Sara
El martes hago una pequeña mudanza de mis cosas al departamento de Franco. Solo viviremos ahí un par de meses y lo rentaremos amueblado en nuestra estancia en España. Mis padres nos ofrecen su casa para que Franco lo rente antes… afortunadamente mi abuela les dice:
─El casado casa quiere...─y rechazamos la oferta.
El miércoles, Franco, mi madre y yo nos vamos a San Miguel de Allende. Rentamos un hotel boutique para toda la familia cercana, justo detrás del jardín donde será la recepción.
El jueves llegan mis suegros, David y Cristina, mi padre y Alex con su novia, la misma. ¿Cómo se llama? ¡Ups!... Luisa.
El viernes es un día de locos. Pruebas, pruebas y más pruebas. Aun así, Franco y yo lo disfrutamos y la pasamos sensacional.
Por la tarde después de varios intentos logramos escaparnos un rato. Feliz me lleva a la parroquia de San Miguel Arcángel, donde nos casaremos mañana. Me lleva hasta el altar... yo lo obser
Sara Al fin llega el día de la boda. Desde las 6 de la mañana empieza el trajín. Me levanto a bañarme. Mis padres están en la habitación contigua, estaban comunicadas por una terraza. Susana durmió conmigo esta noche, es mi madrina de honor. Giovanni, Lorenzzo, Rossana,Antonella y Maximiliano su esposo llegaron un día antes al DF y viajaron en autobús directo desde el aeropuerto. Los amigos de Franco, llegan un día antes. No los vemos ya que se hospedaron en otro hotel. Mi madre empieza con sus cosas desde temprano… “Que si la liga, que el maquillaje, que las uñas, las medias, el liguero, que la cosa azul, que los aretes, la cosa prestada…” Susana colgada del t
Franco Carlos me invita a aquella fiesta, lo escucho extraño, raras veces me convoca a reuniones con sus amigos. Nuestra amistad es filosófica, nos gusta salir a platicar, tomar vino, a veces mezcal. Salimos solo nosotros… nunca con parejas. Yo no salgo con nadie por ahora, pero él tiene tiempo de novio con Sara. -¿Vienes Franco? Ándale, es la última… de aquí la boda y Roma nos espera. -Seguro, paso un rato, dame la dirección. -Necesito que trates más a Sara. Sabes que es el amor de mi vida, y ahora que nos casaremos, no podré salir de farra contigo si no le caes bien… tienes que tratarla- r
DESPERTARES Sara Amanecemos abrazados, toda una experiencia nuestra primera noche juntos como esposos. Al fin de cuentas ha valido la pena la espera. Abro los ojos y Franco me mira, con una hermosa sonrisa me dice: -Buenos días Mio Cuore... Me estiro y me acurruco en su pecho y lo abrazo, no me quiero ir, se está tan bien así, desnudos, deseándonos y abrazados, pero ya es hora de levantarnos, Santiago Bécquer el amigo de mi hermano nos llevará al aeropuerto de León, le queda de paso. Por fin me levanto, mientras me lavo los dientes nos coqueteamos y molestamos mirándonos por el espejo. Recuerdo nuestras mágicas noches, dos noches de boda, las dos maravillosas. Aunque deseamos bañarnos juntos y seguir provocándonos debemos apurarnos.
Sara El portero, Jaime, del edificio Palmas, donde tiene Franco su departamento, nos indica que habían llegado varios obsequios en nuestra ausencia. Al abrir su bodeguita lo encontramos lleno de muchas cosas. Ligeramente agotados, Jaime nos ayuda con todo para subir al séptimo piso por el elevador. Entrar a mi nuevo hogar me emociona. Antes de la boda ya habíamos llevado mis cosas y las había organizado. El departamento es muy amplio. Tiene tres recámaras, un estudio, sala comedor, una cocina muy agradable y el área de servicio muy completa. En cuanto nos quedamos solos y cerramos la puerta, Franco comenzó a mirarme con ojos de pasión. Nos besamos y corrimos a la alcoba. Después de hacer el amor por primera vez en nuestra cama nue
Querid@s lectores: Si han llegado hasta aquí, es porque han seguido esta historia. Gracias por ser parte de esta aventura, esta locura de amor de Sara y Franco. Se han arriesgado a tener una vida juntos, como ustedes o como yo tal vez alguna vez lo hemos hecho. Les invito a que sigan leyendo, enamorarsae es fácil, lo complicado es seguir enamorado. Cuento con sus estrellitas, sus comentarios y todo lo que quieran comentarme, estaré feliz de leerlas y aprender de ustedes. Mis historias se alimentan de las vidas de todos ustedes. Gracias por seguirme y esperen más historias de esta escritora que se apasiona escribiendo locas historias de amor para tod@s ustedes! Pat Muñoz
Sara Nació el pequeño Sebastián. Los abuelos culecos, los papás orgullosos, y los tíos encantados. -Sara, Franco…-dijo David- deseamos pedirles algo muy especial, nos casaremos en Julio, y deseamos bautizar el mismo día a Sebastián-. Atentos los observamos, Cristina en la cama de hospital y David ligeramente reclinado a su lado…-¿Quieren ser los padrinos de Sebastian?-Interrumpió Cristina. Emocionados Franco y yo nos miramos a los ojos… Sin duda lo haríamos.-Por supuesto…- respondo decidida-. El pequeño Sebastián será nuestro ahijado. David, Cristina y Sebastián pasan la noche de Navidad en el hospital. A las 7 de la
Sara El el día de los santos inocentes volamos a Madrid. Un sin fin de bromas nos jugamos el uno al otro.. Nuestra relación es muy intensa, no podemos pasar mucho tiempo juntos sin besarnos y apapacharnos. Nuestras conversaciones son profundas, y me siento en deuda con Franco en todo momento. No para de complacerme. Da mucho en esta relación y eso me frustra. A veces siento que no doy todo por él. “Una relación de pareja no solo es estar juntos, si realmente desean que funcione deben tener mucha comunicación, no se queden callados… No hagan cosas tontas que luego se conviertan en una montaña de orgullo y rencores absurdos.” Me dijo la abuela el día de mi boda. La abuela Mely era mi consentida, de mis cuatro abuelos, ella y yo teníamos una química
Franco Manuel y Elena, viajan con nosotros a Roma. Pasamos en Florencia el año nuevo, y después pasamos el cumpleaños de Sara en la finca de su amiga Rossana. En ésta ocasión por ser los recién casados, su abuela nos prepara una hermosa habitación. Nada de dormir en la sala, se ha lucido. El día del festejo, con cierta complicidad, Elena, Manuel, Rossana y yo, llevamos serenata a las seís de la mañana, acompañados de los mellizos Pepo y Lolo; los primos hermanos de Rossana. Son músicos. Uno toca la guitarra y el otro la trompeta. Cantamos las mañanitas con una extraña traducción en italiano. Esa fue idea mía. Me acerco a Sara y le doy una rebanada de pastel de chocolate, con una cereza y una vela con el número ventiseis. -¡Dai, esprimere un desiderio!(¡Vamos! Pide un deseo.)- Grita el coro italiano mientr