Ese mismo día en la mansión de Vincent durante horas de la noche. Sophia Williams se preocupó por qué su marido aún no bajaba para cenar con ella. — ¿Que tanto está haciendo Vinci? — Preguntó ella al mayordomo, Archer. Sin embargo, el hombre mayor negó lentamente con su cabeza y una seria e inexpresiva expresión. — Lo siento señora, no puedo decirle nada. Archer tenía la rotunda orden de no hablar nada al respecto con Sophia de lo que recién había sucedido. — Debería continuar la cena sola, es importante que se alimente bien, no creo que el señor baje aún. Sophia tuvo un mal presentimiento, una vez más… — ¡No lo haré! — Exclamó ella cruzándose de brazos mientras seguía sentada frente a la mesa comedor. — No voy a probar bocado alguno hasta que él baje y si no lo hace en una hora, yo misma subiré y le exigiré respuestas, él ha estado actuando de manera extrañ
Enma pasó su mano por su rubia, lacia y larga cabellera cepillando la misma hacia atrás. — Oh mi ingenuo Vincent, veo que has quedado "ciego" por culpa de esa mujer, ¿Cómo es posible que tengas las pruebas en tus manos y poco te importen? Solo hay una palabra para ello "tonto" pero… — Enma hizo una pequeña pausa mostrando una sonrisa orgullosa y triunfante. Ella se acercó hasta el sofá largo en el que se encontraba sentado Vincent, haciéndose a un lado de él. — Ella no solo te ha mentido sobre ese hombre, Charlie Jones, si no también en muchas otras cosas, esa mujer jamás ha sido sincera contigo y no merece que la defiendas, que la quieras o que la sigas eligiendo a ella. Vincent se sintió molesto y se levantó del sofá de inmediato volviendo a ver fríamente a Enma. — Es suficiente, no me interesa que creas, que te hayan dicho o que otras fotografías tengas, quedas advertida de no meterte con ella, adiós
— ¿Que es lo que posees que te hace sentir tan confiado? — Preguntó él señor muy mayor que ingresaba al salón, Robert Taylor, padre de Frederick y abuelo de Vincent. Charlie se sorprendió y le saludo apropiadamente antes de comenzar a explicarle. Unos minutos después, terminó de dejarlo al día con los detalles que lo llevaron a buscar la ayuda del señor Frederick Taylor. — Debiste acudir a mí, mi hijo es un terco. — Dijo el anciano molesto viendo a Frederick seriamente. — Entonces… ¿Me ayudará? — Por supuesto niño, si mi nieto dejó a esa mujer de los Evans y está saliendo con la que busqué para él, quiere decir que está avanzando y es uno de los objetivos que quería, parece que Sophia Williams está trabajando muy bien. Charlie se dirigió al hombre guardián que se encontraba de pie al lado del sofá individual donde se había sentado el señor Robert, el joven rubio le entregó al hombre el tel
"¿Es en serio? ¿Después de todo lo que ella me ha ocultado y se enoja por algo tan absurdo cómo eso?"Pensaba Vincent molesto. — ¡Ahora tiene sentido por qué no me respondías! Así que te vestiste tan bien para encontrarte con ella… ¿Por qué lo hiciste? — No creo que eso tenga importancia ahorita. — Respondió Vincent seriamente. — No deberías de juzgarme por algo como eso cuando me has estado mintiendo desde el comienzo del matrimonio. Sophia guardo silencio en ese instante un poco sorprendida. "Primero me llama mentirosa y ahora dice que lo hecho desde el comienzo de nuestro…" Sophia cayó en cuenta de que hablaba su esposo. De inmediato un nerviosismo se apoderó de ella y comenzó a sudar frío. — Tú… ¿Eso te lo ha dicho esa mujer? — Así que ya recordaste; sí, me lo ha dicho Enma, de hecho para eso fui a verla, ella tenía fotografías tuyas en la s
