―¡Sí! ¡Exacto…! Eso fue lo que pasó entre ellos, justamente ayer… Así que tampoco creas que llevan mucho de conocerse ni de ser novios… Ricardo pensó que si se hacía novio de esa chica, la haría sentir mejor consigo misma y la ayudaría… Ya sabes… Ricardo tiene la idea de que andar con alguien como él ya es un gran premio para cualquier mujer… ¡Jaja! Pero, como sea, igual tenemos que ayudarla. En el hospital tuvimos que decir que yo era su profesor para que la dejaran ir ya que ella necesitaba que un familiar la recogiera, y lamentablemente no tiene a ninguno con vida ¿comprendes? —agregó Christopher .―¿Así que ella es la famosa alumna del aeropuerto? ¡Mira! ¡No lo imaginaría! ¡Es una gran historia! Pero, si Ricardo era su novio, ¿por qué no solo dijo que él la podía recoger? ¿O eso no se permite? —preguntó Vanya.—Buen punto… Lo que pasó es que ya urgía que Rachel saliera del hospital por cuestiones de hospitalización… Y Ricardo tenía que trabajar necesariamente hasta tarde… ¡Larga h
No sé lo que pasaba en ese momento con Christopher . Pero, al parecer, todo se debía a la escena de Ricardo besando mi mano. El corazón se me apretaba. Algo estaba mal con ellos y no sabía que era. Pero de una cosa estaba segura esa noche: todo era por mi culpa. Pensé que lo mejor era no dejar que su mejor amigo se me acercara esa noche. Tal vez si nos manteníamos alejados, las cosas entre ellos se calmarían, pero yo no contaba con que Ricardo no pensaba lo mismo… Como todos unos animales defendiendo su territorio, Christopher y Ricardo se encontraban enfrentados, mirándose a los ojos el uno al otro, inflando el pecho y alzándose para sentirse más altos y fuertes. Aquello se convirtió en una batalla de machos. Los mejores amigos ser estaban volviendo rivales.Yo estaba callada y sintiéndome culpable en mi silla. Pensé que su enfrentamiento no se debía a que luchaban por ganar mi atención, sino a que, de una u otra forma, yo no debería afectar sus vidas. La amistad de Christopher er
―... Entonces, esta clase de blusas te servirán para cualquier clase de trabajo que encuentres… Desde vendedora, hasta asistente ejecutiva… Son una excelente opción… ―me explicaba Ricardo, cuando Vanya se dirigió a mí y me ayudó con unas prendas que tenía en mis brazos.―Mira Ricardo, la pobre ya está cargando mucha ropa… ¿Por qué no vamos a medirte todo esto? ―sugirió Vanya, llevándome del brazo.―¿Qué dices? ¡Ah, sí! Debe medírselo… Vayan, vayan… Y toma, toma, también quiero que te pruebes esta falda y esta blusa… ―señaló Ricardo, siguiéndonos, y me entregó más ropa.―Bien, ¡vamos! ¡Déjame ayudarte! ―dijo Vanya, ayudándome también con eso.―¡Gracias! ―dije y asentí a ambos. Ricardo nos siguió, porque aún en la compañía de Vanya, él actuaba como mi guardaespaldas. Pero Christopher lo detuvo, sosteniéndolo del hombro. Ricardo volteó a mirarlo y lo ignoró y siguió buscando ropa para mí. Christopher fue tras él y buscó la forma de dirigirse a Ricardo sin armar un pleito.―Ricardo,
―No entiendo… A solas, ¿dónde? y ¿por qué no? ―pregunté confundida, porque en realidad no capté el sentido en que Vanya lo decía.―Pues, verás… Él es muy astuto... Él buscará la forma de estar a solas contigo a como dé lugar, en cualquier lugar privado, para… Ya sabes… Y ¡no lo dejes! ¡Aunque sean novios! Al menos sal con él un par de meses, conócelo bien… ¿entiendes? No lo dejes que vaya tan rápido, porque si lo hace, él te cambiará rápidamente por otra… ―explicó Vanya, haciendo muchas gesticulaciones con las manos para hacerme entender a lo que se refería.―Entiendo… Creo que quieres decir que no deje que me toque, ¿verdad? Aunque seamos novios de verdad… Pero, si somos novios, ¿no se supone que lo seríamos por qué él me amaría y yo a él? Y tocarse cuando uno ama al otro, es normal ¿no? ―pregunté, descifrando el misterio de la intimidad.―No, Rachel… Él cambia de novia como de calcetines… Puede tener novia sin amarla… Él no es de los que buscan amor verdadero. Él solo busca satisfa
