Aun así haber aceptado la invitación de sentía fuera de lugar, «estas dos mujeres» pensaba, se ven que son personas de dinero, aunque de trato eran sencillas. Cuando entró en la casa no pudo evitar exclamar un “¡oh!” nunca había entrado en un lugar con tanta belleza alrededor. Toda la decoración desde una pequeña mesa hasta un cómodo sofá denotaba el buen gusto, suspiro y se dedicó a disfrutar de aquella bonita experiencia, no todos los días personas como aquellas dos mujeres te invitan a almorzar a su casa. — ¿Todo bien? Escuchó la voz de Camila que la sacó de sus meditaciones. — Claro, todo bien. — Bienvenida a mi casa Sharon. La invitó a sentarse y una de las sirvientas vino para ayudar a llevar a los chicos a sus habitaciones, venían completamente dormidos, ella tenía a su hijo también dormitando, pero no quiso llevarlo, se justificó diciendo que se iba a despertar en un lugar extraño y quizás se iba a alterar. Camila le sonrió comprensiva y le aconsejó colocarlo en el so
—¡Caray Bruce, ¿tú crees que vas poco a poco? ¡Te veo volando! Él sonrió al decir:—Estuvimos hablando y ella tiene un trabajo de esclavista, es una chica muy tierna que ha sido vapuleada por la vida, quiero empezar por mejorar su estado laboral, imagínate, estaba empezando a estudiar Administración y Finanzas cuando conoció al padre de su bebé. — Es una broma primo, vas bien, así ella tendrá más tiempo para compartir con su bebé— dijo Richard— ¿En qué departamento la vas a adjudicar? — Ayer Wanda, la CEO del Departamento de administración se quejaba por necesitar una asistente, quiero recomendar a Sharon, ¿a ver que tal le va? — Me parece bien, Wanda es una mujer experimentada y muy paciente a la hora de enseñar a alguien— dijo Gerrit— ha Eestado en la empresa por más de quice años, me alegra que tengas buen tino hijo. — Gracias abuelo, estoy asegurando de tener cerca de mí, a mi futura esposa. — ¡Qué así sea!Una semana después se celebraba el cumpleaños del pequeño Richard,
Richard volvió hasta el salón donde todos estaban reunidos, se habían quedado en vilo ante ésta llamada inesperada y Gerrit preguntó:— ¿Sucede algo? — Si tío, Adam al parecer sufrió un accidente y está en el hospital, me llamó la esposa, se veía bastante afectada, creo que nos reuniremos otro día para comentar sobre la buena noticia, yo debo ir hasta allá a ver a mi hermano. — Vamos para allá entonces— dijo Camila— esto es emergencia. Al llegar al hospital buscaron a la esposa de Adam que estaba sentada con la cabeza entre las manos llorando. Richard y Bruce se adelantaron uno de ellos preguntó:— ¡Hola cuñada! ¿Qué pasó con Adam?Ella se levantó y se echó a llorar en el hombro de Richard desconsolada. — ¡A ver, trata de calmarte! ¡Ya estamos acá contigo! ¿Dónde lo tienen? Ella entre sollozos les contó cómo creía que había sucedido el accidente. — Al parecer, los frenos del auto no funcionaron y él perdió el control del auto y se estrelló contra un muro o un objeto fijo, e
— ¡Pues no! Aunque me gustaría que fuera en unos seis meses. — Pon la fecha y ya— dijo Camila— ya en ese tiempo ha nacido mi nena y podré ser la madrina de esa boda. — ¡Eso no lo dudes! Tú y Richard serán los que nos llevarán de la mano. — ¿Y tus padres, ya saben de tu compromiso?— Aún no les digo nada, no contestan mis llamadas, siguen enojados a pesar de haber pasado más de tres años. — ¡Vaya que son rencorosos! — Sí, soy su única hija, querían verme hecha toda una profesional y les salí con un nieto, no fue fácil para ellos. — Me imagino que sí, pero por lo mismo de ser la única hija deberían bajarle al enojo y querer conocer a su nieto, ¿por qué no los visitas? — Por miedo a qué me echen nuevamente de sus vidas. — ¡Ve con Bruce! Que él sea formal y pida tu mano a la antigua y ver si así se conmueven. —¡Oye, me parece una buena idea, hablaré con mi Bruce y le diré que me acompañe y que Dios haga el resto, ¡Gracias amiga! — Que lindo que puedas amar a mi sobrino, es un h
