Ella, luego de sus palabras, se alejó de mí.
Veo cómo se acercó a su pareja y a mi hermano, quién la abrazó sin ningún pudor, y le dio un beso en la coronilla, reiterando cuanto la había extrañado. A mí me resultaba cada vez más rara esa supuesta amistad y tanto cariño que mi hermano le demostraba a Solange. Tenía cierta incomodidad y los recuerdos surgían solos, como en una nebulosa, me veo recorrer varias veces, hace más de 6 años, la zona en donde estaban varias discotecas, esas en las que la juventud bailaba hasta bien entrada la madrugada. Recuerdo que era la madrugada del día en que la mocosa me había brindado ese bailecito. Yo había estado con unos amigos, tomando cervezas en un pub dónde solíamos ir. Había tomado bastante, pero no lo suficiente como para no ser consciente de mis actos. Fue cuando la vi, estaba en la parada de taxis, estaba con otras chicas que yo no conocía. Frené mi camioneta y toqué la bocina. Solange me miró. En ese momento no supe si me había reconocido o no. - ¡Solange! Grité cuando bajé la ventanilla. - ¿Qué? Me preguntó ella. -Subí que te llevo. -Estoy con mis amigas. -Morena no está, subí. Le ordené, su impasibilidad, me exasperaba. - ¿Lo conoces? Le preguntó una de las chicas que estaba a su lado. -Sí, es el idiota de mi vecino. Sus palabras las adiviné, porque ella arrastraba las letras. ¡Estaba borracha! ¡Le podrían hacer cualquier cosa y no se iba a enterar! -Entonces andá, yo me quedo en la casa de Camila. Dijo una morocha bastante flaquita y vestida estilo Dark. No tenía mucho que ver con la sensualidad de la mocosa que tenía por vecina. - ¡Subí! Le ordené. Ella abrió la puerta y levantando mucho la pierna, mi camioneta era alta, subió con torpeza. - ¿Estás borracha? Le pregunté con voz acusadora. - ¡Nooo! Dijo de mala manera, mientras cruzó una pierna sobre otra, haciendo que su minifalda se subiera demasiado. Yo hasta me imaginé el color de su tanguita… Un bocinazo hizo que volviera a prestar atención al tráfico. Estaba un poco mareado, creo que había tomado más de lo que pensaba. Manejé con un poco más de cuidado de lo que solía hacerlo. No hablamos demasiado durante el trayecto, aunque cada tanto la miraba y me preguntaba si se daba cuenta de que estaba mostrando mucho más de lo que debía. Tenía esa minifalda que por poco se le veía su parte íntima y ese top que le marcaba el pecho tan sensualmente, que, al mirarlo, no podía contener mi erección. Sin pensarlo demasiado, al estar cerca de nuestras casas, doblé dos cuadras antes… Estacioné frente a la ligustrina que daba a la mansión de los Vernez, ellos eran un matrimonio mayor, que apenas salían. Del otro lado había un parque, que a esa hora estaba desierto. - ¿Llegamos? Me preguntó mientras se acomodaba el cabello y no supe si me estaba cargando. - ¿Estás muy borracha? Le insistí. -Nop… tomé champagne con una bebida energética y un par de chupitos… ¡Mezcló bebidas! - ¿Sabés que eso te hace mal? -Pero es divertido. - ¿Te querés divertir? Le pregunté, mientras ella se desabrochaba el cinturón de seguridad. - ¿Cómo? Me preguntó. Juro que no estaba pensando con claridad, aunque era dueño de mis actos. Yo no tenía cinturón puesto, y me acerqué a ella, rozando sus labios. - ¿Hoy bailaste para mí? Ella se sonrojó. - ¿Cuándo? ¿Quiere disimular? - ¿No te acordás? Le pregunté, muy cerquita de su oído. Sentí como se estremecía y fue mi perdición. Le tomé la boca y ella me devolvió el beso, mis manos se dispararon a sus pechos y un gemido sonó en mi oído. -Sos hermosa. Le dije con mis sentidos nublados. La camioneta que tenía en ese momento era un modelo grande, su interior era cómodo y sus asientos eran amplios. Me encontré sobre ella, besándola con frenesí, olvidándome del odio casi atroz que esa mujer me despertaba. Mi deseo era el que gobernaba esa noche. Mis caderas se movían solas, la tanguita de ella hacía rato que se la había bajado, la masturbé con ganas, hasta que sentí su desesperación, seguía sin pensar, es que había estado todo el día imaginando tenerla así, mis pantalones estaban desabrochados y en un acto de locura, me enterré en ella. - ¡Ay! Se quejó, quedándose quieta. -Perdón, creo que fui muy brusco. Sin