Manolo no deja de reírse de mí, tenía los nervios de punta, he trabajado con hombres por mi profesión, debo dar órdenes a muchos, pero desde que lo vi en el aeropuerto me vuelvo una gelatina con la imponencia de Simón. Desde lo sucedido con mi padre, cada vez que un hombre se acerca lo suficiente para romper mi espacio personal no me gusta, me da ira que lo hagan, pero con ese hombre de porte militar, alto de ojos y cabello negro como la noche, tiene un par de tatuajes en los brazos, no lo sabía, hasta hoy que vino con esa camiseta polo, le queda perfecto en ese atlético cuerpo. ¡Dios, era divino el mejor amigo de mi hermano! Seguía con el celular en la mano, su voz por teléfono hizo algo en mi entrepierna, nunca había sentido esas vibraciones. —Houston llamando a Luisa. —Su voz por teléfono es más… El grito de la loca de mi primo Manolo me sacó de la nube en donde estaba. » ¡Idiota me asustaste! Y porque no entraste hace unos minutos así de floripondio, tenías que mostrar tu lad
Seguía recordando ese instante cuando nuestras vidas volvieron a estar juntos.—¡¿Me preguntas eso?! Dejarme a los siete años con un hombre amargado, se desquitó conmigo la rabia que le produjo el abandono de ustedes, recibí las paleras amarrado en el árbol que había en esa casa. » Me dejaba dormir a la intemperie en el patio cada que se le daba la gana, por eso me revelé y me fui a vivir a la calle, tener que robar a los ocho años para poder comer, quedarme por horas en una panadería para arrebatar las bolsas de pan, caminar sin rumbo aguantando frío.» Pensando que había hecho algo malo para que mi madre me dejara, pensando en que había fallado, te escogió a ti y no a mí, sentí que era insignificante, las palabras de nuestro padre taladraban mi mente. » Con los días, el hambre y el frío las fui odiando, hasta olvidarme que existían, a los meses terminé viviendo en el Cartucho, no te imaginas lo que viví en ese lugar, pero aprendí a los golpes, analicé el comportamiento de la gente
Esperaba por su respuesta. Lo que comentó era algo que se podía interpretar de muchas maneras. —Verónica es mi ángel, en otro momento les cuento sobre mi Hermosa, ahora quiero que sepan que también gano mucho dinero con mis empresas legales obtenidas por mi trabajo como profesional. De ahí le consigno a mi novia y a mi negra, la mujer que me ha cuidado como un hijo. —No necesitamos tu dinero, solo a ti. —dije.—No vivimos en la riqueza, pero el trabajo de Luisa nos da para no tener penurias.—¡Mamá!, viven en una casa de muñecas. Pecosa, puedes corroborar lo que te diré, mi dinero es limpio y ustedes ya no tendrán ni pasarán más necesidades. Ahora todo correrá por mi cuenta, sé que tenemos mucho de qué hablar y tendremos tiempo para eso. Por ahora necesito tu ayuda. —Me miró.—Eso sería escalar a altas esferas. —intuí lo que él deseaba. —No le daré a Verónica una vida de zozobras, ni a ustedes tampoco. Si el señor Dios está moviendo las fichas de su ajedrez poniendo estas cartas en
Estaba con Isaac en la mecedora mientras le cantaba para dormirlo, había hablado con Diana respecto a lo que pasó con el atentado y frustración de mi secuestro, tengo mucho miedo, Simón y los muchachos no se quedarán con esa ofensa. No quiero que se involucren, pero primero caen pescados del cielo antes de hacerlos desistir.Por ahora mi comadre no se irá de nuestro lado hasta que no se calme la situación. Desde el regreso de Simón se la ha pasado encerrado con Miguel y sus hombres de confianza, algo se traen entre manos, temo que sea lo que estoy pensando, por la lealtad a mi marido muy seguro tomarán partido en lo que se avecina después del domingo. Inés entró a mi habitación.—¿Te tomaste el medicamento? —pregunté y afirmó, se sentó en el borde de la cama.—Diana tiene razón, estamos malcriando al niño. —comentó sonriendo.—Lo sigo sosteniendo, pasa de un brazo al otro. —La madre de Isaac también se sentó al borde de la cama.—Nada que se duerme, se mantiene calladito, míralo, tie
