Xiomara era una chica pelirroja y baja de estatura, pero como es bien sabido, el veneno viene en frascos pequeños. La hechicera seguía riendo de forma burlona. —Niña, ¿de dónde sacas que el rey Dragos te hará reina?, ¿acaso él te lo ha dicho? No seas ilusa y sal de esa burbuja romántica —Inquirió muy segura y Sophia enfurece, porque Xiomara demuestra tal seguridad que le hace saber que ella conoce muy bien a Dragos y en cambio ella no sabe nada de él realmente. — ¿Quién es esta mujer? —Preguntó Sophia. —Vamos a calmarnos quieren —intervino Agata sonriendo—, no hay necesidad de tanto drama, menos por un hombre —Agata rio—, qué me dicen, poder femenino. Ni a Sophia, ni a Xiomara les hizo gracia el intento de calmar los ánimos de Agata. — ¿Quieres saber quién soy? —Inquirió Xiomara levantando el pecho y la barbilla—, pues soy la hechicera que puede sacar la cicuta de tu sistema, pero pongamos las cosas en su lugar —Xiomara ahora puso sus brazos en jarra—. Para que s
Sophia no tenía control de su cuerpo, está al fondo de su conciencia, con miedo y es entendible, los licántropos le temen a esta condición, puede ver que está subiendo una colina. «Loba, por favor, regrésame mi cuerpo» La respuesta de la loba de Sophia fue un gruñido y continuó caminando, con dificultad por la inmovilidad y debilidad de su pierna izquierda, ayudándose con sus fuertes garras para afianzarse a las rocas y el hielo resbaloso, cae una nevada y al menos el frío no es problema para ella. La loba apoderada de la autonomía del cuerpo de Sophia era torpe, pero Sophia hacia todo lo que podía para mantenerse presente, rogando el control de su cuerpo, en cuando Sophia se dio cuenta que cazaba una ardilla y la atrapó y despellejó y comió como si fuera una loba completa quiso morirse, perdió la esperanza, estaba avergonzada de su debilidad y mal manejo de su magia, siempre soñó con ser una Alfa poderosa y ni siquiera podía controlar a su loba y se convirtió en salvaje, p
Sophia sentía en su boca el sabor de la sangre de Dragos, aunque está confundida recuerda que había perdido todo el control de su cuerpo. Abrazó a Dragos pasando las manos debajo de sus brazos y pegó la cara en su pecho, con él se sentía amparada. —Gracias —dijo con voz entrecortada por el llanto. Dragos aún estupefacto por lo que le acababa de decir Mystique no había tomado en cuenta la acción de Sophia, hasta que escuchó agradecerle con tanto sentimiento. Él era un rey y sus súbditos le tenían terror y eso era para él más que suficiente, Xiomara tenía su propia agenda, quería poder, placer y control sobre otros, igual que él, pero el cariño que escuchó en la voz de Sophia, no lo había escuchado en más de un milenio, recordó a su hermana y como se refugiaba en su pecho, hoy en día vivía muy lejos de él después de gritarle que lo odiaba. Dragos despegó a Sophia de su pecho y disimuló una sonrisa. —Ya está bien niña, regresemos al castillo, tu familia está muy preocup
Dragos la besó, mordiendo con poca delicadeza la carne de su labio inferior, expresando su deseo por ella de la forma tosca que conoce, pero eso a Sophia no le importaba, jamás imaginó que alguna vez anhelaría tanto los fríos labios de un vampiro. Un jadeo salió de su boca cuando la abrió para entregarse al beso demandante de Dragos, él respondió apretándola más contra él, era fuerte; pero a ella no le importó, por el contrario se aferró más a él apretando sus mechones mojados entre los puños mientras sentía el implacable asalto de su lengua, el roce de su piel contra sus erguidos pezones y la dureza de su hombría contra su pelvis. Dragos jamás disfrutó tanto besar a una mujer, lo veía como una pérdida de tiempo, con solo hipnotizar a una hembra podía desahogarse y con toda seguridad ella sentiría placer, pero besar a Sophia era para él una delicia. Sophia entrelazó sus piernas a él aferrándose a sus caderas, Dragos la acomodó y tuvo frente a él sus pechos, Sophia miró el ham
