ALEX
Abrí mis ojos nuevamente, me encontraba en una habitación muy rustica, sentía bajo mi cuerpo un colchón bien fino y con resortes apuntando, las ventanas se veían opacas a la luz del sol gracias al polvo acumulado en ellas, y solo había una repisa y la cama en toda la habitación.
Intente incorporar mi cuerpo para poder levantarme, pero un dolor en mi muslo derecho me hizo soltar un quejido y no continuar con mi Azaña, en ese mismo instante por la puerta de la habitación entran mi madre y el joven piloto de la camioneta, ella muy angustiada y el con una sonrisa lobuna muy amplia que se llegaban a ver sus colmillos
__o cariño, que bueno que, por fin despiertas, dime ¿cómo te sientes?, ¿tienes dolor?, ¿hambre?, ¿pudiste descansar?
Mi madre me llenaba en preguntas mientras acunaba mi rostro entre sus manos, su expresión de angustia lo decía todo, sus ojos demostraban un terror mal disimulado, eso me hizo preocuparme y de manera muy gentil deshice sus manos de mi cara para interrogar yo también
__ ¿dónde estamos?, ¿qué paso?, ¿dónde está papá?, ¿quién eres tú? -- lo último lo dije mirando en dirección del muchacho, que no había apartado su vista de mí.
Cuando él iba a hablar fue interrumpido por mi padre que justo ingresaba en mi improvisada alcoba, con el ceño fruncido y los brazos cursados tras su espalda.
__Aquí estoy tesoro, estamos todos bien gracias a la Gran Madre y este muchacho, (dijo dándole unas palmadas que lo hicieron tropezar, a lo que yo me reí ante la situación tan cómica) estamos a las afuera de su manada, tal parece esperando nuevas órdenes, fuimos atacados en Silvery Moon, tu recibiste un impacto de bala en tu pierna derecha que roso una arteria, haciéndote perder mucha sangre y de manera muy rápida, gracias al lobo de aquí (dijo nuevamente dándole golpes en la espalda) que tiene conocimientos médicos, pudo frenar tu hemorragia y logro que recuperes un poco de tu sangre perdida extrayendo a tu madre y a mí para dártela a ti, tal parece que funcionó muy bien ya que gracias a los genes de lobo, empezaste a regenerar tu piel a una velocidad mayor a lo normal en una humana. ahora solo nos queda esperar a ver qué sucede y que noticias nuevas nos traen de nuestra manada.
Luego de ese muy completo informe me recosté nuevamente en el no muy armonioso colchón, mirando hacia las tablas del techo, exhalando un muy largo suspiro y tratando de digerir todo lo ocurrido en estas horas
__Cariño ¿quieres comer?, gracias al joven León y su hospitalidad, pude hacer una deliciosa sopa de verduras, anda, acéptala eso te ayudara a recuperar energías.
Bajo la insistencia de mamá decidí probar un poco de comida, la verdad lo hice la fuerza, ya que no sentía apetito alguno, mi garganta se encontraba cerrada y no deseaba colaborar con el intento de alimentarme, aunque sea un poco, pero después de mucho tratar pude por fin comer algo.
En mi mente aun rondaba ese misterioso hombre, sus ojos dorados he intensos, su aroma, sus brazos. ¿quién era?, ¿que habrá pasado con él?, ¿conocería a nuestro lobo rescatista León?, eran muchas preguntas y mi naturaleza curiosa me incitaba a responderlas todas lo antes posible.
Cuanto lamentaba haberme desmayado, ahora solo me quedaba preguntar para saber de todo lo ocurrido, lo más milagroso aquí era que salimos vivos de todo eso.
__Mmmm, joven León ¿verdad? -- pregunte, sonando más tímida de lo que era.
__Si mi luna Alex, dígame ¿en qué le puedo ayudar? -- pregunto con su ya característica sonrisa.
__ ¡¿LUNA?!!, no no no, te equivocas yo no soy tu luna, yo soy una humana y estoy soltera, no tengo pareja y mucho menos un alfa que yo recuerde-- le dije, muy alterada y en un tono demasiado alto para mi propio bien, ya que no quería que el lobo se ofenda y me termine cortando la cabeza, es más que sabido que los hombres lobos suelen ser muy temperamentales he impulsivos, no les gustaba ser gritoneados y menos por una especie inferior como los humanos.
A lo que mi "rescatista" se empezó a reír de manera muy ruidosa.
