—“Su verdadera naturaleza es mala”Esa fría noche de otoño, Augusto estaba sumergido en sus pensamientos en su estudio. No daba crédito a los últimos acontecimientos, Caroline revelaba su verdadera esencia.El hombre tomó el teléfono para llamar a Valentina,solo escuchar su voz le haría sentir esa paz que tanto anhelaba.—Hola,Valentina. Perdona que te moleste a esta hora yo solo quería….Repentinamente, la puerta se abrió con violencia y Caroline entró con una mirada despiadada en sus ojos.La mujer le ordenó a la enfermera que acercara más la silla de ruedas y luego le dijo que los dejara a sola.— Augusto, tenemos que hablar,¿o estabas muy ocupado hablando con ella?Augusto percibió la hostilidad en el tono de Caroline de inmediato.—Te llamo luego—. Dijo colgando el teléfono.-¿Qué necesitas?-. Achicó los ojos al mirarla con cautela.—¿Era esa mujer verdad?-.Su tono era de víctima.—¿Qué sucede, Caroline? Estás pidiendo cuentas de lo que hago,déjame decirte que no somos nada—.La m
—¿Dónde carajos andas?-Los gritos de Caroline resonaron a través de la bocina del teléfono. Augusto sabía que Caroline estaba muy molesta y era capaz de cualquier cosa.Se colocó de pie de inmediato colocándose la ropa y salió de la habitación para no despertar a Valentina que dormía plácidamente.—Deja el escándalo que ya voy para la mansión—. Dijo con indiferencia. -Mira Augusto más te vale que no estés con ella de lo contrario marco a la policía y te denuncio por intento de homicidio. En ese instante Augusto Augusto cayó en cuenta de que ella no jugaba y la tranquilizó diciendo:—Voy de inmediato para la casa,deja de pensar cosas que no son.—Date prisa que sabes muy bien que me aburro y no me gusta estar sola.Terminó de colocarse los zapatos rápido y le dio un suave beso en la mejilla a Valentina mientras pensaba:—Me provoca colocar a Caroline en su lugar y sacarla de mi casa,pero no me da el corazón para dejarla en esa condición.Valentina se despertó con un nudo en el estóm
-¡Eres el descaro hecho hombre!- Su cabeza es un hervidero y de su boca salen frases hirientes.Con los ojos llorosos Augusto Martínez,su esposo la mira fijamente y justifica lo inaceptable.—Yo cuidé de tí cuando tus padres se largaron a viajar por el mundo,velé por tí a diario y te dí dos hijos maravillosos.-Ahora tengo que agradecer que me hayas hecho tuya mientras estaba en coma,¿qué clase de hombre eres?-Bufó Valentina Sánchez-.¡Eres un pervertido!–Eres mi esposa,me perteneces y por lo tanto tengo derecho a poseer tu cuerpo.No eres mi dueño, además fue sin mi consentimiento.Yo era virgen y recuerdo en forma clara que ambos acordamos que nuestra primera vez sería especial.—Lo hice por amor.Yo te amo,además estaba sufriendo y canalice todo mi amor en esas noches en las que te hice mía.A medida que Augusto hablaba el rostro de ella se tensaba,una mezcla de ira y dolor se reflejaba en sus ojos.—¡Eres un desgraciado!,se supone que la primera vez de una mujer queda entre sus bu
-¿Qué hora es?-.Preguntó Augusto.-Dos minutos más desde la última vez.-Bromeó don Augusto Martínez,el padre del novio.La ceremonia de la boda estuvo llena de elegancia y solemnidad. Los invitados aguardaban la llegada de la novia con expectación era considerada la boda de la década y sellaría la unión de los Sánchez y los Martínez dos prominentes familias de Miami.Augusto esperaba al pie del altar con su impecable frac azul celeste y una flor blanca en la solapa.El señor Martínez notó los nervios de su hijo que movía mucho el pie derecho—. Paciencia, hijo todas las novias tardan,tu madre me hizo esperar dos horas.—Ya debería haber llegado.—¡Esa mujer es tuya!,elegiste la más hermosa y lo mejor de todo es que vamos a ser socios de las empresas Sánchez.Augusto movió la cabeza y no dijo nada,su padre sólo pensaba en dinero.Él en cambio estaba tan enamorado de ella que todo su cuerpo temblaba al tenerla cerca,de las novias que había tenido ella era la única mujer a la que había resp
