Sophia sentía en su boca el sabor de la sangre de Dragos, aunque está confundida recuerda que había perdido todo el control de su cuerpo. Abrazó a Dragos pasando las manos debajo de sus brazos y pegó la cara en su pecho, con él se sentía amparada. —Gracias —dijo con voz entrecortada por el llanto. Dragos aún estupefacto por lo que le acababa de decir Mystique no había tomado en cuenta la acción de Sophia, hasta que escuchó agradecerle con tanto sentimiento. Él era un rey y sus súbditos le tenían terror y eso era para él más que suficiente, Xiomara tenía su propia agenda, quería poder, placer y control sobre otros, igual que él, pero el cariño que escuchó en la voz de Sophia, no lo había escuchado en más de un milenio, recordó a su hermana y como se refugiaba en su pecho, hoy en día vivía muy lejos de él después de gritarle que lo odiaba. Dragos despegó a Sophia de su pecho y disimuló una sonrisa. —Ya está bien niña, regresemos al castillo, tu familia está muy preocup
Dragos la besó, mordiendo con poca delicadeza la carne de su labio inferior, expresando su deseo por ella de la forma tosca que conoce, pero eso a Sophia no le importaba, jamás imaginó que alguna vez anhelaría tanto los fríos labios de un vampiro. Un jadeo salió de su boca cuando la abrió para entregarse al beso demandante de Dragos, él respondió apretándola más contra él, era fuerte; pero a ella no le importó, por el contrario se aferró más a él apretando sus mechones mojados entre los puños mientras sentía el implacable asalto de su lengua, el roce de su piel contra sus erguidos pezones y la dureza de su hombría contra su pelvis. Dragos jamás disfrutó tanto besar a una mujer, lo veía como una pérdida de tiempo, con solo hipnotizar a una hembra podía desahogarse y con toda seguridad ella sentiría placer, pero besar a Sophia era para él una delicia. Sophia entrelazó sus piernas a él aferrándose a sus caderas, Dragos la acomodó y tuvo frente a él sus pechos, Sophia miró el ham
Sophia respiraba de forma errática y Dragos seguía sobre ella, aún con los colmillos alargados y deseando hundirlos en su cuello y crear la marca que los hará pareja por la eternidad, en ese momento justo cuando consiguió la luz que no ha tenido nunca poco le importaba otra cosa, cerró los ojos y tragó un nudo de ansiedad, sabe que debe controlarse, y se agarra a su escasa cordura. Cuando la mordió en sus cicatrices vio el momento cuando se las hicieron de nuevo en su mente, pero esta vez pudo sentirlo todo como si estuviera en el cuerpo de Sophia. Sophia estaba molesta, con mucha ira reprimida por la muerte de su padre, veía a su hermana como la única culpable y su madre había decidido llevarlas a la corte, la ciudad del rey para buscar protección. Sophia vio por la ventanilla el momento exacto cuando una camioneta impactó contra la camioneta donde iban, fue de su lado, el metal impactado partió los huesos de su cadera con el primer impacto, el dolor era tan intenso que cu
Dragos y Sophia pasaron una noche de amor desenfrenado, él no dormía y ella absolutamente condicionada a inclinarse por el placer no desaprovechó tiempo durmiendo; al amanecer Dragos la cargó y se trasladó con ella hasta la siguiente colina, donde estaba el castillo, al llegar encontraron una disputa. Ivantie de manera respetuosa, pero tajante les recomendó a los visitantes no aventurarse por el reino, los lobos familiares de Sophia que estaban desesperados por encontrarla, poco les importaba si los vampiros le tenían o no confianza, solo la querían hallar. —Tengan consideración —expresó Ivantie con diplomacia—, el hijo del asesino de Costel Vlad no se puede pasear por el reino con los Alfas supremos de los lobos, de seguro recibirán una emboscada y a nuestro rey no le gustará, ya todos están muy nerviosos. —Tú no eres nadie para impedirme hacer nada —objetó Kevin, cuñado de Sophia, él era el Alfa supremo y hombre de poca paciencia. —Soy un híbrido, todos saben que mi ve