__disculpe usted señorita Alex, creo que será mejor esperar a que mi alfa llegue y el mismo le pueda aclarar sus dudas, por favor siéntase en la libertad de seguir descansando y después si gusta nos puede acompañar a la sala.
Dicho esto, ultimo procedió a retirarse y cerrar la puerta tras de sí.
Luego de corroborar que ya no era tan intenso el dolor en mi pierna con mucho cuidado decidí levantarme de la cama amiga, caminando a paso lento para no caer de forma dolorosa me abrí paso hasta la puerta de la habitación, y por fin saliendo de esta, llegando a una muy pequeña y acogedora sala que continuaba con una cocina improvisada en una de las paredes de la cabaña.
Ahí se encontraba mi madre atareada desplumando lo que parecía ser un pato salvaje, mi padre estaba en los sillones de dicha sala sentado en compañía de León, ambos muy serios y en silencio.
Decidí hablar para llamar su atención
__ Emm disculpe joven León, me gustaría ocupar su baño si no le molesta, para poder asearme, me siento muy incómoda con tanta sangre seca pegada en mí.
__ Claro Alex, esa puerta que vez ahí es el baño úsalo con confianza, lamentablemente no cuento con agua caliente, espero no sea molestia.
__o no claro que no, agua fría es lo que necesito ahora para calmar el dolor de mis músculos, muchas gracias
Luego de una muy larga y merecida ducha helada, mi madre me acerco una ropa, que era evidente no era suya ni mía, ni de mi padre ni mucho menos del joven en compañía, era una camiseta manga corta larga, blanca y un pantalón de buzo color gris, ambos olían a gloria, ese olor era el mismo que el de ese hombre que me salvo, mantuve las prendas a la altura de mi nariz por un rato, haciéndose mi boca agua y produciendo una extraña presión en mi vientre bajo.
Una vez vestida salí nuevamente a la sala, ya estaba atardeciendo y me habían dicho que los lobos refugiados de nuestra manada estaban por llegar.
Tuve tiempo de apreciar con calma el lugar, estábamos en medio de un bosque, la cabaña era pequeña, rustica, con una chimenea y muy acogedora, tenía todo lo necesario para vivir en ella, incluso contaba con un garaje.
Decidí salir a explorar un poco mi alrededor, acá los arboles eran inmensos y muy altos, predominaban los pinos, se escuchaba a lo lejos agua fluir, debe haber algún rio cerca de aquí.
Cuando estaba inmersa en mis pensamientos observando el frondoso bosque, escucho a alguien llegar.
Era él, venia completamente desnuda, con la poca luz ambiente pude observar su pecho y abdomen muy bien definido, unas piernas gruesas y tonificadas, de pronto mi mirada se fijó en la zona centro sur de ese majestuoso adonis y no pude evitar tragar en seco y ruborizarme por lo que había ahí, estaba segura que estaba dormido, pero, aun así, se veía muy grande y atemorizante, un rubor intenso se alojó en mis mejillas y tuve que obligar a mi cara a desviarse de ese lugar.
__ Jajajaja, que no te de pena mirar Alexandra, todo lo que vez es tuyo te pertenece-- escuchar su voz me hizo volver a girar mi cara y ventarme en sus ojos, mi nombre en sus labios me producía una sensación deliciosa entre mis piernas, un palpitar intenso que me obligaba a apretar de estas para dejar de sentir aquello, agachando la mirada vergonzosa de las cosas que me ocurrían.
Él se acercó más a mí, acortando nuestra distancia y dejando ante mis ojos su ya enorme amigo, como un juego de pin pon mi cabeza siendo la pelota, mi cara giraba de un lado a otro sin saber donde depositar la mirada, hasta que una de sus manos es depositada en mi mentón y con un leve y firme tirón nos hace quedar cara a cara con nuestros alientos chocando.
__ Puedo oler lo que nuestra cercanía hace tu cuerpo mi amada pareja y que más quisiera yo el poder complacerte, pero por ahora eso no es posible, debo ponerte a ti y tu manada a salvo y después de eso, puedes continuar explorando más de mí que yo no me quejaré.
Quede pasmada, acaso dijo ¿pareja?, no podía dejarlo ir sin tener respuestas, así que me arme de valor y tome de la mano que un tenía en mi rostro antes que se alegra y le respondí.
