Evelyn Peterson
— ¿Hablar? —sentí como su cuerpo se tensó debajo de mí, esto me alertó, intenté bajarme de encima de él, pero me detuvo. — ¿De qué vamos a hablar? —Jack presionó sus labios, era como si lo que pensaba decir no fuese algo bueno, sus dedos comenzaron a trazar un pequeño camino en mi trasero.
—Quiero…—detuvo sus palabras, su ceño se arrugó, era como si se debatiera en si decir las siguientes palabras. —Mi padre no estaba en edad de seguir trabajando, así que me propuse a tomar las riendas de Editorial Brooks…
— ¿Y? ¿Realmente esa fue tu decisión? —sus ojos lo delataron, arqueé mi ceja, luego arrugué mi ceño, no podía creer lo que estaba intentando decirme. —Tu madre te metió a Editorial Brooks para que me alejara de tu padre y así tu poderme sacar, ¿No? —él siguió callado, esperando que su silencio a mis preguntas, contestaran por él. Me intenté levantar pero él apretó su agarre. —Necesito…necesito espacio. —al escucharme me solt
Jack Brooks —Quiero exclusividad, Evelyn Peterson. —esas palabras salieron sin más, mis manos las tenía en su rostro, ella sin palabras, seguí hablando. —Podemos ser lo que tú quieres que seamos, pero siempre y cuando seamos exclusivos. —lo que menos quería era presionarla, si le daba la opción de elegir, podría sentirse un poco libre de tomar su propia decisión. Sentimientos encontrados. Es lo que tenía en estos momentos al verme en los ojos marrones de Evelyn, sentía una conexión que no podía descifrar, que no podía encontrarle respuesta. ¿Acaso era algo más que atracción? ¿Por qué mi necesidad de estar con ella crece día a día? ¿Por qué ardo en ira el solo imaginar que otras manos puedan tocarla? ¿Es acaso algún tipo de brujería? Dios mío, ¿Qué es lo que me pasa con ella? — ¿Eso quiere decir que…?—ella arrugó su ceño, como si estuviese buscando las palabras correctas. — ¿Solo ser amigos con derechos exclusivos
Evelyn Peterson Esta mañana me había despertado con una nota de Jack, su lado estaba frío así que deduje que había madrugado para irse a cambiar a su casa, sonreí en ese momento cuando recordé tener su camisa de vestir puesta, antes de salir del edificio había pedido al recepcionista el pedido de la tintorería. Me giré en mi silla giratoria hacia la ventana, crucé mi pierna y di un sorbo a mi taza de café, no había querido desayunar, así que por el momento me conformé con un buen café para despertar, me había sorprendido no encontrar a Jack en Editorial Brooks aun. Miré de reojo mi reloj. ―De tal palo a tal astilla. ―alcé mis cejas al escuchar esas palabras de una mujer a mi espalda, luego tomé aire para soltarlo lentamente. Me volví en mi silla hacia a ella. ―Buenos días, señora Brooks. Si busca a…―me interrumpió. ―No vengo a ver a Jack, vengo a verte a ti, veo que estás consiguiendo tu n
Jack Brooks Salí con una respuesta afirmativa de parte de Evelyn para pasar juntos el fin de semana, tenía este tema con mi madre que no me dejaba tranquilo, aunque Evelyn no me había dicho que es lo que ella le dijo para ponerla así, sabía que fue su crueldad. Estacioné el auto a lado del de mi padre, vi la escolta en la entrada, seguí mi camino hasta la puerta principal, entonces noté una camioneta blindada muy familiar. “Los Colleman” Cerré los ojos por unos momentos y maldije entre dientes, ¿Qué parte de “Terminamos nuestro compromiso” no entienden? Mi madre se había vuelto loca si insistía en volver a hacerme siquiera pensar en regresar con Allison. La puerta se abrió y me sorprendió ver a mi padre y pareció alterado, al verme se sorprendió. —Hijo, creí que no vendrías…—luego detuvo sus palabras, como si cayera en cuenta de algo. —Tu madre hizo todo esto…—estas últimas palabras las di
