YO EN MODO: ¡CONTRÓLATE, ZOA, CONTRÓLATE!
En ocasiones me preguntaba qué se necesitaba para crear un nivel de tensión tan alto que diera la impresión de que se podría cortar la densidad del aire con un cuchillo… En realidad, hasta ahora voy a pensar sobre esto y no pienso seguir perdiendo mi tiempo con ideas tan extremadamente ridículas.
Sin embargo, en este momento podría jurar que si tuviese un cuchillo en mis manos, estaría cortando el aire y la garganta de Christal, la estúpida esposa de Lorenzo.
— ¿Ares? ¿Lo has llamado, Ares? — Me vuelvo hacia Aramis que mira a Christal con demasiada atención, como si intentara recordarla de alguna parte. — ¿De dónde la conoces? Acaba de llegar a la ciudad, no puedes simplemente conocerla — Mi padre me mira levantando una ceja, interrogante, d&aa
— ¿Cómo sabías que había una oficina en...— Tú y yo vamos a hablar— Me dice Travis muy serio.— ¿No te gusta el vino tinto?— Pregunto con una hermosa sonrisa en mis labios, comienzo a sentirme un poco cansada, debo buscar a Aramis e irme a casa.— No me gustan las mujeres celosas— Me dice y yo abro los ojos ¿De quién está hablando?— ¿Estás hablando de mí?— Me señalo a mí misma y sonrío como tonta.— ¡Dímelo tú!— Su expresión fría y furiosa hace que se salte un latido de mi corazón.Sus ojos claros se oscurecen y me lo imagino en medio de un orgasmo. Debe ser igual, ¿no?— ¿Te sucede lo mismo cuando te corres?— Pregunto acercándome a
YO EN MODO: ¡NI PERDIDA EN UN BOSQUE!Soy la persona más feliz del mundo, he terminado el estúpido proyecto de la empresa familiar de Travis y hoy iré a entregárselo.Mi vida se ha convertido en momentos de mucho trabajo, diversión y sexo, demasiado sexo.A pesar de que Aramis trabaja en las noches, cuando salgo del trabajo voy directo a su apartamento que se encuentra vuelto un desastre porque él va a cambiarse próximamente a la casa de uno de sus compañeros.Al llegar a su apartamento, me doy un baño relajante, tomo una copa de vino y salgo a su balcón y frunzo el ceño al recordar a todas las chicas que vi en este lugar.Levanto la mirada y observo hacia mi terraza, en realidad no se puede ver mucho, pero si prestas más atención puedes darte cuenta de que la persona de ese apartamento puede verte, o sea, yo ¡Maldición, yo soy esa persona!Me siento mal por ocultarle algo que considero importante, así que olvido el ba
La ignoro y continúo hasta llegar a mi edificio, aunque en realidad me muero de las ganas por saber lo que está haciendo. Por el vidrio de la entrada puedo verla de pie, observándome, tan altiva y orgullosa que da miedo.— Zoa, dime que esta noche estás libre — El saludo de Lila me toma por sorpresa al entrar a mi oficina, puesto que todavía estaba pensando en lo último que dijo Leticia.¿Qué sucede en el bar donde trabajaba Aramis?En realidad, no sé dónde está el bar donde trabaja y nunca se me ha ocurrido pedirle que me lleve o me dé la dirección.No debería prestarle atención a Leticia, solo quiere hacerme dudar de Aramis y llenarme de celos, al fin y al cabo, yo tuve mucho que ver con que él renunciara a trabajar con ella.— No sé, todo depende del señor Devereux, porque ya sabes, últimame
Antes de salir de la oficina, mi padre se ha tomado la molestia de venir a hablarme, para recordarme que no puedo perder la cuenta con los Devereux, porque si sucede, estaremos en graves problemas.— Señorita Bellerose, acompáñeme por aquí, por favor — Una chica muy alta, de cabello negro y muy brillante, me dirige hacia un lugar de la empresa de Travis en el que nunca he estado.Hasta el momento, solo he conocido la sala de juntas y pensé que nos reuniríamos en ese mismo sitio. ¿Travis estará interesado en ella?La observo caminar con elegancia y un poco de coquetería y me pregunto si la mujer viene a trabajar o a conseguir un novio rico.Respiro profundo, al final he venido sola porque no quería que nadie de mi oficina fuera testigo de la forma en la que me habla Travis, ya tengo suficiente con sus "colaboradores"— Adelante, el señor
YO EN MODO: ¡ESTOY SOÑANDO! ¿VERDAD?Lila fue a buscarme a mi casa, donde estaba hibernando, confundida y perdida entre mis pensamientos torturadores.No he podido dejar de pensar en Travis, en su pregunta y en larespuesta que le he dado. No soy una persona que pasa su tiempo pensando en la levedad del ser humano, en tratados existenciales o en la perturbación del alma.En realidad no tengo tiempo de pensar en todas esas cosas, no cuando tengoun padre como el mío, que a pesar de ser genial y quererme un montón, siempre espera lo mejor de mí.Así que, tener que pensar en cómo me siento y en cómo se pueden sentir Travis y Aramis, me tiene en unestado de ansiedad absoluto.Nunca me había pasado esto, es como si estuviera divida entre dos amores, como si mi corazón tuviera la capacidad de amarlos a los dos por igual.
