Finalmente llegamos al centro comercial central. Estábamos muy felices porque al fin me abría a conocer al mundo y, como una niña en una juguetería, me paseaba por el centro con los ojos muy abiertos, prestando atención a todo, disfrutando cada rincón, señalando, habiéndome asombrado por cada cosa bella que descubría. Siempre lo he dicho, ¡si no disfrutas de todas esas cosas bellas, entonces ya has dejado de vivir!El salón de Vanya, la amiga de la infancia de Christopher , aún estaba abierto. Nos llevamos muy bien con ella, ya que era una chica genial y muy amable. Ella terminó con Ricardo porque él estaba ligando con Jazmin y muchas otras mujeres frente a ella. Vanya se dio cuenta de todo porque ella es muy audaz. Además, seguramente Vanya lo dejó porque todos sabemos que entre Ricardo y Bella aún hay algo evidente. Cuando Vanya nos vio llegar, fue corriendo a abrazar a Christopher , e ignorando al egocéntrico de Ricardo, se dirigió directamente conmigo. Christopher ya había habla
—¡Oye! Es de mi novia de quién estás hablando, ¿Ok? —protestó Ricardo.—¡Uy! ¡Perdón! No me digas que ésta sí es la buena… ¡Qué rápido reemplazaste a la anterior! ¿No Vanya? ¿Cómo se llamaba? ¿Jazmin? —intrigó Rosa, alzando la voz para que Vanya escuchara. Vanya cayó en la trampa de Rosa, y cuando me regresó al asiento, comenzó a discutir con Ricardo.—¡Pero qué rayos es esto Ricardo! ¿A qué estás jugando? ¡O sea! ¿En verdad quieres que yo ponga bella a una mujer para ti? ¡Y me la vienes a restregar en la cara! ¿Qué te sucede? —le gritó Vanya a Ricardo.—¿Estás celosa? ¡Ahora sí me diriges la palabra! ¿No? ¿Puedes bajar la voz? No quiero que mi novia escuche que mi “ex” es una loca desquiciada… —advirtió Ricardo.—¿Qué? “Jajaja, ¡Cómo me haces reír!” —respondió Vanya con sarcasmo. —Tú puedes hacer lo que te venga en gana con tu vida. Además soy una profesional, ¡la mejor! Y puedo hacer mi trabajo sin importar de quién se trate. Además la chica parece muy inocente… ¡Se nota que tod
—¡Vaya! Chicos… ¿Qué celebramos? —se asombró Vanya.—Nada, Vanya… Son cosas de chicos… —respondió Christopher , despegándose de su amigo.—¡¿Ok!...? Bueno, es momento del corte y maquillaje… ¡Jeane, Violet! ¡Vengan! ¡Manos a la obra! ¡No pueden imaginar la preciosura que saldrá de aquí! —presumió Vanya, estando segura de su gran talento como estilista profesional.—Creí que la odiabas… Ahora que sabes que… Ella y yo, somos novios… —notó Ricardo en voz alta, buscado encelarla de nuevo.—¡Nah! Hablamos un poco mientras le secaba y enjuagaba el cabello después de aplicarle las luces y me dí cuenta de que es una chica muy linda… Ella no tiene la culpa de haberse enamorado de un patán como tú… ¡Todas cometemos terribles errores en la vida! —explicó Vanya, burlándose de Ricardo frente a mí. Honestamente no pude evitar reírme pero traté de que él no se diera cuenta. Ricardo estaba furioso, pero disimulaba. ¿Su ex, amiga de su novia actual? Ya nos imaginaba hablando a sus espaldas y pasá
Christopher y Ricardo parecían hipnotizados después de ver mi cambio de imagen. No decían nada, incluso ni pestañeaban. Yo no sabía si era bueno o malo. De hecho, a mí me había encantado mi nueva yo, pero qué tal si solo me estaba engañando a mí misma… Ya saben lo que dicen: aunque la mona se vista de seda…En ese momento, Christopher reaccionó y parpadeó, parecía que al fin despertó por un segundo y volteó a ver la reacción de Ricardo. ¡Estaba simplemente impactado! Los ojos de Ricardo estaban muy abiertos y dilatados, e incluso en su piel pálida de vampiro, se notaba un precioso rubor en sus mejillas. Su boca abierta y el sudor en su frente, delataban que el corazón de Ricardo también palpitaba muy fuerte. Incluso tragó con dificultad una gran cantidad de saliva…«Honestamente, nunca lo había visto así con otra chica… ¿Acaso se trata de la sorpresa? O, quizás, ¿estará surgiendo un sentimiento aún desconocido para Ricardo? Inclusive, aunque yo siempre he sido un chico muy amoroso
