Isabel siguió en forma taimada a la prometida de su hijo.Su mirada expresaba desconfianza no le terminaba de convencer la actitud dócil de su nuera.Esa mañana su propósito era visitar a su hijo,apenas el auto se estacionó ella pudo ver a Caroline salir a recibir a Juan Pablo.Algo dentro de ella le decía que esa amistad no era del todo normal,Caroline le había dado un beso revelador al joven y luego ambos se fueron en el auto de Juan Pablo.“Esta mujer le mira la cara de idiota a mi hijo,la tengo que seguir”.Ahora más que nunca estaba más convencida de que siempre estuvo en lo cierto,esa joven no era más que una arribista.Isabel mantuvo una distancia prudente para evitar ser vista,pero lo suficientemente cerca para no perder el auto.Manejó el vehiculo tratando de mantener la calma,deseaba sorprender a ese par en el acto y así fue.Caroline y Juan se detuvieron en uno de los edificios propiedad de la familia Martinez.La madre de Augusto marcó al teléfono de su hijo y la llamada se
Sentada en su silla de ruedas frente a la ventana que daba al jardín, Isabel permanecía inmóvil, con la mirada perdida.Su boca torcida por la cruel parálisis facial que el accidente cardiovascular le había producido. Su vida se convirtió en una sombra de lo que solía ser, dependiendo de otros para las tareas más básicas, incluso para alimentarse.Caroline irrumpió en la habitación con determinación, anunciando:-Augusto te espera en la planta baja,yo me quedo con mi suegra-.Dijo tomando el plato con la papilla de la enferma.La cuidadora parecía no estar convencida de bajar de inmediato.-Puedo ir cuando la paciente termine de comer.La expresión de malicia que cruzó el rostro de Caroline no pasó desapercibida para Isabel, quien, a pesar de su incapacidad para articular palabras, intentó emitir un sonido de advertencia que quedó sofocado en su garganta.-No discutas mi orden,yo terminaré de alimentar a mi querida suegra-. Afirmó con un tono gélido que heló el ambiente. Los ojos de
— ¿Qué sucede aquí? - la mirada de Don Augusto estudió a Caroline con detenimiento.— Nada, mi suegro hermoso.Respondió Caroline con un tono seguro, aunque en su mirada se podía percibir una chispa de nerviosismo.— He notado que cada vez que te acercas a Isabel, ella se torna inquieta. ¿Son ideas mias? — inquirió don Augusto, observando atentamente la reacción de su nuera.— Son ideas suyas, mi suegro. Isabel y yo nos llevamos de maravilla, no tiene por qué preocuparse — disimuló Caroline, tratando de ocultar el leve titubeo que asomaba en sus palabras.Don Augusto asintió, pero su expresión mostraba escepticismo.En ese tenso momento, el ambiente parecía cargado de secretos y tensiones no dichas, como si hubiera más detrás de las palabras de Caroline y las miradas de don Augusto de lo que ambos estaban dispuestos a revelar.Cuando Augusto entró a la habitación no pudo dejar de notar la tensión existente.¿Ocurre algo?—No mi amor.Solo pase un momento a ver si mi suegra necesita alg
Al entrar al departamento de Juan Pablo,para su habitual encuentro amoroso,Caroline se encontró con la frialdad de su amante.—No me hiciste la transferencia que te pedí.—No creas que es tan fácil sacar tanto dinero,con lo que te dí sobrevives un tiempo.—Exacto,sobrevivo. Yo soy un hombre que no le gusta andar justo de dinero,si quieres más de esto tendrás que pagar—. Dijo mientras se colocaba la camisa.Caroline no daba crédito a la actitud de Juan Pablo,No estaba en sus planes mantener a un hombre,quien no era para nada agradecido con ella.Por más que había tratado de complacer los gustos de su amante no era nada fácil tenerlo contento con sus exigencias tan altas.— No te la des de imprescindible,estoy segura que si busco un amante me lo consigo mejor que tú y más joven de hecho.—¿En serio?-.Preguntó con una mezcla de rabia e ironía mientras sus manos oprimían el cuello de Caroline.—¡Suéltame que me haces daño!El hombre la apretaba un poco más y la recostaba de la pared,clava