Sonrío a los chicos de seguridad y salgo a la calle, el sonido de llamada se reproduce sin obtener respuesta. Cuelgo y le escribo un corto mensaje.<Amor, he salido con Lila. Hoy duermo en mi apartamento, he bebido un poco y no quiero molestarte. Te extraño>Envío el mensaje y me quedo un momento observando hacia la calle, a la gente que va a los restaurantes alrededor, es una zona muy exclusiva de París.— Zoa ¿Qué haces aquí afuera? Empieza a hacer frío — Lila parece un poco ebria y sonrío al observar su corta falda roja y sus largas botas negras — No me mires así, que estoy sublime, al igual que tú y como sabes la belleza cuesta — Ella pasa su brazo por mi cintura y por unos segundos me siento incómoda, pero luego le devuelvo el gesto y frunzo el ceño con su siguiente comentario — No me digas que estabas reportándote.— ¿Qué dices? Solo estaba devolviendo una llamada que me hizo Aramis antes de irse a trabajar — Lila suspira y se vuelve a mirarme
— En un bar muy exclusivo, no recuerdo como se llama —Le respondo, ocultándole lo que hacen en este lugar.«Vale nena y ¿se están divirtiendo? No han salido con los practicantes, ¿Verdad?» — Sonríe y yo lo hago igualmente al recordar el incidente de Lila.—No, somos solo mujeres. Esta vez Lila ha olvidado a los pasantes y los piercings — Escucho su ronca sonrisa y el ruido de una moto al pasar, está en la calle — ¿Estás fumando? — Pregunto, aunque estoy segura de que eso es lo que está haciendo.«¡Nena!» — Suspira — «Todavía tengo mucho trabajo y estoy un poco agotado, no es una excusa, es solo que hoy lo necesito» — De alguna manera lo comprendo, no es fácil acostarse todos los días en la madrugada y pasar de vender los cuadros que creas y pintas a ser mesero en un bar.— Vale, amor. Voy a volver con las chicas, intentaré no despertarte si llego muy tarde — Le digo y antes de que cuelgue la llamada su comentario me deja completamente perdida.«Haz
AramisNunca pensé que un accidente de tránsito pudiese cambiar mi vida por completo y mucho menos que una chica pelirroja, orgullosa y un poco antipática, podrían hacer que mi mundo a mi alrededor diera un giro de trescientos ochenta grados.— ¡Ey Are! Hoy andan más alborotadas que nunca, que bueno que volviste — Me dice Juan, uno de mis compañeros strippers.Pensé que jamás volvería a este lugar, después de renunciar y empezar a trabajar con Leticia.No soy de las personas que se quejan por lo que les sucede, pero sí de las que buscan alternativas, aunque en ocasiones no tome las mejores decisiones.Dejé España esperando encontrar grandes oportunidades en este país, lo que al principio sucedió; empecé a pintar y a ser reconocido en algunos círculos sociales específicos y