Fue un susurro, una voz de mando que hace estragos en mi cuerpo.—Solo concéntrate en mis caricias.Sus manos comenzaron a hacerme una especie de masaje desde mis nalgas hasta el cuello, la piel se me erizaba bajo su tacto y remataba con sus manos dentro de mi cabello, estimulaba todo mi cuerpo. Generaba sensaciones de otro tipo si tocar el lugar que estaba tan húmedo, deseoso y anhelante.Eventualmente, rozaba su pene con mi trasero, otras pasaban a lengua desde el inicio de la división de mis nalgas hasta la parte trasera de mi oreja, logrando que gimiera, comencé a moverme.» Eso es Vida.Era el bendito rey del sexo, porque sin tocarme, sin que él lo haga, mi excitación me está llevando apretar mis piernas en busca de algo de fricción para alcanzar mi liberación.—Cielo, por favor.Ni caso me hizo, estaba concentrado en repetir las caricias que me estaban llevando al límite, lo estaba logrando. De un momento a otro Roland acarició con su lengua, mi vagina y ano, repitió la acción h
Al despertarme la habitación está oscura, el agua había mermado, encendí la luz de la mesa de noche, miré la hora, eran las siete. Miré a mi mujer, todo lo importante en mi vida estaban acostados en la cama; Verónica en el otro extremo y yo en la punta, porque mis intrusos, princesa y colado estaban como dueños del lugar, desparramados con las expresiones más tranquilas de la vida.Tengo reunión con los muchachos, salí de la cama, fui al baño, oriné, lavé manos, me cepillé los dientes, saqué unos jeans, camiseta y terminé de arreglarme. Recordé nuestra faena en el baño, me quedó debiendo el culo. —sonreí—. Al regresar a la habitación mi mujer seguía dormida, ¿se puede ser más feliz? No me cambio por nada ni nadie. —Le mordí la punta de sus senos.—Lo que haces es trampa. —dijo estirándose.—Después dices que yo soy el pervertido. —Le dije en el oído, su mano acarició mi cuello.—Hueles delicioso. Lo haces adrede, ¿cierto?Le besé el cuello, yo un hombre que cambiaba de mujeres a diari
Daniel esperaba mi respuesta. Busqué la información en mi computador y la puse en la pantalla gigante.—Esa es una lista de cincuenta organizaciones, hay muchas más. Pero quiero que Rata haga un sondeo preliminar, y por ahora enfoquémonos en armar los esqueletos de cada organización y mirar cómo operan, desde los grupos pequeños y los individuales que a su vez trabajan para los grandes.» Necesitamos saber hasta qué días cagan esos hijos de puta. Luego debemos averiguar la lista de los clientes y detectar a los pedófilos y con hechos y datos dárselos a Any para que los condene por años. No sin antes mandarles nuestra sentencia.» También debemos acabar a los proxenetas que alimentan esas bandas criminales, si los comenzamos a sacar del juego, las grandes organizaciones no tendrán los contenedores de niños o mujeres.—¿Matarlos?—Solo si nuestras vidas dependen de ellos, Any tiene una obsesión con llenar las cárceles de peores bandidos que nosotros. Por eso les haremos seguimiento, obt
Nos quedamos como una fotografía, por un minuto largo o eso me pareció, fuimos seres catatónicos. El negro volvió.—¿Cómo se encuentra? —preguntó Roland, Alfredo le sostuvo la mirada.—Solo balbuceó, debieron darle un tranquilizante, es el procedimiento normal, pero ya salió del coma, estará despierto por una media hora.Afirmó, todos vimos caminar al patrón y encerrarse en su habitación, Simón y yo nos miramos.—¿Eso es todo? —preguntó Rino—. ¿Todo un año pendiente y no corre a verlo?—Rino. —habló Simón—. ¿Quieres saber qué es lo que está haciendo el Patrón?Le lancé el control remoto que tenía al lado Rata, él encendió el televisor, desde su laptop buscó la habitación de Roland y dejó ver la imagen. Fuimos testigos de un acto de agradecimiento humilde que hasta a mí me conmovió. El capo de capos se había arrodillado.» Todos los días, sin importar nada, entre las cinco y las seis de la mañana, donde esté paga su ofrenda.No sé si a todos le pasaba lo mismo, pero a mí se me encogió
