Por Emanuel-Necesitamos hablar.Le digo, buscando seriedad en mis palabras.-Por supuesto que vamos a hablar.Sus palabras sonaron amenazantes.-Sol… te amo.Le digo para suavizar la situación.Ella no me respondió, volvió al baño y salió unos segundos después, detrás de Dante.Mi hijo se vistió solo y se acostó.Sol lo arropó y lo besuqueó por unos minutos.-Hasta mañana cielo.-Hasta mañana mami… me gusta mucho tener un papá y que Ema sea mi papá.Me acerqué a él y lo estreché en mis brazos, realmente no me arrepiento de haber forzado la situación, ni de haberla espiado, ni de haber robado el envase para poder comprobar que Dante es mi hijo y poder luchar por él.Ahora tengo que arreglar algunos temas con Sol, pero confío en que todo va a salir bien.-Te quiero hijo.Le dije con sinceridad.-Yo a vos también.-Buenas noches, mañana te llevo al colegio.La sonrisa de Dante iluminó la habitación.Sol le dejó una tenue luz y programó la tv para que se apagara en 15 minutos, me pareció
Por Ema-No existe ni existió otra mujer que me saque de mi eje como lo hacés vos y, por otro lado, te aseguro que por Dante daría mi vida, ni siquiera cuando nació Bruno, sentí algo así, es demasiado profundo lo que siento por mi hijo.-Eso lo puedo entender, porque Dante es mi vida entera, pero vos no dejás de forzar situaciones.-Sos vos la que no me dejás otra opción.- ¡Siempre hiciste lo mismo! Hacete cargo de las cosas que hacés.-Puede ser, pero desde un principio me confundía y me desesperó lo que siento por vos y eso no lo pude manejar, te lo dije mil veces.-Vamos a aclarar todo, vos no tenés límites y yo con eso no sé qué hacer, porque como te dije antes, no te conformás si algo no sale como vos querés, avallasás y te llevás todo por delante y ese todo incluye a las personas.No puedo negarlo, soy así, pero ella y mi hijo son el más grande amor sobre la tierra, ellos son mi paraíso.Ajena a mis pensamientos, Sol siguió hablando.-Yo tengo que resolver algunas cosas en Ital
Por SolangeCerré la puerta de mi casa y me apoyé en ella, mis lágrimas saltaron sin que pueda retenerlas por un segundo más.No doy más.Mis manos hacen el intento de secar las lágrimas, pero era imposible, mi rostro estaba empapado de las cataratas que no dejaban de salir por mis ojos.Terminé abrazada por mis propios brazos y me fui deslizado hasta quedar en cuclillas.El mundo siempre giraba en torno a él y a lo que se le antojaba, por eso tengo tanto miedo.Tantas veces, estando en Italia, cerraba los ojos y me imaginaba su cara, que ahora me parece imposible que su amor pueda ser realidad.No comprendo nada, su actitud cambió, y casi bruscamente, por eso tengo miedo de que mi amor por él sea en vano.Lo que es cierto es que no puedo negar que vea a Dante.Yo quería quedarme en Italia, refugiarme allí, en la inmensa mansión de no sé cuántas habitaciones, baños y pasillos.Es casi un castillo, hasta tiene cierta similitud arquitectónica con uno, mi tía siempre me hizo sentir una p
Por EmanuelEstaba esperando que se abriera el portón del garaje de la casa de mi padre, cuando en la puerta de la casa de nuestros vecinos, veo a Solange, charlando, como siempre con Morena, su amiga.Digo como siempre, pero me refiero a que ellas son amigas desde que las conozco, sin embargo, hacía muchos años que no veía a la señorita maleducada.Aunque en su momento le hice tragar toda su estupidez.Miré de reojo, seguía siendo bella, bellísima, sexi, sensual y todos los adjetivos que se me pudieran ocurrir, pero también era malcriada, déspota, antipática, y terriblemente estúpida.Ya se lo dije una vez, era la tonta que vivía al lado de la casa de mis padres.Si bien hacía muchos años que no la veía, estaba seguro de que seguía siendo igual que antes.Morena se despidió de ella en el momento en que yo estaba entrando a la mansión familiar.-Hola mamá ¡Feliz cumpleaños!-¡Gracias! Te esperaba por la noche, con Gloria.-Quedate tranquila, que ella va a venir, yo pasé un momento, po
