Yo no podía dejar de pensar en lo mal que debían estarla pasando mis padres luego de enterarse de mi embarazo por in vitro, suceso que sé que no creerían, y a la vez me atormentaba saber que iríamos a verlos hasta que pasara todo respecto al juicio, pero mis dos amigos estaban atónitos ante la llegada de Thiago, él era demasiado admirado por la sociedad, así que no pudieron resistirse a preguntar, estaban desesperados por saber cómo había logrado conquistar al magnate, pues antes les había confesado que me sentía derrotada que pensaba que era algo imposible de lograr, y más aún, James sabía que me había ido a California, convencida que Thiago no sería para mí, por lo cual este encuentro le resultaba confuso. — ¿Y cómo fue que te enamoraste de Lisa? — preguntó James, titubeando un poco, dado que era raro entablar una conversación emitiendo tanta confianza con alguien que solo admiraba, y que conocía por sus apariciones en la televisión o las revistas, y que ahora se encontraba en un
— Nena, nena, despierta, es urgente — repetía una y otra vez Sabía que solo porque en realidad pasaba algo grave Clara Lucía se atrevería a interrumpir mi sueño, pues era quien más insistía en que debía descansar. — ¿Qué pasa? — Pregunté soñolienta mientras me levantaba para abrirle — Pues nena que ha venido la estirada esa de Esmeralda — comentó en voz baja tras la puerta, ante sus palabras solo apresuré mis pasos y abrí rápidamente — ¿Está dentro de la casa? — pregunté en gritos mientras le colocaba el seguro a la llave — Está afuera tocando el timbre, la hemos visto por la mirilla de la puerta, Diego me ha afirmado que es ella, como sabéis bien yo no la conozco, y me ha pedido que te avise — Afirmó nerviosa — !Maldición! Yo sabía que esto o era buena idea — Mascullé tirándome de espalda en la cama y colocando mi mano en la frente, pues empezaba a sentir demasiado sudor por el calor y por el miedo — Ya Diego le ha avisado a Thiago, pero como sabrás, él debe ir manejando rumbo
Escuchar la palabra corte, me aterraba, pues si bien me había enfrentado a Esmeralda, cara a cara, jamás había estado ante un juez que me hiciera miles de preguntas, todo cada vez se volvía más confuso, no quería cometer ningún error.— Dile a Thiago que venga, necesito que él sepa lo que ha sucedido — contesté sosteniéndome el vientre que empezaba a dolerme demasiado, quizá por la alteración que la visita me había provocado— Seguro vendrá pronto, Lisa, como ya te dije es posible que apenas esté llegando donde el abogado, necesitamos asegurarnos que el juicio sea lo más pronto posible, antes que des a luz — comentó Diego mirándome preocupado por la posición que había tomado debido al inmenso dolor que sentía en el vientre.—¿Lisa, estás bien? – preguntó Clara asombrada, mientras se acercaba a mí, solo pude sentir el peso de sus manos en mi espalda.—No – logré decir con la voz seca. Clara y Diego me tomaron, recuerdo que sentí su piel rosando mi cuerpo, y que me tomaron en brazos par
— Esmeralda llegó hasta la oficina y me agredió, está desesperada, solo le faltaba confirmar que estabas embarazada, y lo que le dijiste me lo repitió, me dolió que dijeras eso, y no que me amas, pero eso no importa ahora, sucedió que me tiró un refresco que llevaba y también agua, me golpeó – yo bajé la mirada ante esto, me sentí muy mal, por haber provocado tanto.— ¿Y qué ha dicho? ¿Cuándo será el jucio? – pregunté sumamente preocupada, estaba temblando, pensé que si Esmeralda había sido capaz de hacer eso con Thiago, cuanto más me haría daño a mí, y a mi hijo.— Mañana será el juicio, mi niña, mañana todo estará bien – dijo con ternura mientras me llevaba a sus brazos y besaba mi frente, sentí consuelo y miedo, no sabía qué pasaría— ¿Hay esperanzas? ¿En verdad nuestra mentira servirá de algo? ¿Ya tienes los resultados? – pregunté desesperada, todo cada vez me estaba impacientando más, y solo quería salir de eso, y vivir a plenitud mi amor con Thiago, pero cada vez miraba que las