__ ¿soy tu pareja?, ¿qué hago aquí?, ¿qué paso con mi manada?, ¿ellos están ....
No pude terminar ya que sentí sus labios encima de los míos en un beso tierno, firme y con un sentimiento muy cálido, que me invito a saborear más de ellos, convirtiendo ese beso cálido en uno más apasionado y salvaje, haciéndome desear algo que no lograba descifrar pero que quería alcanzar.
DAMIAN Era ella, lo sentía, este beso me lo demostraba, sus labios eran tersos y suaves, su lengua inexperta me hacía sospechar de su inmaculada virtud, lo que me hacía desearla aún más, ya que sería el primero y único en su vida, no quería separarme, pero el tiempo apremiaba, tome su rostro entre mis manos para juntar nuestras frentes y le respondí __Sí, eres mi pareja, estas en este lugar para mantenerte a salvo, tu manada o lo que queda de ella viene en camino, yo me adelante para poder verte y hablar, tenemos mucho que solucionar, así que entremos... amor mío. Y con eso tomé su mano y la guie dentro de la cabaña ahí ya estaban sus padres y mi beta esperándonos. __Bien esto será breve ya que su manada está por llegar, fueron atacados presuntamente por la manada del alfa Dominic, el motivo... mi manada, porque atacar la de ustedes?, fácil, presumía que en esta manada estaría mi luna, y así es. Dije mirándola a los ojos y viendo en ellos el miedo crecer. __Me duele mucho todo e
ALEX Temblaba de nervios, todo esto estaba pasando demasiado rápido, de un día para otro tenía trabajo, techo, pareja y era la futura luna de una manada, era mucho para asimilar y el hecho de compartir la cama con mi pareja destinada no me hacia las cosas más fáciles. Ya le había dicho a Damián que no estaba lista para nada, como estarlo si jamás he estado con un hombre lobo, no porque no quisiera, sino porque jamás se dio la oportunidad, ya que socialicé muy poco y me dedique por completo a mis estudios. Pero ahora, aquí estaba yo, a momentos de dormir en la misma cama que este hombre tan sensual y posesivo, que solo con la mirada me hace palpitar mi centro, no sé cómo controlar el errático palpitar de mi corazón y que él no se dé cuenta de lo que causa en mí, estaba en serios problemas, hoy sería devorada por un lobo feroz. DAMIAN Nuestra habitación poco a poco se empezó a inundar con su aroma, a veces cálido, a veces picante, pero sobretodo resaltaba su olor a excitación, yo n
Capítulo 7AlexEstaba agitada, me faltaba el aliento, sentí que algo se formó en mi bajo vientre y exploto entre mis pliegues empapándome por completo, la sensación fue magnifica, muy deliciosa de solo recordar como Damián movía su lengua y sus labios en mi interior, me hace dar una sensación de calor y ardor indescriptible, desenado nuevamente más, en un instante perdí el control y era yo quien movía mis caderas y con mi mano libre empujaba su rostro hasta mi centro, aun así no me sentía avergonzada.Luego de ese acto pasional que me llevo al deseo de seguir conociendo junto a Damián, el me beso de manera apasionada, introduciendo su lengua en mi boca, haciéndome saborear mi propia esencia, me miro a los ojos y con vos ronca me hablo…__Eres increíblemente deliciosa, dulce a mi paladar, suave a mi boca, jamás había imaginado poder saborear algo tan exquisito como tu compañera mía, aun así, he de decirte que no me encuentro del todo satisfecho, mis labios quedaron deseosos de más, si
AlexGenial, no era ni la mitad de mi primer día en la manada y ya tenía una enemiga jurada…Siento que esto me va a traer muchos problemas, espero que Damián pueda resolverlo de la mejor manera posible.Me dispongo a levantarme, recojo toda la comida que esta esparcida en mi cama y en el piso para colocarla en la bandeja y bajo con todo eso a la cocina nuevamente, en donde me encuentro con una joven__Hola, soy Alex la nueva arquitecta de la manada, dije siguiendo el plan original, mucho gusto. Disculpa no quiero ser molesta, se me cayó la bandeja cuando la iba subiendo a mi habitación, lo siento por lo torpe, ¿crees que me pueda servir más? (mentí sin culpa, no quería entrar en detalles por lo ocurrido y menos hacerme de otra no amiga en la manada)__ Hola señorita Alex yo soy Samantha, soy la mucama de la luna, aunque aún no tengamos una oficial, mi labor es cuidar, velar y servir a nuestra luna, por el momento mis actividades se han limitado a la cocina así que cualquier cosa que
