Su mente era un laberinto sin salida. Augusto vagaba perdido en un mar de recuerdos difusos y pesadillas recurrentes. El pasado, una vez tan claro, ahora era una niebla que se disipaba entre sus dedos.Adelaida, su fiel sirvienta, lo observaba con una mezcla de preocupación y resignación. Sus idas y venidas por todo el apartamento,eran más preocupantes,no se estaba quieto en un solo lugar,se asomó al balcón.-Señor, mejor entre-le sugería con suavidad.Augusto se volvió hacia ella, sus ojos estaban llenos de una tristeza infinita. -No recuerdo nada, Adelaida. ¿Cómo era mi vida antes?La mujer, con un nudo en la garganta, intentaba reconstruir su historia, pero cada palabra era una punzada en su corazón.Caroline, había dejado una orden clara: No hablar con Augusto de su pasado.-Si le voy a contar,pero vayamos adentro.La habitación parecía comprimirse a su alrededor. Augusto se sentía atrapado en un sueño del que no podía despertar. Su mente, una vez lúcida y aguda, ahora era un cao
Valentina apretó el timbre con nerviosismo. Había pasado una semana desde su última visita, y la necesidad de ver a sus hijos era insoportable.La puerta se abrió lentamente, revelando a Caroline, cuyo rostro se iluminó con una sonrisa falsa.—Valentina, qué sorpresa. Pasa, pasa. —Su voz era melodiosa, pero sus ojos destellaban una hostilidad que Valentina no pudo ignorar.—No debería de parecerte extraño,si mis hijos vinieron a pasar tiempo con su papá es normal que yo visite esta casa.Valentina entró y se dirigió hacia la habitación de los niños, pero Caroline la detuvo con un gesto.—Los niños están durmiendo. Creo que será mejor que esperes en la sala. —Su tono era desconfiado, como si Valentina fuera una intrusa.La joven asintió con la cabeza, sintiendo una punzada de dolor en el pecho. Se sentó en el sofá, intentando ignorar la tensión que se palpaba en el ambiente.—Augusto llegará pronto. —Caroline se sentó a su lado, acercándose demasiado. —¿Sabes? Estoy muy feliz con Augus
-Esto es más serio de lo piensas,no sé qué tienes en la cabeza,sabes muy bien que estamos al borde de la quiebra-.Dijo la madre de Juan Pablo del otro lado del teléfono.El pánico lo invadió de solo imaginarse en la calle sin un centavo y sin esa vida de glamour a la que estaba acostumbrado. -Mamá,trata de calmarte fue solo una pelea de novios,yo la buscaré cuando se le pase la rabieta.-No,Juan Pablo.-Ella se veía muy decidida cuando vino esta mañana.-¿Ella fue a buscarme?-Solo tuvo la amabilidad de traer un portafolio con documentos que dejaste en su departamento.El hombre se llevó la mano a la frente cayendo en cuenta del error garrafal que había cometido al dejarse ver las intenciones con Valentina.Su mamá parecía una metralleta al pronunciar palabras que él no quería escuchar en ese momento.-No tolero tus tonterías, estamos pasando por una situación crítica, la mansión y nuestras demás propiedades están hipotecadas y si no te casas de una vez con Valentina vamos a perder to
-Usted sigue siendo la esposa legal,mientras no firmen ese divorcio.-Susurró Adelaida mientras le servía un café.Valentina estaba harta de la situación,ya no soportaba más las impertinencias de Caroline.Aún amando a su esposo de algo estaba segura:-No hay vuelta atrás,¡me divorcio y punto!-Dijo con voz susurrada y determinada.-Recupere la memoria o no de toda maneras la separación legal es un hecho.Deseaba pasar la página y empezar una vida libre de complicaciones al lado de sus pequeños gemelos.-Es lo mejor y para iniciar el cambio,recoge todas nuestras pertenencias que volvemos a la mansión de mis padres de dónde nunca debí salir.-¡De inmediato señora!,ahora no piense más en eso y tómese el café que se le enfría.-Adelaida se veía algo contrariada le tenía mucho aprecio tanto a Valentina como a Augusto. Cuando la nana cerró la puerta Valentina se ahogó en lágrimas,delante de los demás le tocaba aparentar fortaleza aunque por dentro estuviese rota.La expresión de Valentina era
