— No es momento para gritos, la señora debe guardar reposo — Advirtió el médico con molestia por la actitud que ambos habíamos tomado y el ruido que provocamos en nuestra desesperación — Cómo puede uno mantener la calma, cuando sabemos que nuestro hijo puede morir — dijo Thiago usando el mismo tono de voz a gritos, con las lágrimas cubriendo su rostro — Thiago, sé que tener un hijo para ti es una gran noticia, quizá es lo mejor que te pasó en la vida, pues fue lo que siempre deseaste, pero debo aclararle que no es nada fácil tener un hijo prematuro es algo complicado, además porque esta fecundación se dio por In vitro, sin embargo debe ser fuerte y luchar, estar positivo y esperar respuestas buenas por parte del bebé — Contestó el médico, pero había algo en él que me atemorizaba, su mirada era fría y calculadora, como si estuviera valorando cada movimiento que yo hacía o como si me viera con desprecio — Sí, tú sabes bien lo que he anhelado un hijo, pero temo que ahora muera, como y
Verla ahí, me llenó de sensaciones terribles, las que no había sentido antes, ni siquiera cuando la tenía frente a mí en el juicio, esta vez yo estaba pasando por la peor situación que puede pasar una mujer, y eso era estar desarmado, sin fuerzas ni ánimos para continuar, así que solo pude dar un suspiro, y esperar que Thiago diera la cara por nosotros. — ¿Qué pretendes? — preguntó mientras a mis odios llegó la risa sardónica de Esmeralda, con esa silueta tan perfecta caminando. — Vine a visitar a los nuevos padres, ahora, porque es posible que su hijo muera, según me enteré — dijo con ironía mirándose las uñas, sus palabras me calaron todo el cuerpo, y de no ser porque estaba conectada a una máquina que medía mi presión y un suero para hidratarme, me habría levantado de ahí mismo y faltando al respeto de su integridad de mujer, la habría desquebrajado ahí mismo, porque con mi hijo nadie iba a meterse— Cállate maldita, cállate — logré gritarle con dificultad, y a la vez sintiendo v
Decidir era una de las cosas que había estado dejando de hacer desde que supe que estaba embarazada, y atreverme a poner mis condiciones ante Thiago, fue una total revelación y liberación. — ¿Y qué se supone que debo hacer? Intento protegerte acaso no te das cuenta, no quiero que te pase nada malo— Me preguntó confuso y asustado — Protegerme, de nuevo huyendo, no, Thiago, ni yo ni mi hijo, tenemos que vivir corriéndonos de tu pasado, tú decidiste hacernos parte de tu vida, yo cedí, pero eso no significa que tenga que esconderme, y si lo prefieres así entonces lo mejor es que… — Lo mejor es qué, Lisa, no es huir, es protegerse — me interrumpió, y la tensión me estaba calcinando — Huir no es protegerse — grité con dificultad — Lisa, pero es que Esmeralda… — Esmeralda quiere dinero, o seguridad, la seguridad que su madre y tu madre quisieron para ustedes, es simple, dale algo, y te aseguro que dejará de ser una sombra en nuestra vida, pero no pretendas solucionar todo obligándome a
El suspenso flotaba en el aire mientras Thiago sostenía el anillo en sus manos, esperando ansiosamente mi respuesta. Mis ojos se llenaron de lágrimas de alegría, de emoción por todo lo que habíamos pasado juntos y por el futuro que nos esperaba.— Sí, Thiago, sí quiero ser tu esposa — respondí con la voz entrecortada por la emoción.La habitación se llenó de aplausos y exclamaciones de alegría por parte de nuestros amigos. En ese momento, Thiago deslizó el anillo en mi dedo y me abrazó con ternura. Nuestros amigos celebraban alegremente a nuestro alrededor, llenando la habitación con risas y buenos deseos.Mientras sostenía a nuestro precioso bebé en mis brazos, sentí una profunda gratitud por todo lo que había pasado. Había superado mis miedos, defendido mis deseos y ahora me encontraba en un momento de plenitud y amor inigualable.El destino nos había unido en una montaña rusa de emociones, pero habíamos superado cada obstáculo con valentía y determinación. Ahora, juntos, escribiría
