Dos meses después – Blanco Texas —¡No piensas salir de esa habitación Roland Sandoval Manjarrez!Respiré profundo, querías una madre, llorabas en silencio por una, te pusiste a buscarla por debajo de las piedras. Pues ahora aguántatela.—¡Ya bajo! No soy un niño chiquito.Miré la pantalla, mi mujer seguía durmiendo, mañana se van para La Dorada, al matrimonio de Santiago, no la veré en una semana, la lejanía me estaba matando y verla por las cámaras no me era suficiente.¡Ya la necesitaba que este conmigo!, definitivamente me he vuelto un marica durmiendo con el computador al lado de la cama con la pantalla en grande viéndola dormir en nuestra habitación. Seguía igual de hermosa. Muy delgada, algo demacrada, triste, cuando la vi a través de las gafas de mi hermana.Me impactó verla tan desencajada, su mirada permanece opaca, sonríe para ellos, pero está triste y yo soy el causante, qué mala jugada el que le robaran la memoria donde les decía todo lo que haría, debo tener un poco más
Regresamos después del mediodía, no pude subir a mirar las cámaras para ver que había hecho mi Hermosa, Kaley el capataz de Las Alondras, así se llama el rancho de mi madre y mi hermana. Se acercó para decirme que había problemas con algunas cercas, los toros las habían derribado.Me tardé toda la tarde arreando el ganado. Amo esto, los primeros tres meses no fue nada fácil, el primer mes dependía completamente de ellas, mi madre me bañaba y vestía, Luisa en el tiempo libre me daba la comida.El acuerdo era recibir dos tiros en partes que no comprometieran mi salud, pero recibí un tercero, debido a que la llegada de mi gente complicó el plan, no sé por qué no contemplé la variable de mi vida… Verónica, mi mujer al enviar el mensaje a Simón por poco no la logro.Mi supuesto atacante al ser acribillado por Simón o Miguel no tengo claro quién de los dos fue el que disparó en el caos, lo cierto era que por inercia disparó, esa tercera bala fue la que me mandó a una cirugía en la que no pe
Dos meses, han pasado dos meses en los que esta era la tercera vez de nuestra intervención, de habernos involucrado en el operativo, aunque en esta ocasión nos dejaron la operación desde el principio. La organización de Orlando Sánchez no era fácil, por esa razón Luisa después de una semana de hacerle cacería desistió y pidió ayuda.Además, la última vez casi la matan, por un instante me sentí vulnerable, desde ese día no la pierdo de vista. Al día siguiente, después de la masacre a la que se sometió el clan de Pereira, una noche bastó para bajarse a casi cincuenta personas, los gringos parecían sicarios.Eran agentes infiltrados en un operativo en conjunto con un grupo especial por parte del gobierno colombiano. De esa manera salió en todos los noticieros, Luisa iba por el jefe quien estaba protegido por diez hombres, se fue solo con dos compañeros.Mataron a uno, el otro quedó herido, a ella la cubrimos con nuestros cuerpos, quedó en mitad de nosotros, tenía el traje antibalas y Mig
No había podido dormir. —había pasado toda la tarde trabajando con Gustavo y Arnold, uno encargándose de las finanzas y ya tenía el esquema para implementar un nuevo programa que recopilaría la información de cada una de las empresas.Hablaría con Simón y Miguel para que lo creen, mientras que Arnold me entregó muchas estrategias para aumentar las ventas, Roland ha estado rodeado de genios y lo que adoro de mi difunto marido es que él lo sabía y los retuvo a su lado.Ahora que conozco un poco más su mente puedo asegurar que en el fondo contempló este escenario—. Salí de la cama, me puse una sudadera y bajé para tomar un vaso con agua. Ellos no han llegado. Cada vez que están en una de esas misiones los nervios se me ponen a flor de piel. En la cocina encontré a Diana jugando con el monitor para escuchar a Isaac.—¿Tampoco puedes dormir? —negó.—Aunque apenas escuche el carro, salgo corriendo a fingir que estoy dormida.—Eso es mentirte a ti misma.—No voy a rebajarme otra vez.—Diana,
