—Sí, ahora no se que va a pasar con el pequeño Richard— dijo ella. — ¡No le va a pasar nada cariño!— dijo él— iremos a la Corte y ganaremos, nuestro hijo no nos será quitado, te lo prometo, quiero que te vengas a vivir conmigo, para mi va a ser más fácil teniéndote cerca, casi vuelvo loco al no saber de ustedes. — Esta bien, ya no tengo porque esconderme de Astrid, quiero darle la pelea de frente— dijo Camila. —Lo primero que haremos es hablar con Bruce y tío Gerrit— decidió él. Esa misma semana hicieron arreglos para volver a la ciudad donde vivía Richard. Éste ya había hecho arreglos para tener una reunión con los Callister. — Hola tío Gerrit, ¿cómo estás? —saludó Richard— ella es mi prometida.— ¡Hola! Qué sorpresa recibir tu llamada sobrino, tenía algún tiempo que no conversaba contigo, recuerdo muy bien a la señorita Camila, lo que no sabía era que estaban comprometidos— dijo Gerrit. Se acercó a la chica y dió un beso en la mejilla a modo de saludo— ¿Cómo está señor? — s
Astrid estaba reunida con Adam y hablaban del desastre que había resultado el secuestro de Camila. Adam empezó diciendo:— ¡Así que la madre del niño, es mi cuñadita! — dijo sarcástico— ¡Mira que ironía! Astrid afirmó con la cabeza y exclamó:— ¡Que increíble! ¿Verdad?— dijo ella— ¿Te imaginas, yo metida en problemas con Richard McIntyre? El rostro de Adam cambió de expresión al decir:— Ni siquiera yo quiero atravesarme en el camino de mi hermano— respondió Adam— ¡Ese tipo es poderoso! Mi padre siempre fue un loco y casi bota todo el patrimonio familiar, Richard se hizo cargo y no sólo lo recuperó, si no que lo multiplicó, y puso el nombre de la familia en la cúspide. Astrid se quedó boquiabierta al escuchar a Adam. —¿Y a tí no te da vergüenza decir eso? Se supone que tu eres el mayor— dijo Astrid— me imagino que alguien lo ayudó financieramente. Este muy desfachatado dijo:—¿Y eso qué tiene que ver? Él tiene visión, ingenio, a mi me da flojera pensar— aceptó Adam— y si alguie
— ¡Astrid, necesito que calmes esos celos! ¡Sí, me encapriche con ella, pero no llegó a mayores, Camila siempre me puso en mi lugar, no te angusties, tú eres la única mujer en mi vida! Esto subió el enojo en ésta mujer. — ¡Pero estas admitiendo que te gusta! ¡Qué falta de respeto es ésta! Él intentó apaciguar la rabia de su mujer diciendo:— No te estoy faltando el respeto, mi amor, solo te confieso lo que me pasó, pero ya no es así ¡Ella está con Richard! Astrid siguió sembrando cizaña en el corazón de su esposo. — ¿Ves como tengo razón? ¡No es ninguna idiota! ¡Claro, porque buscaba al más poderoso! ¡Tú le quedaste pequeño a sus planes de enriquecerse!Ésta vez Bruce se puso muy serio, no le gustó lo que insinuaba su esposa. — ¡Me parece que estás exagerando la nota querida! Se supone que buscaste a esa chica, de quien averiguaste hasta lo más mínimo, para elegir como madre para mi hijo, entonces; ¿qué está sucediendo? ¿Elegiste mal? — No lo sé, estoy muy confundida con todo
Gordon se sentía feliz con la novia que tenía, solo pensaba en ella y en lo bien que lo hacía sentir, esa tarde en su oficina recibió una llamada de un número desconocido, dudó si recibir, pues sentía desconfianza en ese tipo de sucesos. Minutos después llegó un mensaje interesante y poco común. “Camila Sánchez no es quién tú crees, solo es una oportunista, trepadora que siempre apostó al más rico, solo le serviste de trampolín”Se quedó pensando unos instantes en lo que acababa de leer, reflexionó un poco y dejó de prestar atención a ésto, se dijo que alguien malintencionado estaba buscando la manera de sembrar cizaña. También Bruce recibió un mensaje parecido con respecto a Camila, “No confíes en la relación de tú primo y esa mujer, sé de muy buena fuente que siempre buscó tener dinero a manos llenas”Éste arrugó el entrecejo y se dijo:«Definitivamente esta es Astrid, voy a llamarla»Y tal como lo pensó así lo hizo:—Cariño deja de estar enviandome mensajes desacreditando a Cam
