Paso mucho tiempo antes de que Caleb pudiera confiar en Dulce, esta vez le toco a ella esperar y sufrir, se lo merecía nadie lo niega y lo acepta, da gracias que fue a tiempo y no lo perdio por completó, eso se decia todas las noches, aunque seguía rogando, no podía negar que Caleb la tomaba con tanta pasión en sus encuentros que la hacia perderse entre sus brazos y no queria irse del lugar, era su culpa no poder quedarse

—Hasta cuando seguiremos así Caleb? necesito tenerte en mi vida siempre, quiero verte a mi lado en cada despertar, quiero envejecer junto a ti, lo entiendo ahora ¿Puedes perdonarme?

—N-o l-o s-e, eso siempre a dependido de ti Dulce, nunca he sido primordial en esta relación, si es que se la puede llamar así, lo que tenemos ha sido una calentura para ti, por eso puedes alejarte con ta nta facilidad de mi lado

—Se que tengo la culpa de la mayoría de cosas que paso, pero tu no estas excepto de culpa ¿Quien te mando a mentir? acaso era necesario hacerlo, el problema pri