La miré, había miedo en ella, algo debió pasarle en su vida.—Desconozco tu pasado, pero tienes dos opciones. —arrugó la frente—. Esas opciones son bajo la verdad, no me la debes decir a mí, se la debes confesar a esa persona. Una vez sepa de tu trauma y lo comprenda, tú cierras los ojos o los dejas abierto.—¿Qué? Explícate, no te entiendo.—Si permites que él se te acerque, puedes cerrar los ojos y debes tener presente quien es la persona que te gusta, la que te acaricia, para que no te desconcentres, puedes pedirle que te hable para alejar el recuerdo tormentoso. Si permites que se te acerque con los ojos abiertos ya sabes quién es el que te toca.—Acabo de recibir el mejor consejo sin pagar un peso.—Me alegra haberte ayudado. Inténtalo. —En ese momento la gente comenzó a salir a la terraza, nosotras estábamos en lo último de las barandas—. Algo sí te digo con seguridad. —Simón salía cargando a Isaac y hablando con Santiago y Miguel.» Tanto Roland, Simón y Miguel, se rigen bajo u
Ahora estoy lindo, Diana no deja de hablar con el imbécil del amigo de Santiago, a eso, súmenle el tonto de Juan que parece perro faldero tras la señora. Menos mal, Raúl la capturó y tienen una hora bailando, dando un espectáculo con su manera de bailar, aunque con el Patrón hacían magia.—¿Ya más tranquilo?Dijo Rata, apenas se sentó a mi lado, yo no apartaba la mirada de Diana y ese tipo, se la ha pasado riendo a su lado. ¿Acaso era comediante?» Por la cara no lo estás.—Con lo de la señora desde que Raúl baila con ella estoy tranquilo.—¿Sientes lo mismo? —afirmé—. Luisa comentó si estaba enamorado de la señora Verónica. Se percató de las insistentes miradas que le hice a la señora mientras el tipo pasaba a su lado.—Diana hizo ese mismo comentario unos meses atrás. Y no son celos, es… siento que debo protegerla, es la mujer de mi Patrón.—Pienso exactamente lo mismo. No es celos por ser una mujer que me atraiga, es un deber de cuidarla porque es la mujer de mi amigo.—La única pe
Mi hermano me tenía al borde de la histeria, si pudiera entrar a Colombia ya lo habría hecho solo para golpear a ese tal Juan, ahora comprendo un poco a Simón y veo que Miguel también se porta un poco posesivo con mi cuñada. He pasado estos días con gafas para que el Maluco de mi hermano vea a su mujer.Está desesperado porque llegue, solo faltan dos ciudades y por petición de Roland las desmantelará su equipo, reconozco que era muy astuto el segundo al mando. En fin… lo que me dijo Verónica hace dos días sigue dando vueltas y vueltas en mi mente, con cada minuto que pasa deseo besar a Simón.Miré a la pista, Verónica bailaba una vez más con Juan, en ese instante mi celular volvió a vibrar, ni miraré el mensaje, ¡ya le dije que dejara de molestar, hablé y le comenté que sus amigos han mantenido al margen al tipo, pero como era un celoso de primera no comprende.Caminé en dirección a la mesa donde ofrecían bebidas, soy colombiana, pero estos eventos nunca han sido lo mío. Vi que Miguel
La seguridad que me brindaron sus brazos me dio una calma que no sabía que la necesitaba, era como si bajo su protección nada malo pasaría y esa calidez derrumbó mis barreras.—Verónica me dijo que, si yo quería tener algo con un hombre, obviamente ese hombre eres tú. —escuché la risa y al mirarlo quedé prendada a él—. Si quería darme la oportunidad debía ser sincera, decirte cuál es mi problema para que me ayudes y comprendas mis reacciones.—¿Entonces le debo a la señora Verónica la dicha de tenerte en este momento entre mis brazos? —me puse roja, volvió a besar mi frente y mis pómulos.—Tenía razón, hace un momento mi bloqueo te hizo pensar que me causabas repulsión. —afirmó—. Simón, eres el primer hombre al que beso. —Sus brazos me aferraron más a él.» Evítame ser más explícita, pero todo lo que te puedas imaginar concerniente a lo que la boca de un hombre experimentado como mi padre podía hacer lo hizo en mi cuerpo. Recuerdo que grité más fuerte cuando él se desnudó y vi su miem