Estamos viendo lo que los chicos ven, Zombi y Rino están buscando la información de todas las placas de los autos que captaron Mojón y Lobo, cada vez que dan con algún dato se lo pasan a Cebolla y Rasca culo, ellos hacen la investigación minuciosa para saber los negocios de dichas personas dueñas de los autos.Rata está a mi lado, mirando cada ángulo, observando que no se nos pase nada y poder ayudarles, en otras palabras, siendo los centinelas, ahora están jugando póker. Cereza está con Churrusco en su clase de vocales y alfabeto; ya va por la letra P, le estamos enseñando a escribir de nuevo.Una vez terminen nos acompañará. Aníbal va muy bien, aún no camina, ni tiene mucha movilidad en las manos, pero su mente va despertando cada vez más. Poco a poco va obteniendo fuerza en sus músculos atrofiados, al menos ya se sostiene sentado y no parece muñeco de trapo.Me pidió estar con nosotros, en su manera de hablar, le estamos entendiendo con más claridad. Sabemos que no pueda hacer nada
—Te acabas de convertir en unos de mis mejores amigos. ¿Ahora se van a ir a disfrutar?—No, hoy se paga, y mañana podemos ir al otro lugar a reclamar y disfrutar de nuestra compra. La dirección te la dan en el despacho.—Perfecto. —En ese instante ingresó mensaje de nuevo a todos y los vi arrugar la frente.—¿Te mandaron esto?El tal Guido le mostró su celular al compañero narizón y este afirmó mostrando el suyo.—Debe ser algo del club, nos llegó a todos. Seguro se inventaron algún nuevo juego. —Nos mostró su celular. Y constaté que era el mensaje de Roland, Lobo y yo sonreímos.—¿También juegan ajedrez? —Lobo se sentó a un lado.—Quien sabe, la otra vez nos hicieron algo parecido y decía safari, esa fiesta estuvo brutal.—Si no voy a tener diversión hoy, si no hasta el lunes mejor me retiro. —Le entregué la tarjeta del hotel—. Nos estamos quedando en dicho hotel.—Si quieren divertirse hay otra fiesta donde hay de todo. —Nos dijo el narizón.—¿Y todo es? —pregunté, los tipos sonrier
Dije, Mojón me miró, veía las fotos de todos nuestros sobrinos.—Si tú no interrumpes en el club, Any habría encontrado solo muertos. Yo he sido un sicario, suelo perder el control cuando la ira me domina, he torturado, pero los tipos que he matado han sido más lacras que yo, en ocasiones pienso que tenemos mucho porque arrepentirnos, aun así, no concibo hacerles daño a los niños.—Todo es gracias a Rolad, Simón y Miguel. Ellos nos inculcaron cero abusos, cero maltratos a mujeres, cero matanzas a niños y mujeres. Solo gonorreas peores que nosotros.—Supongo que sí, pero desde que nacieron mis hijos me he puesto más sensible.—¡No que me lo digas!, jamás pensé que yo… el despellejador sin remordimientos ahora me ahueve con el balbuceo de su hijo y me derrita con las caricias de mi esposa. ¿Será que Inés tiene razón? Y a lo mejor Dios no preparó en un campo real para ¿poder entender y soportar esto?—Confió en que sea así. Si fuéramos policías infiltrados se habrían asustado, cohibido o
Había preguntado al agente.—Y más te vale decirnos, de lo contrario se te imputará un cargo más.—No lo sé, esas son negociaciones ajenas, pero en el sótano, del lado izquierdo, hay una entrada.Todas las personas que estaban presentes fueron detenidas, los encontrados en los reservados con mujeres adultas fueron capturados. A Any solo le importaba los niños y el agente del tesoro necesitaba aprender al gerente. Se dividieron.—Rata y Rasca culo por favor jaquea las cámaras de ese lugar y la de los agentes de Cooper, que siguen al agente del tesoro. Quiero ver todo.—Cooper, no dejes a Any sola y por favor envía dos de tus agentes a escoltar al señor Leopoldo que acaba de llegar, está ingresando, es el jefe del hombre que se presentó como funcionario del departamento del tesoro. Que lo cuiden. —dije—. Huelo a podredumbre.—En seguida Sombra. Gracias. —¿Qué no nos has dicho?, o ¿qué estamos pasando por alto?Aníbal seguía atento a todo. Miré a Cereza, a él le había pedido el favor de