Con el rostro sonrojado Caroline accedió a abrirle la puerta de la habitación a Augusto.La mirada penetrante del caballero la estudió con insistencia tratando de precisar si todavía se encontraba enojada.Con voz dulce le preguntó:—¿Podemos hablar?Ella accedió dando un suspiro de hastío,se pasó la mano por los cabellos un poco alborotados y tragó saliva para pasar el nudo en la garganta.Caroline tenía un nivel de angustia grande ya que Juan Pablo le había exigido más dinero.— Me duele la cabeza así que espero que seas breve porque quiero descansar.—Tal vez podamos relajarnos juntos,conozco una técnica para quitar el dolor de cabeza y todos los males— Dijo besando los labios de la chica mientras masajeaba sus sienes.La atmósfera se calentaba y el romance se hacía presente. —¡Que rico!,tienes manos mágicas,Augusto.Ella cerró los ojos;se entregó a sus caricias y dejó que sus manos grandes le acariciaban toda.—¿Te sientes mejor?---.Preguntó al quitarle la bufanda y el vestido—¿Qu
—“Su verdadera naturaleza es mala”Esa fría noche de otoño, Augusto estaba sumergido en sus pensamientos en su estudio. No daba crédito a los últimos acontecimientos, Caroline revelaba su verdadera esencia.El hombre tomó el teléfono para llamar a Valentina,solo escuchar su voz le haría sentir esa paz que tanto anhelaba.—Hola,Valentina. Perdona que te moleste a esta hora yo solo quería….Repentinamente, la puerta se abrió con violencia y Caroline entró con una mirada despiadada en sus ojos.La mujer le ordenó a la enfermera que acercara más la silla de ruedas y luego le dijo que los dejara a sola.— Augusto, tenemos que hablar,¿o estabas muy ocupado hablando con ella?Augusto percibió la hostilidad en el tono de Caroline de inmediato.—Te llamo luego—. Dijo colgando el teléfono.-¿Qué necesitas?-. Achicó los ojos al mirarla con cautela.—¿Era esa mujer verdad?-.Su tono era de víctima.—¿Qué sucede, Caroline? Estás pidiendo cuentas de lo que hago,déjame decirte que no somos nada—.La m
—¿Dónde carajos andas?-Los gritos de Caroline resonaron a través de la bocina del teléfono. Augusto sabía que Caroline estaba muy molesta y era capaz de cualquier cosa.Se colocó de pie de inmediato colocándose la ropa y salió de la habitación para no despertar a Valentina que dormía plácidamente.—Deja el escándalo que ya voy para la mansión—. Dijo con indiferencia. -Mira Augusto más te vale que no estés con ella de lo contrario marco a la policía y te denuncio por intento de homicidio. En ese instante Augusto Augusto cayó en cuenta de que ella no jugaba y la tranquilizó diciendo:—Voy de inmediato para la casa,deja de pensar cosas que no son.—Date prisa que sabes muy bien que me aburro y no me gusta estar sola.Terminó de colocarse los zapatos rápido y le dio un suave beso en la mejilla a Valentina mientras pensaba:—Me provoca colocar a Caroline en su lugar y sacarla de mi casa,pero no me da el corazón para dejarla en esa condición.Valentina se despertó con un nudo en el estóm
—”Lo siento,Augusto aunque me dijiste que me mantenga al margen no puedo”-.Pensó en voz alta Valentina.—Disculpe señora,¿qué me dijo?—. El chófer se volteó a mirarla.La joven negó con un gesto,sentía tantas ganas de ver a Augusto.Era una tarde soleada y decidió hacer una visita sorpresa a la mansión de Augusto. Al llegar, notó de inmediato la tensión en el ambiente. Augusto parecía nervioso, con gestos apresurados y miradas evasivas.Caroline, con su presencia indeseada, mostraba una actitud despectiva y manipuladora. Sus palabras cargadas de veneno llenaban la habitación, creando un aura de malestar.Augusto, atrapado entre su presente complicado, se sentía abrumado por la presión de Caroline y la cercanía de Valentina.Su rostro reflejaba remordimiento y anhelo de redención, pero también temor ante las amenazas veladas de la malvada mujer.Valentina percibió la incomodidad de Augusto y la hostilidad de Caroline. A pesar de las pocas palabras intercambiadas, el peso del conflicto