—Unas seis horas.—Hay que cuadrar turnos, además debemos estar todos en el almuerzo, que no falte nadie, es indispensable seguir como si nada. —miró a Rata—. Investiga cuantos doctores necesitamos o especialistas requiere Aníbal para llevar el mejor control de su evolución, sea la más rápida y en que podemos ayudar.» Quiero a los mejores en su área. —Le ordenó a Rino—. Una vez tengamos eso solo es ejecutar. —Nos miró a todos—. Al menos todas nuestras mujeres saben que estamos en un proyecto.» Díganles que estaremos con la organización jaque mate, al menos eso nos ayudará a ausentarnos. —miró a Miguel—. Ahora, más que nunca debemos alejar cualquier hombre de la vida de Shirly hasta el regreso de Aníbal, démosle tiempo para volver al ruedo. —observó a nuestro amigo.—Deja de sentirte culpable. —Le dije.—Me cuesta Gustavo, se encuentra así por mi culpa.—Cualquiera que hubiera estado cerca de usted lo había hecho. —habló Kevin.—Carlina pronto va a tener bebé, deberás de trabajar des
Llegar a mi casa, ver que cuatro sonrientes pitufos corren hacia ti, no tiene precio. Los llené de besos.—¿Papi ya vamos a montar en Zeus?Ese era el caballo de Dante; el hijo Amón y Hathor, un purasangre azabache. El de Enrique era Poseidón, la primera cría entre Pomposo y Chocolate, era bello ejemplar blanco. El de Liam era blanco con manchas negras, la segunda cría de Amón y se llama Ares.Ese era el de mi princesa preciosa, era un purasangre café claro, hija la segunda cría de Chocolate. Todos mis hijos aprendieron a montar caballo y hoy les había prometido pasear. Estaba que me muero de sueño, pero no puedo desinflarlos, si ya estaban arreglados para montar.—Ellos insistieron en vestirse como tú. —dijo mi mujer, le di un beso—. Te ves cansado.—Pasamos toda la noche en vela, organizando los esqueletos de las organizaciones y así saber cómo llegar a rescatar a los niños.Esos ojos miel brillaron, mi hija era la copia exacta de mi esposa, creo que por eso me tiene tan pendejo; so
—Él y yo somos uno.Escuché la carcajada. Al llegar a la universidad vimos a Alfredo coqueteando con una mujer y a Patricia mirarlo.—Esta gonorrea la está cagando a lo grande. —dijo.Eso me dio una idea. Era momento que me las pagara. No soy de esas personas que mamen gallo y menos con eso, respeto las preferencias sexuales y no me burlo en lo absoluto, pero Pato no se merece lo que este cacorro le está haciendo, además tengo una cuenta pendiente por saldar.—Sígueme el juego Arnold. —Al mirarme me pidió explicación—. Hagámosle una escena de celos.—A mí me conocen aquí gonorrea, yo voy por Patricia y tú ve a buscar a tu «roro». —dijo en voz femenina—. ¡Esta mierda la voy a grabar!—Te lo agradecería. El pendejo me dejó como marica ante los rusos.Bajamos del carro y llegué hasta donde estaba mi amigo. Me puse las manos en la cintura.—¿Por eso no has ido a la casa? ¡Te he estado esperando todo el día!, nos peleamos y tú enseguida te buscas a una…Hice un par de ademanes, la cara de
Volví a besarla, como me gusta esta culicagada.—Absolutamente novia mía.Sus brazos rodearon mi cuello, nuestras lenguas volvían a unirse, mi verga se estaba levantando, tengo todo claro, hoy no llegaremos al sexo. Me separé un poco.—Mañana debo trabajar. —susurró.—Bien, mañana te llevo al trabajo y me presentas a tu jefe.—Él es gay, está casado con un hombre más atractivo que él. —alcé una de mis cejas, la miré.—El que vuelva a ser tu novia no significa que no tendré vista, y lo bueno se admira.Le mordí lentamente el labio inferior y le saqué un gemido, «eso no fue buena idea» gritó mi verga. Tendré que sentarme unos minutos para no ser tan evidente.—Sí, hoy me enteré de que está casado.Llamé a la mesera, pedí la cuenta y eso me ayudó a no salir del bar con una erección. De la mano salimos; me contó sus razones para haber cambiado el horario de sus clases, en tema profesional fue una buena jugada.Debo mirar cómo hago, porque yo necesito estar en el cuartel, y no quiero estar