Richard se sorprendió al escuchar la sugerencia de su novia. —¿Astrid? ¿Tú crees? ¿Que interés tendría en informar a Stella de tí? Ya estamos divorciados. — Para crear problemas, ella está resentida por no haber logrado obtener a nuestro hijo mi amor. — Tienes razón, no se me había ocurrido, esa mujer es de armas tomar, que bueno que estás siempre prevenida, voy a encargarme de ese asunto. — De todos modos ve con cuidado, no tenemos la certeza de que ella tenga sus narices metida en ésto. — No te preocupes, seré sutil en mi investigación. Camila se quedó tranquila, confiaba en su intuición y en la astucia de su novio para manejar asuntos delicados, éste era uno, pues acusar sin pruebas es lo más complicado a la hora de emitir un juicio. Astrid usaba toda su astucia para destruir la reputación de Camila y separarla definitivamente de Richard y todo lo que tuviera que ver con la familia, estaba llena de rencor, además de envidia por no haber logrado nada de lo planeado. Ahora su
— No entiendo el porqué de tu pregunta— respondió ella. — Cariño, te tomas demasiadas molestias para separar a esa muchacha de él, no sé, es mi opinión, ¿O ella se ha metido con tu marido? — A Bruce le gusta, pero ella solo tiene ojos para Richard y sus millones. — Y a tí te da envidia que sea ella la que esté logrando conquistarlo y no tú. — ¡Paul, claro que no! Es fastidio lo que siento al verla tan sobrada al momento de hablar con ella. — Cariño eso se llama envidia, se sincera contigo misma, a mi no tienes porqué esconder nada, se como funciona tu cerebro, ya son más de dos años que somos amantes, así que si te gusta ese primo de tu marido, a lo mejor si te acuestas con él lo superas. — ¡Ay no pienso discutir contigo eso! ¡Yo sé lo que siento! Mejor me voy, ya he pasado demasiado tiempo contigo, solo eres mi amante, no mi esposo. — Adiós cariño, ni loco me casaría contigo, ese karma le toca al bueno de Bruce. Ella le lanzó una de las almohadas y él soltó la carcajada, lo
—La verdad no me gustaría enfrentarme a esa chica, pero si no hay más remedio lo hago señor McIntyre— dijo Paul sosteniendo aquella mentira— aprecio mucho a mi amigo Bruce, por él estoy haciendo ésto, ella me hacía preguntas acerca del esposo de Astrid una vez que se empezó el proceso de preparación para la inseminación y como yo no veía malicia en lo que ella preguntaba le daba información. Richard sentía la boca seca al escuchar el relato de éste hombre, no podía creer lo que escuchaba, pero se obligaba a seguir allí para luego enfrentar la verdad. — Camila es una chica calculadora y fría, ella cuando se propone algo lo logra, dijo que se casaría con un millonario y ahora está comprometida con usted, la verdad que me quedo boquiabierto con esto— continuó Paul. — ¿Cual es su interés doctor en hablar mal de mi prometida? — quiso saber Richard. —Interés ninguno, quizás sea solidaridad por ser primo de mi amigo Bruce— respondió— usted es libre de seguir con sus planes con ella, sol
Camila llegó a casa y llamó a su madre. — Mamá empaca tus cosas que nos vamos de aquí— dijo Camila con el rostro duro. — ¿Qué sucede hija? — Richard decidió creer a alguien que yo soy una trepadora, que me acerqué a él por su dinero y se fue sin siquiera preguntarme nada, él sacó sus conclusiones y decidió dejarme, mientras se fue a rumiar su dolor. — ¿Quién te dijo eso? — No importa mamá, ve y haz lo que te digo, con el dinero que tengo ahorrado podemos irnos bien lejos de todos estos malditos ricos que valoran más su dinero que los sentimientos, no tengo nada que buscar con ellos.— ¿Y los niños? Preguntó Alba. — ¡Son míos mamá! ¡Nacieron de mí y se van conmigo! — Pienso que deberías esperar y aclarar las cosas con Richard— dijo Alba. — No tengo nada que aclarar, ya él me juzgó y dió su veredicto; ¿vienes o no? — ¡Claro que voy contigo! Las dos arreglaron sus maletas y salieron de la mansión de Richard McIntyre para siempre, la mandíbula de Camila iba apretada por el dolo