Al entrar al departamento de Juan Pablo,para su habitual encuentro amoroso,Caroline se encontró con la frialdad de su amante.—No me hiciste la transferencia que te pedí.—No creas que es tan fácil sacar tanto dinero,con lo que te dí sobrevives un tiempo.—Exacto,sobrevivo. Yo soy un hombre que no le gusta andar justo de dinero,si quieres más de esto tendrás que pagar—. Dijo mientras se colocaba la camisa.Caroline no daba crédito a la actitud de Juan Pablo,No estaba en sus planes mantener a un hombre,quien no era para nada agradecido con ella.Por más que había tratado de complacer los gustos de su amante no era nada fácil tenerlo contento con sus exigencias tan altas.— No te la des de imprescindible,estoy segura que si busco un amante me lo consigo mejor que tú y más joven de hecho.—¿En serio?-.Preguntó con una mezcla de rabia e ironía mientras sus manos oprimían el cuello de Caroline.—¡Suéltame que me haces daño!El hombre la apretaba un poco más y la recostaba de la pared,clava
Con el rostro sonrojado Caroline accedió a abrirle la puerta de la habitación a Augusto.La mirada penetrante del caballero la estudió con insistencia tratando de precisar si todavía se encontraba enojada.Con voz dulce le preguntó:—¿Podemos hablar?Ella accedió dando un suspiro de hastío,se pasó la mano por los cabellos un poco alborotados y tragó saliva para pasar el nudo en la garganta.Caroline tenía un nivel de angustia grande ya que Juan Pablo le había exigido más dinero.— Me duele la cabeza así que espero que seas breve porque quiero descansar.—Tal vez podamos relajarnos juntos,conozco una técnica para quitar el dolor de cabeza y todos los males— Dijo besando los labios de la chica mientras masajeaba sus sienes.La atmósfera se calentaba y el romance se hacía presente. —¡Que rico!,tienes manos mágicas,Augusto.Ella cerró los ojos;se entregó a sus caricias y dejó que sus manos grandes le acariciaban toda.—¿Te sientes mejor?---.Preguntó al quitarle la bufanda y el vestido—¿Qu
—“Su verdadera naturaleza es mala”Esa fría noche de otoño, Augusto estaba sumergido en sus pensamientos en su estudio. No daba crédito a los últimos acontecimientos, Caroline revelaba su verdadera esencia.El hombre tomó el teléfono para llamar a Valentina,solo escuchar su voz le haría sentir esa paz que tanto anhelaba.—Hola,Valentina. Perdona que te moleste a esta hora yo solo quería….Repentinamente, la puerta se abrió con violencia y Caroline entró con una mirada despiadada en sus ojos.La mujer le ordenó a la enfermera que acercara más la silla de ruedas y luego le dijo que los dejara a sola.— Augusto, tenemos que hablar,¿o estabas muy ocupado hablando con ella?Augusto percibió la hostilidad en el tono de Caroline de inmediato.—Te llamo luego—. Dijo colgando el teléfono.-¿Qué necesitas?-. Achicó los ojos al mirarla con cautela.—¿Era esa mujer verdad?-.Su tono era de víctima.—¿Qué sucede, Caroline? Estás pidiendo cuentas de lo que hago,déjame decirte que no somos nada—.La m
—¿Dónde carajos andas?-Los gritos de Caroline resonaron a través de la bocina del teléfono. Augusto sabía que Caroline estaba muy molesta y era capaz de cualquier cosa.Se colocó de pie de inmediato colocándose la ropa y salió de la habitación para no despertar a Valentina que dormía plácidamente.—Deja el escándalo que ya voy para la mansión—. Dijo con indiferencia. -Mira Augusto más te vale que no estés con ella de lo contrario marco a la policía y te denuncio por intento de homicidio. En ese instante Augusto Augusto cayó en cuenta de que ella no jugaba y la tranquilizó diciendo:—Voy de inmediato para la casa,deja de pensar cosas que no son.—Date prisa que sabes muy bien que me aburro y no me gusta estar sola.Terminó de colocarse los zapatos rápido y le dio un suave beso en la mejilla a Valentina mientras pensaba:—Me provoca colocar a Caroline en su lugar y sacarla de mi casa,pero no me da el corazón para dejarla en esa condición.Valentina se despertó con un nudo en el estóm