Cuando terminé de probarme la ropa que Ricardo había elegido para mí, él se apresuró a tomar todas las prendas e ir a pagarlas por su cuenta a la caja. Vanya le llamó la atención y no se lo permitió.—Ricardo… ¿Qué haces? Déjanos ayudarte con la cuenta… Se supone que ayudaríamos los tres a surtir las nuevas prendas de Rachel… Está bien que tú le hayas elegido esa ropa, pero al menos déjanos pagarla… Además quiero incluir este vestido y esta chaqueta que elegí para ella… —solicitó Vanya.—Si quieres tú paga eso… Yo pagaré lo que yo escogí para ella… —aseguró Ricardo. Christopher se metió en medio de ellos dos y se dirigió directo con la cajera.—No les haga caso señorita… Cóbrese todo de aquí… —afirmó Christopher , entregando su tarjeta. La cajera la deslizó de inmediato.—Pero, ¿qué crees que haces Christopher ? Esa era mi ropa… Yo se la iba a regalar a ella… —reclamó Ricardo. —No te preocupes amigo… Será un regalo de parte de los tres, ¿ok?... No importa quién pague… —Christoph
―Oye Christopher . Estoy realmente preocupada por Rachel… Ella es muy inocente, creo que nunca ha estado cerca de un hombre en persona... Y, luego si presenta demasiada vulnerabilidad, podría dejarse llevar sin pensar por las emociones físicas con Ricardo. ¿No crees? Pienso que Ricardo ya puso el ojo en el blanco con ella, y no se va a retractar… ―Tienes razón Vanya. Pero no podemos ponerle un alto a Ricardo... Él está acostumbrado a ser un casanova, y difícilmente va a cambiar por Rachel. Él no se da cuenta de que sus acciones están mal… Lo único que podemos hacer es advertirle a Rachel de las intenciones y modus operandi de Ricardo para que tome todas las precauciones necesarias. ―Eso traté de hacer en los probadores anteriores... Intentaré hacerlo nuevamente en los probadores de aquí, y además, me imagino que todavía iremos por zapatos ¿No? Buscaré el momento para hablar con ella… —propuso Vanya.―¡Sí! Tenemos que ir por zapatos, esos que trae son los únicos que tiene, al menos d
―Todos están mirando, Ricardo… No podemos hablar ahora… Por favor… —musité cerca de él, que esperaba atento mis palabras. ―No me importa que todos miren… ¡Me mata tu indiferencia! ¡No sé cómo hacerte saber lo que siento con palabras! Te aseguró que nunca había pasado por esto, pero… Tengo una descontrolada necesidad de evitar perderte… Por favor, trata de entenderme… —rogó Ricardo en voz alta. Me dejó con la boca abierta y con las manos atadas a la espalda. ¿Qué debía hacer al respecto? ¿Cómo debí contestarle? Sus palabras y su mirada eran tan sinceras… Pero mi corazón estaba en un fuerte dilema… Vanya me había recomendado alejarme de las galanterías de Ricardo, porque “ningún hombre da nada a cambio de nada”, me había advertido que Ricardo estaba eligiendo lencería para mí con el único objetivo de vérmela puesta en la cama… Y esa sería su forma de cobrarse tantos favores… También me advirtió que si se trataba de dar celos a Vanya, que no me preocupara ni me esforzara… Vanya
―Es decir… ¿Se está haciendo “la difícil”? ¿No crees que Ricardo se podría dar cuenta de todo esto y tratará de vengarse de ella? Quizás sea peor para Rachel, en lugar de ayudarla… —se preocupó Christopher .―¡Claro que no, Christopher ! Quizás no te has dado cuenta, pero Ricardo está cegado por los celos… Justo ahora, Rachel lo tiene comiendo de su mano… Por eso Ricardo hizo el ridículo frente a toda la gente de la tienda… Cree que tú le atraes mucho a ella, porque le dije que le diera celos contigo… Y él no dejaría jamás que se la ganes... Es una especie de competencia masculina entre amigos… ¡Va a hacer hasta lo imposible por ganar el amor de Rachel! ¿Comprendes ahora? —aclaró Vanya.―¿Celoso? ¿De mí? Pero, ¿por qué? Él siempre está al tanto de mí y de Rosa, me ruega que no me aleje de Rosa… Incluso mañana, él mismo acompañará a Rachel con Bella, solo para dejarme ir a comer con Rosa… —recordó Christopher .―¿En verdad lo crees, Christopher …? ¡Ay! ¡A veces eres muy inocente, amigui