Roland me contó anoche muchas de las cosas que acontecieron. Si fue como las encerronas realizadas para destruir el cartel de Colombia, no me imagino lo que orquestaron en España.Anoche llegaron a Blanco Arnold y Kevin, después de estar con sus familias vinieron a ver a Inés, después de eso llegó mi esposo. Hoy domingo me dijo que en la mañana Arnold se quedaría trabajando, en la tarde él después del almuerzo familiar en la casa de mis padres que era sagrado, quien no se encontraba era porque no estaba en la ciudad.Freddy y Arinka se quedaron en su apartamento, mientras Alfredo se ha instalado en nuestro rancho los fines de semana, del resto de días duerme en San Antonio, entre semana viene tres veces. Ya están sincronizados trabajando, turno día y noche, no me dijo cuál era el próximo objetivo, la desconfianza me la gané a pulso.Lo veo dormir, cada día lo admiro más. —comencé a acariciarle el pene—. Son las cuatro de la mañana, me embobé masajeándole los testículos, sintiéndome po
Se me arrugó el alma, ver la alegría en esa mirada. «Señor Dios, protégemelos». Cuando la maestra los invitó a ingresar, Victoria tenía los ojos cristalinos, tomó de la mano a Liam, nuestro colado tenía la boquita como pico de pollo, hacia un gran esfuerzo para no llorar. Dante se ubicó al lado de su hermano menor y Enrique al lado de su hermana. Al notar lo tristes que estaban habló.—¡Mami, papi! ¿Van a estar afuera cuándo salgamos?Debe de haber una conexión especial al ser gemelos. Lo relaciono como ese hilo invisible que hay entre madre e hijos, o Dante se las huele en el aire.—Sin falta, hijo. —miró a Liam.—Papi siempre cumple, no llores. Vamos a reírnos.Verónica era un mar de lágrimas y yo apretando culo como dice Gustavo para no ponerme a la par. ¿Cómo unos carajitos me ahuevaron?—Un cuarteto peculiar.Dijo la maestra que permaneció en silencio mientras nos despedíamos de ellos.—Liam. —Verónica no pudo hablar.—Profesora, Liam es un poco más lento para comprender, no es
La rutina ha cambiado desde que mis intrusos estaban en la escuela, ya pasó el mes. Verónica volvió a ejercer su profesión de veterinaria, feliz y mujer feliz, hombre feliz, las escapadas que nos damos para consentir a mi verga son monumentales.Parecemos recién casados, raro o no, teníamos tiempo de no culear a las diez de la mañana; nuestra rutina, aunque era muy activa, se limitaba a después que los intrusos se durmieran o antes que despertaran.En el día, estábamos vetados, cuando lo hacíamos siempre nos interrumpían y me tocaba quedar a la mitad; dejar las bolas moradas es un dolor del, putas. Verónica hoy pasa a recoger a los niños, porque va a comprarle el regalo a Gregorio que cumple mañana, Shirly quiere hacerle el cumpleaños por todo lo alto.Aníbal cada vez va mejor, ya habla más claro, ya da pasos, tiene un caminador y muletas por momento, él nos lleva a un ritmo acelerado. No ve la hora de volver a entrenar con nosotros.Rata diseñó una rutina de entrenamiento, los que es
—Roland.—Dime.—Me hubiera gustado tener un papá como tú. No creo que les dé más ganas de hacer travesuras.—Podrán hacerlas, solo que deben de tener la capacidad de entender que si las hacen y trae consecuencias tendrán que asumirlas, aquí estaré como padre. Pero jamás intercederé para sacarlos del mierdero.—¿Esa es la moraleja?—¿Cuál?—Si hacen el mal y se van a la cárcel, tú los visitarás, pero no los sacarás.—Exactamente. Si es culpable pagan, si son inocentes los defiendo a capa y espada.—Ya te mando el nombre de los medicamentos.—¡Papi! ¿Ya está limpio?Vi tanto cansancio en sus ojitos, Enrique estaba muerto, Dante esperaba mi aprobación. Al llegar le faltó un pedacito, lo señalé, su mirada quebrada me acongojo un poco, pero no puedo demostrarle nada, el menor cerró los ojos y fue el mayor quien terminó.» Descansa, yo lo hago.Volvió a tomar el trapo, sin fuerza en sus brazos lo exprimió y limpió lo que faltaba. Al terminar me suplicaba con los ojos húmedos.—Ya quedaron