ISABELA
El amanecer llega rápido y papá había vuelto a la cama un poco antes, perdiéndose ese hermoso amanecer norteño.Sin duda hablar con él después de mucho tiempo, ha sido grandioso, aunque lo mejor es haberme resguardado en su regazo sintiendo que nada malo va a pasarme. Me hacía falta ser sincera, recordar aquellos maravillosos días llenos de felicidad. Sé que papá ha previsto este viaje para retomar nuestras vacaciones tradicionales, aunque su clara intención siempre fue que apruebe su matrimonio. No lo apruebo del todo, sigo pensando que es muy apresurado, y todavía tengo que lidiar con Yolanda restregándome en la cara los preparativos de la boda. Que ganas de mandarla al infierno sin boleto de regreso.¡Dios! No tengo ganas de continuar con el viaje, menos después de confiarle a papá mis sentimientos por Eduardo. Hay situaciones realmente inaguantables, pero debo hacer un esfuerzo por él.En unas horas saldremos de la ciudad yIsabela Unas horas después ahí estábamos, sentadosjuntos, rumboa nuestro siguiente destino. Omitiendo todas las palabras porque nuestros padres estaban en los asientos de al lado. Eduardo no dijo nada, a penas cruzamos miradas y en la única mirada que pudimos coincidir; sus ojos mostraban dudas, aunque quizás era remordimiento, yo también lo sentía.Durante el recorrido solo pedía a Dios que el tiempo pasara rápido, pero esas cuatro horas fueron agonía pura hasta aterrizar en el aeropuerto deChachapoyas, donde Faustino el guía turístico que contrató Yolanda nos esperaba. Mientras nos conducía hacia su auto nos informa de algo que me resultó muy curioso.QueChachapoyases el punto de partida hacia cualquiera de los destinos turísticos en Amazonas y por tanto es imprescindible elegir un hotel donde hospedarse. Si tienen planeado visitar más de un atractivo turístico como la Fortaleza deKuelap, Catarata deGocta
Isabela Con un amanecer tan rico no da ganas de levantarse, pero el tour continuaba. El mejor paisaje nos acompañaba para disfrutar un ligero desayuno. Al terminar, levantamos las carpas y nos preparamos para conocer los alrededores antes de volver al hotel. Faustino nos dio un rápido recorrido sin dejar de lado su valiosa información mientras nos adentramos a la selva, es ahí cuando aprovechando algunas atracciones del lugar Eduardo pide ir a escalar cerca de la catarata. —No me parece prudente el equipo…—dice Yolanda cortando con esta locura.—Está cerca no tardaremos ni veinte minutos, además Faustino no nosdejarásolos, a menos que tengas una razón para impedir este recorrido, no veo lógica a tu negativa, madre—habla fastidiado Eduardo. Supongo que la frialdad con que lo dijo hizo que desistiera o quizás el que papá dijera que esa era una excelente oportunidad para tomar esas fabulos
ISABELALloro por unos largos minutos y hubiese seguido hasta quedar sin lágrimas, pero entonces recuerdo la amenaza de Yolanda y reacciono, quizás esto sea solo parte de su juego sucio para apartarme de su hijo. No pienso darle gusto de verme derrotada, si tengo que pelear, lo haré y si he de perder lo haré con la frente en alto, mirándola de frente.Limpio mis lágrimas, me doy una lavada de cara y retoco mis ojos para bajar a la cena. No tengo ganas de ser parte del circo que está armando esa señora, pero por mi padre me obligo a compartir la mesa con ellas.¿Qué puede ser peor que encontrarte con la ex del hombre que amas? Sin duda compartir una cena con ella, al lado de lasuegritaque la idolatra y no pierde la oportunidad de llevarla al cielo con halagos. Sigue poniéndola como la novia perfecta, la nuera soñada y tanta mierda que cuenta de su vida junto