embargo, en ese instante me di cuenta de lo estrecha que era. Algo ocurrió… No podía ser virgen… Me bailó desnuda esa misma tarde, y lo hizo sin ningún pudor. Le tomé el pecho, sin querer pensar en mucho más, pero sintiendo un placer que nunca en mi vida había sentido, ella me seguía devolviendo los besos, que parecían estar marcados a fuego, era demasiado apasionada como para ser virgen. Sin que lo viera venir, tuve un orgasmo tan potente, que creía que no terminaría nunca más de eyacular. Lo recuerdo hasta hoy, porque esa noche muchas veces viene a mi mente. Sin salir de su interior, seguí besándola. -Sos muy hermosa. Le repetía. -Estoy hipnotizado por tu belleza. Su carita me miraba asombrada, mientras su boca respondía con fervor, dejándose gobernar por la mía. Mi miembro creció nuevamente y mis embestidas eran casi salvajes, me pareció que ella se quejaba, pero yo no podía dominarme y estaba escuchando sus gemidos, en un momento sus uñas se enterraron en mi espalda y su boca mordió mi hombro, mientras que sentí como su interior se empapaba con su eyaculación, esa tan femenina que lubricaba toda su zona y yo volví a explotar de placer. Pocas chicas eyaculaban, más allá de tener orgasmos y pocas eran tan apasionadas, ni siquiera mi novia tenía ese ardor. -Sos la mejor que existe. Le dije, pensando en los dos poderosos orgasmos que sentí. En ese momento, ya estando los dos más tranquilos, me di cuenta del terrible mordiscón que tenía en mi hombro derecho. -Me mordiste. Le dije acusándola y pensando que fue demasiado fácil sacarme las ganas de ella, hasta me molestó que se haya entregado de esa manera. -Perdón… es que… no pude controlar lo que sentía. Me dijo con sencillez y no creí que fuera sincera, recuerdo que pensé que me había dejado esa marca a propósito, para crearme algún tipo de problema con mi novia, de hecho, si me veía, le tendría que poner alguna excusa. Hasta que salí de ese interior que me hizo sentir tan espectacular, porque entre las dos veces que eyaculé, no había salido de ese paraíso de pasión, tan caliente y húmedo como aguas termales, pero mucho más placentero… Al mirar mi pene, lo veo lleno de sangre. Me di cuenta de que verdaderamente no supo controlarse, porque no tenía experiencia. Luego pensé, casi con orgullo, que me quedé con la virginidad de mi antipática y sexi vecina. Aunque en el interior de mi camioneta, no me parecía tan antipática, ni tan engreída. -Eras virgen. Le dije, como si eso fuera un detalle menor, algo sin importancia. -Sí, tengo 16 años, aunque la mayoría de mis amigas debutaron hace rato, yo… estaba esperando sentir algo especial y tus besos y tus caricias lo fueron. ¿Qué me quiso decir? ¿Le gusto tanto? Nunca pensé que yo le podría gustar a esta antipática pibita. Mi ego creció como la espuma. Me limpié con unos pañuelos descartables que suelo tener en la guantera de mi camioneta y hasta fui caballero, porque también la limpié a ella. Solange miraba atentamente mis movimientos y de pronto me sonrió, su sonrisa era cálida y no me gustó lo que me hizo sentir. - ¿Qué? Le pregunté con sequedad. -Nada… sos muy lindo. Hasta el día de hoy recuerdo cada detalle y cada sensación, eso me molesta bastante, porque siento que no soy el dueño de la situación, ni de lo que mi cuerpo desea. - ¿Te parezco lindo? Le había preguntado y hasta me parecía infantil esa palabra. -Sí, mucho. -Disfrutame, nena. La volví a besar y ella me devolvió cada beso, estaba amaneciendo y pronto saldría algún vecino, por lo que me apuré a penetrarla y solamente pensaba en terminar de sacarme las ganas de tenerla en mis brazos, ni pensaba esperarla a que tenga su orgasmo, pero ella de pronto comenzó a gemir y a moverse con un ritmo único, y nuevamente sentí su explosión y su líquido squirt, calentó hasta la última célula de mi ser y eyaculé con alma y vida. ¡Cómo gocé con ese cuerpo! Unos pocos minutos después de pasado el momento, me acomodé la ropa, casi sin mirarla, esa chica era el diablo, ejercía sobre mí una atracción que yo no tenía intención de sentir, por eso iba a doblegar cada impulso que sintiera. -Bueno, ya debutaste, ahora acomodate la ropa. Le dije, como si le hubiera hecho un favor. Sí gozó tanto, se lo hice ¿No? Antes de bajar, ella buscó mi boca, yo apenas le devolví el beso, ya había pasado el momento de besarnos, no tenemos una relación ni nada que se le parezca, no quería que se confundiese. Bajó en la puerta de mi casa, antes de que yo guardara mi camioneta. No esperé ni que ella abriera la puerta de su hogar, porque el portón de mi garaje ya estaba abierto. Recuerdo que, al acostarme, algo me molestaba. Al rato me quedé dormido, aunque estaba un poco inquieto.Por Solange- ¡Hola Solange!Me saludó Carmen, que justo pasaba cuando yo estaba en la puerta de la casa de mis padres.