Cada noche que vuelvo a mi casa, es tan tarde que en su balcón las luces están apagadas y no se observa ningún movimiento.
Sé que debería dejar de observarlo a escondidas y decírselo, pero, no sé mucho de él y poder tener acceso a lo que hace, aunque sea por unos minutos, me permite sentirme más segura y confiada.
— Hola, guapo — Lo llamo porque me encanta escuchar su voz ronca, cuando baja algunos decibeles y me susurra al oído. — También te extraño — Cierro los ojos y lo recuerdo aquí, en mi oficina, mientras me hacía gritar de placer sobre este escritorio. Siento las mejillas completamente rojas.
"Ven cuando termines y quédate a desayunar" — Me dice y yo sonrío, por su invitación.
Hasta el momento no hemos logrado tomar el tan anhelado desayuno juntos.
Lila hace un ruido extraño y la miro, ha escrito algo sobre una hoja que puso sobre su pecho.
<Invitalo a la fiesta>
Suspiro
En la oficina me puse una camisa de seda, y una falda recta negra, que me llega hasta las rodillas y estiliza mi cuerpo. Me dejé el cabello suelto y me puse un poco más de maquillaje y terminé con los zapatos rojos de tacón que he llevado hoy todo el día.Sé que no me esforcé mucho, pero no pensaba ir.— Estás hermosa —me susurra dejándome un suave beso y me toma de la mano — Vamos a esa cena, tengo el auto estacionado al frente.— En realidad, el restaurante está a tres cuadras, así que creo que podemos caminar, perderemos más tiempo buscando donde parquear.— Estamos cerca, podemos caminar —le sugiero y él asiente.Me pongo mis gafas de sol Y sonrío, se siente increíble caminar tomada de su mano.Agosto acaba de empezar, hace calor y la ciudad está casi vacía o con muchos turistas. Los parisinos se han ido de vacaciones mientras yo trabajo como estúpida para el imbécil de Travis.— Hace mucho calor, ¿verdad? — Susu
YO EN MODO: ¡CONTRÓLATE, ZOA, CONTRÓLATE!En ocasiones me preguntaba qué se necesitaba para crear un nivel de tensión tan alto que diera la impresión de que se podría cortar la densidad del aire con un cuchillo… En realidad, hasta ahora voy a pensar sobre esto y no pienso seguir perdiendo mi tiempo con ideas tan extremadamente ridículas.Sin embargo, en este momento podría jurar que si tuviese un cuchillo en mis manos, estaría cortando el aire y la garganta de Christal, la estúpida esposa de Lorenzo.— ¿Ares? ¿Lo has llamado, Ares?— Me vuelvo hacia Aramis que mira a Christal con demasiada atención, como si intentara recordarlade alguna parte. — ¿De dónde la conoces? Acaba de llegar a la ciudad, no puedes simplemente conocerla— Mi padre me mira levantando una ceja, interrogante, d&aa
— ¿Cómo sabías que había una oficina en...— Tú y yo vamos a hablar— Me dice Travis muy serio.— ¿No te gusta el vino tinto?— Pregunto con una hermosa sonrisa en mis labios, comienzo a sentirme un poco cansada, debo buscar a Aramis e irme a casa.— No me gustan las mujeres celosas— Me dice y yo abro los ojos ¿De quién está hablando?— ¿Estás hablando de mí?— Me señalo a mí misma y sonrío como tonta.— ¡Dímelo tú!— Su expresión fría y furiosa hace que se salte un latido de mi corazón.Sus ojos claros se oscurecen y me lo imagino en medio de un orgasmo. Debe ser igual, ¿no?— ¿Te sucede lo mismo cuando te corres?— Pregunto acercándome a
YO EN MODO: ¡NI PERDIDA EN UN BOSQUE!Soy la persona más feliz del mundo, he terminado el estúpido proyecto de la empresa familiar de Travis y hoy iré a entregárselo.Mi vida se ha convertido en momentos de mucho trabajo, diversión y sexo, demasiado sexo.A pesar de que Aramis trabaja en las noches, cuando salgo del trabajo voy directo a su apartamento que se encuentra vuelto un desastre porque él va a cambiarse próximamente a la casa de uno de sus compañeros.Al llegar a su apartamento, me doy un baño relajante, tomo una copa de vino y salgo a su balcón y frunzo el ceño al recordar a todas las chicas que vi en este lugar.Levanto la mirada y observo hacia mi terraza, en realidad no se puede ver mucho, pero si prestas más atención puedes darte cuenta de que la persona de ese apartamento puede verte, o sea, yo ¡Maldición, yo soy esa persona!Me siento mal por ocultarle algo que considero importante, así que olvido el ba
