Frente a ellos una rubia de gesto angelical y con vestimenta sensualmente sofisticada dirige la mirada a un solo hombre en la sala. Todos los hombres la miran absortos, esa manera de vestir tan elegante y sensual a la vez es única. Ahora todos tienen claro que es la prometida de Dankworth, no es para menos, ella realmente está a la altura. Einar al ser consciente de cómo todos los hombres miran a su ángel, sintió como su corazón inició a palpitar sin control y su pulso se alteró a niveles peligrosos. —La junta ha finalizado. —Saltó de su puesto. —Reagendáremos para después. —En dos zancadas quedó frente a su mujer así tapando la vista de los hombres. Engla lo miró a los ojos con seriedad, ni siquiera tuvo que obligarlo a cancelar la junta. Su corazón se alteró por su reacción, se alteró por su manera tan severa de mirarla, pero a la vez tan cálida y llena de esperanzas. ¿Es posible que él finalmente le está permitiendo ver lo que siente a través de sus ojos? ¿O es únicamente que a
—Einar... —Gimió al introducir el dedo en su cavidad anal. Einar bajó la mirada lentamente y tiró de su p0lla cuando la vio mover su dedo. —Einar... —Engla volvió a gemir su nombre sin dejar de meter y sacar el dedo de su cavidad anal. La sutileza de su voz, sus movimientos calculados, su cuerpo rojo por sus agarres, su pecho agitado y la manera en la que se abre para darle mayor visión lo fue todo para él. Casi furioso por las incontenibles ganas que le tiene a su mujer, le alejó la mano y la abrió más de piernas. —Aaaggg. —Casi gritó cuando se hundió de un certero y profundo empellón. Engla quiso huir, pero es demasiado tarde para ella, Einar está fuera de control y ahora no queda más que soportar a la bestia. —Di que me amas, ¡Dilo! —Exigió moviéndose sin control. La sensación de su p0lla al entrar y salir tan furioso de ella es una sensación única en el mundo. Su cuerpo está totalmente dominado por el placer y sus pensamientos están sumisos de sus gemidos. —Te... te amo... ay E
Loca e impredecible, eso es Engla para Einar. Su ángel siempre sale con algo nuevo y además de desconcertante le parece fascinante, jamás sabe con qué va a salir. La primera Navidad para ellos fue difícil, la pasaron entre peleas, pero Engla se las ingenió para celebrarla nuevamente aunque no fuera en el día indicado. Por primera vez Einar y Nancy tuvieron unas festividades diferentes. Engla se esmeró y todo le salió perfecto aunque todo fuera nuevo para ella. Para Engla todo es maravilloso, Einar está asistiendo con el amigo de sus colegas y todo está yendo bien. Fue diagnosticado con amnesia disociativa, por eso la pérdida de memoria. Einar tiene pérdida de memoria selectiva, pierde la memoria únicamente cuando es bueno con Engla. Según el psiquiatra Einar desarrolló la enfermedad debido al estrés y ese estrés ha sido no poder controlar a Engla a su voluntad o simplemente por no saber lo que pasa con él cuando está cerca de ella. Ahora todos se explican el porqué de su indifere
—Claro que puedo. —Lo colocó y con una mirada depravada sonrió. —Corre, ángel, corre. —Engla con piernas temblorosas retrocedió al verlo caminar en su dirección. —¿Quieres todo de mí? —Engla se quitó el camisón, Einar se detuvo al ver sus pezones erectos y la diminuta tanguita. —¿Realmente lo deseas? —Su voz lo enloqueció, pero no tanto como su mano acomodando la tanga. —No juegues así Engla, prometiste resistirte, no provocarme. —La tensión en su voz la excito más. —Es una manera de resistirme. —Con su dedo medio, recorrió su cuerpo de manera ascendente y se lo llevó a la boca. Einar se tensó, esa mujer lo descontrola con solo sus actos. —¿Permitirás que te haga esto? —Engla apartó el lado derecho de su tanga dejando el labio mayor descubierto. —¿Dejarás que me lubrique solo mirándote? —El gran gemido que salió de su boca al rozar su clítoris, descontroló a Einar. De dos zancadas quedó contra ella pegados a la pared. —He dicho que no me tientes de esa manera. —Gruñó rodeando su m