Cuando la última palabra fue nombrada, me puse de pie, deseaba huir de ahí, gritar, decirles que pararan ya, que todo era una farsa, que yo no había sido contratada por Thiago, y que mi hijo no era suyo, que ni siquiera yo sabía de quién era, que todo se había tratado de un error, un error que ahora solo estábamos utilizando para un beneficio, pero antes que pidiera decir una sola palabra, la voz de nuestro abogado me limitó — Pueden hacer las pruebas que deseen, en donde quieran hacerlas, sin embargo eso nos llevará más tiempo del programado, lo que alarga la resolución del juicio, algo que la señora Esmeralda, como ha mencionado en diversas ocasiones es un grave problema para ella — dijo Marcelo con seguridad, yo no podía comprender la tranquilidad con la que Thiago estaba tomando las cosas. — Mi defendida, la señora Esmeralda, está en todo su derecho de exigir pruebas verídicas, y está dispuesta a esperar el tiempo que sea necesario para la resolución correcta del caso — Objetó e
¿Qué más explicaciones? ¿Qué otra mentira iban a decir ahora?, Me pregunté desesperada y en silencio mientras los miraba tan tranquilos, y yo ahogada de miedo, de dolor, de angustia, solo pude quedarme ahí, sin emitir ningún ruido, esperando que Thiago iniciara a hablar para ver si de una vez por todas terminaba de comprender que era lo que en verdad estaba sucediendo. — Es verdad, yo contraté a Luisa Vanessa, lo decidimos con Esmeralda, lo decidimos porque ella así lo quiso, pues Luisa es una mujer de una familia de bien, y además es su amiga, pero yo no quería eso, es decir, no quería que mi hijo naciera de alguien a quien yo no conocía bien, y además porque era amiga de Esmeralda, mi esposa, y ella no quería que tuviéramos hijos, por lo cual pensé que eso podía ser un problema, sin embargo, no me quedaba más que aceptarlo, por lo cual procedimos a ir a la clínica en donde se haría el embarazo in vitro, justamente el día en que Lisa Miere debía tomar una fotografías a las modelos,
— ¡Mi amor! — exclamó Thiago corriendo hacia mí, cuando el agua empezó a bajar por mis piernas, grité con todas mis fuerzas, el dolor era extremo. — Ya va a nacer, nacerá hoy — grité en medio del dolor, Thiago estaba totalmente nervioso, unas mujeres que estaban ahí como testigos del juicio se compadecieron de mi pena, y le ayudaron, me sentaron y me ayudaron a mantener la calma. — Vamos, Marcelo, ve y enciende el auto — dijo Thiago apresurado, tirándole las llaves al abogado — Llama a Clara — grité yo aún más desesperada, necesitaba a mi amiga y ella había prometido estar conmigo el día del parto, y era la única que podía hacerlo, pues mis padres ni siquiera sabían lo que yo estaba pasando y además estaban lejos del DFA como pude, con mucha dificultad, logramos salir del enorme lugar, me subí al auto, intentando ser fuerte, para que todo saliera bien, nada mejor que cerrar ese juicio con el nacimiento de nuestro hijo. Llegamos a la clínica, apenas y podía soportar el dolor extre
— No es momento para gritos, la señora debe guardar reposo — Advirtió el médico con molestia por la actitud que ambos habíamos tomado y el ruido que provocamos en nuestra desesperación — Cómo puede uno mantener la calma, cuando sabemos que nuestro hijo puede morir — dijo Thiago usando el mismo tono de voz a gritos, con las lágrimas cubriendo su rostro — Thiago, sé que tener un hijo para ti es una gran noticia, quizá es lo mejor que te pasó en la vida, pues fue lo que siempre deseaste, pero debo aclararle que no es nada fácil tener un hijo prematuro es algo complicado, además porque esta fecundación se dio por In vitro, sin embargo debe ser fuerte y luchar, estar positivo y esperar respuestas buenas por parte del bebé — Contestó el médico, pero había algo en él que me atemorizaba, su mirada era fría y calculadora, como si estuviera valorando cada movimiento que yo hacía o como si me viera con desprecio — Sí, tú sabes bien lo que he anhelado un hijo, pero temo que ahora muera, como y