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Capítulo 4 Verla nuevamente

Luego de dar un par de vueltas por la casa de mis padres y corroborar que todo estaba bien encaminado, me despedí hasta la noche.

Estoy acostumbrado a organizar, y a que todos me obedezcan y en algo tiene razón mi padre, no soy un hombre simpático, muchos empleados me temen, pero considero que todos me respetan, a veces pienso que si se enterasen que fui tan cornudo que mi hijo en realidad no tiene una gota de mi sangre, muchos dejarían de respetarme, tal vez esa es una de las razones por la cual no me separo, aunque Gloria tendría un bozal judicial, pero no sé cuánto tiempo se podría sostener eso.

Por la noche llegué temprano a la casa de mis padres, lo hice a pedido de mi madre, porque me recalcó mil veces que quería que cuando llegasen los invitados, mi hermano y yo, teníamos que estar allí.

Gloria me acompañó, estaba impecable vestida y en su rostro tenía esa sonrisa fingida, que hacía juego con su corazón.

Bruno correteaba por allí, aunque pronto se haría cargo la niñera, ya que su madre no le tenía demasiada paciencia.

El niño me tenía cierto cariño, y por supuesto, me llamaba “papá”, entiendo que él era ajeno a lo que su espantosa madre hacía, pero soy consciente de que puse un muro entre él y yo.

En algún momento nos íbamos a separar con su madre y supongo que su padre biológico se iba a hacer cargo del niño.

Ya habían llegado algunos pocos invitados, cuando entraron Valeria y Tony, los padres de Solange, busqué, ansioso, una figura que llamaba mi atención mucho más de lo que yo quisiera.

- ¡Cielo, te extrañé!

No sé de dónde salió mi hermano, pero vi como abrazaba fuertemente a Solange, ella le devolvía el abrazo, colgándose de su cuello, Ricky era enorme, medía 1,92 cm y era de contextura grande, su cuerpo estaba muy entrenado y sus músculos se veían poderosos.

- ¡Yo también!

Le contestó ella.

Yo no tenía idea de que ellos fueran tan amigos, mi hermano jamás comentó nada acerca de Solange.

-Ricky, él es Leandro.

Ok, se lo presentó, eso quiere decir que no hacen tanto que ellos son pareja, o tal vez hace mucho que Ricky y Solange no se veían.

-Encantado.

Le dice Ricky, palmeando el hombro.

-Igualmente.

Le contestó el hombre, creo que no le gustó mucho ese intenso abrazo entre mi hermano y mi antipática vecina.

- ¡Feliz cumpleaños!

Mi… ardiente vecina saludó a mi madre y le entregó un presente.

-Gracias, cielo, no te hubieses molestado.

Siguieron las frases por compromiso, no creo que de parte de esa señorita desagradable sean verdaderas.

Sin embargo, hablaron animadamente hasta que llegaron más invitados.

Pude ver, de reojo, que Solange, a pesar de que evitó saludarme, me miró y también miró a Gloria, que en ese momento estaba a mi lado.

Decidí molestarla y tomando de la mano a mi esposa, me acerqué a esa engreída mujer.

No quiero confesarme que me molestó su casi indiferencia, digo casi, porque mirar, me miró.

-Hola Solange ¿Cómo estás?

Ella se ruborizó, eso me llamó la atención.

Creo que yo estaba muy pendiente de ella.

-Hola, muy bien, gracias.

Contestó dando un paso al costado.

¿Quiso alejarse?

-Te presento a Gloria, mi esposa.

Creo que ni Gloria entendía que sucedía.

-Un gusto, Gloria, él es Leandro.

Presentó a su pareja, quedándose en el lugar.

-Hace mucho tiempo que no te veía.

-Es verdad, volví hace poco de Italia.

- ¿Estuviste paseando?

Le pregunté, mientras abrazaba a mi esposa.

Quería ver su reacción, ya que yo no le podía ser indiferente.

-Viví allí varios años.

¡Por eso no la veía!

La última vez que la vi, se dio vuelta llorando, porque entiendo que mis palabras la lastimaron, al menos yo pretendí hacerlo…

Yo estaba al lado de Gloria, en la vereda de casa, fue a la tarde siguiente de esa noche…

La humillé con ganas, y hasta hoy me pregunto porque la traté así y tengo ganas, pese a mi edad, de molestarla continuamente.

Lo cierto es que siento un placer extremo al molestarla, ella es muy antipática y yo… no la soporto.

-No me había dado cuenta de que ya no vivías acá.

Le digo, sabiendo que estoy siendo infantil.

Solange me clava su fría mirada, creo que está pensando qué contestarme.

Se alzó de hombros, aunque el rubor acompañaba su cara.

-Yo tampoco sé de tu vida.

Dijo como si no le importara para nada mi persona.

Eso me molestó.

-Estoy casado y tengo un pequeño.

Le dije, ante la mirada asombrada de Gloria.

-Que bien, te felicito.

