Esa noche Juan Pablo no podía dormir porque el efecto de los calmantes le pasaba muy rápido y andaba de muy mal humor.Antes de que le dijera algo,Valentina lo tomó de la mano y lo llevó a su habitación.-No deberías andar caminando,te puedes marear.-Ese dolor me carga loco,al menos déjame deambular por la casa para ver si encuentro alivio.Los ojos de ella se clavaron en los del joven,se acercó y le acarició su rostro pálido.-Le diré a Adelaida que te preparé un té natural para que puedas dormir.-¿Qué esperas que nos vas a buscarlo ya?Juan Pablo era de carácter autoritario y solo hasta ahora había sacado su verdadera esencia,los empleados de su casa sabían que era un tirano que no se colocaba la mano en el corazón para despedir a quien fuese o sacar de su camino a quien le estorbara.A la joven no le pasó por la cabeza que su prometido fuese así,achacó su mal humor al malestar de la herida en su herramienta.Asintió sin decir nada y cerró la puerta tras ella sumida en sus pensamie
Su mente era un laberinto sin salida. Augusto vagaba perdido en un mar de recuerdos difusos y pesadillas recurrentes. El pasado, una vez tan claro, ahora era una niebla que se disipaba entre sus dedos.Adelaida, su fiel sirvienta, lo observaba con una mezcla de preocupación y resignación. Sus idas y venidas por todo el apartamento,eran más preocupantes,no se estaba quieto en un solo lugar,se asomó al balcón.-Señor, mejor entre-le sugería con suavidad.Augusto se volvió hacia ella, sus ojos estaban llenos de una tristeza infinita. -No recuerdo nada, Adelaida. ¿Cómo era mi vida antes?La mujer, con un nudo en la garganta, intentaba reconstruir su historia, pero cada palabra era una punzada en su corazón.Caroline, había dejado una orden clara: No hablar con Augusto de su pasado.-Si le voy a contar,pero vayamos adentro.La habitación parecía comprimirse a su alrededor. Augusto se sentía atrapado en un sueño del que no podía despertar. Su mente, una vez lúcida y aguda, ahora era un cao
Valentina apretó el timbre con nerviosismo. Había pasado una semana desde su última visita, y la necesidad de ver a sus hijos era insoportable.La puerta se abrió lentamente, revelando a Caroline, cuyo rostro se iluminó con una sonrisa falsa.—Valentina, qué sorpresa. Pasa, pasa. —Su voz era melodiosa, pero sus ojos destellaban una hostilidad que Valentina no pudo ignorar.—No debería de parecerte extraño,si mis hijos vinieron a pasar tiempo con su papá es normal que yo visite esta casa.Valentina entró y se dirigió hacia la habitación de los niños, pero Caroline la detuvo con un gesto.—Los niños están durmiendo. Creo que será mejor que esperes en la sala. —Su tono era desconfiado, como si Valentina fuera una intrusa.La joven asintió con la cabeza, sintiendo una punzada de dolor en el pecho. Se sentó en el sofá, intentando ignorar la tensión que se palpaba en el ambiente.—Augusto llegará pronto. —Caroline se sentó a su lado, acercándose demasiado. —¿Sabes? Estoy muy feliz con Augus
-Esto es más serio de lo piensas,no sé qué tienes en la cabeza,sabes muy bien que estamos al borde de la quiebra-.Dijo la madre de Juan Pablo del otro lado del teléfono.El pánico lo invadió de solo imaginarse en la calle sin un centavo y sin esa vida de glamour a la que estaba acostumbrado. -Mamá,trata de calmarte fue solo una pelea de novios,yo la buscaré cuando se le pase la rabieta.-No,Juan Pablo.-Ella se veía muy decidida cuando vino esta mañana.-¿Ella fue a buscarme?-Solo tuvo la amabilidad de traer un portafolio con documentos que dejaste en su departamento.El hombre se llevó la mano a la frente cayendo en cuenta del error garrafal que había cometido al dejarse ver las intenciones con Valentina.Su mamá parecía una metralleta al pronunciar palabras que él no quería escuchar en ese momento.-No tolero tus tonterías, estamos pasando por una situación crítica, la mansión y nuestras demás propiedades están hipotecadas y si no te casas de una vez con Valentina vamos a perder to