—Es triste,pero no puedo dejar que tu vida se consuma al lado de una mujer en estado vegetativo,ya oíste a los médicos,las esperanzas son remotas.-Masculló el padre de Augusto.-No la pienso abandonar, hice mis votos matrimoniales de corazón,hasta que la muerte nos separe.-El rostro del joven denotaba dolor profundo.Don Augusto Martínez miraba a su hijo, Augusto Junior, con una expresión de preocupación y templanza en su rostro. El joven, por su parte, parecía sumido en un profundo dolor tras las duras palabras de su padre. Ambos observaban desde la distancia a los padres de Valentina, cuyas miradas angustiadas y rostros marcados por la tristeza reflejaban el abismo de su desolación.-¡Eres joven!,podemos anular ese matrimonio y te busco una esposa millonaria,¡piénsalo!,ahora no lo ves así, luego ella será un peso muerto sobre tus espaldas.La ambición del millonario se dejaba ver en sus palabras, era obvio que había comprometido a su hijo con Valentina por interés.—Padre, no pue
La vida de Augusto se encontraba en medio de una tormenta emocional. Su esposa yacía en estado de coma sin esperanzas de parte de los médicos.El joven luchaba por mantener la esperanza y la fe en la recuperación de su amada, la situación se volvía aún más complicada debido a la falta de apoyo.Por un lado, los padres de Valentina habían decidido dejar el país en busca de una nueva vida, dejando atrás a su hija en un hospital en coma. Por otro lado, los padres de Augusto, en lugar de ofrecerle consuelo y aliento en estos momentos tan difíciles, parecían sembrar dudas en la mente de su hijo. Insistían en que Valentina nunca despertaría y que lo mejor sería desconectarla.A pesar de todo, Augusto se aferraba a la convicción de que Valentina se levantaría de esa cama. Cada día, permanecía a su lado, sosteniendo su mano con firmeza, transmitiendo palabras de amor y esperanza. -Mi bella durmiente, aquí estoy un día más a tu lado,tienes que volver,tengo tantas ganas de tenerte en mis b
-¡Despierta mi amor!,te necesito.En días cómo hoy siento un gran vacío.- Masculló el hombre ahogando sus lágrimas para evitar a toda costa que salieran a la superficie.Valentina lucía pálida y hermosa al mismo tiempo,con un lindo vestido que le había colocado Adelaida,ese día era el cumpleaños número veintiuno de la joven y Augusto acordó con la enfermera festejar a Valentina.Adelaida había bajado a la cocina a buscar la tarta de cumpleaños,ella era la única persona que no miraba a Augusto como los demás que creían que el joven estaba loco o le faltaba un tornillo.Augusto había permanecido algo pensativo durante días,de no ser por su trabajo y el apoyo de Adelaida hubiese enloquecido,cuando le ordenó a ella preparar una fiesta para Valentina pensó que lo iba a considerar algo tonto e innecesario,no obstante la señora lo secundó.La habitación estaba decorada con globos de colores y un número veintiuno en material de plástico dorado,con un gran letrero que decía:”Feliz cumpleaños
-Te veo en la tarde mi amor.-Masculló con ternura mientras se inclinaba para besar los labios de Valentina buscando consuelo en un beso que ella no podía devolverle.Entre susurros rotos, Augusto le encargaba a la enfermera el cuidado de su esposa.-Me la cuidas,no la dejes sola.-No se preocupe señor,yo no me apartaré de su lado-Respondió Adelaida con voz serena.Augusto le dio un último vistazo a la enferma, Valentina en su estado inmóvil, se veía tan preciosa como siempre, aunque su rostro pálido revelaba la dura realidad de su situación.-¡La extraño tanto!,no sabes el dolor que siento de dejarla para ir a la empresa-.La desolación se hacía presente en sus palabras.La enfermera, con gestos de compasión y tranquilidad, asintió al oír el comentario de Augusto, tratando de transmitirle algo de calma en medio de la tormenta emocional le dijo-.Vaya tranquilo,yo la cuido.Augusto, con el peso del dolor cargando sobre sus hombros, giró su cuerpo con pies pesados y encaminó sus pasos