Sophia respiraba de forma errática y Dragos seguía sobre ella, aún con los colmillos alargados y deseando hundirlos en su cuello y crear la marca que los hará pareja por la eternidad, en ese momento justo cuando consiguió la luz que no ha tenido nunca poco le importaba otra cosa, cerró los ojos y tragó un nudo de ansiedad, sabe que debe controlarse, y se agarra a su escasa cordura. Cuando la mordió en sus cicatrices vio el momento cuando se las hicieron de nuevo en su mente, pero esta vez pudo sentirlo todo como si estuviera en el cuerpo de Sophia. Sophia estaba molesta, con mucha ira reprimida por la muerte de su padre, veía a su hermana como la única culpable y su madre había decidido llevarlas a la corte, la ciudad del rey para buscar protección. Sophia vio por la ventanilla el momento exacto cuando una camioneta impactó contra la camioneta donde iban, fue de su lado, el metal impactado partió los huesos de su cadera con el primer impacto, el dolor era tan intenso que cu
Dragos y Sophia pasaron una noche de amor desenfrenado, él no dormía y ella absolutamente condicionada a inclinarse por el placer no desaprovechó tiempo durmiendo; al amanecer Dragos la cargó y se trasladó con ella hasta la siguiente colina, donde estaba el castillo, al llegar encontraron una disputa. Ivantie de manera respetuosa, pero tajante les recomendó a los visitantes no aventurarse por el reino, los lobos familiares de Sophia que estaban desesperados por encontrarla, poco les importaba si los vampiros le tenían o no confianza, solo la querían hallar. —Tengan consideración —expresó Ivantie con diplomacia—, el hijo del asesino de Costel Vlad no se puede pasear por el reino con los Alfas supremos de los lobos, de seguro recibirán una emboscada y a nuestro rey no le gustará, ya todos están muy nerviosos. —Tú no eres nadie para impedirme hacer nada —objetó Kevin, cuñado de Sophia, él era el Alfa supremo y hombre de poca paciencia. —Soy un híbrido, todos saben que mi ve
Dragos brincó por la cabeza del líder nigromante, pero varios súbditos se interpusieron en una acción sacrificada, pues sabían que cuerpo a cuerpo no eran nada para el poderoso vampiro, él los desprendió como si fueran muñecos de papel, pero entonces el líder nigromante tiró a Mystique utilizando un hechizo que repele el ataque y a su vez lanzó una bola de fuego que hizo que la loba chillara y quedara chamuscada. Dragos no lo pensó y corrió hacia atrás para atajar a la loba. Él mismo quedó sorprendido, debió aprovechar la oportunidad para matar de una vez al desgraciado líder, pero no le importó más que Mystique; para cuando volvió a ver a su enemigo, la loba de la hermana de Sophia brincaba a su cuello y el hechicero prefirió desaparecer. Dragos con la flacuchenta loba en sus brazos vio sus ojos y escuchó claramente en su cabeza la voz de Mystique. «Detrás de nosotros» Dragos volteó y vio a un nigromante con las manos abiertas manipulando a algún vampiro, él se movió h
Dragos llevó a Sophia a su habitación y la acostó en su cama, ella continuaba inconsciente. No soportó quedarse allí, viéndola tan débil y pálida, escuchando como su corazón apenas palpita, se alejó; sintiéndose peor, porque en realidad le tiene miedo a la enormidad de sus sentimientos por ella y su instinto le dice que debe apartarse y huir. Salió fuera a buscar a su madre, que ella con su incesante sufrimiento por su hija la atendiera, él no podía. Fuera de la habitación Thalia le explicaba a Briana y a Rhiannon en voz baja. —Estábamos ambas acá, yo solo traté de que entendiera que el peligro de Dragos era real, no quería que se perdiera en ella misma de nuevo si él moría como le pasó cuando murió su padre —Thalia negó con la cabeza—. Aunque su loba y ella no estén balanceadas, es obvio que ella está muy apegada al vampiro. —Sophia está enamorada de Dragos —confirmó Rhiannon. En ese momento voltearon a ver a Dragos que se había acercado silenciosamente y dentro del