— ¿Lo has matado? — Pregunto inclinándome y acercándome a su pecho — Tenemos que comprobar que sigue vivo, pásame un espejo, Travis — Le pido con urgencia, pero el solo me mira mientras levanta una ceja.— ¿Para qué necesitas un espejo? — Se cruza de brazos sin hacer el mínimo intento de buscar un espejo.— Para comprobar que respira. ¿Sabes que a veces la gente se equivoca y han enterrado a muchas personas vivas? Lorenzo es un idiota, pero no me gustaría que le pasara lo mismo, eso es una especie de tortura y yo soy de todo, menos una psicópata y ni siquiera soy estadounidense — Le digo con calma, no entiendo por qué se queda ahí parado como si nada grave estuviese pasando.— Zoa. Está respirando, desde aquí puedo escuchar sus ronquidos — Me dice y toma mi mano y me hace poner de pie — Vamos, l
YO EN MODO: … ¿ES O NO ES?Suspiro y muerdo mis labios, la humedad de su lengua se desliza por mis pliegues vaginales y mi respiración se entrecorta. Aprieto los dedos de los pies que enredan las finas sabanas de seda negra, los dedos de mi mano derecha se enredan en su cabello y tiran de estos con fuerza.— Bebé — Escuchar su gutural voz me pone a mil y una fuerte convulsión se apodera de mi cuerpo cuando su lengua golpea con fuerza acompañada de dos de sus gruesos dedos que se deslizan aumentando mi humedad y arrasando con todo en mi interior.Grito desesperada y sigo tirando de su cabello, el interior de mi cuerpo se llena de miles de espasmos y el sabor a sangre se apodera de mi garganta. ¿Acaso no estoy soñando?— Buenos días, niña rica, debo irme, te veo esta noche — siento el hundimiento del colchón y el leve roce de unos cálidos labios que conservan mi olor contra los míos y caigo de mi nube post orgásmica al darme cuenta de que no estaba soñando y en segundos el colchón vuel
Paso todo el día encerrada en mi oficina, hoy no tengo reuniones y Travis tenía un almuerzo de trabajo, así que no podré escribirle o aparecerme por su oficina para pedirle que me quite el estrés, lo peor de todo es el remordimiento que me carcome en cada vez que quiero llamar a Lila para que me ayude con cualquier cosa. Hasta el momento no he logrado imprimir un documento que necesito con urgencia, y de solo pensar en llamarla se me hace un nudo en el estómago.— ¿A qué diablos estás jugando? — Lorenzo entra como un toro furioso a mi oficina y tira una carpeta sobre mi escritorio.— En mi vida jugaría contigo, ahora es el favor de salir de mi oficina — Me pongo de pie y paso por tu lado.— Tu padre me ha pedido entregarte esta cuenta, al parecer han pedido que tú la dirijas y sorpresivamente su director es amigo de tu último levante. — Observo con rapidez el documento y vuelvo a mirarlo.— No sé de lo que hablas y no te preocupes, no voy a tomar la cuenta, hablaré con Travis. Ahora sa
— Mi padre va a presionarte. ¿Recuerdas lo que te dijo hace una semana cuando nos encontramos con él por casualidad? Pensó que yo estaba embarazada y no hace más que hablar sobre eso desde hace algunas semanas — Ese día casi muero de la vergüenza en el restaurante.Mi padre estaba con unos amigos suyos y había bebido algunas copas, así que su tono de voz se había elevado a algunos decibeles y todos nos escucharon.“Tienes razón, recuerdo al amigo de tu padre contándonos que por fin entendía por qué habías comprado pruebas de embarazo en una farmacia, aunque no comprendía por qué el bebé no había crecido.”Aprieto mis manos en el volante del auto y aprieto mis dientes al acordarme del amigo de mi padre que encontré hace meses en esa farmacia. Yo estaba convencida de que no se había dado cuenta de lo que compraba, pero como me pasa seguido, estoy por completo equivocada — No me recuerdas ese día, casi pierdo la paciencia convenciéndolos a todos de que no estaba embarazada — le digo y g