La ignoro y continúo hasta llegar a mi edificio, aunque en realidad me muero de las ganas por saber lo que está haciendo. Por el vidrio de la entrada puedo verla de pie, observándome, tan altiva y orgullosa que da miedo.— Zoa, dime que esta noche estás libre — El saludo de Lila me toma por sorpresa al entrar a mi oficina, puesto que todavía estaba pensando en lo último que dijo Leticia.¿Qué sucede en el bar donde trabajaba Aramis?En realidad, no sé dónde está el bar donde trabaja y nunca se me ha ocurrido pedirle que me lleve o me dé la dirección.No debería prestarle atención a Leticia, solo quiere hacerme dudar de Aramis y llenarme de celos, al fin y al cabo, yo tuve mucho que ver con que él renunciara a trabajar con ella.— No sé, todo depende del señor Devereux, porque ya sabes, últimame
Antes de salir de la oficina, mi padre se ha tomado la molestia de venir a hablarme, para recordarme que no puedo perder la cuenta con los Devereux, porque si sucede, estaremos en graves problemas.— Señorita Bellerose, acompáñeme por aquí, por favor — Una chica muy alta, de cabello negro y muy brillante, me dirige hacia un lugar de la empresa de Travis en el que nunca he estado.Hasta el momento, solo he conocido la sala de juntas y pensé que nos reuniríamos en ese mismo sitio. ¿Travis estará interesado en ella?La observo caminar con elegancia y un poco de coquetería y me pregunto si la mujer viene a trabajar o a conseguir un novio rico.Respiro profundo, al final he venido sola porque no quería que nadie de mi oficina fuera testigo de la forma en la que me habla Travis, ya tengo suficiente con sus "colaboradores"— Adelante, el señor
YO EN MODO: ¡ESTOY SOÑANDO! ¿VERDAD?Lila fue a buscarme a mi casa, donde estaba hibernando, confundida y perdida entre mis pensamientos torturadores.No he podido dejar de pensar en Travis, en su pregunta y en larespuesta que le he dado. No soy una persona que pasa su tiempo pensando en la levedad del ser humano, en tratados existenciales o en la perturbación del alma.En realidad no tengo tiempo de pensar en todas esas cosas, no cuando tengoun padre como el mío, que a pesar de ser genial y quererme un montón, siempre espera lo mejor de mí.Así que, tener que pensar en cómo me siento y en cómo se pueden sentir Travis y Aramis, me tiene en unestado de ansiedad absoluto.Nunca me había pasado esto, es como si estuviera divida entre dos amores, como si mi corazón tuviera la capacidad de amarlos a los dos por igual.
Sonrío a los chicos de seguridad y salgo a la calle, el sonido de llamada se reproduce sin obtener respuesta. Cuelgo y le escribo un corto mensaje.<Amor, he salido con Lila. Hoy duermo en mi apartamento, he bebido un poco y no quiero molestarte. Te extraño>Envío el mensaje y me quedo un momento observando hacia la calle, a la gente que va a los restaurantes alrededor, es una zona muy exclusiva de París.— Zoa ¿Qué haces aquí afuera? Empieza a hacer frío — Lila parece un poco ebria y sonrío al observar su corta falda roja y sus largas botas negras — No me mires así, que estoy sublime, al igual que tú y como sabes la belleza cuesta — Ella pasa su brazo por mi cintura y por unos segundos me siento incómoda, pero luego le devuelvo el gesto y frunzo el ceño con su siguiente comentario — No me digas que estabas reportándote.— ¿Qué dices? Solo estaba devolviendo una llamada que me hizo Aramis antes de irse a trabajar — Lila suspira y se vuelve a mirarme