Dos meses después – Blanco Texas —¡No piensas salir de esa habitación Roland Sandoval Manjarrez!Respiré profundo, querías una madre, llorabas en silencio por una, te pusiste a buscarla por debajo de las piedras. Pues ahora aguántatela.—¡Ya bajo! No soy un niño chiquito.Miré la pantalla, mi mujer seguía durmiendo, mañana se van para La Dorada, al matrimonio de Santiago, no la veré en una semana, la lejanía me estaba matando y verla por las cámaras no me era suficiente.¡Ya la necesitaba que este conmigo!, definitivamente me he vuelto un marica durmiendo con el computador al lado de la cama con la pantalla en grande viéndola dormir en nuestra habitación. Seguía igual de hermosa. Muy delgada, algo demacrada, triste, cuando la vi a través de las gafas de mi hermana.Me impactó verla tan desencajada, su mirada permanece opaca, sonríe para ellos, pero está triste y yo soy el causante, qué mala jugada el que le robaran la memoria donde les decía todo lo que haría, debo tener un poco más
Regresamos después del mediodía, no pude subir a mirar las cámaras para ver que había hecho mi Hermosa, Kaley el capataz de Las Alondras, así se llama el rancho de mi madre y mi hermana. Se acercó para decirme que había problemas con algunas cercas, los toros las habían derribado.Me tardé toda la tarde arreando el ganado. Amo esto, los primeros tres meses no fue nada fácil, el primer mes dependía completamente de ellas, mi madre me bañaba y vestía, Luisa en el tiempo libre me daba la comida.El acuerdo era recibir dos tiros en partes que no comprometieran mi salud, pero recibí un tercero, debido a que la llegada de mi gente complicó el plan, no sé por qué no contemplé la variable de mi vida… Verónica, mi mujer al enviar el mensaje a Simón por poco no la logro.Mi supuesto atacante al ser acribillado por Simón o Miguel no tengo claro quién de los dos fue el que disparó en el caos, lo cierto era que por inercia disparó, esa tercera bala fue la que me mandó a una cirugía en la que no pe
Dos meses, han pasado dos meses en los que esta era la tercera vez de nuestra intervención, de habernos involucrado en el operativo, aunque en esta ocasión nos dejaron la operación desde el principio. La organización de Orlando Sánchez no era fácil, por esa razón Luisa después de una semana de hacerle cacería desistió y pidió ayuda.Además, la última vez casi la matan, por un instante me sentí vulnerable, desde ese día no la pierdo de vista. Al día siguiente, después de la masacre a la que se sometió el clan de Pereira, una noche bastó para bajarse a casi cincuenta personas, los gringos parecían sicarios.Eran agentes infiltrados en un operativo en conjunto con un grupo especial por parte del gobierno colombiano. De esa manera salió en todos los noticieros, Luisa iba por el jefe quien estaba protegido por diez hombres, se fue solo con dos compañeros.Mataron a uno, el otro quedó herido, a ella la cubrimos con nuestros cuerpos, quedó en mitad de nosotros, tenía el traje antibalas y Mig
No había podido dormir. —había pasado toda la tarde trabajando con Gustavo y Arnold, uno encargándose de las finanzas y ya tenía el esquema para implementar un nuevo programa que recopilaría la información de cada una de las empresas.Hablaría con Simón y Miguel para que lo creen, mientras que Arnold me entregó muchas estrategias para aumentar las ventas, Roland ha estado rodeado de genios y lo que adoro de mi difunto marido es que él lo sabía y los retuvo a su lado.Ahora que conozco un poco más su mente puedo asegurar que en el fondo contempló este escenario—. Salí de la cama, me puse una sudadera y bajé para tomar un vaso con agua. Ellos no han llegado. Cada vez que están en una de esas misiones los nervios se me ponen a flor de piel. En la cocina encontré a Diana jugando con el monitor para escuchar a Isaac.—¿Tampoco puedes dormir? —negó.—Aunque apenas escuche el carro, salgo corriendo a fingir que estoy dormida.—Eso es mentirte a ti misma.—No voy a rebajarme otra vez.—Diana,