-Usted sigue siendo la esposa legal,mientras no firmen ese divorcio.-Susurró Adelaida mientras le servía un café.Valentina estaba harta de la situación,ya no soportaba más las impertinencias de Caroline.Aún amando a su esposo de algo estaba segura:-No hay vuelta atrás,¡me divorcio y punto!-Dijo con voz susurrada y determinada.-Recupere la memoria o no de toda maneras la separación legal es un hecho.Deseaba pasar la página y empezar una vida libre de complicaciones al lado de sus pequeños gemelos.-Es lo mejor y para iniciar el cambio,recoge todas nuestras pertenencias que volvemos a la mansión de mis padres de dónde nunca debí salir.-¡De inmediato señora!,ahora no piense más en eso y tómese el café que se le enfría.-Adelaida se veía algo contrariada le tenía mucho aprecio tanto a Valentina como a Augusto. Cuando la nana cerró la puerta Valentina se ahogó en lágrimas,delante de los demás le tocaba aparentar fortaleza aunque por dentro estuviese rota.La expresión de Valentina era
-Todos son iguales, mientras no pase la novedad nos colocan a nosotras las mujeres en lo alto de un pedestal,para luego dejarnos caer y que nos volvamos pedazos.Valentina frunció el ceño al pronunciar esas palabras.Augusto se encogió de hombros sin hacerle mucho caso.-No sé cómo era nuestra vida en pareja,pero lo cierto es que no me importa lo que pienses,voy a colocar esas acciones a nombre de Caroline.Valentina dijo con una sonrisa sarcástica:-Espero que no te arrepientas luego,no son celos,esa mujer no es buena.-Termina de decirme el motivo de tu visita-.Su expresión era de enojo.-Firma estos papeles y te dejo en paz-.Le extendió las manos para darle una carpeta.Augusto le dio una ligera lectura y negó con la cabeza.-No voy a firmar nada que tenga que ver con el divorcio o los niños,¿en qué idioma te lo digo?-Tampoco es para que me maltrates,el hecho de que no recuerdes no te da derecho a ser cruel.-¡Por Dios!,¿cómo soportaba a alguien cómo tú?Los ojos de Valentina se h
Isabel siguió en forma taimada a la prometida de su hijo.Su mirada expresaba desconfianza no le terminaba de convencer la actitud dócil de su nuera.Esa mañana su propósito era visitar a su hijo,apenas el auto se estacionó ella pudo ver a Caroline salir a recibir a Juan Pablo.Algo dentro de ella le decía que esa amistad no era del todo normal,Caroline le había dado un beso revelador al joven y luego ambos se fueron en el auto de Juan Pablo.“Esta mujer le mira la cara de idiota a mi hijo,la tengo que seguir”.Ahora más que nunca estaba más convencida de que siempre estuvo en lo cierto,esa joven no era más que una arribista.Isabel mantuvo una distancia prudente para evitar ser vista,pero lo suficientemente cerca para no perder el auto.Manejó el vehiculo tratando de mantener la calma,deseaba sorprender a ese par en el acto y así fue.Caroline y Juan se detuvieron en uno de los edificios propiedad de la familia Martinez.La madre de Augusto marcó al teléfono de su hijo y la llamada se
Sentada en su silla de ruedas frente a la ventana que daba al jardín, Isabel permanecía inmóvil, con la mirada perdida.Su boca torcida por la cruel parálisis facial que el accidente cardiovascular le había producido. Su vida se convirtió en una sombra de lo que solía ser, dependiendo de otros para las tareas más básicas, incluso para alimentarse.Caroline irrumpió en la habitación con determinación, anunciando:-Augusto te espera en la planta baja,yo me quedo con mi suegra-.Dijo tomando el plato con la papilla de la enferma.La cuidadora parecía no estar convencida de bajar de inmediato.-Puedo ir cuando la paciente termine de comer.La expresión de malicia que cruzó el rostro de Caroline no pasó desapercibida para Isabel, quien, a pesar de su incapacidad para articular palabras, intentó emitir un sonido de advertencia que quedó sofocado en su garganta.-No discutas mi orden,yo terminaré de alimentar a mi querida suegra-. Afirmó con un tono gélido que heló el ambiente. Los ojos de