―¡Sí! ¡Exacto…! Eso fue lo que pasó entre ellos, justamente ayer… Así que tampoco creas que llevan mucho de conocerse ni de ser novios… Ricardo pensó que si se hacía novio de esa chica, la haría sentir mejor consigo misma y la ayudaría… Ya sabes… Ricardo tiene la idea de que andar con alguien como él ya es un gran premio para cualquier mujer… ¡Jaja! Pero, como sea, igual tenemos que ayudarla. En el hospital tuvimos que decir que yo era su profesor para que la dejaran ir ya que ella necesitaba que un familiar la recogiera, y lamentablemente no tiene a ninguno con vida ¿comprendes? —agregó Christopher .―¿Así que ella es la famosa alumna del aeropuerto? ¡Mira! ¡No lo imaginaría! ¡Es una gran historia! Pero, si Ricardo era su novio, ¿por qué no solo dijo que él la podía recoger? ¿O eso no se permite? —preguntó Vanya.—Buen punto… Lo que pasó es que ya urgía que Rachel saliera del hospital por cuestiones de hospitalización… Y Ricardo tenía que trabajar necesariamente hasta tarde… ¡Larga h
No sé lo que pasaba en ese momento con Christopher . Pero, al parecer, todo se debía a la escena de Ricardo besando mi mano. El corazón se me apretaba. Algo estaba mal con ellos y no sabía que era. Pero de una cosa estaba segura esa noche: todo era por mi culpa. Pensé que lo mejor era no dejar que su mejor amigo se me acercara esa noche. Tal vez si nos manteníamos alejados, las cosas entre ellos se calmarían, pero yo no contaba con que Ricardo no pensaba lo mismo… Como todos unos animales defendiendo su territorio, Christopher y Ricardo se encontraban enfrentados, mirándose a los ojos el uno al otro, inflando el pecho y alzándose para sentirse más altos y fuertes. Aquello se convirtió en una batalla de machos. Los mejores amigos ser estaban volviendo rivales.Yo estaba callada y sintiéndome culpable en mi silla. Pensé que su enfrentamiento no se debía a que luchaban por ganar mi atención, sino a que, de una u otra forma, yo no debería afectar sus vidas. La amistad de Christopher er
―... Entonces, esta clase de blusas te servirán para cualquier clase de trabajo que encuentres… Desde vendedora, hasta asistente ejecutiva… Son una excelente opción… ―me explicaba Ricardo, cuando Vanya se dirigió a mí y me ayudó con unas prendas que tenía en mis brazos.―Mira Ricardo, la pobre ya está cargando mucha ropa… ¿Por qué no vamos a medirte todo esto? ―sugirió Vanya, llevándome del brazo.―¿Qué dices? ¡Ah, sí! Debe medírselo… Vayan, vayan… Y toma, toma, también quiero que te pruebes esta falda y esta blusa… ―señaló Ricardo, siguiéndonos, y me entregó más ropa.―Bien, ¡vamos! ¡Déjame ayudarte! ―dijo Vanya, ayudándome también con eso.―¡Gracias! ―dije y asentí a ambos. Ricardo nos siguió, porque aún en la compañía de Vanya, él actuaba como mi guardaespaldas. Pero Christopher lo detuvo, sosteniéndolo del hombro. Ricardo volteó a mirarlo y lo ignoró y siguió buscando ropa para mí. Christopher fue tras él y buscó la forma de dirigirse a Ricardo sin armar un pleito.―Ricardo,
―No entiendo… A solas, ¿dónde? y ¿por qué no? ―pregunté confundida, porque en realidad no capté el sentido en que Vanya lo decía.―Pues, verás… Él es muy astuto... Él buscará la forma de estar a solas contigo a como dé lugar, en cualquier lugar privado, para… Ya sabes… Y ¡no lo dejes! ¡Aunque sean novios! Al menos sal con él un par de meses, conócelo bien… ¿entiendes? No lo dejes que vaya tan rápido, porque si lo hace, él te cambiará rápidamente por otra… ―explicó Vanya, haciendo muchas gesticulaciones con las manos para hacerme entender a lo que se refería.―Entiendo… Creo que quieres decir que no deje que me toque, ¿verdad? Aunque seamos novios de verdad… Pero, si somos novios, ¿no se supone que lo seríamos por qué él me amaría y yo a él? Y tocarse cuando uno ama al otro, es normal ¿no? ―pregunté, descifrando el misterio de la intimidad.―No, Rachel… Él cambia de novia como de calcetines… Puede tener novia sin amarla… Él no es de los que buscan amor verdadero. Él solo busca satisfa