Dragos brincó por la cabeza del líder nigromante, pero varios súbditos se interpusieron en una acción sacrificada, pues sabían que cuerpo a cuerpo no eran nada para el poderoso vampiro, él los desprendió como si fueran muñecos de papel, pero entonces el líder nigromante tiró a Mystique utilizando un hechizo que repele el ataque y a su vez lanzó una bola de fuego que hizo que la loba chillara y quedara chamuscada. Dragos no lo pensó y corrió hacia atrás para atajar a la loba. Él mismo quedó sorprendido, debió aprovechar la oportunidad para matar de una vez al desgraciado líder, pero no le importó más que Mystique; para cuando volvió a ver a su enemigo, la loba de la hermana de Sophia brincaba a su cuello y el hechicero prefirió desaparecer. Dragos con la flacuchenta loba en sus brazos vio sus ojos y escuchó claramente en su cabeza la voz de Mystique. «Detrás de nosotros» Dragos volteó y vio a un nigromante con las manos abiertas manipulando a algún vampiro, él se movió h
Dragos llevó a Sophia a su habitación y la acostó en su cama, ella continuaba inconsciente. No soportó quedarse allí, viéndola tan débil y pálida, escuchando como su corazón apenas palpita, se alejó; sintiéndose peor, porque en realidad le tiene miedo a la enormidad de sus sentimientos por ella y su instinto le dice que debe apartarse y huir. Salió fuera a buscar a su madre, que ella con su incesante sufrimiento por su hija la atendiera, él no podía. Fuera de la habitación Thalia le explicaba a Briana y a Rhiannon en voz baja. —Estábamos ambas acá, yo solo traté de que entendiera que el peligro de Dragos era real, no quería que se perdiera en ella misma de nuevo si él moría como le pasó cuando murió su padre —Thalia negó con la cabeza—. Aunque su loba y ella no estén balanceadas, es obvio que ella está muy apegada al vampiro. —Sophia está enamorada de Dragos —confirmó Rhiannon. En ese momento voltearon a ver a Dragos que se había acercado silenciosamente y dentro del
Sophia temblaba de rabia y celos con las manos vuelta puños. —Cálmate Sophia, por favor amiga, recuerda que si te enfureces entras en media fase —le pidió Rhiannon. Dragos la miró y se acercó a ella, de inmediato Sophia dio los pasos necesarios para quedar frente a él. — ¿Por qué quieres verla?, yo estaba en cama, di mi vida por ti y tú quieres ir con esa hechicera del demonio. —Solo quiero verla porque recibió un maleficio, quiero saber cómo le ocurrió, porque ella dirigía un ejército de hechiceros oscuros, me importa mi reino, no me la voy a follar convaleciente. —Yo salvé a tu pueblo, fui yo y casi muero y cuando desperté tú no estabas; solo para luego descubrir que quieres ir con ella, que te importa saber qué le ocurrió, pero no te importa saber cómo estaba yo. —Sophia no permitiré que me hagas esta escena, solo veo por el bien de mi reino. —Pues perfecto, quédate con tu maldita enana y tu mugroso reino, me quiero ir de aquí. Los ojos de Sophia se pusiero
Ivantie observó a su señor, limpiándose los labios, el aroma a sangre era gustoso y apetitoso en el ambiente, la chica en el piso no entendía y se había recostado en la pared con las piernas abrazadas. —Dígame señor ¿qué ha ocurrido? —Esta mujer está contaminada —la señaló Dragos seguro que sufren un nuevo ataque—, encárgate de que a las chicas del servicio las revisen. — ¡¿Qué?! —inquirió la chica asustada. Ivantie se acercó a la chica, estaba seguro que las mujeres estaban bien. — ¿Puedo señor? —pidió con la cara gacha y Dragos le hizo señas con la mano que adelante. Ivantie se acercó a la chica, la tomó entre sus brazos y dejó salir sus colmillos, la chica jadeó de anticipación, Ivantie mordió el cuello de la chica y esta cerró los ojos con un murmullo de placer y se aferró al cabello de Ivantie. Dragos pasó las manos por su cabello, el vampiro levantó el rostro y relamió sus labios. —Está increíble señor, deliciosa. —Sácala de aquí, llévate esa comida que también