Su no-mujer

Theo volvió y se sentó en el banco, apoyando la cabeza en la tapicería y evitando mirarme. Me di cuenta cuando se aflojó un poco la corbata y parecía tenso.

- I... Pensé que ya lo había hecho... Incontables veces. - Seguía mirando al frente.

- No... Nunca había besado. Llegué un poco tarde a esto.

- Pedí ayuda... Porque pensé...

- Si hubiera sabido qué hacer, no habría clavado mis dientes en los tuyos... - No pude evitar reírme.

A pesar de la tensión, Theo empezó a reírse también.

- I... Sólo espero haber podido ayudarte de alguna manera. Y que tú hayas... Ensayado, repetido y perfeccionado. - Sonreí.

- Sí, profesor. Creo que he aprobado esta lección.

- Creo que tendré que hacer el examen y dar mi nota final.

Sus ojos se abrieron de par en par en mi

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