CasandraEso de ser la mala de la película no está gustándome tanto, más aún cuando no tengo ganas de pelear con una extranjera que nada me ha hecho. Bueno, me quitó a Eduardo, aunque no me consta del todo. Solo tengo el testimonio de mi desquiciada suegra, que se nota que odia a la pobre chica. No entiendo que está pasando por la cabecita de mi ex suegra, pero esas vacaciones soñadas las aprovecho sí o sí. Un viaje de relax gratis no le cae mal a nadie, menos un tour por el Amazonas, es un sueño.Creo que la travesura de sacar la llave de la chaqueta de Eduardo, para colarme en su habitación fue digno de un óscar. No obstante, la cara de Isabela… ¡Dios! Como se nota que esta chiquita estarecontratemplada de mi ex ratoncito. No la culpo, Eduardo tiene sus puntos fuertes, sobre todo en la cama ¿Ya se abran acostado? Por la
DEREKLas palabras de Isabelaaúnresuenan en mi cabeza, su forma de hablar, su mirada y los gestos entre ellas, en verdad se odian. Estas semanas me he concentrado tanto en mi relación que he olvidado a mi hija, creí que era suficiente el dejar que la convivencia hiciera su magia. Tiene razón al reclamarme, no debí hacer esa pregunta sabiendo lo que Yolanda y esa chica hacían en la cena.He sido un tonto, lo que dijera Eduardo dejo todo claro:“Casandra y yo terminamos, ya no nos amamos ¿Por qué no lo entiendes mamá?”Luego de que se encerrara en su habitación Yolanda se quedó consolando a Casandra y yo, sigo con el corazón partido. Mi hija dijo que ella y Eduardo habían cortado ese sentimiento apresurado. Pero su actitud de hace un rato solo me grita que no es así.Pensando en las muchas probabilidades pierdo unas horas de sueño, intentando comunicarme con ella por teléfono. Le escribí una y otra vez y me deja en visto, entonce
IsabelaHablar con Priscila me hizo muy bien, ya estaba derrumbándome, llenándome de dudas y miles de pretextos para salir huyendo de este paraíso ydejaráa mi padre en gamarras de esta arpía. Si Yolanda quiere guerra, la tendrá, si quiere pelear sucio, pues que se prepare porque jugaré con sus mismas armas, no dejaré que se case con mi padre si descubro que es cien por ciento una maldita bruja. Tiene un hijosúper lindoy tierno que no merece a una madre como ella, que prefiere ser mujer antes que madre. Voy a desenmascarar sus intenciones.Ahora nos dirigimos a un lugar precioso, uno de los más deseados por mamá para explorar, así que nopensaréen ellas por el resto del vuelo, más cuando voy junto al hombre de mis sueños a unos asientos detrás de las brujas de mis pesadillas y de mi padre.&mda
ISABELA Papá antes de volver a entrar con el doctor se veía muy angustiado y yo, ¿Qué puedo decir? Apenas estoy procesando esta noticia sintiendo esta amarga sensación de caer en el infierno. Eduardo sigue paralizado, con la mirada perdida.—¿Estás bien, amor?—No puedo hacerme la idea de que tendré un hermanito.—Después de todo, no es tan malo.—No lo digo por eso, es que, ¿Por qué tiene que ser con tu papá? ¿Por qué tuvo que pasar así?—Créeme que también lo deseo. Pero si es parte del destino no podemos cambiarlo.—Estoestámal. —lleva sus manos a la cabeza y camina de un lado a otro.—Hay que pensar las cosas con calma.—Sí. Tienes razón. Voy a tratar de descansar un rato, ya no tengo nada que hacer aquí.Deja un beso en mis labios y se aleja. No pasa mucho para que mi padre aparezca junto a Yolanda, ella solo me mira un poco avergonzada y se retira, dejando un “Buenas noches, linda”Bueno, supongo que
ISABELA En estos momentos tengo tres prioridades por las que luchar.1. El amor a mi padre.2. Luchar por conservar el amor de Eduardo.3.Vacacionarde lo lindo en el país que mamá deseaba tanto conocer.Sé que ahora es casi imposible mantener la calma por toda esta incertidumbre, que parece pintarme un infierno en el más bello paraíso del mundo y mi corazón dudadesi poder seguir sosteniendo tantos sin sabores. Pero, no pienso rendirme, voy a dar batalla, por una vez en la vida estoy decidida a luchar por lo que quiero y papá lo sabe. Desde hace unos minutos estamos en silencio mirando a nuestros guías prepararse para el recorrido. Aprovechando ese momento hago unas tomas del lugar.Entonces veo llegar a Eduardo con cara de enfado, ni siquiera me mira solo camina a la lancha y sube, acompañando a Casandra, que parece un feliz hablando con Jorge. Que ganas de subir para consolarlo, pero en estos