12: 30 am.— ¿Tienes idea de que hora es? Venir sin previo avisó y exigir que tanto mi padre como yo te atendamos… Deberías ser más considerado hijo — Regañaba Frederick Taylor a su hijo Vincent. Sin embargo el joven de cabello rizado poca atención le dió a esos regaños. — ¿Por qué pusieron una cláusula matrimonial sin consultar primero conmigo? Sean o no sean mi familia no tenían derecho alguno. El abuelo de Vincent, Robert Taylor, frunció el ceño ante el reclamo de su nieto. — Vivías aferrado al recuerdo de esa chica fallecida, vivías pegado a una mujer aprovechada que solo te utilizaba y eso arriesgaba tu reputación, la de la familia y las empresas; lo correcto era que dejaras todo eso, tenías que madurar quieras o no, de lo contrario jamás te hubiéramos obligado a casarte. Vincent suspiró posando su mano en su nuca. — La verdad no me interesa sus planes y si salieron o no
La puerta comenzó a sonar y Vincent permitió el ingreso, sin embargo, no se esperaba que ese hombre, Charlie Jones, entrara en compañía de Sophia. Vincent logró ocultar rápidamente su sorpresa. Aunque por otro lado, Charlie no pudo evitarlo. — ¿Dónde está el señor Frederick Taylor? — Preguntó de inmediato el joven veterinario. — He sido yo quien te ya enviado a llamar. — Respondió tajante Vincent, viendo seriamente a el ex de su esposa. Sophia posaba su mirada de uno al otro hombre sin entender exactamente que estaba sucediendo. — ¿Por qué llamaste a Charlie? ¿Que tienes que hablar con él? Si es por lo de las fotografías en la playa, ya hablé contigo de eso y no—— No tiene que ver con ello Sophia, ¿Puedes dejarnos a solas? Tengo cosas que hablar con él.Ante la respuesta de Vincent, sophia frunció el ceño molesta y se acercó rápidamente a dónde se encontraba su esposo de pie. — ¡No me voy a ir de aquí! Quiero saber que está pasando, ¿No crees que tengo derecho a quedarme? — Pre
Sophia Williams podía sentir la refrescante brisa del viento sobre ella, su mirada se dirigía por el balcón a la cercana playa con palmeras altas en los alrededores, sin embargo, a pesar del bello paisaje frente a ella…Esa molesta incomodidad seguía en su interior perturbando su mente. "¿Por qué me tiene que suceder esto a mi?" "No es lo que quería… No imaginaba este futuro en mi vida…"Los pensamientos negativos se hacían presentes uno tras otro. Ella dirigió su mirada a su mano izquierda, pronto habría un lujoso anillo de bodas adornando su dedo anular. Sintió una tristeza invadiendo su ser y fue en ese momento que Sophia escuchó el sonido de la puerta al abrirse y de inmediato posó su mirada atrás…Ahí estaba de pie Caroline, su mejor amiga desde la infancia, una elegante dama de grandes riquezas hoy en día, cabellera rubia corta y hermosos ojos verdes limón. — Te ves preciosa. — Comentó ella acercándose a Sophia. La bella mujer vestida de novia, sostuvo los costados de la
Sus hermosos ojos grises claros veían a las personas a su alrededor en el bello jardín de la lujosa propiedad Taylor, ella se encontraba sentada al lado de su marido en la recepción de la ceremonia sintiéndose presionada a sonreír y probar las comidas. Sin embargo, aunque Sophia Williams intentaba lucir alegre, el hombre a su lado no; él ni siquiera le dirigía la palabra a ella, mucho menos la volvía a ver, era un hecho para la mayoría de invitados que Vincent Taylor estaba siendo obligado a casarse. Sophia podía ver cómo algunas personas parecían murmurar mientras la veían a distancia. Algo que la hacía sentirse un poco incómoda. Los minutos pasaban y la pareja recién casada se tomaba las fotos respectivas con invitados, familiares y ellos dos solos. Una gran sonrisa fingida curvó los labios de Sophia mientras aceptaba una a una las felicitaciones y se tomaba las fotografías; pero ella nuevamente notaba que él tenía su misma seria y vacía expresión, ni siquiera se molestaba en s