Un día antesAramisMi madre había muerto y, a pesar de que no había sido una madre ideal y estaba sumergida en su dolor y en su inmenso egoísmo, yo la amaba y perderla ha creado un dolor sorprendente y un vacío tan profundo que todavía no logro encontrar la forma de llenarlo.He sido herido en repetidas ocasiones, física y emocionalmente y a pesar de eso, jamás hubiese imaginado que llegaría a sentirme tan roto y solo que mi alma se ha roto en millones de fragmentos, como un sólido espejo que después de un toque violento y potente pierde su estructura sin existir la mínima posibilidad de que sea restaurado, a menos que lo haga la misma fuerza que lo ha destruido.Así me siento en este momento, roto, perdido, expuesto, con una herida de la que todavía emana la sangre fresca, tan profunda que no podrá cicatrizar con facilidad.Y lo peor de todo es que la causante de esta penosa herida no ha sido mi madre o su muerte, sino ella, Zoa, que logró llegar hasta donde nadie lo había hecho, pe
— Lila, acabo de confirmar que tú y yo tenemos un serio problema de comunicación, deberíamos ir a terapia de pareja. — Levanto una ceja y Leticia vuelve a lanzar una carcajada.Pensé que las mujeres hablaban de cosas extrañas cuando iban juntas a los aseos, pero creo que estas dos se han llevado la palma de oro. ¿Qué hacen ahí paradas? Pensé que se dirigían a los aseos.— Zoa, como bien lo dice el nombre, es para parejas, tú y yo solo somos amigas, y por este tipo de comentarios solo me tienes a mí. Jamás iría contigo a terapia, ni aunque pagaras al mejor psicólogo. Aunque si de esta forma puedo llegar a comprenderte, me lo pensaría. ¿Por qué estamos aquí, paradas en medio del corredor? — Termina Lila, su interesante monólogo, con la duda que tengo desde que se detuvieron cerca de mi mesa.
Mi cuerpo se tensa, me siento atrapado en un torbellino de emociones contradictorias; por una parte, tengo claro que no fui sincero con Zoa y que para ella puede ser difícil comprenderme, aunque también tengo claro que ella me engañó y me hizo sentir vulnerable.Estoy frustrado y el fuego en mi interior crece como un fuerte puño dispuesto a acabar con todo a su alrededor. Me estoy dejando llevar por las sombras a mi alrededor, aunque sé que no tengo derecho a exigirle nada.— ¿No me digas que te has vuelto dependiente de mí, Devereux? — Escucho la sutil y hermosa risa de Zoa y solo quiero levantarme de esta silla y explotar la cara del idiota del rubio. — Pero, lo siento. Aunque dependas de mí, no puedo hacerme cargo de tus necesidades en este momento. Tengo que hacer pipí — Zoa pasa por nuestro lado sin advertir nuestra presencia.Me levanto, porque necesito verla, hab
Atravieso el lugar, y ella no puede dejar de mirar a nuestro alrededor donde varias parejas se encuentran besándose o acariciándose. Esta zona del lugar está dedicada a los preliminares y a pesar de que quería que Zoa estuviese enfrentada a una experiencia diferente e intensa, preferí elegir una sala privada.— ¡Bienvenida! — susurro en su odio.Le ayudo a quitar su abrigo que es recuperado por una chica que lleva un ajustado vestido negro.— Me voy, no creas que voy a quedarme contigo y mucho menos en este lugar siniestro y oscuro, solo porque … — Se queda callada en el momento en el que las luces se iluminan en medio del salón. — ¿Qué es esto? — Me pregunta girando sobre sí misma — No hay nada aquí, Aramis.— Estás tú. — Me acerco a ella y pego mi pecho contra su espalda y deslizo mi dedo con mucha