En ese instante mi hermano se unió a nuestro grupo.

-Cielo, ahora que volviste, te voy a exprimir, si te parece nos encontramos el martes por la mañana.

-El martes tengo una reunión importante, pero nos podemos encontrar para cenar, ¿Querés acompañarnos, Leandro?

Le preguntó a su pareja.

Por esa pregunta, considero que ellos no viven juntos.

-Sí, por supuesto.

Creo que a ese tal Leandro no le cayó muy bien los planes de Solange y de mi hermano.

-Ok, entonces hablamos, para cenar afuera o podés venir a casa, sí, creo que estaríamos más cómodos en casa, ya sabés…

Le dijo a Ricky y yo quedé afuera de algo.

Era yo quién la tenía que molestar, no quedar fuera de todo.

-Ricky, no hagas tantos planes, que el martes por la mañana, nosotros también tenemos una reunión en la empresa.

Solange y mi hermano se miraron y no entendí por qué.

-Claro.

Dijo mi hermano y noté una sonrisa llena de desprecio en los labios de Solange.

No pude evitar mirar su boca, aunque aparté la vista enseguida.

En ese momento se nos acercó Bruno, para quejarse porque la niñera pretendía llevarlo a la habitación que alguna vez usaba cuando estaba en casa de mis padres.

-Tenés que ir a dormir, ya sabés cómo funciona.

Le contestó Gloria, con indiferencia.

-Mamá, eso es injusto, siempre me mandás a dormir con la niñera.

-Estoy ocupada.

Le respondió, bastante molesta.

Solange observaba todo con curiosidad.

-Papá…

-Es la palabra de tu madre.

Le dije yo, aunque a mí no me molestaba que Bruno se quedase con nosotros.

-Bruno, es una fiesta de adultos, andá a dormir.

-Pero es el cumpleaños de mi abuela y va a soplar la velita…

-No lo repito.

Dijo Gloria, alejándose del grupo, para contestar una llamada, supongo que debía ser el padre de Bruno o alguna de sus amigas, jamás habla con él delante mío.

Bruno se fue con la niñera y mi hermano estaba hablando de sus gimnasios con Leandro, 

Solange se alejó unos metros, estaba hablando por teléfono, estaba detrás de una columna bastante ancha, por lo que nadie la veía.

Me acerqué sin perder tiempo.

Cuando me vio, cortó casi con brusquedad.

- ¿Qué hacés acá?

Le pregunté sin tapujos.

-Me invitó tu madre.

Dijo con un rastro de acento italiano, que hacía su voz más dulce y sensual.

Eso me molestó.

- ¿Ahora te la das de italiana? Te criaste acá al lado.

-Viví en Italia más de 6 años.

-No me interesa saber sobre tu vida, no tenés porqué estar en mi casa.

-Es la casa de tus padres.

-Sos una caradura, no sé para qué estás acá.

-Creo que sos sordo, me invitó tu madre, porque se enteró de que volví.

-Yo estoy casado.

-Lo sé, me presentaste a tu esposa.

-Aquello fue porque estaba borracho.

-Yo también estaba borracha.

¿Quiso decir que si no hubiera estado borracha…?

Pasaron más de 6 años y a veces la recuerdo, pero quiero borrar esa sensación de mi mente.

Ella sabía que la estaba viendo y me dedicó ese bailecito desde el parque de su casa…

¡Estaba desnuda y no tenía pudor!

Claro que me excitó, eso también me molestó, porque era una chiquilina engreída, que tenía la seguridad de su belleza y su sensualidad.

Parecía gritar a cada paso que daba, que ella era la dueña del aire.

A mí me ignoró siempre.

Ahora mismo pareciera hacer lo mismo.

Salvo que yo en este momento gobierno mi cuerpo, soy un hombre de 29 años, y me controlo, ella no me hace mella, su belleza y su sensualidad, tampoco.

¿Se hizo amiga de mi hermano para acercarse a mí?

¿Ricky no se da cuenta de que lo está usando para…?

Para acercarse a mí, o tal vez para poner celoso a ese payaso que tiene por pareja.

Realmente parece un payaso, no sé por qué mi hermano le sacó tema de conversación y no sé porque ese tema fue el de los gimnasios, mi padre odia esos gimnasios, porque lo aleja de las empresas familiares y estoy seguro de que lo que menos querría es que nuestros vecinos se enteren que Ricky casi desprecia nuestra fortuna.

Para mí no es así, pero no sé a quién está asociado con semejante inversión, ese es uno de los temas que a mi padre, que es sumamente patriarcal, lo tiene en ascuas, no sabe con quién se asoció mi hermano.

Le está yendo fabuloso, pero mi padre se siente excluido en una parte de la vida de mi hermano.

Es cierto que Ricky desde hace varios años, es muy reservado, por eso me llamó la atención por cómo saludó a Solange.

Ese saludo suma para que la vanidad que tiene esa mujer se acreciente

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