Dulce acepto la declaracion de Caleb, lograron al fin tener la tan ansiada cena romantica que nunca tuvieron antes, conversaron como unos viejos conocidos que no querian separarse, bailaron a la luz de la luna, se besaron como si no hubiera un mañana, tenian tanto que recuperar, pero ya no importaba lo que mas tenian ahora era tiempo, y no desaprovecharian ni un segundo, la noche termino en un desenfreno total, Dulce se sumergio en la piscina seguida de Caleb que no perdio la oportunidad de ternerla en sus brazos

—Puedes hacerlo, pero no me quites la ropa Caleb

—Entonces ¿Como lo hago si no puedo quitarte la ropa? me estás quitando el placer de deleitarme con tu cuerpo, quiero emborracharme de ti y tú me lo impides Dulce

—Tu hijo acaba de nacer hace poco, mi cuerpo aún no está ...... deseable, está vez quedaron huellas en mi

Caleb parpadeo confundido, que diablos estaba diciendo Dulce, si con solo tenerla cerca su verga se pone dura

—No digas estupideces Dulce, eres mia y te deseo