Por EmanuelEl ruido de unas bandejas de metal chocando entre sí, me trajo a la realidad, me había perdido en mis pensamientos, esos que son recurrentes, es que tengo mucho resentimiento dentro mío.-No mamá, no es para tanto.Dije mientras le daba un beso en la frente.Mi padre estaba dando unas instrucciones a la gente que estaba por allí.No entiendo la necesidad de festejar el cumpleaños en casa, nos podríamos haber trasladado a la casa de fin de semana, o haberlo hecho en un salón, pero ella eligió pasarlo en casa.-Voy a verificar cómo está quedando todo.Dice mi padre, mientras se dirige al parque trasero de la propiedad.Lo sigo por inercia, o mejor dicho, porque también estoy acostumbrado a controlar absolutamente todo y sé que lo hago bien.Aprendí a delegar, eso me costó, pero al hacerlo, me pude concentrar en lo importante y expandir varias de nuestras empresas.Es cierto que mis suegros o ex suegros, tienen un 20% de sus empresas y que yo, con el 80 % restante y hubiera p
Mi padre me pregunta, como siempre, si estaba todo bien, yo bajé rápidamente, no quería que que Solange me encuentre trepado al tanque, es tan estúpida que debe seguir pensando que el mundo gira en torno a ella y seguramente va a pensar que me subí allí para espiarla, es egocéntrica y estúpida.Recuerdo aquella vez cuando revisé el tanque por primera vez, que mi padre me preguntó a los gritos, por si no lo escuchaba…-¡Manu! ¿Te fijaste?Todavía recuerdo la voz de mi padre.Lo que menos quería, en esos años, era que me vieran, Solange gritaría y me acusaría de espiarla.Ahora pienso igual, pero antes tenía más pudor, porque era lo que estaba haciendo, la estaba espiando, pero sin querer, porque fue fortuito subirme a revisar el tanque y que ella estuviera casi desnuda, tomando sol.En aquel momento no le contesté a mi progenitor, sólo estaba mirando la delicia de ese cuerpo de esa chica tan desagradable, subí los dos últimos escalones y destapé el tanque, tratando de no hacer ruido, p
Luego de dar un par de vueltas por la casa de mis padres y corroborar que todo estaba bien encaminado, me despedí hasta la noche.Estoy acostumbrado a organizar, y a que todos me obedezcan y en algo tiene razón mi padre, no soy un hombre simpático, muchos empleados me temen, pero considero que todos me respetan, a veces pienso que si se enterasen que fui tan cornudo que mi hijo en realidad no tiene una gota de mi sangre, muchos dejarían de respetarme, tal vez esa es una de las razones por la cual no me separo, aunque Gloria tendría un bozal judicial, pero no sé cuánto tiempo se podría sostener eso.Por la noche llegué temprano a la casa de mis padres, lo hice a pedido de mi madre, porque me recalcó mil veces que quería que cuando llegasen los invitados, mi hermano y yo, teníamos que estar allí.Gloria me acompañó, estaba impecable vestida y en su rostro tenía esa sonrisa fingida, que hacía juego con su corazón.Bruno correteaba por allí, aunque pronto se haría cargo la niñera, ya que
Por EmanuelElla, luego de sus palabras, se alejó de mí.Veo cómo se acercó a su pareja y a mi hermano, quién la abrazó sin ningún pudor, y le dio un beso en la coronilla, reiterando cuanto la había extrañado.A mí me resultaba cada vez más rara esa supuesta amistad y tanto cariño que mi hermano le demostraba a Solange.Tenía cierta incomodidad y los recuerdos surgían solos, como en una nebulosa, me veo recorrer varias veces, hace más de 6 años, la zona en donde estaban varias discotecas, esas en las que la juventud bailaba hasta bien entrada la madrugada.Recuerdo que era la madrugada del día en que la mocosa me había brindado ese bailecito.Yo había estado con unos amigos, tomando cervezas en un pub dónde solíamos ir.Había tomado bastante, pero no lo suficiente como para no ser consciente de mis actos.Fue cuando la vi, estaba en la parada de taxis, estaba con otras chicas que yo no conocía.Frené mi camioneta y toqué la bocina.Solange me miró.En ese momento no supe si me había r