Damián Ese hijo de p**a de León, no podía ser más imbécil, Alex se ocultaba en mi pecho con la respiración entre cortada, seguramente pensando en lo mal nacido que debo ser al tener esas conversaciones acerca de ella con mi segundo al mando, pero la realidad es que eso no es así, jamás hablaría de nuestra intimidad tan descaradamente con alguien, aunque ese sea mi propio beta, jamás daría detalles de nuestra intimidad, y ahora por culpa de ese bocaza mi luna pensaba mal de mí. Estaba desesperado, debía aclarar esta situación ahora mismo, o las consecuencias podían ser graves. __No es lo que parece, no le he hablado de ti amor mío, a él solo le gusta molestar y ser un imprudente, por favor créeme y no sobre pienses mal de mí por favor. Le susurre al oído con miedo a cómo podía reaccionar. Hubo un silencio sepulcral, solo sentía como sus hombros se elevaban de manera rítmica y rápida sin parar, hasta que, en un momento dado, Alex sale de mis brazos con una risa estrepitosa adornando
Mi madre nos guio hasta los sillones de su sala, y una vez con té en mano y algunos aperitivos, cortesía del grupo de acción social de la manada local, fui interrogada enérgicamente por mi procreadora. __¿Cómo fue?¿te dolió?¿sangraste?¿te gusto? Anda, cuéntale todo a mami corazón. Su auto designado sobre nombre me produjo una carcajada casi automática, la cual reprimí lo que más pude, ya que en este momento necesitaba seriedad o terminaría hablando más de la cuenta. Y todo lo que saliera de mi boca en algún momento de mi vida podría ser usado en mi contra por la mujer que tengo frente mío. __¡Mamá! Que cosas dices que horror, yo aún mantengo mi pureza y virginidad. Estaba escandalizada por el descaro de hablar así como así e insinuar que Damián y yo ya habíamos consumado el hecho de nuestra oculta relación. __Pero que cosas dices tú. ¡eres una hija calenturienta!, yo hablo de la marca mi amor, la que le muestra a todas las manadas del mundo, que eres de ese lobo y que ese lobo es
__Lamento decepcionarlo alfa… pero me encuentro escueta de tenidas formales para ejercer con mi trabajo, espero sea comprensivo y por el momento me deje cumplir mis funciones de esta manera.__ Amor mío tu no me decepcionas, por mi vaciaría esta casa de cualquier mirada fisgona y te tendría trabajando desnuda, encima de mi escritorio, con ese hermoso trasero afirmado en él, tus dos piernas sobre mis hombros y mi cabeza hundida en ti, saboreando cada rincón y cada pliegue con mi lengua.No respondió, pero no fue necesario, un golpe a mi nariz con su aroma más fuerte me hizo saber que mis palabras habían surtido efecto, y en estos momentos no dude en hacer realidad lo que había dicho.Con una paso muy veloz me levante de mi escritorio, tire de Alex a mi cuerpo, cerré las puertas con seguro, la cargue entre mis brazos haciendo que enrede sus piernas a cada lado de mis caderas mientras la besaba con necesidad y así la lleve hasta mi escritorio donde acomode su c**o el cual no dude en mas
Damián Ahí estaba, frente a mí, con la mirada vidriosa por el esfuerzo del acto ocurrido recién, aun respirando con dificultad, sus labios hinchados, su cara roja, su pelo despeinado, con sus tetas y su trasero al aire, era toda una diosa ante mis ojos, esa frase sugestiva, el solo hecho que me llame alfa, hace que quiera poseerla en el momento, lo que acababa de pasar me ha dejado delirando, pese a su boca inexperta, supo saciar mi deseo y bebió con vehemencia todo de mí, no se quejó y sé que le gusto y disfruto cada lamida y cada gota que me saco. A mí me fascinó saber que estoy siendo el primero y único en todo, quiero enseñarle muchas cosas y hacerla acabar de muchas maneras, m****a que deseaba por fin marcarla y hacerla mía, poner mi semilla en su interior una y otra vez hasta quedar seco, y solo vivir y respirar por ella. Por el momento la tomo entre mis brazos le doy un suave y cálido beso esperando con este gesto transmitirle todo lo que estaba sintiendo, y con una parsimoni