"¿Es en serio? ¿Después de todo lo que ella me ha ocultado y se enoja por algo tan absurdo cómo eso?"Pensaba Vincent molesto. — ¡Ahora tiene sentido por qué no me respondías! Así que te vestiste tan bien para encontrarte con ella… ¿Por qué lo hiciste? — No creo que eso tenga importancia ahorita. — Respondió Vincent seriamente. — No deberías de juzgarme por algo como eso cuando me has estado mintiendo desde el comienzo del matrimonio. Sophia guardo silencio en ese instante un poco sorprendida. "Primero me llama mentirosa y ahora dice que lo hecho desde el comienzo de nuestro…" Sophia cayó en cuenta de que hablaba su esposo. De inmediato un nerviosismo se apoderó de ella y comenzó a sudar frío. — Tú… ¿Eso te lo ha dicho esa mujer? — Así que ya recordaste; sí, me lo ha dicho Enma, de hecho para eso fui a verla, ella tenía fotografías tuyas en la s
12: 30 am.— ¿Tienes idea de que hora es? Venir sin previo avisó y exigir que tanto mi padre como yo te atendamos… Deberías ser más considerado hijo — Regañaba Frederick Taylor a su hijo Vincent. Sin embargo el joven de cabello rizado poca atención le dió a esos regaños. — ¿Por qué pusieron una cláusula matrimonial sin consultar primero conmigo? Sean o no sean mi familia no tenían derecho alguno. El abuelo de Vincent, Robert Taylor, frunció el ceño ante el reclamo de su nieto. — Vivías aferrado al recuerdo de esa chica fallecida, vivías pegado a una mujer aprovechada que solo te utilizaba y eso arriesgaba tu reputación, la de la familia y las empresas; lo correcto era que dejaras todo eso, tenías que madurar quieras o no, de lo contrario jamás te hubiéramos obligado a casarte. Vincent suspiró posando su mano en su nuca. — La verdad no me interesa sus planes y si salieron o no
La puerta comenzó a sonar y Vincent permitió el ingreso, sin embargo, no se esperaba que ese hombre, Charlie Jones, entrara en compañía de Sophia. Vincent logró ocultar rápidamente su sorpresa. Aunque por otro lado, Charlie no pudo evitarlo. — ¿Dónde está el señor Frederick Taylor? — Preguntó de inmediato el joven veterinario. — He sido yo quien te ya enviado a llamar. — Respondió tajante Vincent, viendo seriamente a el ex de su esposa. Sophia posaba su mirada de uno al otro hombre sin entender exactamente que estaba sucediendo. — ¿Por qué llamaste a Charlie? ¿Que tienes que hablar con él? Si es por lo de las fotografías en la playa, ya hablé contigo de eso y no—— No tiene que ver con ello Sophia, ¿Puedes dejarnos a solas? Tengo cosas que hablar con él.Ante la respuesta de Vincent, sophia frunció el ceño molesta y se acercó rápidamente a dónde se encontraba su esposo de pie. — ¡No me voy a ir de aquí! Quiero saber que está pasando, ¿No crees que tengo derecho a quedarme? — Pre
Sophia Williams podía sentir la refrescante brisa del viento sobre ella, su mirada se dirigía por el balcón a la cercana playa con palmeras altas en los alrededores, sin embargo, a pesar del bello paisaje frente a ella…Esa molesta incomodidad seguía en su interior perturbando su mente. "¿Por qué me tiene que suceder esto a mi?" "No es lo que quería… No imaginaba este futuro en mi vida…"Los pensamientos negativos se hacían presentes uno tras otro. Ella dirigió su mirada a su mano izquierda, pronto habría un lujoso anillo de bodas adornando su dedo anular. Sintió una tristeza invadiendo su ser y fue en ese momento que Sophia escuchó el sonido de la puerta al abrirse y de inmediato posó su mirada atrás…Ahí estaba de pie Caroline, su mejor amiga desde la infancia, una elegante dama de grandes riquezas hoy en día, cabellera rubia corta y hermosos ojos verdes limón. — Te ves preciosa. — Comentó ella acercándose a Sophia. La bella mujer vestida de novia, sostuvo los costados de la
