Ruedo los ojos cuando veo el auto de lujo y a Edward manejando, está a lado de la acera conduciendo al mínimo del límite de tránsito para seguir mis pasos.

-Yo no solicité nada- menciono sin verle y siguiendo mi camino hasta la parada de autobuses, no trae su usual coche negro, este es diferente y me pregunto de dónde lo ha sacado, ni siquiera sé de autos, no tengo idea.de la marca y aún así puedo saber que cuesta más ceros de los que he visto en mi vida.

-Sube Katherine- su voz suena más como una orden pero algo en mi cerebro lo toma como un reto, los autos pasan a nuestro lado de manera frustrada cuando el auto de Edward no les permite seguirle el camino de manera normal pero nadie se atreve a decir nada, el hombre está manejando como una tortuga en una calle abierta, pero claro que nadie se atreve hablar.

- No gracias- se está cabreando lo sé pero no podría importarme justo ahora ¿Está frustrado? Bien, no es ni de cerca como me he sentido en los últimos días.

-¿Me harás cerrar la av