-Hola Carmen ¿Cómo estás?Le pregunté con cierto cariño a Carmen, ella era la madre de mi amigo Ricky y de… Emanuel.Si Carmen supiera…¿Qué pensaría?Ella se acercó y me abrazó.-Estás muy bella, Ricky siempre me muestra fotos tuyas, me alegro de que hayas vuelto.-Gracias Carmen, vos estás igual que siempre.-Gracias cielo, aunque los años pasan para todos… el sábado cumplo 55 años… Tus padres están invitados, Espero que vos también puedas venir.-Muchas gracias por la invitación… pero tengo pareja y…-Vení con tu novio, Ricky va a estar feliz por verte.Sí, Ricky, va a estar feliz…-Claro, yo también voy a estar feliz por verlo, realmente lo extrañé mucho en estos años, aunque cada vez que él estuvo en Europa, pasó a visitarme.-Sí, lo sé, me contó…¿Qué le habrá contado?Me puse un poco nerviosa, aunque él me prometió total discreción, como yo le prometí a él, no
Por Solange- ¡Ema!Recuerdo haber exclamado con mucha emoción.- ¿Quién es?Preguntó la mujer que estaba a su lado.Recién en ese momento reparé que él no estaba solo, sin embargo, seguí avanzando.- ¿Quién?Preguntó, y aunque apenas me miró, supe que me había visto.-Ah… La tonta de acá al lado.Me quedé petrificada al oír sus palabras.-Subí, mi amor.-Esa chica te llamó.Insistió la mujer a la que él llamó “Mi amor”.-Ya te dije, es la boba de acá al lado, es muy rarita, no me debe haber llamado, porque nunca nos saludamos, desde siempre es así, hacé como yo, no le des bolilla, porque no es importante para nadie.Dijo mientras le abría, muy caballero, la puerta de la camioneta, esa donde hacía unas horas me había hecho el amor.Mis lágrimas surgieron como cataratas.-Está llorando.Insistió su… novia.Ya no tenía dudas de que ella era su novia.-Te dije que es rara, debe tener problemas mentales, ignorala.Emanuel, sin mirarme, subió a su camioneta y yo me quedé, por un momento, e
Por SolangeRecuerdo que miré a Ricky y dudé.Después de todo, por más hijo de puta que fuera Emanuel, seguía siendo su hermano.-Sí, lo conocés muy bien.Seguía dudando, pero yo también tenía que reconocer que mi hijo era su sobrino.-El padre es Ema…Su mirada me dijo que mis palabras lo tomaron por sorpresa, porque por un momento se quedó callado, pero sus palabras, las que salieron de su boca un momento después, me dijeron otra cosa.-Alguna vez lo pensé…Confesó.- ¿Él te dijo algo?-No, pero Dante se le parece, no sólo físicamente, sino en sus gestos, en su forma de mirar, no podría precisar en qué.- ¡Dios mío! ¡No quiero que se entere!- ¿Por qué?-Esa tarde… Le conté lo que sucedió, sin disfrazar nada.-Lo dije apenas comenzamos esta conversación, Ema no es el mejor…-Te pido que nunca se lo cuentes.- ¿Te das cuenta? ¡Soy tío!Dijo mientras me abrazaba con mucho cariño.-Gracias por confiar en mí.-Te lo merecés, porque vos también confías en mí.- ¡Por supuesto!-Ricky… Yo
Por SolangeMe alejé de él cuando tuvo la poca delicadeza de recordar esa noche y me dijo que en aquel momento estaba borracho, claro que traté de parecer indiferente al contestarle que yo también lo estaba.Posiblemente los dos estábamos pasados de tragos, pero ambos sabíamos perfectamente lo que estábamos haciendo.Quizás yo no era del todo consciente en cuanto a lo que significaba tener sexo sin protección, después de todo fue mi primera vez y no se me ocurrió pensar que sólo por estar cerca de mi fecha de ovulación, quedaría embarazada.No es una excusa, pero realmente no tenía experiencia, él en cambio sí la tenía, me lleva casi 7 años y aunque estuviera borracho, era más consciente que yo sobre la situación.Realmente siempre se portó muy mal conmigo.No veo la hora de verlo el martes por la mañana.Quiero ver su cara cuando descubra que soy Sol Maglioni, la titular de la compañía Giacomo.De repente recordé que la reunión iba a ser en su empresa.Eso de ninguna manera iba a suc