-Todos son iguales, mientras no pase la novedad nos colocan a nosotras las mujeres en lo alto de un pedestal,para luego dejarnos caer y que nos volvamos pedazos.Valentina frunció el ceño al pronunciar esas palabras.Augusto se encogió de hombros sin hacerle mucho caso.-No sé cómo era nuestra vida en pareja,pero lo cierto es que no me importa lo que pienses,voy a colocar esas acciones a nombre de Caroline.Valentina dijo con una sonrisa sarcástica:-Espero que no te arrepientas luego,no son celos,esa mujer no es buena.-Termina de decirme el motivo de tu visita-.Su expresión era de enojo.-Firma estos papeles y te dejo en paz-.Le extendió las manos para darle una carpeta.Augusto le dio una ligera lectura y negó con la cabeza.-No voy a firmar nada que tenga que ver con el divorcio o los niños,¿en qué idioma te lo digo?-Tampoco es para que me maltrates,el hecho de que no recuerdes no te da derecho a ser cruel.-¡Por Dios!,¿cómo soportaba a alguien cómo tú?Los ojos de Valentina se h
-¡Eres el descaro hecho hombre!- Su cabeza es un hervidero y de su boca salen frases hirientes.Con los ojos llorosos Augusto Martínez,su esposo la mira fijamente y justifica lo inaceptable.—Yo cuidé de tí cuando tus padres se largaron a viajar por el mundo,velé por tí a diario y te dí dos hijos maravillosos.-Ahora tengo que agradecer que me hayas hecho tuya mientras estaba en coma,¿qué clase de hombre eres?-Bufó Valentina Sánchez-.¡Eres un pervertido!–Eres mi esposa,me perteneces y por lo tanto tengo derecho a poseer tu cuerpo.No eres mi dueño, además fue sin mi consentimiento.Yo era virgen y recuerdo en forma clara que ambos acordamos que nuestra primera vez sería especial.—Lo hice por amor.Yo te amo,además estaba sufriendo y canalice todo mi amor en esas noches en las que te hice mía.A medida que Augusto hablaba el rostro de ella se tensaba,una mezcla de ira y dolor se reflejaba en sus ojos.—¡Eres un desgraciado!,se supone que la primera vez de una mujer queda entre sus bu
-¿Qué hora es?-.Preguntó Augusto.-Dos minutos más desde la última vez.-Bromeó don Augusto Martínez,el padre del novio.La ceremonia de la boda estuvo llena de elegancia y solemnidad. Los invitados aguardaban la llegada de la novia con expectación era considerada la boda de la década y sellaría la unión de los Sánchez y los Martínez dos prominentes familias de Miami.Augusto esperaba al pie del altar con su impecable frac azul celeste y una flor blanca en la solapa.El señor Martínez notó los nervios de su hijo que movía mucho el pie derecho—. Paciencia, hijo todas las novias tardan,tu madre me hizo esperar dos horas.—Ya debería haber llegado.—¡Esa mujer es tuya!,elegiste la más hermosa y lo mejor de todo es que vamos a ser socios de las empresas Sánchez.Augusto movió la cabeza y no dijo nada,su padre sólo pensaba en dinero.Él en cambio estaba tan enamorado de ella que todo su cuerpo temblaba al tenerla cerca,de las novias que había tenido ella era la única mujer a la que había resp
—Es triste,pero no puedo dejar que tu vida se consuma al lado de una mujer en estado vegetativo,ya oíste a los médicos,las esperanzas son remotas.-Masculló el padre de Augusto.-No la pienso abandonar, hice mis votos matrimoniales de corazón,hasta que la muerte nos separe.-El rostro del joven denotaba dolor profundo.Don Augusto Martínez miraba a su hijo, Augusto Junior, con una expresión de preocupación y templanza en su rostro. El joven, por su parte, parecía sumido en un profundo dolor tras las duras palabras de su padre. Ambos observaban desde la distancia a los padres de Valentina, cuyas miradas angustiadas y rostros marcados por la tristeza reflejaban el abismo de su desolación.-¡Eres joven!,podemos anular ese matrimonio y te busco una esposa millonaria,¡piénsalo!,ahora no lo ves así, luego ella será un peso muerto sobre tus espaldas.La ambición del millonario se dejaba ver en sus palabras, era obvio que había comprometido a su hijo con Valentina por interés.—Padre, no pue