Camila esa mañana no quería levantarse, le dolían los huesos, la cabeza, porque estaba con gripa, pero se volteó y vio a su madre durmiendo en una cama dónde solo cabía ella, e hizo el esfuerzo, se sentó en su cama y se obligó a levantar su cuerpo para ir a trabajar.Con lo que ganaba apenas podía pagar los gastos de medicina y comida de su madre, por eso trabajaba en dos sitios diferentes para tener un poco más de dinero, no alcanzaba para mejorar la vivienda, se tenían que conformar con lo poco que poseían, una casucha destartalada, heredada de su padre fallecido, donde el techo tenía múltiples goteras cuando llegaba la lluvia.Al llegar a la cafetería,le había advertido al encargado que no se sentía bien de salud, pero éste la miró y solo refunfuño diciendo:— Vaya a atender la clientela, así entras en calor.Ella resignada, no le quedó más remedio que obedecer, se dirigió a hacer sus obligaciones, pronto se olvidó de ella y se concentró en su madre, porque cuando pensaba en esa mu
Al llegar a casa su madre no estaba, pero había una nota de la vecina, se dirigió al hospital y allí su vecina la esperaba. — ¿Dónde está mi madre, señora Nora?— preguntó contrariada.La mujer la saludó con un abrazo y respondió:— Está en observación, tuvo aporreos y un corte en la frente, le tuvieron que coser unos puntos.Camila se agarró su cabeza con ambas manos y exclamó:— ¡Por Dios! ¡Entonces fue grave la caída!— Ella dice que solo estaba caminando y se tropezó, pero tú y yo la conocemos, de seguro se subió en alguna silla a alcanzar algo — dijo la mujer — ¡Qué cosas con mamá! Voy a verla ¡Gracias señora Nora!— dijo buscando el lugar donde estaba recluida su madre.— ¡Acá te espero!— le dijo la mujer.Ella se internó en el pasillo buscando a su madre, la vio, un doctor estaba con ella, la madre de Camila al verla dijo:— Allí está mi muchacha, doctor.— ¡Que bueno que llegó señorita, ¿puedo hablar un momento con usted?— dijo él médico.— Sí claro ¿Cómo está mi madre doctor
Camila salió, primeramente a la farmacia para comprar el tratamiento de su madre, luego iría a buscarla para ocuparse de su prótesis, aunque iba a averiguar los precios, otra cosa que iba a adquirir era una silla de ruedas.Estaba llena de emoción por poder ayudar a mejorar la condición de vida de su mamá, entró al establecimiento a buscar las medicinas, cuando iba saliendo se encontró de frente con un hombre, quien la derribó al piso, todo lo que llevaba salió en varias direcciones, el individuo lanzó una maldición y ella lanzó un grito por el impacto al ser golpeada.Intentó levantarse, pero el hombre le tomó por un brazo y la ayudó a terminar de incorporarse, diciendo:— ¡Maldita seas muchacha! ¿Acaso no ves por dónde caminas?! ¿Estás distraída? ¡Por poco me lanzas al suelo!— ¡Usted me lanzó todo lo que traía señor! ¡Es usted quien debe pedir disculpas por estar distraído!— dijo ella contrariada.El hombre al notar la actitud de la muchacha, se sintió ofendido por como le habló l
Astrid esa tarde llegó a casa emocionada por haber logrado parte de su plan, espero a Bruce para comunicarle la noticia, al verlo entrar lo abordó diciendo:— ¿Qué te dije? La chica accedió y aceptó ser inseminada, ésta mañana mismo empezamos con los exámenes para prepararla para que se embarace de tí, cariño— dijo ella.— Que bien, fui al laboratorio y dejé la muestra para la inseminación— dijo él.— Excelente, ya verás como dentro de unos meses tendremos a tu hijo en ésta casa— dijo ella.— ¿Crees que los abuelos se creerán que el tratamiento de fertilidad funcionará?—Si lo creen o no es lo que menos me importa, solo deseo permanecer a tu lado, amorcito — dijo Astrid muy firme en su cometido. Richard también llegó a casa y su prometida estaba esperando por él—¡Hola cariño! ¿Qué haces acá tan temprano?— preguntó besando una de las mejillas de la chica. — Quería desayunar contigo, pero tú tenías otros planes— dijo ella— Cariño, salí a desayunar con Bruce, tenía algo importante qu