Por Solange.Desperté a Dante para que se baje del auto, lo hice con cuidado, lo llevé de la mano hasta su cuarto, Leandro me esperaba en el living.Nunca se había quedado a dormir en mi casa, claro que teníamos relaciones sexuales, pero no estábamos todo el tiempo haciéndolo, no me desesperaba por estar con él.No estaba mal, pero tampoco era algo que me enloquecía.Me aseguré de que mi hijo se hubiera vuelto a dormir, eso me llevó cerca de media hora.Esa noche mi novio se quedó en casa.Hicimos el amor, aunque yo lo noté un poco incómodo.Por la mañana Dante durmió un poco más de lo normal.- ¿Qué sucede entre vos y Emanuel?Me preguntó de repente.Me sobresalté, pensé que me iba a reprochar la cercanía que teníamos con Ricky.Dudé antes de contestar y sabía que Leandro estaba pendiente de mis gestos.-Nada, nunca nos soportamos.- ¿Estás segura?-No sé a qué te referís, hacía más de 7 años que no lo veía.-Parecían más cercanos que con el propio Ricky.-Nada que ver, Ricky es mi m
Por EmanuelSolange se fue en cuanto tuvo la oportunidad.¡Mejor!No sé para qué vino.Parecía una damisela que toda la noche estuvo custodiada por ese payaso y por mi hermano.No sé qué tan amigos son ni cuándo creció tanto esa supuesta amistad.¡Eso es ridículo!¡Mi hermano quiere seducirla!Eso va a ser incómodo…Ni yo sabía porque me sentía así.Tomé algunos tragos demás, no tenía control de mí.Todo el control lo utilicé cuando estaba bailando con ella, para no tener una maldita erección y que esa presumida mujer no piense que me excitaba más allá de lo imaginado.Porque sí, esa mocosa me excitaba, me excitó ese maldito día en que me hizo ese bailecito y cuando la tuve en mis brazos, me excitó como nunca lo había hecho otra mujer.Yo me quedé con su virginidad y eso para una mujer es importante, no me pudo superar, por más que esté con ese payaso.Si bien había tomado bastante, mi aspecto era impecable, nadie podría asegurar que yo estaba borracho… Pero mi hermano no era nadie, é
Por EmanuelMe levanté cerca del mediodía y fui yo solo a buscar a Luca, realmente no pregunté si Gloria estaba en casa.Por el camino me arrepentí, pensé que, si estaba embarazada y yo le descubrí su juego, podría haber decidido abortar ese mismo día.Luego pensé que, de todos modos, con Bruno ya está más que probado su engaño.Llegué a la casa de mis padres y ellos estaban a punto de almorzar, los acompañé en el almuerzo.Bruno, pese a todo el desamor que sufre por parte de su madre y también de mi parte, es un niño tranquilo.Nos quedamos un rato compartiendo una charla informal, luego, todo derivó en la reunión del martes, era muy importante.Yo tenía decidida la campaña publicitaria, solamente faltaba firmar el acuerdo.Estábamos tranquilos.Al salir de la mansión, miré, sin poder evitarlo, hacia la casa de Solange.No había nadie, era increíble el silencio de esa mansión luego de que esa pequeña antipática se fue a Italia.Claro que yo me mudé casi inmediatamente de aquella noch
Por EmanuelLlegó la ambulancia y Cristian le dio la orden al médico, que le lleve hasta la clínica Losac.-Señor, esa clínica…-Soy Cristian Nazario, ya le informé a mi asistente de la situación, que la atiendan allí.-Lo lamento doctor, disculpe.El médico, al escuchar el apellido de mi amigo, no hizo ningún comentario.Mientras tanto, llamé por teléfono a mi suegra.-Parece que tu hija no aprende, se practicó un aborto y ahora va camino a la clínica Losac.- ¿Qué?-Lo que escuchaste, ni se te ocurra insinuar que abortó un hijo mío o involucrarme de alguna manera.- ¿Vas para allá?-No, apurate, porque sos la persona que va a estar a cargo de la situación y tu hija necesita atención inmediata.-Salgo para allá.Corté.-No sé qué sucedió con ustedes, cuando eran novios todo parecía estar de maravilla.-Es verdad, pero ella me engañó y…-Ahora que lo pienso mejor, no creo que todo haya estado de maravilla… vos también tenías lo tuyo, me refiero a que te ibas por ahí…-Pero nunca embar