-¡Eres el descaro hecho hombre!- Su cabeza es un hervidero y de su boca salen frases hirientes.Con los ojos llorosos Augusto Martínez,su esposo la mira fijamente y justifica lo inaceptable.—Yo cuidé de tí cuando tus padres se largaron a viajar por el mundo,velé por tí a diario y te dí dos hijos maravillosos.-Ahora tengo que agradecer que me hayas hecho tuya mientras estaba en coma,¿qué clase de hombre eres?-Bufó Valentina Sánchez-.¡Eres un pervertido!–Eres mi esposa,me perteneces y por lo tanto tengo derecho a poseer tu cuerpo.No eres mi dueño, además fue sin mi consentimiento.Yo era virgen y recuerdo en forma clara que ambos acordamos que nuestra primera vez sería especial.—Lo hice por amor.Yo te amo,además estaba sufriendo y canalice todo mi amor en esas noches en las que te hice mía.A medida que Augusto hablaba el rostro de ella se tensaba,una mezcla de ira y dolor se reflejaba en sus ojos.—¡Eres un desgraciado!,se supone que la primera vez de una mujer queda entre sus bu
-¿Qué hora es?-.Preguntó Augusto.-Dos minutos más desde la última vez.-Bromeó don Augusto Martínez,el padre del novio.La ceremonia de la boda estuvo llena de elegancia y solemnidad. Los invitados aguardaban la llegada de la novia con expectación era considerada la boda de la década y sellaría la unión de los Sánchez y los Martínez dos prominentes familias de Miami.Augusto esperaba al pie del altar con su impecable frac azul celeste y una flor blanca en la solapa.El señor Martínez notó los nervios de su hijo que movía mucho el pie derecho—. Paciencia, hijo todas las novias tardan,tu madre me hizo esperar dos horas.—Ya debería haber llegado.—¡Esa mujer es tuya!,elegiste la más hermosa y lo mejor de todo es que vamos a ser socios de las empresas Sánchez.Augusto movió la cabeza y no dijo nada,su padre sólo pensaba en dinero.Él en cambio estaba tan enamorado de ella que todo su cuerpo temblaba al tenerla cerca,de las novias que había tenido ella era la única mujer a la que había resp
—Es triste,pero no puedo dejar que tu vida se consuma al lado de una mujer en estado vegetativo,ya oíste a los médicos,las esperanzas son remotas.-Masculló el padre de Augusto.-No la pienso abandonar, hice mis votos matrimoniales de corazón,hasta que la muerte nos separe.-El rostro del joven denotaba dolor profundo.Don Augusto Martínez miraba a su hijo, Augusto Junior, con una expresión de preocupación y templanza en su rostro. El joven, por su parte, parecía sumido en un profundo dolor tras las duras palabras de su padre. Ambos observaban desde la distancia a los padres de Valentina, cuyas miradas angustiadas y rostros marcados por la tristeza reflejaban el abismo de su desolación.-¡Eres joven!,podemos anular ese matrimonio y te busco una esposa millonaria,¡piénsalo!,ahora no lo ves así, luego ella será un peso muerto sobre tus espaldas.La ambición del millonario se dejaba ver en sus palabras, era obvio que había comprometido a su hijo con Valentina por interés.—Padre, no pue
La vida de Augusto se encontraba en medio de una tormenta emocional. Su esposa yacía en estado de coma sin esperanzas de parte de los médicos.El joven luchaba por mantener la esperanza y la fe en la recuperación de su amada, la situación se volvía aún más complicada debido a la falta de apoyo.Por un lado, los padres de Valentina habían decidido dejar el país en busca de una nueva vida, dejando atrás a su hija en un hospital en coma. Por otro lado, los padres de Augusto, en lugar de ofrecerle consuelo y aliento en estos momentos tan difíciles, parecían sembrar dudas en la mente de su hijo. Insistían en que Valentina nunca despertaría y que lo mejor sería desconectarla.A pesar de todo, Augusto se aferraba a la convicción de que Valentina se levantaría de esa cama. Cada día, permanecía a su lado, sosteniendo su mano con firmeza, transmitiendo palabras de amor y esperanza. -Mi bella durmiente, aquí estoy un día más a tu lado,tienes que volver,tengo tantas ganas de tenerte en mis b