—¿Crees que Martini esté involucrado en esto? —pregunté, sintiendo una mezcla de preocupación y frustración.Thiago apretó los puños, reflejando su disgusto. —No lo sé, Lisa, pero no podemos descartar esa posibilidad. Esmeralda podría estar conspirando con él para hacernos daño o incluso para sacar provecho del dinero que le di. Debemos tomar precauciones y averiguar la verdad.Nos miramos, compartiendo una determinación mutua. Sabíamos que debíamos actuar rápido para proteger a nuestro hijo y a nosotros mismos. Clara y Diego se llevaron al bebé y a mí a la cama, enllavaron el cuarto, mientras que Thiago se quedó en la sala, junto a su equipo de seguridad dándoles órdenes de no dejar entrar a nadie, sin embargo antes de que estos pudieran actuar, Thiago miró por la ventana a Esmeralda bajándose del auto, la prensa tomó todas las fotos que pudo, era claro que ella misma los había llevado, y que no, no se había ido.— Avísale a Lisa que no es nada malo lo que está ocurriendo, dile que n
Todo estaba demasiado raro, pero solo les quedaba buscar ayuda lo más rápido posible. En ese momento, Diego, el amigo cercano de Thiago y abogado, llegó a la casa para apoyarlos en esta difícil situación, Marcelo, el mismo que los había salvado en el juicio anterior.— han vaciado mis cuentas bancarias sin mi autorización, alguien sacó una gran cantidad de dinero. Esto es una pesadilla, ha venido Esmeralda con la prensa a advertírmelo, alegando que el cheque que le di está sin fondo, no sé qué hacer, sobre todo porque también trajo a la prensa y fue un bochorno espantoso — alegó Thiago en total desesperación tras la llegada del abogado— Sí Thiago, esto es grave ¿Tienes alguna idea de quién pudo haber hecho esto, verdad? Tus tarjetas, Thiago, piensa bien en ello — Señaló Marcelo dándole una pista a Thiago, por un momento pensé que él reaccionaría a lo inmediato, pero era claro que estaba cegado por la situación tan complicada— No sé, no sé, aseguran que hubo transacciones a través de
Sabía que decir esas palabras en una situación tan complicada como la que estábamos viviendo no era nada agradable, pero solo quería paz para mi vida, ya lejos de todo dolor, cuando me enamoré de Thiago me creé una fantasía muy tonta sobre las cosas del amor, y solo ahora me daba cuenta que nada era tan rosa como uno pensaba, que sí lo amaba precisamente porque en medio de todo lo que habíamos vivido siempre habíamos vencido juntos, pero ahora tenía algo más que sobrepasaba la palabra amor, y ese era mi hijo, y solo deseaba para él, la tranquilidad, y estando cerca de Thiago y sus problemas con Esmeralda jamás iba a conseguirlo.Se quedó detenido mirándome con ira, como si me odiara y a la vez me hiciera saber que lo estaba aniquilando.— Es que estoy cansada — volví a repetir antes de que pudiera acercarse más a mí o como si quisiera que omitiera lo que acababa de decir.— Yo también lo estoy — fue la respuesta más seca que logró salir de sus labios — pero ahora tenemos un hijo, y no
— Gracias, Marcelo, en serio, no sé qué habríamos hecho sin ti — respondí con lágrimas en los ojos, sintiendo un alivio enorme ante sus palabras, era como si por fin todo acabara para siempre.— No hay de qué preocuparse, amigos. Todo esto está llegando a su fin y pronto podrán retomar su vida tranquila — dijo Marcelo— Por algo eres mi abogado — lo elogió Thiago — ahora con esta buena noticia, me siento más convencido de que ir donde están sus padres, es lo mejor, lejos de la prensa y de todo lo que esto pueda arrastrar, además creo que es hora de que todos nos reunamos y compartan las buenas noticias — propuso Thiago con una sonrisaMarcelo y yo asentimos emocionados. Marcelo llamó a Clara y Diego, quienes estaban en el cine, para informarles que todo estaba bajo control y que podían regresar. Mientras tanto, nos ayudaron a empacar algunas cosas para el viaje y prepararon todo para que el bebé estuviera cómodo. Al día siguiente Clara y Diego partieron a España.En el transcurso de d