso.Con todo el alboroto creado por pastelito, Henry sabe que ya he bajado, puedo escuchar sus pasos provenientes de la sala para después aparecer en la
Antes de que termine la hora del almuerzo, nos vamos al teatro de la escuela, mi amiga no para de decirme lo emocionada que está de pertenecer al grupo de teatro, que está muy feliz que la dejará escoger lo que ella quisiera. No pude evitar reírme de su comentario, la tomé del brazo con fuerza y apoyé mi cabeza sobre su hombro.—Eres mi mejor amiga y como te dije antes, no siempre vamos a hacer lo que yo quiero.Atravesamos la enorme puerta que da al teatro y veos a varias personas en el escenario que caminan de un lugar a otro, entre las butacas se encuentra el profesor, que observa con atención a los actores. Renata me toma con fuerza del brazo, diciéndome que hemos llegado en un mal momento, le dije que no nos va a matar solo por acercarnos.Nos sentamos a su lado y esperamos en silencio a que terminé la horrible y espantosa obra de teatro, espero que el profesor no planee en presentar ese desastre en la siguiente feria, que sería una burla y el hazme reír de todos. Una vez que han
Cuando la maldita me voltea a ver, me dedica una sonrisa tan falsa como sus tetas de plástico, yo me limito a mantenerme seria, Henry me ha regañado por ser grosera y no contestar los saludos o las preguntas que me hace, le dije que no tenía ganas de hablar con ella y que, si me sigue molestando, le voy a decir hasta de lo que se va a morir. Como era de esperar, papi me ha vuelto a regañar, diciendo que no crio a una grosera... me limite a bufar, muy molesta por esa maldita vieja y que Henry no paraba de corregirme.Al final, he optado por acostarme en el sillón que tiene en su oficina y me he dormitado, estoy cansada y fastidiada, le dije si podía irme a casa, pero respondió con un rotundo “No”. Mientras trato de dormir un poco, escucho las horribles y molestas risitas de esa mujer, así que me girado un poco la cabeza en su dirección sin levantarme del sillón. Veo como esa zorra se acerca a papi con las claras intenciones de tener sexo con él y Henry se ve tan inmerso en la “interesa