Nancy se llevó las manos a la boca y abriendo los ojos desmesuradamente por el desconcierto no apartó la mirada de su hermano que ya se le ve rojo y con las venas del cuello hinchadas al igual que las de sus brazos por la fuerza que ejerce al apretar el puño. —¿Qué has dicho? —La voz gruesa y amenazante de Einar estremeció a Nancy. —Einar. —Intervino temblorosa. —Por favor... Escu... —Roy se levantó de su puesto y tiró de ella así callándola. Hasta este punto poco le importaba a que Einar se enterara, suficiente tiene por lo mucho que le está costando encontrar al maldit0 que quiso lastimar a su mujer. Pasando a Nancy detrás de él, se para firme frente a Einar. —¿Quieres que te repita lo que dije? —Lo miró con seriedad, por su mujer sacará las garras con quien tenga que sacarlas. —Te dije: mi mujer. —Soltó sin titubear dejando a Nancy más impresionada de lo que ya estaba. —Y no voy a disculparme por eso. Sé que he tardado en mi investigación, pero eso no significa que no me importe
—No me voy a maquillar. —Aclaró con mala leche. —Sí lo harás cariño, no quiero un escándalo con la prensa al verlos lastimados, sabes tan bien como yo que todos sabrán el motivo. —Einar la miró con el cejo fruncido. —No sé cómo sabes tanto de esto, te vengo enseñando este mundo hace apenas dos semanas. —Engla sonrió, la verdad ha estado aprendiendo mucho. —Tengo un buen maestro. —Paso a paso subieron las escaleras con Nancy y Roy detrás de ellos. Ambos hombres aguantaban el dolor para no demostrar frente al otro. —Dios mío. —Einar se quejó con libertad al estar en su habitación. —Ese hijo de put4 me rompió los maldit0s huesos. —Engla negó ahora un poco molesta, se dieron realmente duro. Las heridas son bastante notorias. —¿Cómo pudieron lastimarse así? Esto ni con maquillaje se puede tapar. —Fue por el botiquín y al volver lo miró con detalle. —Madre mía... solo mírate. —Se llevó la mano a la boca, la sangre aún correo por su ceja, nariz, pómulo y labios. —Le confié a mi hermana
Una semana incómoda, así se definiría las cosas entre Einar, Nancy y Roy. Estresante y agotadora sería para Engla. Einar no supera la relación de su hermana con su mejor amigo, se siente traicionado y estúpido por confiar en quien menos debía. Él se fue a Italia y la dejó sola con el que se suponía la cuidaría y al contrario de eso aprovechó ese momento para hacer con Nancy lo que le viniera en gana. Para Nancy es asfixiante estar entre los dos hombres de su vida. Uno intentando arreglar las cosas y el otro poniéndose a prueba siempre que quiere con su mala actitud. Gracias a Engla y a Evelyn no se ha vuelto loca y ha huido hasta el fin del mundo para tener un respiro. Roy por su parte sigue defendiéndose de Einar, por muy amigo que sea no se dejará j0der la vida. Cómo guarda espalda poco puede hacer, después de todo Einar es su jefe, pero como hombre no retrocede ni un solo paso y trata a su mujer como reina frente a quien sea, incluido Einar. Engla ya no sabe que más hacer para
—Lo siento, profesor, no volverá a pasar. —En cuanto el hombre volvió a su labor, Nancy y Engla rieron en voz baja. Convencer a Einar de todo esto no fue fácil para Engla, el riesgo de que la reconocieran era alto y bastante peligroso. Sus dos debilidades en un solo lugar lejos de casa y de su protección no le agradó, pero como Engla es ocurrente, compró una peluca de color rojo, se maquilló y cambió el estilo de su ropa a uno más casual. Tras salir de la clase, ambas se dirigieron a la cafetería, una vez ahí, Nancy se sentó frente a ella y la observó por unos segundos y agrandó un poco más su sonrisa. —¿Qué estás pensando? —Nancy mostró sus dientes por la gran sonrisa dibujada en su rostro. —Pareces z0rra con ese pelo rojo y ese maquillaje intenso. —Engla soltó una carcajada que las hizo blanco de todas las miradas. —¡Estás loca! Este era el único color que me hace ver distinta. —¿De qué se ríen? —Una de las amigas de Nancy se sentó a la mesa. —Yo también me quiero reír. —Engla