William Brooks —Esa mujer es…Evelyn Peterson. —dijo Jack, sus palabras en cierta manera me sorprendieron, pero sabía muy en mi interior, en algún lugar desconocido dentro de mí, que ellos podrían algún día congeniar, pero no a este nivel. — ¿Qué es lo que estás pensando, padre? —bajé mi mano lentamente de su hombro y los metí en los bolsillos de mi pantalón de vestir. —Evelyn, ella es la mujer…—susurré, luego sonreí, miré al cielo oscuro, tomé aire y lo solté lentamente, ¿Eres tú la que está haciendo esto, Marie? Regresé la mirada a Jack. —Bueno, ¿Qué te puedo decir? Estoy sorprendido, conozco a Evelyn desde hace años atrás, y…—suspiré, le di una palmadita en su mejilla y sonrió a ese gesto. —Tienen todo mi apoyo. —me tomó por sorpresa su abrazo, luego al separarse, fue algo inesperado: su sonrisa era amplia, el brillo en sus ojos azules, era único, sentí un nudo en la garganta, no sé por qué tenía ese sentimient
Evelyn Peterson Mis dedos se deslizaron por mi rostro para desvanecer la crema que suelo usar en las noches antes de dormir, tenía mi moño en lo alto todo desbaratado, mi bata estaba abierta dejando a la vista mi conjunto de lencería sencilla en color negro, mi mirada se quedó fija en mi abdomen, podía ver un poquito de lonjita, eso no me sorprendió para nada, no había hecho ejercicio desde unos días antes del accidente, mis dedos acariciaron ese pequeño extra en mí, levanté la mirada al espejo y con cuidado retiré la férula de plástico, los motes del golpe alrededor de mi rostro estaban desapareciendo, el maquillaje hacía buen trabajo escondiéndolo. Escuché el teléfono inalámbrico de mi habitación, por un momento me sorprendió escucharlo, salí del baño y lo alcancé en la mesa de noche. — ¿Si? —contesté. —Señorita Peterson, tiene visita. —miré el reloj que estaba al lado de la base del teléfono, eran pasa
Jack BrooksEl corazón me latió más rápido al escuchar esas palabras salir de su boca, sus ojos marrones no dejaron de mirarme. Estaba decidida a terminar lo que estaba empezando a fluir entre los dos, ¿Lo arruinaré por unos celos y la desconfianza? Presioné mis labios, tenía que aprender a confiar, tenía que quitarme de la cabeza que Evelyn podría ser la amante de mi padre, estrangular esa voz de mi madre dentro de mi cabeza de nuevo.—Lo siento. —dije de nuevo esa palabra, no sé cuántas veces tenía que decir, esperaba que fuese la última vez que metía la pata con ella. Miré a mi padre que estaba a cierta distancia detrás de ella. —Lo siento, padre. No sé qué es lo que me ha pasado…—me pasé una mano por mi cabello, tomé aire y lo solt&eacu
Evelyn Peterson —Vaya, pensé que nunca te veríamos. —Orson se quejó cuando dejó un beso en mi mejilla, luego tomó mi mano y tiró de mí para pasar su brazo por encima de mi hombro para pegarme a su costado. —Tengo mucho trabajo últimamente. —me llevó hasta la cocina, al abrir la puerta, Chase apareció con el mandil que suele usar para cocinar. Sonrió al verme, abrió sus brazos para que lo abrazara. —Hola, buenas noches, Evelyn. —cortó la distancia Chase y me plantó un beso contra mis labios, intenté no mostrar mi incomodidad, estiré mi cuello para oler lo que estaba cocinándose en la olla de barro. — ¿Cómo están? ¡Es tu estofado! huele delicioso. —Chase sabía cocinar y esa comida era una de mis favoritas, tenía muy buen sazón. Orson me sirvió una copa de vino, me dije a mi misma que solo sería una copa ya que tenía que manejar de regreso a mi piso. Me senté en el banquillo de la isla de granito, di
Jack BrooksMiré a Evelyn empezando a recoger sus pertenencias, miró hacia la entrada y me encontré debajo del marco de su puerta.― ¿Ya te vas? ―pregunté curioso. Ella asintió mordiéndose el labio.―Iba a tu oficina para decirte que antes de ir al ático haré una parada, así qué…―detuvo sus palabras al bajar su mirada a mi maletín y a mi americana que tenía sobre un hombro. ― ¿También te marchas? ―asentí lentamente.―Tengo que hacer una parada también, ―no sabía si preguntar si nos veríamos esta noche, ella leyó mi mente al parecer.―Tendremos el fin de semana para nosotros, así qué…―detuvo sus palabras y asentí en señal de estar de acuerdo.―Sí, está bien, tendremos dos días para nosotro