Sus hermosos ojos grises claros veían a las personas a su alrededor en el bello jardín de la lujosa propiedad Taylor, ella se encontraba sentada al lado de su marido en la recepción de la ceremonia sintiéndose presionada a sonreír y probar las comidas. Sin embargo, aunque Sophia Williams intentaba lucir alegre, el hombre a su lado no; él ni siquiera le dirigía la palabra a ella, mucho menos la volvía a ver, era un hecho para la mayoría de invitados que Vincent Taylor estaba siendo obligado a casarse. Sophia podía ver cómo algunas personas parecían murmurar mientras la veían a distancia. Algo que la hacía sentirse un poco incómoda. Los minutos pasaban y la pareja recién casada se tomaba las fotos respectivas con invitados, familiares y ellos dos solos. Una gran sonrisa fingida curvó los labios de Sophia mientras aceptaba una a una las felicitaciones y se tomaba las fotografías; pero ella nuevamente notaba que él tenía su misma seria y vacía expresión, ni siquiera se molestaba en s
Vincent se bajó del automóvil, rodeando el mismo y abriendo la puerta del lado del acompañante, el tomó del brazo a Sophia y le hizo sacada rápidamente, arrinconado a la joven contra el vehículo. — ¡No vas a venir conmigo! — Exclamó enojado. — Tengo la aprobación de tu padre y abuelo, así que SÍ iré contigo. — Le retó Sophia confiada. El frunció el ceño ante la mirada demandante y exigente de la hermosa mujer castaña, que lo veía fijamente con sus ojos grises claros. Él la odio en ese instante, sobre todo su hermoso y perfecto aspecto físico. Ese que le recordó a alguien de su pasado desde la primera vez que le fue mostrada una fotografía de Sophia por su padre. — ¡Tengo trabajo que hacer y tú solamente me vas a estorbar! — Exclamó el joven CEO molesto. — Oh vamos, ¿En serio esa es tu mejor excusa? — Decía Sophia pasando su mano lentamente por encima del hombro izquierdo de Vincent. — ¿Cuál es el nombre de ella? Creo que lo escuché de unas invitadas en la boda, ¿Era Emily? No,
Dos días después en horas de la tarde.— ¿Segura que es este camino? — Preguntó la mejor amiga de Sophia, Caroline Clark.Ella conducía el automóvil e iba a hacerle compañía a Sophia en su mudanza, ya que a partir de ese día, viviría en la mansión de su esposo, Vincent Taylor. — Sí, son unos seis minutos para llegar a la entrada principal. — ¿Ya has estado anteriormente aquí? Este camino es precioso, solo mira esos detalles artísticos en los muros de piedra alrededor del sendero, ¡Me encantan! Es que es tan evidente lo ricos que son. — No, nunca he estado aquí, fui a la mansión del señor Frederick Taylor junto a mi padre cuando me los presentaron y cuando debía revisar el contrato, pero nunca he venido a la de Vincent; es absurdamente perfecta, debe valer el quíntuple de la de mi familia. — Decía Sophia paseando sus hermosos ojos grises en los alrededores. •••••Unos minutos después, Sophia ya se encontraba en el interior junto a su amiga Caroline, quien la ayudaba a llevar las ma
— ¡Ábreme la puerta de inmediato! — Exigió Sophia. Sin embargo, al ver qué no había respuesta de su esposo, fue en busca de su bolso de mano recordando que el abuelo de Vincent le había entregado una llave maestra de la mansión a ella como obsequio por ser la señora del hogar y esperando que eso también le ayude en sus intenciones de volverse más cercana a Vincent y así darle hijos. Sophia ingresó la llave y para su sorpresa, realmente funcionó. Ella entró al amplio baño y paseó su mirada en los alrededores, viendo que la tina se encontraba vacía se dirigió a la regadera, donde vió la silueta de su marido tras el grueso cristal. "Así que por eso no me escuchaba, que rápido se metió a bañar" Pensó Sophia. "¿A caso se sintió avergonzado por decirle que tenía la aroma de esa mujer en él?" Sonrió ella burlista."Imposible, no creo que él sea un hombre tan inocente"Pensó abriendo rápidamente la puerta de cristal. Vincent se le quedó viendo sorprendido mientras el agua caía en su en